La nobleza de la dama
img img La nobleza de la dama img Capítulo 2 Una noble sirvienta
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Capítulo 6 Un problema continental img
Capítulo 7 ¿Un final img
Capítulo 8 La ira del pasado img
Capítulo 9 La gran verdad img
Capítulo 10 ¿El inicio de una guerra img
Capítulo 11 Volviendo a casa img
Capítulo 12 La danza de Elibe img
Capítulo 13 Pelea de generaciónes img
Capítulo 14 La batalla comienza img
Capítulo 15 La sangré real se muestra img
Capítulo 16 Epílogo img
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Capítulo 2 Una noble sirvienta

Mi padre y yo nos dirigíamos directamente a Perstin mientras mi padre me decía -Hijo mío, por tu insolencia Lord Marcus y yo tuvimos que acordar un pequeño pacto de ayuda mutua así que tendrás que viajar a Barion para servir en el entrenamiento a los caballeros del castillo y así se hará, hasta arreglar un acuerdo un poco más adecuado pero para eso, Héctor se quedó hablando con Lord Marcus - mi padre me siguió comentando del acuerdo que se hizo con Barion ya que ese matrimonio era algo muy importante para ambos reinos, llegamos al camino en que mi padre y yo nos separaríamos ya que él debía ir

al castillo al igual que debía comprobar que los pueblos de Perstin estén bien y que no hayan intentado atacar el castillo para intentar robar las riquezas que se guardan ahí y mi padre me dijo -No olvides lo que debes hacer hijo mío, en una semana partirás a Barion y te quedaras ahí unos meses para completar el entrenamiento de los caballeros del reino de Barion - lo dijo con un tono más sereno, parecía que ya no estaba tan enojado como antes, asi que solo le comente -Esta bien padre, hare lo que deba para ayudar a Perstin - sabía que esto nos ayudaría de cierta manera a todo el reino -si recibíamos una invasión el reino de Barion podría ayudarnos como un favor- pensé

Así que solo me dirigí a la mansión pensando que todo sería normal por lo menos hasta que tenga que partir hacia Barion para comenzar a entrenar a sus caballeros, quería tener la semana más tranquila para poder partir con mucha tranquilidad, pero no podía evitar pensar en que Bresh era algo interesante, después de la manzana en la cabeza algo en ella era cautivador, el solo recordar cómo los rayos del sol eran consumidos por esa cabellera negra y esos ojos de plata que eran tan resplandecientes, no pensaba en nada mas, aunque sabía que eso era imposible para un noble de mi altura, sería impensable que un noble se case con una sirvienta, mientras más lo pensaba más vueltas me daba la cabeza.

Unos días despues mi hermano pasaría a estudiar en la mansión y así estaría totalmente seguro con las sirvientas y los mayordomos además de que evitarían que escape de alguna manera, aún recuerdo el primer susto que Miya nos dio a mi hermano y a mi con su imponente lanza cuando nos descubrió escabulléndonos (ya que toda la servidumbre debe tener buenas habilidades o experiencia en combate, ya sea de largo o corto alcance) recordaba entre risas mientras llegaba a la mansión.

-He llegado - En cuanto volví a la mansión anuncie mi llegada como siempre hago

-Bienvenido amo Lowell - me sorprendió ver que Bresh fue quien me recibió

-Gracias Bresh pero ¿en dónde se encuentra Miya?, ella es quien normalmente recibe a las personas que llegan a la mansión - la duda me invadía, nunca había sucedido algo así, almenos no desde que tenía memoria

-Ah-ah s-so-sobre eso es que la señora Miya descubrió que me ansiaba su regreso así que me encomendó recibirlo en cuanto usted llegara - me respondió mientras se daba la vuelta, creí que era para ocultar su rostro ruborizado y estaba en lo cierto

-No hay problema, me alegra que su rostro sea lo primero que haya visto en mi regreso - le dije, aunque sabíamos que nuestros sentimientos no podían ser correspondidos era evidente que esos sentimientos eran mutuos

