Capítulo 3 Cap 3

LA MAFIA Y LA CHICA.

NARRA MÍA.

1 Y MEDIO AÑOS DESPUÉS.

Me levanté como todos los días, estoy tan estresada que ni yo me aguanto, que les cuento, el maldito mafioso me está buscando por todo el lugar, no sé qué le pasa le dije muy claro que solo nos acostaríamos solo una vez, y eso ya pasó, y me está buscando, bueno dejamos eso para otro rato, después veo como hago para desasearme de ese problema.

Que más les cuento, hace más de un año vivo con Violetta ella se ha vuelto como una hermanita, si soy dos años mayor que ella pues ella tiene 17 Años, si cuándo la conocí aparentaba eso y en verdad era que no ella tenía 15 años, lo pueden creer y porque los aparentaba pues la habían operado de los cebos, muchos hijos de puta, bueno yo actualmente tengo 20 años, si los acabe de cumplir hace más de dos meses atrás.

Me ducho y me cambié con un conjunto que es de color negro, si siempre me gusta esté color ya que me identifico más con el, salgo de la habitación para dirigirme a la cocina, se que hay está Violetta ella es la que se encarga por las mañanas del desayuno ya que yo todavía sigo trabajando, pero no para los Valencia ya renuncie, por qué pues me di mejores deseos en este momento, bueno la realidad es que hace medio años me adentre en el mundo de la mafia y si asta penas estoy comenzando y ya e tenido algunos socios, esto es muy díficil demostrar que eres fuerte y que no te dejas intimidar por los otros y asta apenas me estoy acostumbrando a este nuevo mundo.

En estos momento le estoy enseñando a Violetta a disparar con arma de fuego, pelea a cuerpo a cuerpo, el manejo de cualquier arma blanca, no le gusta manejar motos si no carros yo le dije que le hiba a comprar un auto cuando tenga más dinero, ella es como mi mano derecha y es la que sabe mi vida, si ella tiene casi el mismo pasado que yo, pues a ella la secuestraron y bendijeron y le mataron a sus padres.

Y lo más importante es que el maldito que la secuestro y la violo, para el colmo adivina quién fue, pues nada menos que el maldito de Arturo, si esa ese la violo como lo sé pues un tipo dijo su nombre si ello pensaron que no los haría hablar para que soltaran una palabra, pero después de unas cuantas torturas y hablaron, es que el humano es muy masoquista.

el que se hace llamar mi padre es un mafioso y mis hermanos también lo serán pero no salieron con los janes de su padre, solo se acuesta con cualquier palo que se les crucen con una falda y que tenga piernas largas, y para hablar de mi vida sexual no tengo activa, por qué, pues desde ese ves que solo usé ese método para salvar a Violetta, no me e querido acostar con otro hombre, todavía no supero mi trauma, ese vez no pensé en mi si no en ella, en lo que estaría Viviendo con ese tío.

-oye mía en que tanto piensas.-dijo Violetta interrumpiendo mis pensamientos alzo mía cabeza. -a perdón Violetta, que era lo que me decías.-digo a ella, solo asiente como respuesta. -a que hora vamos a .-dijo con algo de entusiasmo, a los primeros días me odia por hacerle los trabajos pesados y muy intenso, y despertarla tan temprano, después se acostumbro. -después del desayuno.-dijo con mi cucharada de cereales por ingresar en mi boca, que añora con tanta paciencia para que para en ella, Violetta solo asiente y seguimos desayunando en silencio.

Después de que cada quien terminó su desayuno, nos separamos para cambiar a ropa deportiva, para después salir de aquí, saben quién está viviendo en el apartamento de al lado y es portero del edificio, pues nada más que Lalo, salimos de apartamento.

-buenos días Lalo.-digo en modo de saludo el se voltea a menos. -buenos días Lalo.-dijo Violetta saludando a Lalo. -buenos días señorita mía y Violetta.-dijo Lalo saludándonos y nos da un abrazo, nos despedimos con la mano, nos subimos a mi carro que es de un color negro deportivo, nos fuimos a una de mis bodega que hay entrenaba Violetta todo los días al igual que yo.

Ya todo está listo comenzamos a pelear cuerpo a cuerpo, duramos hasi como una hora, después en armas blancas, vuelta ere buena pero no tanto como yo, después comenzamos con armas de fuego, que soy muy buena en puntería a Violetta le falta un poco para manejarla bien, después nos dirigimos a los baños para ducharnos y quitarnos el sudor, me cambié con un pantalón militar y un crotop negro.

