Capítulo 5 Mes de mayo 2023, Dios cumple su voluntad aún partamos de este mundo

Muchas veces caemos en el desánimo, pensamos que no podremos alcanzar el perdón de Dios, cómo conseguirlo si Dios nos habla en lo secreto de la oración y nos muestra tan solo verdades grandes en la vida diaria, pero en circunstancias personales; muy en el entorno íntimo. Y qué hacer cuando vemos el pecado de otros, el cual muchas veces cometemos o cometimos antes nosotros mismos.

No somos conscientes y nos equivocamos como lo hacen los no creyentes o incluso de forma mayor. Cómo es que el amor de Dios nos puede alcanzar si pareciera no estar cumpliendo sus propósitos.

La vida se nos va terminando y nuestros anhelos se van alejando. Los propósitos de Dios se cumplirán, pero cómo hacer que ocurran porque, aunque tenemos certezas parecieran agotarse nuestras fuerzas; y nos llenamos de dudas ante la mirada de quienes simplemente nos juzgan, en tal sentido llegamos a parecer personas sin fe.

Un propósito firme es suficiente porque Dios nos lo ha demostrado un sinnúmero de ocasiones.

Entonces, si Dios va delante de nosotros; el cumplir nuestros proyectos siempre ha está presente, pero aún nuestros proyectos de vida aún no se logren, podríamos tener fe en que quizás no llegaran a cumplirse con nosotros en vida, pero podrían cumplirse si son del agrado de Dios tras haberse terminado nuestros días en la tierra.

En cuanto sepamos que para Dios nada le es imposible y que su poder trasciende la vida del hombre, esta fe hallará en nosotros tener una dirección del cual Dios coloque nuestros sentidos en la línea de su voluntad y de la gracia del espíritu.

Lucas 21, 17 – 19

Y seréis odiados de todos por causa de mi nombre. Sin embargo, ni un cabello de vuestra cabeza perecerá. Con vuestra perseverancia ganaréis vuestras almas.

El texto que proviene de las sagradas escrituras da cuentas de la forma más cercana que los propósitos de Dios se cumplen aún fuésemos a perecer la muerte en la tierra, la salvación está siempre presente en quienes creen ahora y en la vida venidera.

El primer texto bíblico es un fragmento de uno de los muchos mensajes de Jesús en las buenas nuevas de los evangelios que significan lo mismo; nos lo dice para que no decaigamos al encontrar estas señales de dificultad en nuestro caminar.

No solo se tiene este mensaje en el evangelio tras la venida de Jesús pues ya en el principio, en los primeros hombres de la tierra se tenía la voluntad de Dios de tener la salvación; son los designios de Dios la de dar vida a los que siguen su camino de agrado a la luz de los hombres.

Génesis 4, 10

Y Él le dijo: ¿Qué has hecho? La voz de la sangre de tu hermano clama a mí desde la tierra.

Estas palabras las dijo Dios Padre a Caín tras haber dado muerte a su hermano Abel, pero Abel murió, él tenía el agrado de Dios, fue una muerte injusta y para Dios, la sangre de los justos no perece ni hoy ni antes ni nunca, recordemos un poco cómo es que se da su asesinato, el primer homicidio en la tierra. Abel era el segundo hijo Adán y Eva los primeros hombres en la creación.

Génesis 4, 1 – 5

El hombre tuvo relaciones sexuales con su mujer Eva, y ella quedó embarazada y tuvo un hijo. Lo llamó Caín porque dijo: «¡Gracias a Dios he tenido un varoncito!» Después volvió a tener otro hijo, que se llamó Abel. Caín se dedicó a cultivar la tierra, mientras que Abel fue pastor de ovejas. Pasó el tiempo, y un día Caín le presentó a Dios una ofrenda de los frutos que cultivaba. Por su parte Abel escogió las primeras crías más gordas de sus ovejas, y se las llevó a Dios como ofrenda. Dios recibió con mucho agrado la ofrenda de Abel, pero no recibió con el mismo gusto la ofrenda de Caín. Esto le molestó mucho a Caín, y en su cara se le veía lo enojado que estaba.

Nosotros como humanos podemos pensar "que injusto Dios porque no pudo ver con el mismo agrado la ofrenda del hijo mayor de Adán y Eva, Caín, no le podía haber mostrado agrado como le mostró a Abel". De la ofrenda de Caín no se muestra mayor detalle; pero si vemos el detalle de la ofrenda de Abel "Abel escogió las primeras crías más gordas de sus ovejas".

