Novia del Señor Millonario
img img Novia del Señor Millonario img Capítulo 2 ¡Era él!
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Capítulo 15 Nuestra distancia se acorta en el ascensor img
Capítulo 16 Seduciendo a Herbert img
Capítulo 17 Una cita con Hank img
Capítulo 18 Muy asqueroso img
Capítulo 19 Embarazada img
Capítulo 20 El bebé es tuyo img
Capítulo 21 Cásate conmigo img
Capítulo 22 Injusto contrato img
Capítulo 23 ¿Qué debería hacer img
Capítulo 24 ¿Mi esposo img
Capítulo 25 Interesante cambio de planes img
Capítulo 26 Soy tu esposo img
Capítulo 27 ¿Cómo se atreve a golpearme img
Capítulo 28 No soy una esposa de verdad img
Capítulo 29 ¿Por qué es tan indiferente img
Capítulo 30 ¡Gánamos! img
Capítulo 31 El juego img
Capítulo 32 Me protegió img
Capítulo 33 Lo anhelo... img
Capítulo 34 Él es muy considerado img
Capítulo 35 Él regresó por mí img
Capítulo 36 Él se enoja img
Capítulo 37 Vómitos dolorosos img
Capítulo 38 Una gran sorpresa img
Capítulo 39 Noticias de Herbert img
Capítulo 40 Asistiendo a la boda img
Capítulo 41 El ataque de Connie img
Capítulo 42 La gentileza de Herbert img
Capítulo 43 Mi madre se entera de la verdad img
Capítulo 44 Solo estamos fingiendo img
Capítulo 45 ¿Por qué tengo que hacerte caso img
Capítulo 46 Debería ser más amable con él img
Capítulo 47 Una tarjeta con una gran línea de crédito img
Capítulo 48 Matrimonio falso img
Capítulo 49 Él realmente se preocupa por ti img
Capítulo 50 Ridiculizado img
Capítulo 51 Misma cama img
Capítulo 52 Soy tu esposo img
Capítulo 53 Una broma img
Capítulo 54 ¿Le caí mal img
Capítulo 55 ¿Cómo puedes ser tan inocente img
Capítulo 56 ¿Estás obsesionada conmigo img
Capítulo 57 No eres bienvenido aquí img
Capítulo 58 Su exnovia img
Capítulo 59 Herbert todavía la amaba img
Capítulo 60 Yo era la que sobraba img
Capítulo 61 Me he enamorado de él img
Capítulo 62 Mi encuentro con Hank img
Capítulo 63 Herbert regresa a casa img
Capítulo 64 La furia de Herbert img
Capítulo 65 No mereces ser mi esposa img
Capítulo 66 Estás celosa img
Capítulo 67 Encerrada img
Capítulo 68 Huelga de hambre img
Capítulo 69 Chequeo con la obstetra img
Capítulo 70 Divorcio img
Capítulo 71 El secreto de McKenna img
Capítulo 72 Chantajeada img
Capítulo 73 La provocación de Caroline img
Capítulo 74 ¡El bebé ya viene! img
Capítulo 75 La conspiración de McKenna img
Capítulo 76 Yo soy su esposo img
Capítulo 77 Mi hijo me dejó img
Capítulo 78 Golpean a Caroline img
Capítulo 79 Me lleva cargada a casa img
Capítulo 80 A Betty le gusta Hank img
Capítulo 81 ¿Se estaban preparando para la boda img
Capítulo 82 La boda de Herbert y Caroline img
Capítulo 83 La conclusión img
Capítulo 84 La traición de Miranda img
Capítulo 85 Caroline está enferma img
Capítulo 86 Abofeteada img
Capítulo 87 Discusiones img
Capítulo 88 Entrevistador Guapo img
Capítulo 89 Nuevo comienzo img
Capítulo 90 Betty se enamoró de Hank img
Capítulo 91 Besada a la fuerza por Herbert img
Capítulo 92 ¿Ella está casada img
Capítulo 93 Confusión img
Capítulo 94 Bella pasa la noche en la casa de Klein img
Capítulo 95 Herbert está enojado img
Capítulo 96 Mi salvador img
Capítulo 97 La invitación de Klein img
Capítulo 98 El sarcasmo de Carolina img
Capítulo 99 Caroline causando problemas de nuevo img
Capítulo 100 Bella le da una cachetada a Herbert img
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Capítulo 2 ¡Era él!

Bella

No me atrevía a detenerme y caminé más rápido.

Si el hombre intentaba usar su fuerza para frenarme, era obvio que yo no fuera rival para él.

Por fortuna, no intentó alcanzarme.

Todavía tenía miedo y estaba temblando cuando salí del hotel. Puse mi mano sobre mi agitado corazón, agradeciendo que había sido muy rápida al huir.

En el futuro, ya no tendría nada que ver con ese hombre, puesto que no sabía su nombre ni dónde vivía. Ya no tenía que preocuparme más por él, así que me sentí más relajada.

Después de desayunar, decidí ir a la empresa y, cuando estaba a medio camino, recibí una llamada de Susan, mi madre.

"Hija, tu tío John cumple 60 años hoy", me djio cuando contesté. "Vamos a celebrar con un banquete en el hotel Conrad. Tienes que ir".

"No, mamá. No quiero ir". Respondí. Sabía que, si iba al banquete, tendría que ver a mi padre y a mi madrastra.

Pese a que ya era adulta, mi padre nos había engañado a mí y a mi madre y yo aún no podía perdonarlo.