Violetta: oye por que no vamos a darnos un cambio de luck.-dijo Violetta con algo de emoción, yo pensándolo bien, eso me caería de maravilla. -eso suena genial.-digo, ella se pone a saltar en su lugar, a mi me ayudara a quitarme a un mafioso que está por mi, nos subimos a auto para dirigimos al centró comercial, no me gusta mucho ir de compras ni nada por el estilo, pero esto amerita el momento indicado, vemos una peluquería parque mi auto en el estacionamiento que está al lado de la peluquería, nos adentramos en el local, Violetta se pinto el pelo de un rubio y en la puntas era de un rosado, yo me lo pinté de blanco con dos rayas azules en cada lado y uno en el centro, que me gusta mucho cómo se me ve el pelo ya que soy toda una diosa con el.

Salimos de la peluquería para dirigirnos a un local donde venden autos y motos, ya que yo soy una mujer de palabras, y le voy a regalar a Violetta un aumento, entramos yo le hago una señal de cual de todos prefiere, ella asiente y se va y yo me voy a buscar más autos y motos si tengo las tres que ma gane en ese entonces y el auto que compre unos meses después, que lo necesitaba para una carrera de autos.

Violetta llega a mi y me lleva donde está el auto que ella quiere, es de color blanco con líneas negras, y es deportivo, está chica tiene un buen gusto, pero quién no si vive con migo, soy una mujer con buenos gustos tanto como cosas materiales y personas, yo solo asiento para que ella Salteras de emisión, yo no sé si sabe manejar autos pero si no, pues puede aprender no.

Yo comienzo a caminar por todo el local para ver qué auto o moto me llama la atención, y que creen hay una muy bueno para mí gusto, es se color negro deportivo y es de dos espacios, me gusta ya que solo caben dos personas, y la moto que me llamo la atención es una rosada con negro y se ve que está de moda, ya que tiene un precio elevado muy elevado, estos dos aparatos son míos

Después de haber pagado y dado nuestra dirección para que los llevarán a donde vivimos, nos dirigimos a un local de tatuajes Violetta dijo que no se hiba hacer nada en cambio yo me hice dos estos fueron, en que lugar, fácil uno en mi muñeca que es una corona, y el otro en el centro de mis senos que es un infinito con una rosa.

Después de dar nuestro día terminado, nos dirigimos a la casa y cada quien hacia su habitación para cambia, ya que hoy salimos a donde no se pero ahora vemos, me dirijo al baño para ducharme, no será dormir, pero quienes no se puede quedar dormir en el baño, después de a verme duchado me coloco lo que es una falda chorck y un crotop negros, con unos botines negros también, mejor dicho, salgo de viuda, se me murió el canario, vamos a casar otro no, bajo las escaleras y me dijo encuentro con una Violetta vestida, ella me regala una sonrisa, salimos de la casa y antes de subirnos ella me detiene.

-que pasa Violetta.-digo soltando me de su agarre que no estaba esforzando mucho y subiéndome en la moto. -donde iremos.-dijo ella curiosa, yo solo en calló y la invitó a subirse en la moto, ella con un suspiro de frustración se sube, me da gracia sus gestos de irritación pero no puedo decirle adonde iremos si yo no sé.

Arranco para dirigirme a no se dónde, claro está que estoy más por la posición de pasear toda la ciudad en moto de noche ya que es más tranquila hasi que de noche, para mí es como despejarme de toda la realidad.

1 Año y Medio después.

Estoy esperando una carga de mercancía si soy una mafiosa, bueno hasta penas e empezado en este nuevo mundo y para decirles es que en este momento tengo algunas personas trabajando para mí, contando a Violetta, me hago llamar como la reina y en la carreras la colombiana, para que pues fácil, para que mis enemigos como socios no se enteren donde me ando metida la mayoría de mi tiempo.

Enemigos, claro que los tengo poquito pero hay, en esta vida tanto como los negocios siempre habrá enemigos que te quieren destruir, dirán de donde viene la mercancía, pues viene de Grecia asta colombiana, a través del océano, si es más fácil el trasporte en acústico que en terrestre, soy la reina una mujer fría, calculadora y decidía, al que se pase de listo tendrá una bala en el cráneo, y a mis enemigos le pasará lo mismo como a los sapos.

