Capítulo 5 A LA ABUELA Y AL NIETO LE PAGARON POR MOSTRAR EL SERVICIO.

Kevin estaba teniendo otro día tranquilo en su habitación, jugando muchos videojuegos en esta cuarentena que parecía no tener fin, divirtiéndose lo mejor que podía para no asustarse por el aislamiento. Su abuela, Alice, de sesenta y cinco años, es una trabajadora de alto nivel que, aunque tiene edad para jubilarse, vive sirviendo en las mansiones de los ricos del estado de Florida. Trabaja para una familia muy adinerada en la que posee negocios de cine y teatro.

Tienen un poder adquisitivo tan alto que si Kevin enciende la televisión y pone algunos canales de televisión para ver cualquier cosa, está ayudando a los jefes de su abuela, ya que poseen casi el 69% de todo el contenido de la televisión estadounidense.

Y el hecho de que su abuela trabajara para esta familia rica que quema dinero en la chimenea, le dio el privilegio de poder tener muchos canales de televisión completamente exclusivos, canales en los que los dos tendrían que tener mucho dinero para pagar la cuota mensual. . No es que a Kevin y su abuela les faltara dinero, ya que Alice, al ser ama de llaves de una familia numerosa y rica, tiene un salario que envidiaría cualquier trabajador estadounidense de clase media.

Hoy se suponía que sería un día como cualquier otro en cuarentena, sin embargo, Alice se presentó en su casa, en pleno día, un poco porque tenía prisa.

"Kevin, mi jefe quiere hablar contigo". Dijo Alice mientras Kevin estaba acostado en su habitación, jugando videojuegos. "Cuando ella me lo dijo, vine corriendo a buscarte".

"¿A mí? ¿Por qué?" El joven de veinte años interrogó a su abuela. "¿Qué quiere tanto de mí? ¿Me conseguirás un trabajo?

El joven no comprende realmente cómo surge una situación así tan repentinamente, porque ni siquiera había conocido a la amante de su abuela, y mucho menos había estado en su mansión. Pero el hecho de que el jefe de su abuela quisiera algo con él significa que en algún momento de su vida conoció a Kevin a través de su abuela. Simplemente no entendía por qué ella quería algo con él, un simple mortal floridano de clase media.

"Ella ha oído hablar muy bien de ti de mi parte y al final necesita a alguien para un servicio especial". Alice dijo eso y su nieto vio un ligero sonrojo en el rostro de su abuela. "Te gustará mucho".

La parte del "servicio especial" llamó mucho la atención del joven y más aún de su abuela con el sonrojo en el rostro. ¿Cuál sería ese sonrojo? Kevin no podía pensar en nada que hiciera sonrojar a su abuela, a menos que alguien elogiara su belleza, a pesar de que era una anciana madura. Aparte de eso, no podía imaginar nada más.

"¿Qué sería eso, abuela?" El joven preguntó queriendo saber más detalles "¿Pagará mucho por este trabajo?"

"Mi nieto no: mi jefe quiere hablar contigo personalmente". Alice habló felizmente. "Pero te garantizo que el pago por este servicio te vendrá muy bien. Esto va".

Por mucho que el joven quisiera saber más al respecto, su abuela parecía misteriosa. El lado curioso de cada joven de dieciocho años gritaba dentro de él, diciéndole que fuera a descubrir qué es lo que tanto desea de él la señora de su abuela. El joven cree que que su abuela hablara bien de él con su amante no sería motivo suficiente para que ésta quisiera algo de él.

"Vamos, que no puedo perder el tiempo". dijo Alicia. "Tengo que revisar las tareas del turno de tarde".

El joven se vistió y arregló lo más rápido posible. Al salir del apartamento, para su sorpresa, una limusina ya los esperaba frente al edificio. Al entrar al auto con su abuela, Kevin notó que una mujer conducía el enorme y lujoso vehículo y también notó que la mujer era muy hermosa. Mirándola, el joven estaba seguro de que sólo la belleza de la conductora le permitiría ganar un salario en dólares lavados con al menos cinco ceros. Y mirando la limusina, el joven vio que el ambiente del auto era de un nivel de estándar que sólo era posible ver en las películas americanas, porque por más que su vida fuera buena conviviendo con su abuela, el distanciamiento de los estándares sociales fue enorme.

Unos minutos más conduciendo por los barrios más caros de Florida y Kevin estaba en la propiedad del empleador de su abuela. La casa, que es una mansión enorme, era como esas mansiones de las películas de nobles: un lugar enorme con un hermoso jardín, con una fuente cerca de la entrada y un camino que lleva directamente a la entrada de la mansión.

Cuando la limusina llegó a la entrada de la mansión y los dos bajaron, Kevin vio que una mujer sumamente hermosa y madura los estaba esperando, ella estaba con sus sirvientas alrededor y luego los dos caminaron hacia esta hermosa mujer.

"Cariño, gracias por traerlo". La amante de la abuela de Kevin habló con una sonrisa. "Es más bonito en persona".

"Fue como usted deseaba señora". Alice sonrió con aire de satisfacción.

"Competente como siempre, Alice". El jefe de la abuela de Kevin sonrió. "Querida, gracias por venir. Su presencia aquí es un alivio para mí".

"¿Y?" Kevin dijo sin entender muy bien lo que estaba pasando. "Entonces para nada".