Toda la semana fue tan pacífica y tan tranquila así que pude tomarme todas las cosas con calma, pero durante las noches aún se escuchaban aquellos pasos fuera de mis aposentos y me intrigaba que podría ser aunque sabía que era alguien de los adentros de la mansión ya que los mayordomos solo observan a los alrededores externos hacia los jardines, los manzanos, los establos, el bosque, la entrada principal así que era evidente que nadie podría adentrarse o escabullirse para entrar tan fácilmente ya que los mayordomos lo verían y darían la alerta, así que un día decidí intentar abrir la puerta y logre identificar quien era esa persona, me sorprendió ver a Bresh del otro lado de mi puerta a pesar de la oscuridad que ocultaba su rostro sabía que ella se había sonrojado tanto que su rostro estaría rojo como un tomate, en ese momento Bresh intento huir pero lo evite sujetándola de uno de sus brazos solo para decirle de la manera más sincera que yo tenía los mismos sentimientos que ella tiene hacia mí y al mismo instante le daba un abrazo en ese momento solo no podría pensar en nada más que en mi corazón acelerandose mientras Bresh se encontraba de pie ante mí y en cuestión de unos pocos instantes ella solo se retiró sin decir una palabra pero caminaba muy despacio como si estuviera tan conmocionada de la situación que no pudo decir o hacer nada mas

A la mañana siguiente mientras preparaba todo para mi partida a Barion que sería dentro de un par de días debía tener todo listo cerca de mi caballo así como alguien de la servidumbre a mi lado como distintivo del reino de Perstin, asi que llame a Miya para que anunciara que escogería una sirvienta para que me acompañará durantre mi estancia en Barion pero, ¿como podria decirle eso?, ¿que le diria como excusa?, ¿que otra cosa puedo decirle?, ¿seria la mejor idea?, ¿estoy seguro de hacer esto?, mi cabeza no dejaba de dar vueltas y no podria entender lo que queria en ese momento, no lograba comprender lo que queria hacer o el porque queria hacer esta desicion que estaba a punto de tomar, pero la misma pregunta que me llegaba a la mente me atormento en ese momento tambien ¿en verdad siento algo por mi sirvienta?, mientras mas pensaba en esa pregunta mas dudas tenia y mas me atormentaban, en verdad queria comprender ese sentimiento o si solo era una idea de mis adentros por dejarse llevar por la belleza de esa sirvienta, finalmente me decidí y llame a Miya para comenzar mi cometido dando el aviso de que una sirvienta me acompañaría a Barion como mi sirvienta personal todo el tiempo que tardara en regresar a Perstin

-Joven Lowell, no creo que sea necesario llevar a una de las sirvientas, pero si es lo que desea le diré a Bresh que prepare sus pertenencias para su partida a Barion y asi acompañarlo - me sorprendió oír esas palabras de Miya

-Yo no aun no le he dicho que fuera ella - le dije mientras tartamudeaba un poco

- ¿Entonces no será necesario que le informe a Bresh? - me pregunto mientras sonreía, parecía que sabía cuál sería mi respuesta

-No he dicho eso, Bresh será mi sirvienta personal a partir de mañana - le respondí mientras agachaba mi rostro sonrojado

-Le recuerdo que no puede ocultarme nada a mi joven Lowell, ni siquiera lo que hay dentro de su mente o corazón, yo lo conozco mejor que nadie en esta mansión, tanto que me había tomado la libertad de informarle a Bresh que se preparara para su partida junto a usted antes de que me mandara llamar, espero que no le moleste - me comentaba después de soltar una ligera risa y me impacto que supiera exactamente lo que pensaba

