EL PADRE DE MI NOVIO
img img EL PADRE DE MI NOVIO img Capítulo 5 * Librería *
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Capítulo 6 * Una visita * img
Capítulo 7 * Cafetería * img
Capítulo 8 * No es Él * img
Capítulo 9 * Desayuno * img
Capítulo 10 * Mi Habitación * img
Capítulo 11 * Me Odias * img
Capítulo 12 * Novio Perfecto * img
Capítulo 13 * Vestidos * img
Capítulo 14 * Disputa Sangrienta * img
Capítulo 15 * No Quiero Nada * img
Capítulo 16 * Provocación * img
Capítulo 17 * Oportunidad * img
Capítulo 18 * Cálido * img
Capítulo 19 * Posesivo e impulsivo * img
Capítulo 20 * Fuego Familiar * img
Capítulo 21 * Hermana Mayor * img
Capítulo 22 * Un Adelanto * img
Capítulo 23 * Consejos * img
Capítulo 24 * Fiesta de Navidad * img
Capítulo 25 * Planes * img
Capítulo 26 * De lado Estás * img
Capítulo 27 * Problema * img
Capítulo 28 * Ella Siente Algo * img
Capítulo 29 * Solo * img
Capítulo 30 * Viaje * img
Capítulo 31 * Mayordomo * img
Capítulo 32 * Mi Padre * img
Capítulo 33 * Extraño * img
Capítulo 34 * Planes Imperfectos * img
Capítulo 35 * Visita Inesperada * img
Capítulo 36 * Tiempo Libre * img
Capítulo 37 * Anhelo * img
Capítulo 38 * Hotel * img
Capítulo 39 * Chica de Ensueño * img
Capítulo 40 * Mensaje * img
Capítulo 41 * Mejor Amigo * img
Capítulo 42 * Un Mes * img
Capítulo 43 * Sorpresa * img
Capítulo 44 * Perder Ambos * img
Capítulo 45 * Equivocado * img
Capítulo 46 * Importante * img
Capítulo 47 * Durmiendo * img
Capítulo 48 * Donde ella duerme * img
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Capítulo 5 * Librería *

-¿Mamá? -Clarisse llamó a la mujer que más quería nada más cruzar la puerta de su casa y sonrió al verla bajar las escaleras con los brazos ya levantados para darle un abrazo-. ¿Llego a tiempo para el desayuno? He corrido para no llegar tarde.

-Por supuesto que sí. Tu padre se alegrará de saber que nos acompañarás -Se abrazaron mientras se dirigían a la cocina-. Mira quién ha llegado... Te dije que vendría a desayunar.

El hombre sonrió mientras abrazaba a su hija y le acercaba la silla para que se sentara, y luego hizo lo mismo con su esposa. Tratadas como la reina y la princesa de su hogar, nunca sería de otra manera.

-¿Y dónde está Ronny? Podrías haberlo traído a comer con nosotros. He hecho su pastel favorito para celebrar la victoria del campeonato -contó el hombre muy contento.

-Se ha ido con su gruñón padre. Dijeron que irían a una granja y luego a montar a caballo en las tierras de un amigo, algo así -contó animada al ver tanta comida delante de ella y ya se lo estaba devorando todo.

- Adoro a Ronny -el padre se sentó en el centro y miró a su hija con un poco más de atención-. Me gusta mucho que salgas con él, pero no quiero saber nada de ninguna historia mala sobre ti por su culpa.

- ¿Cómo... cómo es eso? -Clarisse miró a su padre, que miró a su esposa y volvió a mirar a su hija-. ¿Qué ha pasado?

- Ronny Tornneght es un heredero. Su apellido está en casi todo en la ciudad. No quiero que nadie diga que mi hija sale con él por interés. Tú no necesitas dinero. Tienes todo lo que necesitas. No eres heredera de una fortuna, pero nunca te ha faltado nada.

- Nunca he oído a nadie decir eso de mí -Mentira, Vicent ya se lo había restregado en la cara varias veces-. Quienes nos conocen saben que nos queremos de verdad y estoy muy orgullosa de mis padres policías.