Hagamos un recorrido por la biblia y encontraremos dos ocasiones claves quizás la primera más exacta que la segunda, aunque se muestran en más ocasiones; solo dos pueden darnos claras luces de porqué el agrado de Dios Padre por la ofrenda de Abel.

Génesis 22, 2

Y Dios dijo: Toma ahora a tu hijo, tu único, a quien amas, a Isaac, y ve a la tierra de Moriah, y ofrécelo allí en holocausto sobre uno de los montes que yo te diré.

Es el primer texto, este primer texto nos puede dar claras luces el agrado de Dios Padre la ofrenda de Abel.

Lucas 15, 29 – 30

Mas él, respondiendo, dijo al padre: He aquí, tantos años te sirvo, no habiéndote desobedecido jamás, y nunca me has dado ni un cabrito para gozarme con mis amigos. Pero cuando vino este tu hijo, que ha consumido tus bienes con rameras, has hecho matar para él el becerro gordo.

En este segundo caso parece algo más complicado, pero es de notar nuevamente una cría de entre las demás es el que es gorda. Aquel hijo mayor presa de ira al notar la fiesta por el retorno de su hermano mencionó "Has hecho matar para él el becerro gordo".

Es de necesario ilustrar un poco una cría gorda, y para esto daré un ejemplo que es muy claro en el Perú. Es apreciada la carne de cuy o cuye; un mamífero roedor herbívoro. Es un animal pequeño como gran parte de los roedores; cuando llega a pesar un kilogramo de peso es considerado como para poder ser sacrificado y hacerse variados platillos de comida con su carne.

Aunque es pequeño llega a pesar algo más de continuar creciendo, este animalito se alimenta de vegetales, forraje, pastos, hierbas y toda clase de verduras. La carne de este animal aparte de ser muy bien considerada por alto valor nutricional y proteínica también es muy agradable, tanto que ha llegado a ser considerada y apreciada por todos estos aspectos en muchos países a nivel mundial.

El cuy como todo animal mamífero se reproduce en camadas con espaciamiento de tres meses, pero es de notar que la primera cría de una hembra madura joven llega a tener una sola cría y a partir de la segunda camada o luego de la segunda preñez ya no vuelve a dar una sola cría da 3, 4, 5 o hasta en ocasiones más; y claro, decir que al dar solo una cría la primera vez o en su primera preñez esta cría es la más grande y se desarrolla rápidamente.

Pues bien, sin ahondar más podemos inferir de esto último que "Abel escogió las primeras crías más gordas de sus ovejas" y a Dios le agradó su ofrenda porque se acercaba a la voluntad de Dios para lo que haría después con Abraham de llevar a tomar a su hijo único Isaac para darlo como ofrenda de sacrificio a Dios en Génesis 22, 2.

Ahora que se mencionó un poco la primera cría del cuy en el Perú como ejemplo de la primera camada o la primera cría de una hembra. Decir que, Jesús dijo en aquella parábola el retorno de su hijo perdido "mataste el becerro gordo" similar a la primera cría que es más gorda y ejemplifica claramente a al padre que va a dar en sacrificio a su hijo único. Dios Padre a su hijo único, Jesús.

Ahora mencionar, Abraham al llevar a cabo la voluntad de Dios de ofrecer en sacrificio a su hijo único, no se llevó a cabo la muerte de Isaac puesto que Dios a través de un ángel impidió lo hiciera y le contó su fe como justicia. Tras no realizarse aún el sacrificio del hijo único se le dio el sacrificio de una oveja o cordero trabado por los cuernos en un arbusto cerca donde se iba a sacrificar a Isaac.

En síntesis, el sacrificio es el tema central de nuestra fe, el segundo hijo de Adán, Abel, tuvo el agrado por su ofrenda similar a la del sacrificio del Padre y si continuamos avanzando de la biblia desde el principio de los tiempos al llegar a Abraham Dios hizo un pacto para que la nación de que él nazca sería una gran nación incontable como las estrellas del cielo y lo hizo posible al contarle su fe por justicia al obedecer en llevar en sacrificio a su hijo único, Isaac. Finalmente, Jesús lo confirma que su sacrificio es el real y eterno por el que se cumple la voluntad del Padre plenamente.

Juan 6, 51 – 53

Yo soy el pan vivo que descendió del cielo; si alguno comiere de este pan, vivirá para siempre; y el pan que yo daré es mi carne, la cual yo daré por la vida del mundo. Entonces los judíos contendían entre sí, diciendo: ¿Cómo puede este darnos a comer su carne? Jesús les dijo: De cierto, de cierto os digo: Si no coméis la carne del Hijo del Hombre, y bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros.

