Se repitió la escena anterior, mis padres desayunando, con John al lado suyo, Thom y Tamar jugando en el patio verde, está vez si recordaba mi nombre, "Bella" pero mis vestimentas eran diferentes, como del siglo dieciséis, con sirvientes y damas de compañías ami alrededor.
– ¿Desde cuando tomas café – Soren beso mi mano.
– Desde ahora.
Esta vez no hubo discusión de mis hermanos, sabía que algo cambio, pero no podía descifrar que, algo que rebotaba contra las paredes de mi mente, había movimientos y voces distorsionadas borrosas. Y otras eran eco de tras de sus voces, sonidos estridentes.
Mientras ellos desayunaban, empezó a oler a quemado, busque la fuente de fuego sin levantarme de la mesa, pero solo olía a quemado.
"¿No sabía que el fuego tuviera olor a putrefacto? Después empecé a toser.
– Soren – pero no me respondió, siguió inmerso en su desayuno – Soren.
Empecé ahogarme y respirar con dificultad... toda la mesa se prendió de fuego y me levanté abruptamente.
– ¡Niños corran! – pero ellos no me miraban, veían amis padres sonrientes.
– ¡Soren! – grite al ver cómo las llamas se extendían ante mis hermanos y padres. Toda la casa ardió en llamas, y yo estaba en medio del todo, como si fuera mi culpa.
" La perdemos" esa voz.
Las llamas no me alcanzaron, ni me herían, solo lo consumían todo.
"Vamos Bella"
Entonces un nombre desconocido salió de mi boca.
– ¿Gabriel?
"Cariño vuelve ami"
– Aquí estoy.
Las llamas empezaron a treparme por mis pies, devorando mi ropa y mi carne, grite he intente sacudirlas, pero estás me consumieron por completo.
............
Esta vez no desperté, había algo distinto, porque el aire me faltaba, algo denso y líquido se movía contra mi, meciendome aun lado contra otro, está vez sabía que era algo diferente, porque cuando salí ala superficie, no había hogar, no había familia, está vez era el mar, un mar agitado y furioso mientras me aferraba a una lancha salvavidas. Nunca había soñado con agua o un naufragio, está vez estaba sola y mi única misión era sobrevivir, una ola me golpeó volteando la Balsa y enterrandome en lo profundo.
...........
Tosi, la garganta me ardía, tosi de nuevo, el sol quemó mi piel, me deslumbró los ojos, sentí la arena caliente y suave bajo mi cuerpo húmedo, con las olas arrastrándome a la orilla.
Todo de nuevo y mire ami alrededor, vi cerros rocosos llenos de vegetación seca, arena y gaviotas planeando en el aire.
Al intentar levantarme mi cuerpo dolía, pero hice todo el esfuerzo por ponerme en pié.
No sabía dónde estaba y aquello me atormentaba, empezaba a tener nitidez, ¿De que me había perdido? ¿Quién era realmente yo? ¿Dónde estaba? Empecé a caminar hacia donde creía que giraba el cerro rocoso, la erana quemaba mis pies descalzos, sentía la piel cortada de mis plantas y seguro tenía heridas por todo el cuerpo.
No pare apesar de tropezar con mis propios piés, el cerro quedó atrás y solo una sensación arena caliente y las olas del mar golpeando con su furia, estaba agotada, confundida y quizá desorientada.
Fue cuando lo vi... una figura corriendo hacia ami.
Intente hablar, pero no pude, me sentí ir de nuevo.
– A- yu- da. – intente gritar, pero mi cuerpo no revistió, caí de rodillas – Por favor.
Y después nada.
Gabriel
¿Cuántas veces en la vida puedes soñar con una persona? Que sabes todo sobre su vida y perderla.
Bueno nunca lo sabría, ser lo que soy no ayuda en este caso, los Arcángeles estamos destinados a sufrir una vida tras otra, repetir una y otra vez los mismos errores porque no he encontrado mi propósito, yo logré luchar contra mi naturaleza y logré vencer mi maldición, descubrir que no era el único, que tenía elección, porque existe la rendición.
Y mi rendición apareció está mañana, arrastrándome en la arena, al principio creí que era otra corredora, cuando ella cayó al suelo y vi las condiciones en que se encontraba, me aterrre.
