Capítulo 7 Enfrentamiento

- Adam, no entiendo porque crees que te estoy ocultando algo, no sé nada de lo del embarazo de Astrid- dijo Marjorie sin ceder ante su sobrino.

-Está bien tía, pero si yo averiguo que tu me ocultaste algo voy a estar muy decepcionado- dijo Adam aún insistiendo.

- Solo se que ella está en tratamiento para quedar embarazada- dijo la tía para complacer la curiosidad de su sobrino.

- Ya tú no me quieres como antes, eso lo puedo sentir, los chismes sobre mí te han convencido de no quererme más- manipuló Adam.

- ¡No digas eso ni en juego!- exclamó Marjorie- tú eres una persona muy especial para mí, es más eres el único que me llama, que me hace sentir que soy su familia, Richard jamás me llama, disculpa si te doy la impresión de que no eres querido por mí, tu sabes cuanto me importas, sé que no eres un mal muchacho.

- Esta bien tía te creo, por favor llámame cuando tengas más notícias de mi primo y su esposa.- dijo él.

-¡No cariño, espera!- exclamó ella- si tengo algo que decir, pero no le digas a nadie que yo te lo dije, Astrid está buscando a alguien para que le alquile el vientre, pues al parecer es estéril.

- ¡Lo sabía! ¿Ves que si sabías tia?- dijo Adam- tranquila nadie se enterará, pero es una información muy buena, tú no me has dicho nada, prometo, que me quedaré tranquilo, no voy a comprometerte.

- Está bien, espero no te metas en problemas- dijo ella arrepentida de haber cedido ante su sobrino favorito.

Marjorie dejó la llamada y se reunió con su esposo Gerrit, pero no se atrevió a decirle a que ella le había revelado a Adam lo de la esterilidad de Astrid y lo del vientre en alquiler.

- Astrid me explicó sus razones para buscar a una persona dispuesta a ceder su vientre y estoy de acuerdo,- le informó Gerrit- pero me gustaría que no lo comentaras con nadie, en especial con Adam.

Ella suspiró y solo cabeceó afirmativamente, Gerrit la observó y dijo:

- Espero que lo cumplas Marjorie, el futuro de mi dinastía está en juego y no quiero a tu sobrino al frente de mis empresas, por mucho que lo queramos, no es de fiar; ¿me entiendes?

- Si, no habrá problemas con eso, te lo aseguro- dijo Marjorie.

- ¡No se porque siento que ya metiste la para mujer!- dijo Gerrit.

- ¡Confía en mí por favor!- pidió Marjorie.

- Está bien, pero la última vez que confíe en tí, tu sobrino mandó a liquidar a dos personas- dijo Gerrit.

- ¡Esa vez estuvo justificado, porque tu me fuiste infiel con una sirvienta de mi casa! - dijo Marjorie con rencor.

- Entonces, ¿te parece que hay que asesinar a personas, solo porque tu fuiste traicionada? - preguntó Gerrit.

- No entiendo, ¿porque tuviste que acordarte de esa historia?- dijo ella- ha pasado demasiado tiempo.

- Quizás porque la muchacha que contrató Astrid es latina, al igual que aquella pobre mujer que tu sobrino asesinó- dijo Gerrit.

- El no la asesinó, solo le dió un susto, para que aprendiera a no meterse con un hombre casado- dijo ella- él no es ningún criminal, tú siempre lo has menospreciado y él se siente resentido contigo por eso.

- Él es una sanguijuela Marjorie, siempre anda metido en problemas, y prefiero dejar a Richard al frente, que al bueno para nada de Adam el día que me retire- dijo Gerrit.

-¡No puedes pasar por encima de lo que se ha establecido por generaciones y Adam cumple con los requisitos , yo como accionista de las empresas, reclamo el derecho de Adam! - dijo tercamente Marjorie.

- ¿Prefieres dejar a alguien con reputación dudosa, Marjorie? - dijo Gerrit con sorpresa.

- ¡Estoy cansada de que denigren a mi pobre muchacho! Y pienso defender su derecho por encima de quien sea! - exclamó la mujer enojada.

