La obsesión de jeque
img img La obsesión de jeque img Capítulo 3 Buscando consejo
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Capítulo 6 El regreso img
Capítulo 7 Huyendo img
Capítulo 8 Usado y abandonado img
Capítulo 9 Aliviada img
Capítulo 10 El reencuentro img
Capítulo 11 La llegada de Isabel img
Capítulo 12 Guerra fria img
Capítulo 13 Venezuela img
Capítulo 14 Seis meses img
Capítulo 15 Hospital img
Capítulo 16 Emocionada img
Capítulo 17 Arabia Saudita img
Capítulo 18 La jequesa img
Capítulo 19 Mis bebes img
Capítulo 20 El día img
Capítulo 21 La cirugia img
Capítulo 22 Aisha y Amir img
Capítulo 23 Estresado img
Capítulo 24 Aborto img
Capítulo 25 La locura de Amira img
Capítulo 26 Primer año img
Capítulo 27 Inconvenientes img
Capítulo 28 Buenas noticias img
Capítulo 29 El viaje a Dubai img
Capítulo 30 El aeropuerto img
Capítulo 31 La primera discusión img
Capítulo 32 Acuerdo img
Capítulo 33 Solos img
Capítulo 34 Consintiendolos img
Capítulo 35 La discusión img
Capítulo 36 Ira img
Capítulo 37 Los cachorros img
Capítulo 38 Un encuentro desagradable img
Capítulo 39 Hassan y Amira img
Capítulo 40 Destruida img
Capítulo 41 Furiosa y ofendida img
Capítulo 42 Te mataré img
Capítulo 43 La historia img
Capítulo 44 Impresionada img
Capítulo 45 Advertencia img
Capítulo 46 La tentación img
Capítulo 47 Las palabras de la suegra img
Capítulo 48 El cambio de Isabel img
Capítulo 49 Enojada img
Capítulo 50 La señora de la casa img
Capítulo 51 Remodelación img
Capítulo 52 Temiéndoles a Hassan img
Capítulo 53 Llena de odio img
Capítulo 54 El cambio de Hassan img
Capítulo 55 Los invitados img
Capítulo 56 Telenovela img
Capítulo 57 Días despues img
Capítulo 58 La rebeldía de isabel img
Capítulo 59 La explosión de Hassan img
Capítulo 60 Derrotada img
Capítulo 61 Encerrada img
Capítulo 62 Boda exprés img
Capítulo 63 Repudiada img
Capítulo 64 Devastada img
Capítulo 65 Despechado img
Capítulo 66 Sin sentido img
Capítulo 67 Arabia img
Capítulo 68 Un cambio inesperado img
Capítulo 69 El malestar de los gemelos img
Capítulo 70 El desalojo de Amira img
Capítulo 71 Hassan desesperado img
Capítulo 72 El culpable img
Capítulo 73 La llegada de la jequesa img
Capítulo 74 Calmando a mi esposo img
Capítulo 75 Rezando por mis hijos img
Capítulo 76 Días de sufrimiento img
Capítulo 77 Un nuevo comienzo img
Capítulo 78 Me siento completo img
Capítulo 79 Momento incómodo img
Capítulo 80 La clínica img
Capítulo 81 Los niños reaccionan img
Capítulo 82 Hogar dulce hogar img
Capítulo 83 Isabel decidida img
Capítulo 84 La primera cita img
Capítulo 85 Seducido img
Capítulo 86 Suya img
Capítulo 87 Las disculpas img
Capítulo 88 Conmovidos img
Capítulo 89 Nuestros planes img
Capítulo 90 Comenzamos de nuevo img
Capítulo 91 Los obsequios de mi esposo img
Capítulo 92 Un hombre muy exagerado img
Capítulo 93 Tres meses img
Capítulo 94 La sorpresa img
Capítulo 95 El anuncio img
Capítulo 96 Atentado img
Capítulo 97 Tomando el control img
Capítulo 98 Ayudando a Isabel img
Capítulo 99 La recuperación de Hassan img
Capítulo 100 La llegada de Hassan img
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Capítulo 3 Buscando consejo

-las palabras dichas por mi esposo me hicieron relajarme y dejarme llevar así que de manera tímida e inexperta comencé a responder su beso aunque sentía que no podía respirar, el término el beso y me observo fijamente a los ojos haciendo que enamorara y es que Hassan era un hombre hermoso tenía ojos color ámbar, media unos dos metros, tenía el cabello negro, al igual que sus grandes pestañas y cejas, su barba estaba perfectamente arreglada, en fin era el hombre más guapo que he visto en mi vida.

-le sonreí a Amira para que se relajara, habibi debes respirar mientras te beso, no deseo que te desmayes, ella estaba muerta de vergüenza, por esa razón decidí llevar mis besos hasta su cuello, mientras mis quitaba su ropa con mis manos ¡por fin la vi desnuda! Pero eso no cambió la situación, al menos no para mí ella era hermosa, no lo podía negar, tenía pecho pequeño, pero lindos, su cuerpo no era delgado, estaba bien, la llevé a la cama mientras le decía palabras lindas para transmitirle seguridad y tranquilidad tratando que entrara en confianza. ¿Por qué su cuerpo temblaba como gelatina, ¿habibi deseas para? Yo podría hablar con nuestros padres, quiero que estés lista para lo que sucederá entre nosotros, yo no tengo problemas en esperar a que te acostumbres a mi presencia.

