Capítulo 5 5. VERDADES Y SECRETOS.

De los nervios que tenía esta chica, ni siquiera se fijó en lo que debía hacer hasta que se encontró en el pasillo con Stella.

-¡Qué estúpida eres! Muévete para el evento porque tenemos mucho trabajo que hacer-apenas Ever escucho eso, Stella la agarró con fuerza en sus manos para llevarla allá porque quería que los demás vieran su fracaso en primera fila.

Esta chica se contuvo lo más que pudo porque si decía alguna palabra de lo que había ocurrido antes, todos aquí le iban a hacer la vida imposible.

Cuando llegaron detrás del escenario, lo primero que hizo Stella fue soltarla para darle una fuerte cachetada para demostrarle una vez que era una simple empleada que estaba aquí por lastima.

-Recuerda tu lugar porque si te vuelves acercar otra vez a Gael, las consecuencias van a peores que esto-mientras que Ever estaba en el suelo, siendo la burla total del resto de los empleados-esto es una lección para cualquiera de ustedes para recuerden su lugar tanto en la empresa como en la vida.

Una vez que Stella cumplió su objetivo, Ever se tocó una parte de su cara, notando que Atenea como Travis se acercaron donde estaba ella para ayudarla porque le parecía demasiado injusto todo esto.

-Amiga, tienes que darte prisa porque en cualquier momento pueden empezar a llegar los invitados.

-Tranquila, así igual haga las cosas perfectas, estoy en la mira de esa víbora. Además el único dueño de todo esto es Gael porque es la única persona que me puede despedir-dijo Ever cuando se estaba levantando del suelo porque necesita ir a trabajar.

Por su lado, Travis se quedó callado mientras que Ever se iba con él, a diferencia de Atenea, quién necesitaba ir con el CEO para supervisar algunas tareas.

-Estoy seguro que puedes conseguir otro trabajo porque me parece injusto que sigas aguantando humillaciones aquí cuando eres la mejor que el resto de los empleados...-antes de que este hombre dijera otra cosa, Ever le tapó la boca porque si alguien más escuchaba la conversación, las cosas se podían peor.

-¡Por favor, quédate callado! No quiero que vuelvas a decir eso, tonto.

Luego Ever se fue de ahí para preparar unas fórmulas de los perfumes porque dentro de su corazón lo único que le importaba era el beso secreto que se había dado con Gael.

Cuando está chica entró en la sala de fragancias, sacó un pequeño cuaderno de la gaveta junto a sus guantes para empezar a preparar los materiales.

En realidad, Ever no tenía ningún secreto ni mucho talento para preparar perfumes, sino que todo esto lo había aprendido en 4 años, gracias a los tutoriales que él mismo Gael había hecho.

Siempre era cuestión de práctica, a pesar de que había estudiado en la Universidad programación de computadoras, donde incluso se había graduado de licenciada con los mejores honores para trabajar en una buena empresa, pero, Ever prefirió quedarse aquí.

-Tienes que apurarte con esto porque la exposición está a punto de comenzar-le dijo un compañero de trabajo para después cerrar la puerta.

Ever acabo de hacer las últimas mezclas para llevarse esos perfumes, para ponerlos en exhibición, para irse con el resto de los empleados, quiénes estaban murmurando a sus espaldas los peores comentarios de ella.

"Tenemos que cuidarnos de ella porque se le puede meter a cualquier hombre aquí".

"Es una descarada que solamente nos quiere usar para escalar aquí en la empresa".

Esta chica no pudo seguir escuchando nada más hasta que se fue de ahí con lágrimas en los ojos porque no tenía otro motivo para estar aquí.

Por su parte, Gael ni loco le iba a contar a su hermano o alguien más, el beso que le habían dado cuando ni siquiera tenía una pista de quién había sido.

-Como sea, igual te voy a encontrar porque nunca he estado con los brazos cruzados-se dijo a sí mismo antes de salir con la presentación donde se iba a encontrar con su cliente importante.

Tres horas después, Gael había tenido que regresar a la empresa porque necesitaba hacer una urgente junta con sus dos socios.

-Necesito una lista completa de los empleados que asistieron al evento ¿Tienes el expediente completo de Ever?-le preguntó este hombre con mucha curiosidad a Leonardo, quién le entregó un sobre lleno de papeles con la información que le había pedido.

-Gael, sabes que todos los reporteros están encima de ti para que ahora estés detrás de estas tonterías, cuando deberías ocuparte del próximo viaje que puedes hacer-le dijo Stella, cruzando los brazos evitando mostrar su enojo.

