Nagami se sentía inquieta. Desde hacía un tiempo, había estado observando a Xelamg y notaba algo extraño en él. La forma en que siempre estaba cerca de Azami la hacía sospechar. Decidida a descubrir qué sucedía, Nagami se prometió a sí misma averiguar la verdad.
Mientras tanto, en un rincón del instituto, Xelamg y Azami conversaban en voz baja.