"Mira, Kevin... sé que estás confundido, así que me gustaría saltarme las formalidades y ponerme manos a la obra". "El jefe de mi madre preguntó" "¿Podrías ver conmigo?"

"Claro". El joven respondió sin entender realmente nada. "Si el trabajo y el salario son buenos, acepto".

La amante de Alice, de repente se cruzó de brazos con los del joven y uno de sus enormes pechos que estaba siendo cubierto por una fina capa de tela de un lujoso conjunto, dejó a Kevin desconcertado. Eso es porque nunca había sentido el pecho de una mujer pegado a él. Y aunque él mostraba un ligero malestar con esta situación, los brazos de la dama lo estrecharon fuertemente contra su pecho. Siguieron el rumbo dirigiéndose al despacho de la amante de su abuela. Lo mismo seguía a los dos, estando siempre detrás de él con algunas otras mujeres. El joven no puede evitar sorprenderse por la belleza de cada una de las compañeras de clase de su abuela. Algunas tenían tetas enormes, otras eran planas, otras tenían un verdadero equilibrio.

"Aquí estamos". Dijo la amante de la abuela de Kevin abriendo una puerta grande. "Entra y siéntete libre".

Entraron a la habitación y el joven vio que el lugar era enorme. Era una gran oficina de trabajo con muchos estantes llenos de libros encuadernados en cuero.

"Por favor, siéntate en el sillón frente a la mesa". Preguntó la señora. "Y no te avergüences ni nada por el estilo".

Kevin respondió a las órdenes de la amante de su abuela y ella se sentó en el sillón detrás de la mesa, frente a él.

"Vamos, te explicaré lo que quiero de ti. Ciertamente creo que sabes por tu abuela, que mi esposo y yo tenemos muchos canales de televisión paga aquí en Estados Unidos, ¿sabes? Pero claro que sí, porque todos los empleados tienen acceso a ellos sin tener que pagar. Sin embargo, estamos perdiendo mucho cuando se trata de explotar la pornografía. Hemos visto lo tímidos que somos con nuestro contenido y hemos visto que nuestros competidores realmente están explotando el contenido pornográfico en sus canales privados. Pronto no nos quedará más remedio que explorar lo mismo, pero queremos dominar un área especial que seguramente sacudirá la industria del porno.

"¿Qué podría ser?" Kevin cuestionó todavía seriamente, queriendo entender aún más toda esa situación.

De hecho, todo lo que ella estaba hablando, el joven ya lo había vomitado, estaba muy confundido y aún no entendía su papel allí en esa mansión. Pero una cosa se dio cuenta: el jefe de su abuela hablando de que su empresa explota la industria del porno le hace pensar que su presencia allí ni siquiera es necesaria para ese tipo de cosas, porque ni siquiera tenía el tipo físico para eso.

"¡Relaciones sexuales interfamiliares en formato de serie erótica!"

"¿Qué dijiste?" Kevin se quedó sin aliento ante la revelación. "¿Como es?"

"Incesto en el mejor sentido de la palabra. Hasta ahora, nadie en los canales privados de sexo de la televisión estadounidense ha explorado el incesto real y por eso hemos decidido explorarlo contigo y tu abuela".

"¡Abuela! Kevin gritó mirando a Alice, quien le devolvió la mirada, bajando rápidamente la mirada con un sonrojo en el rostro. "¿Qué es toda esta locura?"

"Entonces, por eso le pedí que te trajera aquí, ¿aceptas?" Dijo la amante de Alice entregándole un sobre al joven. "Si no lo aceptas inmediatamente, creo que este valor te hará aceptarlo".

Kevin abrió el sobre y dentro había un papel con la cantidad que pagaría por follar con su propia abuela.

"Mierda, ¿doscientos mil dólares?" Kevin quedó atónito por la cantidad. "¿Así es?"

"Sí..." Dijo el jefe de Alice. "Doscientos mil durante los primeros tres meses de grabación. Luego aumentamos el valor, según la audiencia".

Kevin se volvió hacia su abuela Alice y le habló sin dudarlo:

"A la mierda mi dignidad... A la mierda si la sangre es la misma. ¡Abuela, vamos a follar!

La amante de Alice, al escuchar eso, tenía un brillo en los ojos, se levantó de su silla y los llevó a los dos al interior de la mansión.

De repente y cuando menos se esperaba, Kevin y su abuela estaban desnudos en una cama y las criadas de la patrona de Alice estaban filmándolos a los dos a su alrededor y cada uno de ellos estaba muy emocionado por lo que vendría después. Pero quien estaba realmente emocionado era el jefe de Alice, quien no podía dejar de sonreír de oreja a oreja.

"¡No puedo creer que veré incesto real!" El jefe de Alice habló con total felicidad. "¡Dios mío, estoy emocionado con tanta ansiedad!"

Las criadas que estaban allí con sus cámaras fotográficas y filmadoras estuvieron de acuerdo con el jefe.

"¿Podemos empezar?" Preguntó Alice un poco tímida. "Estoy listo".

"¡Sí!" Respondió su ama. "Siéntete libre de empezar cuando quieras".

"¿Cómo quieres empezar, Kevin?" Alice le preguntó a su nieto. "¿Tienes alguna sugerencia?"

"Creo que podemos empezar con un beso". -sugirió el joven a su abuela. "Un beso es la puerta de entrada a todo".