EL PADRE DE MI NOVIO
img img EL PADRE DE MI NOVIO img Capítulo 1 PRÓLOGO
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Capítulo 6 CINCO img
Capítulo 7 SEIS img
Capítulo 8 SIETE img
Capítulo 9 OCHO img
Capítulo 10 NUEVE img
Capítulo 11 DIEZ img
Capítulo 12 ONZE img
Capítulo 13 DOZE img
Capítulo 14 trece img
Capítulo 15 cartoze img
Capítulo 16 Quince img
Capítulo 17 Diecisiete img
Capítulo 18 Diecinueve img
Capítulo 19 Veinte img
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EL PADRE DE MI NOVIO

LuadMel
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Capítulo 1 PRÓLOGO

Sus gafas de sol ocultaban los ojos verdes que la seguían atentamente hasta el ascensor. Su larga melena peinada hacia atrás, que cubría la espalda descubierta de su camisa y pantalones de seda, le daba el aspecto de una mujer mayor, elegante e intrépida.

Respiró hondo cuando se abrieron las puertas del ascensor y dio gracias al cielo de que no hubiera nadie, para poder subir directamente a la última planta, donde le esperaba el ático con todo lo que le correspondía y un hombre al que amaba.

Sonrió mientras se quitaba las gafas, no podía creerse que realmente estuviera allí, los últimos meses habían sido difíciles, y todos a partir de entonces también lo serían, pero ahora podía mantener la cabeza fría, ¿verdad?

Cuando reanudó la marcha, se encontraba en el pasillo que conducía a la puerta del ático, el piso más bonito en el que había entrado y en el que posiblemente viviría jamás. Dejó sus cosas por el camino mientras buscaba a aquel hombre, aquel que hacía que sus noches fueran tan calurosas y sus días tan aburridos que ya no podía mantenerse alejada.

Debería ser juzgada hasta el último pelo, pero por los dioses del cielo y de la tierra, ¿por qué seguir evitando el amor? ¿Tan malo es enamorarse?

- ¿Clarisse? - Su voz la excitó. Se dio la vuelta y encontró al hombre de sus sueños. Había una sonrisa en su rostro y ella corrió a sus brazos.

Sus abrazos, sus besos, sus caricias, el sonido de su voz diciendo que la echaba de menos, que no podía esperar a que llegara. Todo era música para sus oídos.

- ¿Qué tal estás? - Ella se bajó de su regazo, le miró apasionadamente y se limitó a besarle.

Un beso dulce, lleno de añoranza, toda la que ella tenía.

- Estoy bien. Aliviada y feliz.

El hombre se agarró las manos, mirando cada una de ellas antes de volver a sus ojos.

- Hice mi elección. No fue una decisión difícil. Quiero a Ronny y estoy seguro de que no me abandonará. Ya conoce a su hijo. - Había pesar en sus palabras, pero todo lo que decía era cierto.

- Él y yo tenemos eso en común. - Sonrió, mirando de nuevo las manos que bailaban entre las suyas, tan pequeñas y delicadas, pero que sabían cómo hacerle feliz. - Me gusta tu elección. No te dejaré, aunque tenga que hacerlo...

El silencio no asustó a la chica, sabía de lo que era capaz aquel hombre, pero...

- No le harías daño a tu hijo, ¿verdad? - Levantó la cabeza, sus miradas volvieron a encontrarse. - Sabe que amo a otra persona, y está de acuerdo en que me dejará libre para amar a quien quiera, pero me vigilará, nunca dejará de amarme. He descubierto que esa persona es tu padre, y podría poner mucho en juego.

- Estoy dispuesta a enfrentarme a cualquier cosa por ti. Incluso por él. No le haría daño a mi hijo, pero se dará cuenta de a quién perteneces ahora, para bien o para mal.

            
            

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