-¡No quiero parar!

-esas fueron las únicas palabras que pronunció mi jequesa, yo quería parar porque también necesitaba acostumbrarse a ella, ya que mi miembro no quería colaborar, quizás eso era porque aún no me concentraba así que la recosté en la cama con cuidado y comencé a repartir besos desde sus pies hasta su cuello. Evitando tocar las zonas más sensibles de ella, eso la excitaría mucho más, ella comenzó a gemir y eso me emociono, así que continúe con mi tarea, tome sus pechos en mi boca y los lamí de forma lenta, me frustraba un poco que ella no colaborara, estaba en la cama sin mover un músculo. Si no fuera por los leves gemidos que emitía pensaría que la estaba obligando, baje mis besos por su abdomen, pero ella me detuvo justo cuando trataba de llegar a su centro, traté de convencerla de que eso era parte de la experiencia y normal en el matrimonio; sin embargo, ella no cedió porque según es pecado. Con eso mi ánimo decayó, así que lubrique mi miembro y lo guíe a su centro mientras la besaba de forma lenta. Ella estaba completamente cerrada, lo que endureció mi erección, cuando logré mi objetivo, ella gritó así que me quede quieto para que se acostumbrara a mi tamaño, el cual es grande, por eso quería prepararla bien y regalarle algunos orgasmos antes de penetrarla.

La besé de forma intensa, para que ella se olvidara del dolor, cuando emitió un gemido comencé a penetrarla de forma lenta, cerré mis ojos para dejarme llevar por el momento, sentí como ella se tensaba y estallaba en un orgasmo así que me deje llevar para terminar así nuestro primer encuentro sexual.

-estaba agotada y adolorida, aunque logré relajarme durante el encuentro con mi habibi no podía negar que me dolía, mi parte íntima es que esa parte de mi esposo es muy grande, doy gracias a allāh que esto se hace una o dos veces por semana porque no creo que pueda resistirlo.

-habibi ¿cómo te sientes, te he hecho daño? Ella no respondió con palabras, solo negó con su cabeza, así que respire profundo para no frustrarme, porque ella no habla, sé que te lastime y es normal la primera vez. Si me hubieras dejado hacer todo lo que deseaba la experiencia te hubiese encantado, aun así prometo que la próxima vez será mejor, habibi... Salí de ella, tomé un paño para limpiarla y mostrar así la famosa prueba de virginidad. Me vestí y abrí la puerta para que pudieran entrar, con eso quedó sellado nuestro matrimonio y los testigos se fueron.

-¿Puedo ir a mis aposentos? Esa pregunta dejó en shock a Hassan y confirmó lo que tanto temía, él y su esposa nunca se llevarían bien, porque se supone que para fortalecer el lazo de una pareja se debe convivir, pero ella está muy aferrada a las cosas que le inculcaron. Las cuales me parecen totalmente absurdas, pero no soy quién para obligarla a hacer algo que no desee, Amira quiero que sepas algo, soy tu zawj (esposo) quiero que me tengas confianza para poder avanzar. Si algo te incomoda o molesta debemos platicarlo, sé que tus costumbres son más fuertes que las mías, pero no deseo hacerte sentir inferior o prisionera, ¿estamos?

-si, me levante con cuidado me coloque algo de ropa y fui a mis aposentos, estaba feliz por todo lo que había vivido el día de hoy, pero sentía mucha vergüenza porque mi habibi me había visto desnuda por esa razón hui del lugar necesitaba estar en mis aposentos para reflexionar sobre las cosas que me había dicho mi madre y las que había vivido, ya que eso estaba muy lejos de las prácticas normales que debe tener un matrimonio según ella.

-Me sentía decepcionado y frustrado como nunca antes, he estado con muchas mujeres de nuestra cultura que ya son viudas o divorciadas, que disfrutan de su sexualidad de forma clandestina y ninguna había actuado tan frío como mi jequesa. Lo que lleva a pensar que tome la decisión equivocada es que hasta sus besos eran fríos sin contar que no toco mi cuerpo, sino en el momento en el que detuvo mi intento de hacerle sexo oral. Fui a mis aposentos, me di una ducha para bajar mi molestia y me acosté a dormir...

La mañana siguiente me levanté temprano para arreglarme e ir a la casa de mi padrino para conversar con él, al llegar me recibió algo asombrado porque pensó que estaba disfrutando de mi reciente matrimonio, le conversé todo lo que me estaba pasando.

El padrino de Hassan escuchó atentamente sus palabras y sintió pena por su ahijado, ya que él había vivido una situación similar con su primera esposa, de la cual no se pudo divorciar porque dio a luz a su primogénito. Así que le aconsejó que tuviera paciencia porque la chica era criada de forma muy tradicional y quizás con los días se acostumbraba a su presencia, no podía juzgar tan rápido a su mujer, lo más importante era no hacerse tantas expectativas y dejar que todo fluyera de forma natural.

-escuchar las palabras de mi padrino lo había tranquilizado un poco, aunque le hubiese gustado que le dijera que debía divorciarse, no sucedió... Así que decidió irse a trabajar para olvidar lo sucedido en casa.

            
            

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