En el corazón de la Mafia.
img img En el corazón de la Mafia. img Capítulo 1 Cumpleaños trágico
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Capítulo 6 No es fácil, Olivia. img
Capítulo 7 Un hombre rodeado de poder y lujos. img
Capítulo 8 Tú, nadie más. img
Capítulo 9 Relájate y disfruta. img
Capítulo 10 El hombre te gusta. img
Capítulo 11 Liberación img
Capítulo 12 Yo resolveré tus problemas. img
Capítulo 13 Necesito que me ayudes img
Capítulo 14 Bienvenida a casa, Violetta. img
Capítulo 15 NO HE SIDO TAN AFORTUNADA img
Capítulo 16 SOY EL VILLANO DEL CUENTO img
Capítulo 17 ESTOY PERDIENDO LA RAZÓN img
Capítulo 18 PLACER img
Capítulo 19 ¿ME DIRÁS QUE NO ES EXCITANTE LA IDEA img
Capítulo 20 A LA LUZ DE LAS VELAS img
Capítulo 21 ENLOQUECERLA DE PLACER img
Capítulo 22 SÓLO DISFRÚTALO img
Capítulo 23 UN POCO DEL ALMA DE VIOLETA img
Capítulo 24 CASUALIDAD img
Capítulo 25 EL RUSO img
Capítulo 26 ESPECTÁCULO SEXUAL img
Capítulo 27 SUSTO DE MUERTE img
Capítulo 28 ¿VAS A MATARME img
Capítulo 29 CHARLA DE MUJERES img
Capítulo 30 CENA PARA CUATRO img
Capítulo 31 LA MAFIA MÁS GRANDE DE RUSIA img
Capítulo 32 CORRER, DESAYUNAR Y BESAR img
Capítulo 33 DEMUÉSTRAMELO img
Capítulo 34 ADVERTENCIA img
Capítulo 35 UN VIAJE AGOTADOR img
Capítulo 36 UNA SINCERA CONVERSACIÓN img
Capítulo 37 DÉJALO QUE TE CONSUMA img
Capítulo 38 DEJÁNDO SU PROPIA MARCA img
Capítulo 39 CULPA img
Capítulo 40 TENSIÓN img
Capítulo 41 JARVIS FENTON img
Capítulo 42 VEN A VIVIR CONMIGO img
Capítulo 43 DESAGRADABLE SORPRESA img
Capítulo 44 TE ENSEÑARÉ QUE NO PUEDES MIRAR A NADIE MÁS img
Capítulo 45 ¿QUIÉN ME PROTEGERÁ DE ÉL img
Capítulo 46 ¿QUIÉN ERES . . . ¡SOY EL DIABLO! img
Capítulo 47 DUEÑOS Y SEÑORES DE LA MAFIA img
Capítulo 48 VIAJE REPENTINO img
Capítulo 49 OLIVIA Y VIOLETA img
Capítulo 50 ¡ESTOY POR VOLVERME LOCA! img
Capítulo 51 ME CONFUNDE img
Capítulo 52 ES UNA PESADILLA img
Capítulo 53 SUS SENTIMIENTOS HAN CAMBIADO img
Capítulo 54 ESTOY ATADO DE MANOS img
Capítulo 55 ¿QUE DIABLOS ESTOY HACIENDO img
Capítulo 56 A ESO SE REFERÍA img
Capítulo 57 ¡VETE AL DEMONIO! img
Capítulo 58 RESPIRAR LIBERTAD img
Capítulo 59 Huir img
Capítulo 60 VAN A PAGARME CON SANGRE LO QUE HAN HECHO img
Capítulo 61 ¿CAMUFLAJE img
Capítulo 62 MATRIMONIO SMITH img
Capítulo 63 ATORMENTADO ESTEBAN img
Capítulo 64 PARAÍSO img
Capítulo 65 CONFESIONES ARDIENTES img
Capítulo 66 LLÉNAME, MI AMOR img
Capítulo 67 JUSTO LO QUE NECESITABA AQUELLA NOCHE img
Capítulo 68 ¿SEXO ANESTÉSICO img
Capítulo 69 SEXO DURO img
Capítulo 70 HACÍA MUCHO QUE NO ME SENTÍA TAN FELÍZ img
Capítulo 71 LA HISTORIA DE UNA VIDA img
Capítulo 72 VERDADES REVELADAS img
Capítulo 73 RECUERDOS ARDIENTES img
Capítulo 74 ¡NO PUEDES AMENAZARME! img
Capítulo 75 ¿QUÉ OCULTA EL DIABLO img
Capítulo 76 ¿ESTÁS MUY CANSADO img
Capítulo 77 AFECTO RUSO img
Capítulo 78 AMOR FRATERNAL; ESTEBAN Y ESTEFAN img
Capítulo 79 CONFÍA EN MI img
Capítulo 80 SUEÑOS HÚMEDOS Y TENSIÓN SEXUAL img
Capítulo 81 ¿SE ROMPE LA AMISTAD img
Capítulo 82 TORMENTA EN LA ISLA img
Capítulo 83 ATENTADO img
Capítulo 84 ¡¿COMO SE ATREVEN ! img
Capítulo 85 ¿POR QUÉ NO ERES COMO ELLA img
Capítulo 86 ¿BUENA PUNTERÍA img
Capítulo 87 NO ME MATE img
Capítulo 88 TRATO CON EL DIABLO img
Capítulo 89 DEMASIADAS PREGUNTAS img
Capítulo 90 VISITA DE LA SUEGRA img
Capítulo 91 AGRESIÓN img
Capítulo 92 VISITANTE INESPERADO img
Capítulo 93 INFIERNO EN EL PARAISO img
Capítulo 94 PUEDES VER, PERO NO TOCAR img
Capítulo 95 JUGUEMOS img
Capítulo 96 LA TRAICIÓN SE LAVA CON SANGRE img
Capítulo 97 UNA NUEVA ISLA img
Capítulo 98 ME AGRADA MI NUEVA VIDA img
Capítulo 99 ¿SECUESTRADA img
Capítulo 100 ¿QUIÉN QUIERE DAÑARME ¡FURIA RUSA! img
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En el corazón de la Mafia.