Es de percatarnos porqué es difícil de entender, fue difícil entender antes y es difícil de entender hoy, porque en cierta medida está representando comer su carne sacrificada y su sangre derramada en el sacrificio que hizo en la cruz, representada en el pan y el vino que dio a comer en la última cena con sus discípulos, pero no es solo a la vista o a nuestros sentidos; es algo aún mayor, es sentir el espíritu con que hizo eso, Jesús lo hizo en cuerpo y en espíritu y nosotros debemos hacerlo tanto en la eucaristía como en nuestras vidas en servicio de nuestros hermanos.

Vivir un poco como Él; o lo mismo que Él vivió cuando estuvo entre nosotros, el rechazo de los jefes y sacerdotes del templo y de los fariseos, de sufrir y de dársele muerte por amor a la humanidad.

Aunque nosotros pudiésemos sentirnos como el hijo perdido que vuelve y el Padre hace una fiesta dándole el amor que no tenía y vistiéndolo restableciéndolo nuevamente como el hijo que es.

Ahora cómo es que debemos sentirnos tras tener muy clara las enseñanzas de Jesús, cómo es de fortalecernos nosotros sus seguidores, cómo es que debemos perseverar hasta el final y este final Jesús mismo lo mencionó va a ser viviendo en mayor o en menor medida, lo que el mismo vivió.

Pues verán en uno de los fragmentos bíblicos de arriba se menciona que ninguno de nuestros cabellos perecerá. Pero sabemos que cuando morimos pues se desvanece todo nuestro cuerpo incluido nuestros cabellos. Volvemos al polvo de donde vinimos.

Aquí es de hallar que cuando murió Abel, Dios reprochó este pecado de Caín indicando "La voz de la sangre de tu hermano clama a mí desde la tierra", pero Abel ya estaba muerto, pero aun así su sangre clamaba justicia.

Esto puede tener dos acepciones la tierra o el polvo de la tierra que es de donde venimos todos, le pertenece a Dios y al caer de este modo pide justicia o se puede entender de este segundo modo la tierra que es de dominada por el diablo acusa dársele un castigo.

Aún teniendo ambas acepciones la misericordia de Dios se manifiesta a Caín, aunque no se le quita el castigo; puesto que el castigo fue la de salir de allí, cerca donde se encontraban sus padres como un vagabundo por el mundo.

La misericordia fue que nadie podría tocarlo para matarlo.

Génesis 4, 15

Entonces el Señor le dijo: No será así; pues cualquiera que mate a Caín, siete veces sufrirá venganza. Y puso el Señor una señal sobre Caín, para que cualquiera que lo hallase no lo matara.

El pecado tiene perdón desde estos tiempos, pero sus consecuencias son nefastas en el hombre, el perdón de los pecados solo la da Dios.

Antes de retomar el tema de Abel veamos cómo es que tenemos que llevar una vida llenos de su amor.

Mateo 6, 26 – 33

»Miren los pajaritos que vuelan por el aire. Ellos no siembran ni cosechan, ni guardan semillas en graneros. Sin embargo, Dios, el Padre que está en el cielo, les da todo lo que necesitan. ¡Y ustedes son más importantes que ellos!

»¿Creen ustedes que por preocuparse vivirán un día más? Aprendan de las flores que están en el campo. Ellas no trabajan para hacerse sus vestidos. Sin embargo, les aseguro que ni el rey Salomón se vistió tan bien como ellas, aunque tuvo muchas riquezas.

»Si Dios hace tan hermosas a las flores, que viven tan poco tiempo, ¿acaso no hará más por ustedes? ¡Veo que todavía no han aprendido a confiar en Dios!

»Ya no se preocupen por lo que van a comer, o lo que van a beber, o por la ropa que se van a poner. Sólo los que no conocen a Dios se preocupan por eso. Ustedes tienen como padre a Dios que está en el cielo, y él sabe lo que ustedes necesitan.

»Lo más importante es que reconozcan a Dios como único rey, y que hagan lo que él les pide. Dios les dará a su tiempo todo lo que necesiten.

Vemos claramente la abundancia que nos tiene Dios de confiar en Él.