Se levantó sin esperar a que su esposo dijera algo más, Gerrit apretó los labios en señal de desaprobación, así siempre había sido ella, intransigente, obstinada, egoísta y ciega, cuando se trataba de Adam.

Habían pasado cuatro semanas desde aquel día que implantaron el esperma en el útero de Camila, ese día debía ir para una revisión periódica, así ver cómo iba desarrollándose el bebé.

El abuelo de Bruce estaba esperando noticias por parte de Astrid, también vigilaba a su esposa, sabía que ya Adam estaba enterado de la decisión de su nuera, aún no sabía qué consecuencias traería ésto, pero estaba bastante aprensivo, aunque sabía el nombre de la muchacha, era nada lo que sabía de ella, ¿quién era la chica que llevaba el hijo de Bruce en su vientre?

Astrid estaba empeñada en ocultar información, pero necesitaba averiguar sobre eso,Gerrit llegó a la oficina y pasó el resto del día concentrado en su trabajo, en la noche hablaría con su esposa, quizás esta vez Adam le fuera útil.

Camila había estado ocupada en las areparaciones de su casa, a pesar de lo que Astrid le había recomendado, iba y venía cada día, usaba el pequeño auto de la mujer, necesitaba inspeccionar los trabajos de remodelación de su casa, después de un mes casi estaba lista para habitar, pensaba que en unas semanas podría quedar terminada.

El ginecólogo les había dicho que todo iba perfectamente, Astrid se sentía complacida, al salir del consultorio se encontró con Adam de frente.

- ¿Así que estás en consultas para lograr un embarazo querida Astrid?- preguntó al verla .

-Hola Adam, ¿qué haces aquí? - dijo ella.

- Pasaba por acá y te ví, ¿Quien es la chica? ¿Tu asistente pre natal?

- Si ella es mi asistente- afirmó Astrid.

- Escuché qué estás buscando un vientre en caso de qué no te funcione el tratamiento de fertilidad- dijo Adam con toda la intención.

- Pues escuchaste mal querido, estoy en tratamiento para lograr mi embarazo, no necesito de ningún vientre para tener a mi hijo- dijo Astrid con mirada retadora- si me permites tengo prisa, ¡vamos niña!

Camila la siguió hasta el auto y preguntó:

- ¿Quién es ese hombre?

- Sube y no preguntes - dijo la mujer cortante.

Sin decir nada subió y Astrid salió del lugar sin mirar atrás, Camila notó qué la mujer estaba nerviosa así qué dijo:

- Ese hombre la puso nerviosa señora, ¿quien es?

- Es primo de mi esposo, pero no es buena persona, él es quien quedará al frente de todo si no tenemos un bebé pronto, es mala persona, por eso no queremos que sea él quien herede- confesó Astrid- daré unas vueltas antes de llevarte a casa.

- Si lo desea déjeme por acá, yo tomo un taxi y así queda usted más tranquila- dijo Camila.

Astrid decidió dejarla y seguir hasta la casa, el encuentro con Adam la había alterado, iría a hablar con Gerrit y Marjorie, estaba muy contrariada.

La madre de Camila estaba esperando a su hija, empezó a pensar en su vida un tiempo atrás. Era inmigrante, se había casado con un latino igual que ella, pero gozaba de ser ciudadano americano, pero le gustaba mucho el alcohol, Alba trabajaba como cocinera en casa de una familia de mucho dinero, pensar en eso la hizo sentir mal, lo mejor era no pensar en el pasado.

Por fin llegó al departamento, saludó a su madre y le contó con detalles como iba su embarazo.

Camila era de piel blanca, cabello muy oscuro, negro como ala de cuervo, de tez muy blanca y facciones hermosas, ojos color almendra, su aspecto mostraba sus rasgos latinos, quizás por su cabello oscuro que la hacía ver muy llamativa, aunque casi siempre lo tenía recogido en una cola de caballo.

En casa de Astrid y Bruce se daba ésta conversación:

- Astrid, deseo conocer a la mujer que llevará a nuestro hijo en su vientre- dijo Bruce