J.C.CASTRO
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Capítulo 1 Cumpleaños trágico

Olivia sonrió, feliz de ver las múltiples preparaciones que hacía su madre para celebrar su cumpleaños. Al fin habían llegado los anhelados dieciocho, le daba la bienvenida a la mayoría de edad, más entusiasmada y alegre que nunca.

-¡Pero qué preciosa está mi nena! -le dijo su padre, abrazándola-. Supongo que son los dieciocho, estás radiante hoy.

-Estoy igual que todos los días -dijo riendo.

-Papá dice la verdad, Olivia -dijo Lucero, su pequeña hermana-. Estás muy bonita hoy.

-Gracias, Lucero -le sonrió feliz. Su hermana de nueve años, con sus grandes ojos oscuros y abundante melena, era su adoración y la promesa de la belleza de la familia.

-Estoy feliz -rió Olivia-. Esta noche vendrán mis amigos y estoy segura de que la pasaremos genial, este será el mejor cumpleaños de toda mi vida.

-No siempre se alcanza la mayoría de edad -su madre le besó la mejilla con ternura-. Estamos orgullosos del esfuerzo que has hecho, y de que te graduarás con honores.

-Tengo todo lo que necesito. Ustedes son mi fuerza y ya lo verán, seré una excelente profesional y muy pronto tendremos una mejor vida -sonrió-. Juntos podemos lograrlo.

-Claro que sí, mi amor. Podremos hacerlo.-Roberto -la mujer le habló a su esposo-. Necesito que me lleves al pueblo, tengo que comprar algunas cosas para decorar el pastel y algunos pasabocas que hacen falta.

-Claro que sí, mi amor. Vamos.

-Yo iré con ustedes -dijo Lucero.

-Deberías quedarte con tu hermana, Olivia necesitará de tu ayuda para prepararse.

-No es necesario que Lucero se quede -dijo Olivia-. Puedo apañármelas sola, mientras ustedes vuelven. Iré a alistarme ahora.

-Gracias, Olivia -sonrió su madre.

Olivia fue a su habitación. Se duchó rápidamente, se colocó el sencillo vestido que su madre había cortado y diseñado para ella, y se puso unas zapatillas nuevas. Se miró en el espejo, haciendo un mínimo esfuerzo en su cabello y maquillaje. Era bonita, lo sabía, pero ese día solo quería estar lista para recibir a sus invitados.

Decidió ir a revisar los preparativos, aunque todo estaba ya muy bien organizado por las maravillosas manos de su familia.

Un llamado a la puerta la sobresaltó. Aún era temprano para que llegaran los invitados; seguramente sus padres habían olvidado las llaves. Se apresuró. En cuanto abrió la puerta, se quedó de piedra.

-Hola, Olivia.

-Santiago -lo miró sorprendida-. No me he portado tan mal como para recibir a la policía en mi casa -dijo con una tierna sonrisa, pero el joven no sonrió. -¿Qué sucede?

-Siento mucho ser yo quien te dé esta noticia, Olivia, pero recibimos un llamado para atender un accidente en la vía... el auto de tu padre.

-¿Qué? -lo miró con ojos enormes.

-Otro conductor lo golpeó por el lateral.

-Eso no puede ser cierto -gimió horrorizada, con sus ojos llenos de lágrimas.

-Lo lamento, Olivia, este tipo de noticias me rompen el corazón -Santiago, un hombre alto, fornido, rubio y de ojos verdes, la miraba con pesar.

-Por favor, llévame al hospital, necesito verlos, necesito ver a mi hermana... -gimió desconsolada.