Pasaron los dos últimos días que estuve en la mansión de Perstin y me dirigía al castillo de Barion, ya que Bresh aún no sabía montar a caballo la llevé en el mio, cuando iniciamos el viaje casi podía sentir como su corazón se aceleraba a medida en que se recargaba más en mí, estuve todo el tiempo pensando en lo que en verdad sentía hacia mi sirvienta porque aún no podía creer que en verdad estuviera enamorado, en cuanto llegamos al castillo nos recibió Lady Alesya y sus caballeros Sir Priscila y Sir Cralio, luego nos dieron una habitación para mí y una para Bresh en los adentros del castillo, pasaron los días con bastante normalidad Bresh y yo nos encontrábamos en el campo de entrenamiento de vez en cuando, como tuvo un muy breve entrenamiento podría aprovechar para mejorar sus habilidades con el arco y en esos encuentros comenzamos a hacernos cada vez más cercanos hasta que ya no podía negar mis sentimientos hacia mi sirvienta, en pocos meses el entrenamiento de los caballeros reales de Barion estaba yendo de maravilla tanto que Lord Marcus me dio un día libre por lo que decidí salir junto a Bresh a un pueblo cercano, paseamos juntos por el pueblo hasta que...

- ¡¿Lady Bresh?! - escuchamos una voz de una de las habitantes del pueblo, era una señora de avanzada edad, pero me llenaba de dudas la forma en la que había llamado a Bresh

- ¿S-se refiere a mí?, creo que me está confundiendo con alguien más - le responde Bresh que parecía muy confundida con todo este asunto

-No podría confundirla, aunque quisiera mi lady, sé que no me recuerda, pero yo serví a su familia, la casa real de Sartae - en cuanto la señora dijo eso de inmediato pensé que estaba mintiendo

- ¿De qué está hablando? - pregunto Bresh que parecía muy intrigada por este asunto

-Venga a mi morada y le mostrare mi lady - la señora se veía entusiasmada aunque seguía pensando que era una estafa o una trampa

-Bresh no sé si sea una buena idea, ¿qué tal si nos lleva a un lugar para robarnos? - dije sin pensarlo mucho y mostrando mi inseguridad acerca de la circunstancia

-No creo que pasé eso querido, además con tu espada y mi arco no podrían hacernos nada - me responde Bresh con mucha seguridad y no pude evitar detenerla en cuanto siguió a la señora

En cuanto llegamos a la morada de esa señora nos mostró una vieja pintura que aseguro eran los Lords de Sartae y al ver esa pintura no pude negar que Bresh era prácticamente idéntica a la reina de la pintura y tenía los mismos ojos del marqués, la señora nos abrumo con historias de Sartae y de su tiempo sirviendo a la casa real de aquel pequeño pero poderoso reino, le preguntamos qué había pasado con Sartae y porque se habría unido a Barion si era tan fuerte militar y políticamente, en ese momento solo agacho la cabeza y nos contó que no se unió a Barion como se cuenta en la historia ya que el aclamado Lord Marcus había sido quien invadió y masacro Sartae para unirlo a su reino acabando con todos los habitantes del castillo real de Sartae solo hubo dos sobrevivientes ella misma y la princesa de ese reino que había sido arrasado por la avaricia de Lord Marcus y así le mintió a los demás reinos explicando que el antiguo marqués de Sartae le había dejado sus tierras tras no tener herederos y caer gravemente enfermo después de que la reina muriera por esa misma enfermedad y los pueblos habían sido arrasados por mercenarios y bandidos pero aunque intentara defenderlos eran demasiados los enemigos y tuvo que retirarse, pero dejo vivir a aquella señora en sus tiempos de juventud e hizo pasar a la princesa como su hija para poder salvarla y entregarla a un pueblo cercano en Perstin para que Lord Marcus nunca la encontrara

- ¿Y no encontraron heridas en el cuerpo del antiguo marqués de Sartae? - pregunte en cuanto nos terminó de contar la historia

-No, el marques había sido envenenado junto a la reina de Sartae después de dar a luz a su única hija - respondió aquella señora frunciendo el ceño mientras miraba al suelo

-Pero... ¿porque no se anunció que la reina estaba embarazada? - mis preguntas me seguían invadiendo cada vez mas

-El marques quería darle una sorpresa a su reino, debido a eso había anunciado que la reina había caído en una enfermedad leve y así ocultando el embarazo de la reina - después de escuchar eso mis dudas se dispersaron