Mateo 10, 26 – 31

»No le tengan miedo a nadie. Porque todo lo que esté escondido se descubrirá, y todo lo que se mantenga en secreto llegará a conocerse. Si les digo algo en la oscuridad, díganlo ustedes a plena luz del día. Si les cuento un secreto, cuéntenselo a todo el mundo. No tengan miedo de la gente que puede destruir el cuerpo, pero no la vida que está en ustedes. Más bien, teman a Dios, que tiene el poder de destruirlos totalmente en el infierno.

»Dos pajarillos no valen más que una moneda. Sin embargo, ningún pajarillo muere sin que Dios, el Padre de ustedes, lo permita. ¡Dios sabe hasta cuántos cabellos tienen ustedes en la cabeza! Por eso, no tengan miedo. Ustedes valen mucho más que todos los pajarillos.

Al decir ¡Dios sabe hasta cuántos cabellos tienen ustedes en la cabeza! Hace mención a lo que nos dice lo de Abel que su sangre derramada en la tierra clama justicia; esto último retomando el texto de Abel quien se verá tomado como justo y nuevamente viviría en Set quien restableció el agrado de Dios mostrado por Abel.

Génesis 5, 3

Adán tuvo un hijo semejante a él en todo, al que llamó Set. También tuvo más hijos y más hijas. Adán tenía ciento treinta años cuando nació Set, y después vivió ochocientos años más.

Haciendo un paréntesis es de notar que Caín tras su destierro de la tierra de sus padres tuvo descendencia, pero su generación hizo cosas similares a él y también cosas que Dios veía ciertamente de muy cerca.

Génesis 4, 23 – 24

Y Lamec dijo a sus mujeres:

Ada y Zila, oíd mi voz;

mujeres de Lamec,

prestad oído a mis palabras,

pues he dado muerte a un hombre por haberme herido,

y a un muchacho por haberme pegado.

Si siete veces es vengado Caín,

entonces Lamec lo será setenta veces siete.

Es de notar en este segundo texto ya no es Dios mostrando no dejar morir por los pecados que el hombre cometiere, sino haciendo que abunde la gracia de Dios.

Lamec era uno de la generación de Caín.

Entonces retomando el contexto de Abel muerto a manos de su hermano Caín, ¿cómo es que se cumple el proyecto de vida en él y de Dios si murió? Pues al morir Abel Dios lo vio con agrado y es Dios un Dios de vivos no de muertos y contó su muerte como algo injusto y aunque murió, el espíritu de Abel viviría.

Y no solo se cumple la voluntad en Abel que por amor es restituido, pero también se puede restituir la vida por el perdón. Tras pronunciar Lamec aquellas palabras a sus dos mujeres, ellos que son la descendencia de Caín en la biblia.

Y estas palabras de Lamec "Si siete veces es vengado Caín, entonces Lamec lo será setenta veces siete". Se encuentras la forma en cómo debemos perdonar los hombres a quienes nos lo solicitan.

Mateo 18, 15 – 22

Entonces se le acercó Pedro y le dijo: Señor, ¿cuántas veces perdonaré a mi hermano que peque contra mí? ¿Hasta siete? Jesús le dijo: No te digo hasta siete, sino aun hasta setenta veces siete.

Es seguro que ellos, la generación de Caín, de estar en la gracia de Dios continúa su obra.

Pero cómo es que Dios continúa su obra a pesar de Abel estar muerto.

Dios restauró a Adán y Eva dándoles nuevamente un hijo conforme su voluntad tal era el caso de su hijo muerto a manos de Caín. El siguiente versículo lo explica así.

Génesis 4, 24

Adán volvió a tener relaciones sexuales con su esposa, y ella tuvo un hijo, al cual le puso por nombre Set, pues dijo: «Dios me concedió otro hijo en lugar de Abel, a quien mató Caín.»

Entonces, la reposición de la voluntad de Dios en Abel se realizó en Set de quien es la ascendencia de Jesús, el hijo de Dios.

Los propósitos de Dios y su obra se manifiestan en nosotros, en nuestras vidas de diversas formas, podemos morir en el camino de cumplir la voluntad de Dios, pero la voluntad de Dios se cumple aún dejemos de tener parte en este mundo.

Juan 10, 27 – 30

Mis seguidores me conocen, y yo también los conozco a ellos. Son como las ovejas, que reconocen la voz de su pastor, y él las conoce a ellas. Mis seguidores me obedecen, y yo les doy vida eterna; nadie me los quitará. Dios mi Padre me los ha dado; él es más poderoso que todos, y nadie puede quitárselos. Mi Padre y yo somos uno solo.

                         

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