Asé más de 2 Año mate a Arturo y me quedé con todo sus trabajadores o mejor dicho la mínima mitad de ellos me juntaron lealtad, y los otros murieron en mis manos, si ya mis manos están manchadas de sus asquerosa sangre peor que más da, eliminamos a una escoria de este mundo, veo como el barco que estamos esperando aparece en mi visión, aviso que a llegado la mercancía, cuando el deja de avanzar, comienzo a la revisar la mercancía y me doy cuenta que falta mercancía, malditos me vieron cara de idiota o que, si pensaron que no me Hiba a dar cuenta están muy equivocados.

-niña ven aquí.-digo, ella de ja de hacer lo que está haciendo, dirán quien será la persona nombrada, es fácil es Violetta ya que no quiero que se sepan el nombre de la persona de confianza que más tengo, y viene donde estoy yo. -que necesitas reina.-dice ella ya que sabe que nadie puede saber mi nombre al igual que el suyo, el que lo sepa estará muerto en menos de un minuto. -está misma tarde nos vamos a Grecia pues me falta mercancía.-digo ella asiente algo divertida, ya que sabe a dónde iremos, a torturar a unas cuantas basuras que se pasaron de listo.

-si señora todo estará listo para esta tarde.-dice ella, yo solo asiento como respuesta, y ella se retira, yo me dirijo hacia mi despacho sola, ya que Violetta siendo mi mano derecha también se encarga de algunos asuntos, en fin desde que me adentre en este mundo, como en las carreras y en la mafia, soy una mujer más deseada por todos los hombres, ya que te tengo todo los que los vuelve locos, pero no me enamoro de ningún hombre, que me quiera por mi físico, quiero todo los que siempre e soñado, pero claro la vida me hizo dar cuenta que nunca tendré a ese hombre.

Que les cuento, que hace medio año me enteré que a Violetta le gusta tanto como a los hombres y las mujeres, pues ella misma me lo contó, y yo solo le dije que la apoyaría, claro que no se fuera a enamorar de mi, le dejé muy en claro que a mí no me gusta las mujeres, ella en dijo que eso no pasaría, que ella me quiere como su hermana mayor, también que tengo una cicatriz en mi muñeca derecha, y no la dejo ver ya que me la cubro con gustes de encaje negro, salgo de mi despacho después de haber ordenado alguna cosas que tenía pendiente, me dirijo a mi mansión con mi auto dorado deportivo, en trayecto de aquí hasta mi mansión es un poco lejos ya que está apartada de la ciudad, y la bodega queda al final de la ciudad, y me queda lejos.

Cada vez que me voy acercando al lugar donde está mi mansión, como lo sé pues ya que estoy visualizando el gran portón de la mansión, como es mi mansión, pues es grande, con una piscina grande, está pintada de blanco con azul, y tiene dos pisos, y por dentro tiene todo los lujos que hay en este mundo, claro está que todavía me falta algunos que otros, pero cuando ascienda asta lo más alto, tendré todo lo que una vez me hizo vivir un infierno, me dirijo al mi habitación, que es de color negro y gris oscuro, con una cama matrimonial, y un escrito, sillones hay por montones, y una terraza que tiene otra sillón para acostarse de día o de noche a ver el cielo, me dirijo al baño está más que claro que el agua, me despojo de mi ropa, y en adentro en el jacuzzi, mis músculos se relajan cuándo el agua los toca, y es malditamente maravilloso, tengo que estar aquí más tiempo, salgo cuando veo que mis dedos están como una uvas pasas, me dirijo a mi armario a ver qué me pongo, y lo tengo, elegí un vestido negro de encaje, que me llega un poco más debajo de las rodilla con dos líneas a cada lado, mi tacones negros no tan altos, y me echó labial rojo con sombras negras a los ojos, salgo ya lista claro mi pistola está en mi pierna derecha, sujetada con una Correa, y se ni verán el arma, bajo las escaleras y me encuentro con una Violetta ya vestida, ella sale delante de mí, yo no digo nada, nos subimos al auto de cada una, y nos dirigimos al aeropuerto para despegar el jet privado, nos dirigimos hacia García si soy muy paciente con las personas que están de socios conmigo y si se pasa de listo no viven para contarlos, ha que se me acá va la paciencia que les tengo, el vuelo dura 30 horas y 55 minutos, ya está aterrizando el avión, nos bajamos del avión y nos dirigimos a hacia la mansión del gato sí que nombre, pero que vamos hacer si yo me hago llamar la reina de la mafia, pero digamos que el mío es más fácil de usar y dejar marca donde camino, entramos y disparamos a quien sea que se me pase por mi camino no se oyen nada pues las armas tienen silenciador, para llegar a donde esta es maldito matarlo sin darme cuenta de que llego su depredadora. Llegamos donde se supone que es el despacho del desgraciado que se pasó de listo no, cuando me adentro en el despacho, lo veo con una niña que puede ser la hija de este desgraciado, maldito asqueroso.

