Capítulo 5 Capítulo 5

Cinco días después, Xavier llamó a su secretaria, Turner, a su oficina.

"¿Cómo va la investigación sobre ella?" Xavier miró desde las ventanas que iban desde el suelo hasta el techo, contemplando la ciudad.

Su figura erguida y parlante proyectaba una silueta imponente.

"Lo siento, jefe. Pero no ha habido ningún progreso", informó Turner nervioso.

"Después de que ella salió de tu casa, no fue a la florería donde trabajaba. Incluso fui a la dirección donde te dijo que vive su familia y era falsa".

"¿Falso?!" Xavier estaba atónito.

Se giró para mirar a Turner, su mirada opresiva.

"Además, no hay ningún familiar con el apellido Smith en esa zona".

"¿También mintió sobre su apellido?"

¿Con quién carajo se casó?

¿Un espía?

"¿Se fue con Ludwig Girard esa noche? ¿Hay algo sobre él?"

"Ludwig Girard vive una vida muy privada por lo que es difícil saber si ella es su amante o no".

Xavier estaba furioso.

"¿Cómo pudo ser tan desvergonzado? ¡Me robó a mi esposa!"

-Técnicamente, él no te robó a tu esposa, ustedes son. -Turner hizo una pausa cuando vio a Xavier mirándolo fijamente.

Tragó saliva y no se atrevió a decir otra palabra.

Xavier no podía olvidar la escena de aquella noche, cuando Ludwig era tan protector con Laure.

No estaba seguro de por qué, pero se sentía deprimido.

Su esposa siempre había sido tranquila y aburrida. Ludwig era famoso en su círculo por ser un multimillonario despiadado.

¿Cómo logró conseguir un hombre como Ludwig?

Xavier recordó las muchas veces que Laure le había dicho que lo amaba.

¡Ella era una maldita mentirosa!

Cuanto más pensaba en Laure, más enfadado se ponía.

Su teléfono sonó. Sacudió la cabeza y extendió la mano para cogerlo.

Jenny estaba llamando.

"Hola, Jenny? "

-Xavier, estoy en el vestíbulo de tu empresa. ¿Puedes venir a llevarme? Te preparé unos bocadillos. Quiero que los pruebes ahora mismo. -Jenny sonaba emocionada, pero eso de alguna manera irritó a Xavier.

"¿Eres el lobby?"

No había ni rastro de emoción en su voz.

-Sí, ¿qué pasa? ¿No quieres verme?

-No es eso. Le diré a Turner que venga a buscarte. -Y con eso terminó la llamada.

Su expresión era oscura.

No había completado los trámites de divorcio con Laure, por lo que la noticia de su divorcio aún no había sido publicada.

Ser visto con Jenny generaría rumores y escándalos innecesarios.

No es que tuviera miedo de nada, simplemente.

Sus pensamientos fueron interrumpidos cuando alguien irrumpió en su oficina.

Eran su abuelo y su padre.

Xavier tragó saliva, nervioso.

"¡Idiota! ¿Qué has hecho? ¿Te has divorciado?"

Xavier parpadeó. "Yo."

"¿No te dije que Laure es la mejor mujer para ti? ¡Es encantadora y amable! ¿Cómo pudiste dejar ir a esa clase de mujer?"

En ese momento apareció Jenny en la puerta.

El abuelo Leroy la miró fijamente. "¿Por qué está aquí esta mujer? ¿Es ella la razón por la que te divorciaste de Laure?"

La atmósfera era sofocante mientras el abuelo Leroy apuntaba con su bastón a Xavier.

Jenny permaneció tranquilamente afuera.

"¿Eres masoquista? ¡Ella es la que no te quería hace dos años!", tronó el anciano.

-Papá, cálmate. -Ned le dio una palmadita en la espalda a su padre mientras miraba fijamente a Xavier.

-Abuelo, no digas eso, Jenny, ella nunca me abandonó, dos años es lo que tú...

-¡XAVIER! -advirtió Ned.

"No. Es hora de que sepa la verdad. Nunca acepté a Laure, solo me casé con ella para proteger a Jenny. Ahora que ha vuelto, ¡no puedo volver a fallarle!"

"¿Protegerla? Si realmente quisiera follármela, ¡hace mucho que habría muerto sin decir palabra!" El anciano apretó los dientes.

No podía creer que ya no volvería a ver a Laure.

Ella era como su propia nieta.

"Abuelo, soy un hombre adulto. Ya no puedes manipularme. Laure y yo hemos firmado los papeles del divorcio y los demás trámites se resolverán pronto".

-¡Eres un idiota! ¡Has cometido un gran error! -se enfureció el abuelo Leroy.

Cuando se levantó, su visión se volvió borrosa y casi se desmayó.

Xavier corrió rápidamente hacia adelante y apoyó a su abuelo, pero el anciano lo empujó.

"Papá, todavía no están completamente divorciados. Cálmate, por favor. Te acaban de operar del corazón. No puedes emocionarte tanto".

Ned estaba muy preocupado por su padre.

"¡Maldita sea! ¿Por qué? ¿Por qué sois tan tontos, padre e hijo? ¡La nueva esposa que habéis encontrado, Natalia, tampoco es una buena persona! ¡Y ahora vuestro hijo se va a casar con su sobrina! ¡Quién ha maldecido a nuestra familia!"

Xavier se quedó allí incómodo mientras Ned se sentía en conflicto.

-Escuchen los dos. Como el proceso de divorcio aún no ha terminado, ¡tráiganla de vuelta! Si no pueden, dejaré de tomar mis medicamentos. ¡Mientras yo viva, esa maldita Jenny no pondrá un pie en nuestra casa!

El abuelo Leroy era como un niño haciendo berrinches.

-¡Xavier! ¡Llama a Laure ahora mismo! ¡Quiero verla!

-Abuelo, ¡deja de hacer esto otra vez! Aunque la llame para que venga a verte, no cambiará nada.

Xavier pensó que era mejor que su abuelo lo aceptara para que pudiera acostumbrarse.

Con el tiempo se olvidaría de Laure.

"Mi corazón." El abuelo Leroy empezó a temblar y cayó hacia atrás.

Xavier y Ned estaban tensos por esto.

Uno fue a llamar al médico mientras el otro fue a buscar sus medicamentos.

La escena era al mismo tiempo caótica y dramática.

Sin otra opción, Xavier tuvo que marcar el número de Laure.

"El número que usted ha marcado no existe."

¿Laure no sólo desapareció sino que también se deshizo de su número?

"¡Maldita sea!", exclamó Xavier.