En cuanto volvimos al castillo de Barion fuimos a uno de los jardines y estuvimos hablando porque me intrigaba el hecho de creer o no a las historias de la señora, pero después de ver aquella pintura y escuchar sus historias ya no podía dudar más, recuerdo que antes de marcharnos le pregunté a la señora si sabía dónde se encontraba el antiguo castillo de Sartae y para mi fortuna me indico como encontrar la llanura donde podría encontrarlo (en caso de que existiera) hable con Bresh al respecto de si queria ir o no a ese misterioso lugar ya que no teníamos nada que perder y había bastante por ganar, le comente que mi padre no aceptaría a una mujer que no fuera de la nobleza y si fuera a decirle que quiero casarme con una sirvienta me dira que soy la ruina de la familia y no soy merecedor de habitar en su mansión o su castillo y mucho menos mi esposa, al caer la noche Bresh y yo aún teníamos nuestras dudas sobre si creer aquella historia asi que en cuanto volviéramos a salir del castillo de Barion nos desviariamos hacia donde se podría encontrar el antiguo castillo de Sartae

Los días seguían pasando y no podía evitar pensar en que talvez podría tener alguna pequeña posibilidad de que me pueda casar con quien ahora es mi sirvienta personal, la idea era tan alocada que ni siquiera podria pensar en una posibilidad donde eso llegara a funcionar, pero aun asi mientras haya una esperanza intentare tomarla a toda costa y le dire a mi padre que me casare con una princesa que es merecedora del hijo del marques de Perstin Lord Murdock, tomare cada oportunidad que se presente para casarme con la mujer que comence a amar recientemente con nuestros acercamientos que nos regalaba la casualidad en el castillo de Barion

Después de muchos meses de entrenamiento me dieron un par de días libres así que Bresh y yo nos dirigimos a una llanura a las afueras de Barion justo como nos indicó aquella mujer, solo para que nos encontremos unas ruinas, las exploramos hasta que en una de las habitaciones encontramos una cuna con el grabado "Lady Bresh" y debajo algunos escombros llenos de césped y plantas encontramos una copia idéntica de la pintura que nos había mostrado aquella mujer solo que esta era más pequeña tanto que podría cargarla en el bolsillo, luego de eso sin ninguna duda le dije a Bresh - la historia era verdad, eres la princesa de lo que fue Sartae un dia - al principio Bresh se notó muy confundida y no la culparía toda su vida tendría un enorme giro con su nuevo legado

-Vaya, vaya miren señores lo que tenemos aquí, el gran Lord Lowell de Prestin - dice un hombre con una capucha que lo cubría en su totalidad junto con otros cuatro hombres detrás de el

- ¿Quiénes son?, muéstrense! - exclame mientras desenvainaba mi espada

-Me temo que no es momento de presentaciones Lord Lowell, por ahora lo dejare vivir, aunque talvez eso me traiga problemas, pero solo recuerde que los colmillos de un lobo son más afilados que una daga - me decía aquel misterioso hombre mientras se desvanecía en las sombras de aquellas ruinas

Sin poder decirle nada más a ese misterioso hombre Bresh y yo decidimos no explorar más las ruinas del castillo por temor a una emboscada, pero mientras Bresh y yo salíamos logramos interceptar aquellos hombres y mis sospechas de que serían una banda de bandidos era cierta así que solo nos detuvimos a escucharlos sin hacer algún ruido para evitar ser descubiertos -Pero mi señor no estará contento cuando se entere de que dejo escapar al Lord Lowell - decía uno de esos hombres al que parecía ser el líder -Que va, le diremos que acabaron con dos de los nuestros antes de que pudiéramos darnos cuenta así que nos retiramos de manera estratégica - exclamo con un tono de disgusto -Pero si volvemos todos a la capital se dará cuenta de la farsa - le decia otro de los subordinados al que parecía el líder -Lo sé por eso aquellos que se atrevan a cuestionarme deberán morir - dijo mientras daba una señal y así matando a dos de sus subordinados -La lealtad es lo que más se premia aquí, ustedes limpien sus armas y volvamos a la capital - dijo el líder mientras se montaba en su caballo y dejando atrás a sus compañeros hasta que estos lo siguieron y asi confirmaron mis sospechas.

