Capítulo 2 ¿Dónde m!erda estabas metido

-Narradora omnisciente-

El día de la boda, cuando le dijo por fin adiós...

Después de escuchar el sí acepto de ambos contrayentes, Thomas se sentía tranquilo, por fin había soltado realmente a su "enana".

En su proceso de terapia le había contado a su psiquiatra del anillo de compromiso que había comprado hace más de cinco años y que, su dueña nunca podría aceptar...

Flashback...

-¿Y si lo modificas dándole un nuevo sentido?

-¿Cómo puedo hacer eso? Ese anillo fue hecho para ella.

-Te puedo poner un ejemplo.

-Cualquier cosa puede servir. Te escucho, tú eres la experta.-dice desganado y con resignación, si bien es cierto que su tratamiento iba viento en popa, aún había sentimientos encontrados en su corazón que no lo dejaban avanzar a la siguiente etapa de su propia. La psiquiatra, al ver su predicamento y pensando en alguna solución comenzó a contarle una pequeña historia...

-Mira, Thomas-suspiró y bebió un sorbo de su té, cosa que Thomas odiaba, pues lo ponía aún más expectante-. Dentro de las tradiciones que se siguen en el matrimonio, hay una en la que la novia debe llevar 3 cosas. Algo nuevo, algo prestado y algo azul.

-¿Me tratas de decir que le entregue el anillo como si fuera algo prestado o nuevo? pero sabrá de alguna forma y otra ella sabrá que era para pedirle matrimonio.

-No, Thomas, lo que te quiero decir es que tomes el anillo y le transformes, que ya no sea lo que simbolizaba para ti antes. Digamos que pase a ser la nueva forma de ver tu vínculo con ella.

-No lo sé, aún es duro.

-Y te entiendo. Es solo una sugerencia, puedes tomarla o no, esa es tú decisión...

Fin del flashback.

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-La novia se ve realmente hermosa.- le escuchó decir al garzón, quién le acercaba una copa de champagne que, sutilmente, Thomas rechaza, pues tiene absolutamente prohibido beber alcohol, ya que esa fue la única forma en la que obtuvo su pase de salida del sanatorio...

-Así es. La más bella de todas. - suspiro tranquilo. Los novios han empezado su primer baile como marido y mujer. Alma se ve radiante y Enzo, bueno Enzo es Enzo, los corazoncitos que salen de sus dos pozos azules no terminan de impresionarlo ¿Así de idiota se veía él cuando lo estuvo?

-¿Y usted es el mejor amigo del novio? Lo vi al lado de él como el padrino de bodas.

-Soy el hermano de la novia... - respondió un tanto molesto por el atrevimiento del garzón.

-Ahhh, Señor ¿seguro que no quiere una copa para brindar con los novios?

-No, gracias. Me consigues un vaso de agua, por favor.

-Por supuesto señor...

Thomas siguió mirando a su alrededor, cuando las demás parejas se unían a los novios y como reían felices. Vio la alegría de sus padres y sus hermanos y la vio a ella, casi ni se hablaron desde que todo había comenzado y sentía que lo estaba evadiendo. A los pocos minutos, el mismo garzón le entrega un vaso con agua, el cual Thomas bebe de un solo trago sin ningún problema.

-Gracias, lo necesitaba.

-Ese es mi trabajo, para eso me pagan señor. No se preocupe, es un obsequio de su amigo André, mi trabajo ha terminado el día de hoy, con permiso.- Thomas miró al garzón no entendiendo sus palabras. André Lima, el único André que conocía, estaba en la cárcel, pero en ese momento...

-¿Qué me diste maldito?-dijo con voz pastosa y comenzando a sentir calor y una sequedad en la garganta que no le permitía respirar. Trató de ir tras el garzón, pero sentía que los pies le fallaban, su respiración se entrecortaba y los latidos de su corazón aumentaban.

-Thomas ¿Estás bien?- esa voz, diablos de dónde mierda la conocía...

-A... Ayúdame, necesito aire, sácame de aquí.

-Debemos avisarle a los chicos...

-Por favor, tengo mucho calor, necesito salir y respirar un poco de aire, ayúdame.- como pudo se aferró de la chica quién a penas podía sostener su propio peso.

-Thomas, me estas asustando, mejor llamo a Alma.

-¡No! No quiero arruinar su día.

La chica al ver la cara de desesperación del hombre, lo sacó del lugar, llevándolo a una de las habitaciones de la gran casona de villa Alma. Con sumo cuidado lo ayudó a sacarse la chaqueta y la pajarita, buscó en el baño una toalla que humedeció con agua y comenzó a limpiar el sudor constante de Thomas.

-Oh, enana. Gracias por no dejarme, eres la más importante en mi corazón...

A la mañana siguiente...

-¡Mierda Thomas! ¿Dónde te metiste, te buscamos por todas partes. Carajo, hermanito. Pensamos que algo te había sucedido.

-No me grites Val, que me duele hasta la conciencia.

-¿Qué te pasa Thomas?

-No lo sé...

-¿Cómo no lo vas a saber? ¿bebiste? O ¿te drogaste? Thomas ¿Por qué? Estabas tan bien hermano- pregunta Ethan molesto.

-Eso es lo que te estoy diciendo, no lo sé... Estaba en la boda y de pronto.

-De pronto ¿Qué?

-Nada, no recuerdo nada. -Thomas buscaba en sus pensamientos un atisbo de lo que le había pasado, pero era como si su mente estuviera en blanco, esto no era bueno, nada bueno en realidad.

-No puede ser Thomas, te buscamos por toda la casa.- le repite con desespero su hermana, la que se acerca a él y lo abraza.

-Estaba en la última habitación del segundo pi... !Maldición! -Un vago recuerdo vino a su mente en ese instante y...

-¿Qué?- preguntaron al unísono sus hermanos.

-Esa puta me las va a pagar...

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