Capítulo 3 Encontrar 3

E3

amanda

- Qué significa eso ? ¿Quién se cree que es, señor?

-Damón

- Qué estás diciendo ?

- Llámame Damon

ella se pone de pie, me mira, estoy muy por encima de ella, me acerco a ella, está confundida, trata de parecer profesional pero puedo ver que es un esfuerzo en vano, me dice que lo quiero tanto como yo. .

Se acerca a mí y puedo sentir su aliento sobre mi cabeza. Estoy confundida, pero trato de que no se note. Levanto la cabeza desafiante.

- No entiendo a dónde quieres llegar con esto.

- Bueno, voy a ser muy claro, te quiero y no me gusta compartir lo que es mío.

- Ya que lo tienes claro, yo también lo seré: no soy de nadie, soy dueño de mí mismo.

- Está seguro ?

Me agarra del cuello, me obliga a inclinar la cabeza, me encuentro con la barbilla en alto,

se inclina lentamente, tomándose su tiempo, y yo me quedo ahí esperando que me bese, justo cuando creo que va a poner sus labios en los míos, me da un beso en la sien y me dice como si nada.

- Estás libre en este día de la semana para que podamos leer y firmar el contrato.

- ¿Qué día te vendría bien?

- honor a las mujeres.

- Hoy es miércoles así que el viernes por la mañana me vendría bien.

- ¿Y si lo ponemos el viernes por la noche para estar más relajados? Pasaré a recogerte a las 8 p. m. y no has respondido a mi pregunta ¿qué hay en el medio?

- ¿Qué harás si no contesto?

- Se inclina hacia mi oreja, tocándola al pasar:

- Te daré una paliza.

Cierro los ojos imaginando la escena, es un diluvio en mis bragas.

- Entonces ?

- No hay nada entre nosotros.

- Cuanto mejor, me salvará de matar a alguien.

- Me despido de usted y prefiero el viernes por la mañana que por la noche. No salgo con mis clientes.

- No vamos a salir, es una cena de negocios. Así que nos vemos el viernes por la noche.

Justo cuando estoy a punto de salir, me agarra del brazo, me aprieta contra él en un beso ardiente, me besa con pasión, su lengua encuentra la mía en una danza salvaje. Cuando terminamos, nos quedamos sin aliento.

-Esto es para que pienses en mí hasta el viernes. Ten cuidado cuando llegues a casa.

Lo miro, y para quitarme la vergüenza de permitirle besar tan fácilmente, levanto mi mano con la intención de abofetearlo, pero él me agarra la mano y recupera el otro brazo, sin entender nada, me encuentro con los brazos detrás de la espalda. y todavía me pego a él en un beso crudo, él yocastigado por intentar abofetearlo, cuando suelta mis labios es para decirme con voz ronca:

- Odio a los mentirosos, pero lo que odio más que a los mentirosos son aquellos que se mienten a sí mismos, que se niegan a admitir su necesidad, y sé que me quieres tanto como yo, así que no finjas estar conmigo. Ven a casa ahora.

Salgo de su oficina todo enojado, ¿quién se cree que es? para besarlo así, este hermoso beso, me toco los labios, sonriendo. Es tan guapo y alto con sus 1,92 m, sus anchos hombros y su prolijo cabello castaño, con un rostro demasiado modelo, pero demasiado arrogante para mi gusto.