Después de eso pasamos el resto de los meses en Barion mientras Bresh y yo pensábamos que habrían estado haciendo esas personas ahí y porque nos habrían dejado con vida como ellos habían mencionado, pero quise distraer mi mente así que me enfoque en los caballeros y su progreso era cada vez más notable así que el marques Marcus decidió hacer un torneo entre ellos y cada grupo representaría a su maestro asi que se formaron tres grupos los entrenados por Sir Cralio, los que entreno Sir Prisilla y los que fueron entrenados por mí.

Fueron arduas batallas pero al final uno de mis aprendices fue el victorioso en el torneo, con eso las expectativas de Lord Marcus estaban totalmente completadas dando asi por terminada mi labor y así dentro de unos días finalmente regresaría a Perstin para volver a la mansión junto a mi hermano, ya que recibí una carta de su parte, en la que decía que en pocos meses seria coronado como marques así que estaría en la mansión mientras nuestro padre preparaba todo para la coronación de mi hermano

Cuando finalmente partimos hacia Perstin Lady Alesya y Sir Cralio nos despidieron en la entrada del castillo de Barion, cuando llegamos a la mansión mantuvimos la historia y lo que habíamos descubierto en total secreto, hasta que Miya descubrió a Bresh con aquella pequeña pintura mientras tomaba un descanso así que solo podía hacer una cosa, que era contarle toda la verdad, increíblemente Miya y Fernir nos creyeron ya que de alguna u otra forma llegaron a conocer de manera muy parcial al marqués de Sartae y sabían que no le daría sus tierras tan fácilmente a Barion pero dudaban de que Bresh sea la princesa que está en la pintura aunque no negaron el gran parecido de la difunta reina de Sartae con ella

Pero en mi pensamiento no podía dejar de la idea sobre Sartae así que evitaba pensar en aquella idea entrenando con Miya y Lynia como mis oponentes para prepararme en algún combate contra mercenarios que normalmente atacaban de grupos de dos si el enemigo era solo uno la ventaja era inevitable (según las experiencias de Fernir) por eso quería prepárame a semejante desventaja, pero como acostumbro me di aún más desventajas ya que tanto como Miya como Lynia peleaban con lanzas de combate (en las armas de ataque cercano y mediano alcance se da un triángulo de ventaja/desventaja ya que la lanza vence a las espadas, las espadas vence a las hachas y el hacha vence a las lanzas), cada día era más arduo el entrenamiento hasta que Miya me pregunto por mis preocupaciones pero no podía dejar que supiera sobre esa locura que pasaba en mi cabeza como si fuera una idea y solo le mentí diciendo que estaba cansado por el entrenamiento ya que era una nueva experiencia y era bastante complicado tener una batalla con dos oponentes a la vez a lo cual dudo mucho en creerme pero por esa ocasión decidió darme la razón por un tiempo

Le dije a mi padre y a mi hermano que saldría de cacería unos meses pero en realidad no era así y tras mucho pensarlo me decidí, Bresh estuvo de acuerdo conmigo así que formamos un pequeño grupo ( Miya, Fernir, un par de sirvientas llamadas Farina y Florina además de Bresh y yo) para emprender el viaje hacia a Barion donde se encontraban las antiguas ruinas de aquel castillo ya que esa seria nuestra base provisional para así recrear el símbolo de ese reino que se creía extinto, ya que lo más probable es entrar en guerra con Barion para recuperar las antiguas tierras de lo que fue Sartae y así la legitima heredera pudiera sentarse en el trono que le corresponde y así fue, en un intento de dialogar con Lord Marcus este negó todo e intento arrebatarnos las únicas pruebas que nos quedaban así que antes de que me diera cuenta ya acompañaba a la princesa de Sartae para recuperar lo que un día fueron sus tierras

            
            

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