Al principio no la reconocí y eso que tengo una excelente memoria, pero conforme encontré la forma en sus labios partidos, su piel herida, su cabello negro, lo supe, era ella.
"Bella Daza"
– Bella – la llame tomándola en mis brazos, – ¿Puedes oírme? ¿Decirme que paso?
No respondió, solo gimió, saque mi teléfono y llame al hospital donde trabaja mi hermana Meylin como directora.
– ¿Que pasa hermano, no puedes vivir sin mi? – se burló.
– Encontré a Bella en la playa, está inconciente, con signos de desnutrición y quemaduras del sol.
– Disculpa, ¿Puedes repetir eso? – gruñi exasperado
– Encontré a Bella, como naufraga., puedes mandar una ambulancia con nuestro equipo especial, recuerda que ella no es humana.
– Mándame tu ubicación, llegará enseguida.
– Estoy en la playa Men Feír.
– ¡Joder Victor! Te he dicho que no corras tan lejos de casa.
– ¡Concentrate joder! Ya se que son veinte minutos.
– Ve si trae alguna identificación, número o lo que sea.
– No trae nada.
– ¿Traes agua contigo?
– Si un poco.
– Mojala lo más que puedas, pero no le des de beber nada., la unidad especial está en camino.
– De acuerdo hermana.
– ¿Estás solo, hay algún humano cercas?
Inspeccione ami rededor, no sentí, ni oli a ninguna persona, ni una mente.
– Estoy solo.
– Quizá deberías usar tus dones con ella.
Mire a Bella en mis brazos y acepte la sugerencia de mi hermana, pase mi energía a través de mi cuerpo hacia ella y gimió al sentir mi poder, como no podía conectarme con ella directamente, solo lo hice para sanar algunas de sus heridas.
– Agua. Por. Favor. – gimió abriendo los ojos un poco.
– Dale tragitos chiquitos.
"Ya se joder" a veces mi hermana me trataba como si no supiera primeros auxilios, pero así era ella, un dolor en el trasero. Deje el teléfono en la arena con el altavoz puesto.
– Aquí está preciosa – dije acercando mi cantimplora a su boca.
– ¿Que eres? – pregunto abriendo sus ojos azul marino – Hueles. Diferente.
Contuve una sonrisa.
– ¿Te duele algo? ¿La cabeza, un brazo, algo? – ella negó cerrando los ojos.
– Agua – suplico.
– Lo siento nena, no puedo darte más.
– ¿Dónde. Estoy?
– Estás en las playas de Malibú. En Carmen.
– Yo. Nosé. Nosé. – zolloso.
– Shs, tranquila, estoy aquí contigo – le dije como en mis sueños – No te dejare sola.
Decir esas palabras se sentían muy real.
– Nosé. Quién. Soy. – sollozo – No. Recuerdo. Nada.
Hizo una mueca de dolor, pero no podía decirle nada, Yo si la conocía, pero no podía confundirla con la verdad, una que sus padres le han ocultado toda su vida.
Carlos llegó como paramédico, un ángel guerrero que me ha seguido desde el principio, con Emy su compañera otro ángel guerrero.
Carlos – Hola Bella... ¿Puedes oírme? – ella asintió mientras le revisaba sus pupilas – ¿Recuerdas algo?
Negó, un policía se acercó a nosotros, era un humano, parte de la comunidad.
– Señor Victor, ¿Puedo hacerle unas preguntas? Es para rellenar papeles, ya sabe, cubrir sus huellas.
– Claro.
– Me cuenta los hechos.
– Estaba en mi rutina diaria de ejercicios, cuando la encontré tambaleándose.
Más que una carrera, sentí una necesidad de salir, Miguel, mi hermano estaba insoportable, había tenido un sueño de tras de otro sueño, todos de Bella.
– ¿Dónde vive?
– A 15 km de la costa oeste – eso lo hizo reír.
– Son increíbles ¿Corrió 15 km hasta aquí?
– Ya estoy acostumbrado.
– Perdón por mi atrevimiento, pero necesito un número en donde localizarlo, por si necesito que vaya a la estación a rellenar formularios.
Le entregué mi tarjeta personal. Fui tras ella en la ambulancia.
Carlos – Tienes que venir con ella, intentaremos localizar a asus familiares.
Seguro que les alegrará tenerla de regreso, solo les interesa una cosa de ella y es su inmunidad.