Ambos hermanos tenían que estar ciegos para no ver las reacciones de celos que tenía Stella frente ellos.

-Te debería bastar con seguir mis órdenes porque jamás he cuestionado tu vida personal-contestó Gael, dejando a un lado sus sentimientos para irse de su oficina privada, donde esta mujer estuvo a punto de seguirlo, no obstante, fue detenida por Leonardo.

-¡No vale la pena que sigas estando detrás de mi hermano! ¿Porque no te das cuenta que nunca te va a amar?-apenas Leonardo, le dijo esto, lo primero que hizo Stella fue mirarlo con mucho odio porque si ella no estaba con Gael, jamás iba a permitir que otra mujer le quitara su lugar.

-Abre los ojos y oídos porque entre nosotros solo va a existir una relación laboral, te falta mucho para tener los pantalones de tu hermano-apenas Stella dijo esto, salió detrás de Gael, dejando a su hermano con el corazón roto.

Afuera de la empresa, tanto Ever, Atenea y Travis, estaban celebrando por todo lo alto el éxito que estaban teniendo con los perfumes.

-¡De verdad, Ever eres tan genial que deberías conseguirte un hombre millonario para que nos saque de la pobreza! Estoy casi segura de que Travis nos puede presentar sus amigos para tener más compañía-expresó Atenea estando totalmente borracha mientras que Ever iba por el mismo camino, teniendo las mejillas teñidas de rojo.

Ever bebió otra botella de licor porque era incapaz de decirle a Gael sus verdaderos sentimientos, sin importarle las consecuencias de sus actos.

-No le hagas caso porque ella le ha roto los corazones a la mitad de París-luego Ever siguió bebiendo para decirle la siguiente noticia a sus amigos-aunque no lo crean, tuve un accidente con Gael donde nosotros nos besamos.

Tanto Atenea como Travis, se quedaron atónitos porque no podían creer lo que estaba diciendo en ese momento.

Quizás por alguna razón oculta en sus pensamientos, Travis estaba enojado porque en el fondo sabía que Ever merecía mucho más que un multimillonario frío y arrogante que nunca se iba a fijar en ella.

-Confío en ustedes para que me guarden el secreto porque son los mejores amigos del mundo-volvió a decir Ever, quedando en el medio de este par porque se quería quedar con ellos para siempre.

El resto de las personas, intentan ignorar esos comportamientos raros que estaban teniendo estos chicos hasta la madrugada porque Ever se tuvo que regresar con Travis hacia su casa.

Este hombre la estaba ayudando a caminar mientras que Ever tuvo que vomitar en una esquina de la calle, entonces ella se desmayó por lo mal que estaba.

Travis, con mucho cuidado la cargó en sus brazos, evitando tener algo más por Ever, cuando tenía muchos secretos de su pasado.

En la mañana del día siguiente, un hombre estaba saliendo del aeropuerto para seguir las órdenes de su jefe que estaba infiltrado en la empresa de Gael porque había esperado mucho tiempo para cumplir su venganza.

-Disculpa ¿Me puede indicar esta dirección?-le preguntó este hombre a un taxista porque necesitaba averiguar la dirección que le habían mandado por teléfono.

De todas maneras, había venido desde Estados Unidos nada más para ser el informante y compañero de su jefe porque la compañía lo necesitaba presente para que todo saliera bien.

Mientras le prestaba atención a sus palabras, una notificación llamó su atención para solamente darle las gracias a este chico e irse corriendo de ahí.

Porque le costaba creer que una cantidad tan grande estuviera en su cuenta, sin embargo, enseguida lo llamaron para recordarle el trabajo que debía hacer intentando disimular sus movimientos.

-Recuerda muy bien la misión que debes cumplir, no me interesa a quién tengas que matar o los trucos que uses. El jefe desde hace mucho tiempo está esperando por ti porque esa empresa de perfumería va a quedar en nuestras manos-le dijo esto la otra voz que juntó para darle otra instrucción personal.

-Cuente conmigo porque esta vez no vamos a fallar.

Luego, este hombre se fue a un cajero automático donde sacó todo el dinero que pudo para después irse al banco donde iba a encontrar el resto de cosas que le iban a servir.

Manteniendo su perfil bajo, obtuvo el número de su jefe para enviarle el código para avisarle que estaba aquí para poner todos sus planes en marcha.

Porque poco a poco, iban a destruir los sueños de Gael desde adentro.