Capítulo 9 Cambio

CAMBIO

VICTOR

Primer semana

Sé que no debo preocuparme, pero las alarmas, esas señales que descubro poco a poco me dicen malos augurios.

Solo está preocupada por su salud, me repito.

Acaba de descubrir que no está muerto y que está enfermo. Quiere aliviar su culpa.

Solo, esque, se me revuelve el estómago al ver como lo toca, como lo mira, se que estoy exagerando, pero pensar en un "quizá" "pero" no son buena señales, la estoy perdiendo lose.

Se ha mudado a su habitación, literalmente duerme asu lado, en su silla claro está, al fin y al cabo no duerme con el, lo peor de todo es que ella y su madre lo ayudan a bañarse, eso me dice que hubo algo en el pasado y eso alimenta mis inseguridades, lo peor de todo es que esta misma semana regreso a sus habituales comportamientos deportivos, ya nose se pone mis faldas que tanto me gustan y las deja sin ningún cuidado. Solo come ami lado argumentando que se le hace grocero para el ver comer y oler la comida que aun no puede probar, pero ella no está conmigo, está con el, todo el tiempo está con el. Entro ala habitación que es un infierno para mi y la veo salir bata y secando su cabello.

– uff. Natalia – Nick se tapa la cara pero abre los dedos, quiero salir corriendo pero me contengo. Se ducha y se cambia frente a el y no quiero torturarme con otros ojos, con el mirándola, seria demasiado. Peor porque ella se tensa cuando su amigo pregunta por Dowson y ella solo responde con un "no esta aqui" "no volvera mientras yo este aqui" "no es mi problema"

– No me llames asi – le arroja la toalla con la que se seca el cabello – Olvide mi ropa

La toma de la cama y se acerca al ala cortina de plástico para cambiarse de tras

– Ademas antes no te quejabas

– Antes no tenias novio – se burla y me giña un ojo.

– No es mi novio

Rueda los ojos y me mira.

– Hola victor – dice en voz alta para anunciar que estoy aqui.

– Dejalo en paz – sale vestida con un pantalon de mezcliya y bajando una blusa de los muppets blanca con el estampado en su vientre.

– ¿Que?

– Hablas un poco mejor – digo apretando mis manos en mis bolsillos.

– Por fin – tose y Natalia frunce el ceño – me cuesta mantener una platica fluida.

– Te repito deja de esforzarte – Natalia sacude su cabello largo hacia atrás.

–¿Cuándo tiene terapia de nuevo?

– Mañana – responden al unisono, otra cosa que me pone de los nervios y que hacen varias veces al dia. Nick sonrie ami mujer y ella le devuelve la sonrisa.

VICTOR

SEMANA 3

Natalia no está de buen humor, el cual empeora cada vez que su amigo pregunta por Dowson, peor aun,no mejora y la "sugerencia del doctor" solo fue un detonante de gasolina.

Veo y leo la preocupación en sus ojos. Dowson es una amenaza a su estabilidad, todo lo que logre estos, meces, lo progresos se estan desmoronando. Ella se esta desmoronando y yo lo estoy viviendo en carne.

SEMANA 8

Victor

ESTA AQUÍ, la persona que mas odia, vive bajo su mismo techo, bebe cada dia mas seguido, buscando sedarla y no funciona. Entiendo como se siente impotente y peor ver como el semblante de su amigo cambio con la llegada de su prometido. No solo se ha distanciado de mi, su entrenamiento es mas agresivo, mas salvaje, con suerte no es como cuando creía que estaba muerto, aun asi ella esta distante. Incompleta y yo impotente sin saber que hacer.

– ¿Qué puedo hacer? ¿qué necesitas? – le pregunto al encontrarla mirando el jardín con un vaso de líquido ambarino, mi brandy.

– No puedes hacer nada – dice bebiendo de un trago, se levantó alejándose de mí sin mirarme siquiera

– Lo está llevando mal – me afirma Iván desde el otro lado de la linea, estoy en mi oficina tratando de distraerme, pero no consigo concentrarme

– No tienes idea, todo este tiempo está de mal humor, bebe, siempre tiene una botella cerca, no es habitual Iván.

– Dale tiempo, quizás solo necesita asimilarlo, Ethan me conto que William estaba igual el tiempo que estuvo en su casa.

– Lose – digo y lo escucho resoplar – Se está alejando de mi y nose que hacer.

– Quizá no debas hacer nada – dice mi mejor amigo con su sabiduría – Quiza solo debemos estar ahí para cuando caiga.

– ¿Cómo lo sabes? – digo.

Al pensarlo y analizarlo asu manera, se exactamente que ara, algo peligroso y letal e incluso provocara la situación.

– Solo tienes que estar ahi – dice mi sabio amigo.

– Gracias, luego te llamo.

– Mantenme al tanto – dice apresurado antes de colgarme, ella está al límite.

Espero no llegar tarde cuando "algo" suceda. Voy a estar ahí para recordarle lo que somos. Quién es ella. Mi sirena.