-gato, sal de aquí mocosa.-digo llamando la atención de los dos, la chica me mira algo confundida. -Quien eres.-dice la chica algo con miedo cuando saque la arma, y el gato se quedó quieto. -niña saca a la chica y dale un maldito maletín y dale el dinero a esa niña que creo que lo necesito y por eso se acuesta con hombres para que les paguen.-digo, ella hace caso se retira con la niña que está llorando por lo que yo dije. -que paso con mi mercancía gato y quiero la verdad.-digo yo sentándome en la silla de al frente y poniendo mi arma en el escritorio. -yo te la envíe.-dijo el con una sonrisa yo pegó un Puyo en la mesa, el se le borra su sonrisa, y a mí me aparece una sonrisa maliciosa. -y te lo dije gato que no me dijeras mentiras.-digo el se pone pálida y a mí se me escapa un carcajada seca, saco mi arma y le disparó en la cabeza y le escribo con una navaja no le mientas a la reina por que siempre llegará y te matará, y me dirijo donde estaba Violetta y la chica, me las encuentro en el pasillo la chica está sentada en una de las sillas y Violetta está parada en mi espera.

-cuéntame por qué haces trabajo de prostituta.-digo ella levanta la cabeza para saber mi presencia en el lugar. -Es para las medicinas de mi madre.-dijo ella algo avergonzada por lo que hacía y lo acepto yo aria todo. -te entiendo niña ya le entregaste el maletín.-digo ella solo asiente y yo le echo el último vistazo, para comenzar a caminar pero me paré en el camino haciendo que Violetta me mirara confundida. -si quieres puedes trabajar para mí eso sí con te lo advierto si me traicionas mueres, no es una amenaza.-digo para seguir mi camino, antes de que me suba al auto ella me dice un si, que a la perfección lo escuché.

-no te escuché.-digo para que me lo diga claro, y que después no se arrepienta. -Quiero trabajar contigo.-dijo la chica por primera vez mirándome a los ojos, yo solo ruedo los ojos ante su instinto. -si así lo quiere, soy la reina y tú.-digo ella solo me mira algo confundida pero responde. -Gylaryy.-dijo ella, ni a mis trabajadores saben mi verdadero nombre, ellos saben que tan solo saberlos se ponen en peligro tanto como para ellos y a su familia. -listo Gylaryy tu madre estará en los mejores hospitales de la ciudad.-digo ella me mira con algo de alegría y eso por alguna vez me hizo sentir que estoy asiendo bien con esta niña, nos dirigimos a la casa de Gylaryy a buscar a la madre de ella, cuando llegamos estaba un señor que creo que es su esposo y creo que dos de sus hermanos, una niña de unos 10 o 11 años, y una chico de unos 16 o 17 años, que mira a Gylaryy algo confundidos por la presencia de Violetta y mía.

-quienes son estas chicas.-dijo el señor, veo que Violetta se tensa ante la voz que tramite ese hombre, se que tiene un trauma que ele dejo el muy desgraciado de su padre, veo que Gylaryy deja su bolso y el maletín. -la de pelo blanco es mi nueva jefa y la que está al lado de ella es su mano derecha.-dijo ella sin saber cómo descripción de nosotras, ya que no sabe nuestro nombres. -señor soy la reina, la que se encargará de pagar todo los tratamientos de su mujer.-digo el solo me mira algo desconfiado ante mis respuesta. -y que tenemos que hacer para devolver su servicio.-dijo el, yo solo sonrió cínicamente, y los dos hombres de la sala se tensa ante mi gesto. -en esa respuesta la única que lo sabe es su hija señor, y si no lo cumple pagará la consecuencia tanto como ella y también a todas la personas que aman también.-digo ellos se tensaron más y sonrió más maliciosa, esto es lo que me gusta producir ante la persona, el miedo, y es algo delicioso. -y Gylaryy, aquí mismo compensará tus entrenamientos, o en otro instituto que se de mi propiedad solo avísale a niña.-digo señalado a Violetta ya que no quiero que sepan su nombre, salimos de esa casa para dirigirnos al aeropuerto, nos subimos en el jet privado, y partimos a Colombia.

            
            

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