-Olivia... ellos perdieron la vida. -Ella se alejó de él como si la hubiese golpeado, lo miró fijamente mientras sus ojos se llenaban de amargas lágrimas.

-Eso es men... mentira...

-No lo es. Quisiera decirte que no lo es. Tu padre... Lucero, ella... tu madre... Los tres , ya no están, Olivia.

Ella se llevó una mano al pecho y sintió como si hubiese dejado de respirar. Ojalá hubiese impedido ese viaje. Ojalá hubiese rogado para que Lucero se quedara. El día más feliz de su vida acababa de transformarse en el peor de todos. No tenía familia, no tenía padre, ni madre, no tenía a su pequeña hermana... La oscuridad comenzó a engullirla y se desmayó.

Olivia abrió los ojos con dificultad, llevándose una mano a la cabeza. Estaba acostada en el sofá de su casa.

-¿Olivia? -escuchó la voz preocupada de Santiago. La realidad la golpeó.

-¿En realidad... sucedió? -preguntó mientras sus ojos se llenaban de lágrimas-. ¿Se fueron... los tres?

-Lamento esto, Olivia -el oficial de policía colocó una mano en su hombro-. Sé que este es un golpe muy duro.

-¡Estoy sola! -gimió con desconsuelo, cubriendo su rostro. Sus sollozos desgarradores llenaron la casa.

-Olivia, debe haber algún familiar que pueda ayudarte con los preparativos funerarios. No es adecuado que estés sola.

-Solo tengo a un tío -gimoteó-. Mi tío Leonardo.

-¿Quieres que lo llame yo? -la miró con ternura.

-Creo que... debería llamarle yo. -Secó sus lágrimas.

Con dedos temblorosos, Olivia marcó el número. Su prima, Violeta, contestó alegremente para desearle feliz cumpleaños. Olivia rompió a sollozar con fuerza.

-Ha pasado algo horrible, Violeta -sollozó-. Tuvieron un accidente... ellos se fueron, los tres se fueron y me dejaron sola.

Aquella misma noche, sus tíos, Leonardo y Leonor, junto con Violeta, llegaron. Se encargaron de todos los preparativos. Olivia estaba en shock y agradeció el apoyo, sin fuerzas para tomar las riendas. Violeta se mostró solidaria, sosteniendo su mano casi todo el tiempo.

Dos días después, se llevó a cabo el sepelio: dos urnas marrones y, en medio, la pequeña urna blanca. Era la imagen más dolorosa y amarga de su existencia.

Regresaron a casa. Olivia ya no lloraba, solo estaba vacía y apagada.

-Olivia -la llamó su tío, con ojos serios e implacables-. Mañana temprano nos iremos a la ciudad.

-Tío... yo preferiría quedarme.

-No te haría bien estar sola en esta casa llena de recuerdos. Lo mejor será que vengas un tiempo con nosotros.

-Pero, yo no...

-Olivia, lo último que quiero en este momento es tener esta conversación. Mañana a primera hora nos marcharemos. Ve y haz un par de maletas. Violeta te ayudará.

Olivia asintió y se marchó a su habitación. Unos minutos más tarde, Violeta entró y se sentó junto a ella.

-Será lo mejor, Olivia, no es bueno que estés aquí sola.

-Siento que... no sé quién soy, no sé qué hacer. Es como abandonar mi casa.

-No debes preocuparte, te prometo que cuidaré de ti -los hermosos ojos verdes de su prima estaban fijos en ella-. Mi padre tiene un carácter difícil, pero superaremos esto juntas.

-Si creen que será lo mejor, está bien -dijo angustiada.

Cuando el sol se filtró por la ventana, emprendieron el viaje a la ciudad. Con cada kilómetro que se alejaban, más tristeza cargaba Olivia, sintiendo que un enorme vacío la consumía.

Despertó cuando Violeta la llamó. El auto estaba estacionado frente a la bonita casa de sus tíos, un claro contraste con su hogar humilde.

-Hogar, dulce hogar -dijo su tío-. Bien, Olivia, puedes ubicarte en la habitación que está junto a la de Violeta. Es cómoda y con colores cálidos.

-Muchas gracias, tío.

Violeta la ayudó a subir las maletas. La habitación era cómoda, aunque decorada en tonos pasteles que parecían para una niña.

-Tiene un pequeño cuarto de baño. No es muy grande, pero...

-Que tenga un baño solo para mí, ya es más de lo que pude haber pedido. Gracias por todo el cariño -Olivia le dio un fuerte abrazo.

-Siempre voy a estar para ti, Olivia. Siempre podrás contar conmigo -Violeta la rodeó de forma protectora-. Ahora intenta descansar. Prepararé el almuerzo.

Olivia tomó una rápida ducha, se puso un pijama que su madre había cosido con sus propias manos y se metió bajo las sábanas, diciéndose que debía dormir un poco. El sueño la venció al instante.

            
            

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