-Ex policías, ya no soporto más ir detrás de nadie. Solo de tu madre si se escapa -bromeó el hombre haciendo reír a todos en la mesa.

-Nunca me escaparé.

Los dos se besaron como una pareja enamorada. Y verlos así le producía una sensación agradable. Quería tener ese tipo de relación, crecer juntos, tener un matrimonio apasionado, el dinero no le importaba, tenía un trabajo a tiempo parcial en la librería de la universidad y pronto se graduaría en Derecho con derecho a ser llamada por bufetes gracias a sus notas.

Ella sería tan importante como la familia Tornneght, dentro o fuera de ella.

El fin de semana con sus padres era uno de los más agradables, en sus días libres le encantaba estar cerca de su familia y ser amada por ella. Pero las horas pasan y los días se van, y pronto llega el lunes trayendo el viento frío de la ciudad a su comodidad.

Está bien, necesitamos el sol, pero uno a la semana es suficiente. El frío, la nieve de fin de año, la semana previa a la Navidad prometía.

Salía de casa a la misma hora y las clases extra de la universidad estaban disponibles como cursos y conferencias. No estaba obligada, pero como buena empollona que necesita defender su tesis y graduarse más rápido, asistía a todas.

Al igual que su trabajo, donde ordenaba las estanterías llenas de libros nuevos y viejos, clásicos e incluso los más conocidos. El olor del conocimiento le gustaba mucho, sin embargo, no era el lugar preferido de la mayoría de los estudiantes, y con pocas personas en el campus, Clarisse tenía más tiempo para organizar y leer sin tener que atender a todos, pero no estaba libre de clientes.

Oyó cuando se abrió la puerta y tardó en cerrarse, salió del pasillo casi corriendo para recibir a quien había entrado y se detuvo en seco al ver a ese hombre junto a la puerta.

Él tardó en verla, pero en cuanto posó los ojos en aquella chica con los ojos brillantes mirándola, el pelo largo cayendo alrededor de su rostro como si enmarcara a la mujer más bella. Tragó saliva tratando de controlar el corazón que latía con fuerza dentro de su pecho.

¿Por qué tenía que ser así?

-¿Hola? -Clarisse miró a su alrededor antes de volver a mirar al hombre, estaba sola, la tienda no tenía cámaras, ¿qué hacía él allí? ¿Había ido a amenazarla? ¿A matarla? ¿Debería preocuparse?

Entreabrió los labios para respirar mejor. Sin embargo, algo dentro de su cuerpo se calentó cuando lo vio acercarse lentamente, un hombre alto, con traje, con la mirada fija en ella... Esa mirada significaba dos cosas: o la iba a asesinar... o la iba a comer. ¿Follar? ¿Será que...?

NO.

-Hola -Se detuvo cerca de ella, más cerca, más oscuro, más fragante y, sin duda, más tentador.

-¿Qué haces aquí? -Una vez más, sus piernas estaban a punto de fallar. ¿Y él? ¿Tenía que decir algo? Su excitación comenzaba a crecer, pero tenía que controlarse, ¿no? ¿O no?

-¿Te molesta que haya venido hasta aquí para decirte algo importante? -Ella solo parpadeó, nada en ese momento la molestaba...

- ¿Algo importante? ¿Importante cómo? -Pareció despertar de ese trance inapropiado-. Dios mío, ¿le ha pasado algo a Ronny?

Toda la excitación y el ambiente contextual y sexual que se había creado allí murió al oír el nombre de su hijo.

¿Ronny?

¿RONNY?

Siempre él. Claro que sería él. Dio unos pasos hacia atrás, se ajustó la corbata, se metió una mano en el bolsillo y volvió a mirarla... Otro error, ver esos ojos brillantes mirándola con los labios abriéndose y cerrándose.

Si se quedaba allí... Cometería una locura.

- ¿Podría tomar un café conmigo?

                         

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