"Tu tío John y tu tía Carter siempre han sido muy buenos contigo", mi madre dijo, intentando persuadirme. "Ellos fueron los que me dijeron que te invite".

Yo sabía que mis tíos siempre se habían portado bien conmigo. Cuando mi padre nos dejó, yo tenía menos de diez años. En ese entonces, si no hubiera sido por el tío John y la tía Carter, la vida de mi madre y la mía hubiera sido mucho más difícil de lo que había sido.

"Está bien, iré". Respondí, después de pensarlo por un momento.

"Por favor, no causes problemas cuando veas a tu padre". Mi madre me pidió en un tono suplicante.

"No te preocupes que ni él ni yo causaremos problemas". Dije antes de colgar el teléfono.

En aquel entonces, mi madre se había arrodillado en el suelo, delante de mi padre, suplicándole que no nos dejara. Mientras no se divorciaran y él pudiera darnos un hogar a las dos, ella había estado dispuesta a ignorar el amorío que él tenía.

Sin embargo, el desgraciado de mi padre no había estado satisfecho con ese arreglo y al final no solo se divorció de mi madre, sino que también se había llevado todo el dinero que teniamos, dejándonos sin un solo centavo y sin un lugar dónde vivir.

Después de eso, solo mi madre y yo sabíamos lo mucho que habíamos sufrido...

Cuando llegué a la empresa, despejé mi mente de esos recuerdos amargos. Había llegado justo a tiempo.

Fui hacia mi escritorio y Joey Farmiga, mi colega, se acercó a mí. "Hola, querida", me saludó. Estaba de buen humor esta mañana. "¿No terminaste con tu novio? No se nota tu tristeza".

Yo solía tener una buena relación con Joey y sabía que no había dicho eso con malas intenciones.

"Anoche me gasté 150 dólares en un pr*stituto, para consolar mi corazón herido", dije con una sonrisa.

"¿Tan poco?" Joey preguntó, curvando los labios. "Un hombre tan barato no puede haber sido muy bueno".

Tan pronto como escuché esto, supe que Joey no se lo había tomado en serio.

Solíamos hacernos todo tipo de bromas. Cualquiera que nos escuchara, pensaría que éramos personas muy lib*rales, que solían contratar pr*stitutos y pagar por divertirse, pero la verdad era que, en la vida real éramos conservadoras y no teníamos la mente tan abierta como aparentábamos.

Incluso si le había dicho a Joey directamente que había tenido relaciones con un pr*stituto la noche anterior, ella pensó que estaba bromeando. No creía que eso fuera verdad.

Decidí no explicarle, solo sonreí y me quedé callada.

"Por cierto", Joey dijo, cambiando el tema. "Acabo de escuchar que la empresa tiene un nuevo jefe".

"Yo soy solo una asistente", respondí. Mi estado de ánimo era muy tranquilo, como un lago sin olas. "No me importa quién sea el nuevo jefe".

No obstante, Joey siguió. "Escuché que es el heredero del Grupo Wharton y que su padre es un alto funcionario del gobierno y su madre es la presidenta de la sede", explicó. "También escuché que es guapo y joven. Ahora, todas las mujeres de la empresa se mueren por ver si los rumores son ciertos". Mientras más hablaba, más se emocionaba.

"Suena como alguien inalcanzable", respondí. "No creo que alguna de nosotras esté a su altura". Todavía estaba muy tranquila, ya que no podía fantasear con un hombre con el que no tenía ninguna chance.

Al mismo tiempo, Gary Ackerman, mi superior, vino hasta donde Joey y yo estábamos. "El nuevo jefe va a asumir el cargo", me dijo, muy serio. "Todo el personal que tenga un puesto por encima del de gerente de departamento tiene que ir a la sala de conferencias, para la reunión de presentación".

Me apresuré a tomar mi libreta y mi bolígrafo y lo seguí.

De pronto, Joey me miró y parpadeó un par de veces. Cuando la vi, me di cuenta que quería que le tomara una foto al nuevo jefe.

Sin embargo, al entrar a la sala de conferencias, vi que estaba llena de gente. Yo solo era una asistente, así que me fui a una esquina a sentarme.

De hecho, no estaba interesada en el nuevo jefe en absoluto. En ese momento, en lo único que podía pensar era en el rostro del hombre de esta mañana.

Me acordé en la expresión que puso cuando le entregué los 150 dólares y no pude evitar taparme la boca y reírme.

Ahora que lo pensaba bien, tenía que admitir que había ido muy lejos.

Pero el hombre me había mirado con desprecio.

Además, había sacado su billetera y pretendía pagarme, como si fuera una pr*stituta.

Yo solo había usado su mismo método y había hecho lo mismo que él quería hacer.

De repente, volví a la realidad al escuchar que todos los asistentes empezaban a aplaudir.

Un hombre guapo, que vestía un traje negro, entró en la sala de conferencias rodeado de gente.

Me quedé mirando ese hermoso rostro por varios segundos sin poder cerrar la boca por la sorpresa.

¿Por qué él estaba aquí?

Pensé que algo andaba mal con mi vista y me froté los ojos.

Cuando los volví a abrir, me di cuenta que el nuevo jefe era el hombre con el que me había acostado la noche anterior.

Había gastado 150 dóiares para acostarme con él y ahora veía que ese hombre era el nuevo jefe.

¡Dios mío! ¿Era demasiado tarde para salir corriendo de ahí?

            
            

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