Brillantez desenmascarada: el frío magnate quiere a su reina vengativa
img img Brillantez desenmascarada: el frío magnate quiere a su reina vengativa img Capítulo 6 ¿Tienes alguna prueba
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Capítulo 8 ¿No fue tu brillante idea img
Capítulo 9 Llámalo karma img
Capítulo 10 Eres demasiado blanda img
Capítulo 11 Sabes cómo contactarme img
Capítulo 12 Me lo gané img
Capítulo 13 ¡No te metas en esto! img
Capítulo 14 ¡Déjame salir! img
Capítulo 15 Malas finanzas img
Capítulo 16 Sigue así img
Capítulo 17 Ni siquiera eres de la competencia img
Capítulo 18 ¿Llevas perfume img
Capítulo 19 No te quedes ahí parada img
Capítulo 20 No vuelvas a acercarte a nosotras img
Capítulo 21 Sé más cauteloso la próxima vez img
Capítulo 22 Todavía tengo información img
Capítulo 23 ¿Has visto el video en línea img
Capítulo 24 ¿Ahora tienes miedo img
Capítulo 25 Te conseguí un lugar img
Capítulo 26 Nadie volverá a lastimarte img
Capítulo 27 ¿Cómo te atreves a hacerme esto img
Capítulo 28 ¡Les debes una explicación a todos! img
Capítulo 29 Estás expulsada img
Capítulo 30 ¡Esa mujer es insoportable! img
Capítulo 31 Solo no te pases img
Capítulo 32 Recuerda tu lugar img
Capítulo 33 ¡Déjala! img
Capítulo 34 ¡Este lugar es mío ahora! img
Capítulo 35 Soy toda la familia que te queda img
Capítulo 36 ¿Hay alguna esperanza img
Capítulo 37 Dime, ¿quién eres img
Capítulo 38 Es fascinante cómo has tergiversado las cosas img
Capítulo 39 Te equivocas con Elissa img
Capítulo 40 ¿Nos perdonará Daisy alguna vez img
Capítulo 41 Ustedes dos hacen la pareja perfecta img
Capítulo 42 ¡Devuélvanme la casa! img
Capítulo 43 Prepárate para la acción legal img
Capítulo 44 ¿Esperabas encontrarme aquí img
Capítulo 45 Solo quería expresar mi gratitud img
Capítulo 46 Déjame cantártela otra vez img
Capítulo 47 La competencia me asusta img
Capítulo 48 ¿Te gustaría decir unas palabras img
Capítulo 49 Devolver el dinero img
Capítulo 50 Déjame ocupar tu lugar img
Capítulo 51 No iré a ninguna parte img
Capítulo 52 ¿Qué la hace tan especial img
Capítulo 53 ¿Por qué no intentarlo con Asher img
Capítulo 54 Te arrepentirás de haberte metido conmigo img
Capítulo 55 Ser guapa no es un delito img
Capítulo 56 ¿Fue esta tu trampa desde el principio img
Capítulo 57 No me despeines img
Capítulo 58 ¿Es tu novia img
Capítulo 59 ¿Por qué no dejas que él te ayude img
Capítulo 60 Te creo img
Capítulo 61 ¿Por qué eres tan duro img
Capítulo 62 Tu hermana despertó img
Capítulo 63 Yo también te protegeré img
Capítulo 64 ¿Tienes una estrategia img
Capítulo 65 ¿Qué me hiciste img
Capítulo 66 ¿Voy a quedar inválida img
Capítulo 67 El verdadero espectáculo está a punto de comenzar img
Capítulo 68 ¡Los destruiré a ambos! img
Capítulo 69 No necesito mucho img
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Capítulo 6 ¿Tienes alguna prueba

Los estudiantes que estaban cerca se mostraron impasibles ante tal caos.

"Muy bien, ya basta", dijo Elissa, con una voz que sonaba amable en apariencia, pero hueca en el fondo. Permaneció sentada con comodidad, sin intención de intervenir; después de todo, nunca lo hacía cuando la situación se tornaba tensa.

Mientras tanto, Arabella, tranquila y serena, ni siquiera se inmutó. Cuando la bandeja voló hacia ella, la alcanzó con calma y la atrapó con un movimiento ágil.

El impulso cambió la trayectoria de la bandeja, que golpeó de lleno a uno de los dos chicos en la cara.

La comida mezclada con vidrio le cortó la piel, y la sangre brotó de su mejilla en finas líneas aterradoras. "¡Mierda! ¡Me duele!", gritó.

Al ver la sangre, se desplomó presa del pánico, perdiendo el conocimiento.

El otro chico no se echó atrás. Gruñendo, agarró a Arabella por el pelo y tiró de él con fuerza. "¿Te crees muy dura, Daisy? ¡¿Eh?!".

Su puño voló hacia la cara de ella, pero Arabella lo atrapó en pleno vuelo como si nada. El chico se paralizó mientras ella le retorcía lentamente el brazo hasta que cayó de rodillas.

"¡Aaah! ¡Me duele, para, por favor! ¡Lo siento!", aulló, pálido como un papel.

En cuanto ella lo soltó, cayó al suelo y se acurrucó en posición fetal, sollozando de dolor.

Una chica quiso intervenir, pero al ver a Arabella en acción, retrocedió en silencio.

Qué pandilla de payasos.

Arabella los miró con expresión fría y penetrante, como si fueran basura.

"¡¿Te volviste loca?!", chilló Joyce, aún sin poder creer lo que estaba pasando. Le temblaban las manos mientras agarraba una silla y la lanzaba con todas sus fuerzas.

Arabella cambió el peso de un pie al otro, giró y devolvió la silla de una patada, estrellándola contra la cabeza de Joyce. La sangre salpicó al instante.

Elissa saltó horrorizada y gritó: "¡Dios mío!".

La cafetería estalló en gritos. "¡Va a matar a alguien! ¡Vayan a buscar a un profesor!".

"¿Qué le pasa? ¿Está drogada o algo?".

"La verdad es que es una chica dura...".

"¡Shh! ¡Que nadie te oiga decir eso!".

Treinta minutos más tarde, la oficina del rector de la universidad era un caos, pues la pelea fue demasiado grave para encubrirla. Daisy, Elissa y el resto del grupo fueron llevados para ser interrogados.

Joyce y los demás llevaban vendajes, aunque sus egos estaban igual de golpeados. Elissa parecía a punto de llorar, todavía frotándose la garganta dolorida como si hubiera tragado fuego. Estaba furiosa, aterrorizada de que el daño fuera permanente.

"Llama a tus padres, ahora", ordenó el rector a Arabella con dureza, tratando de encontrarle sentido a la locura.

Joyce intervino antes de que la muchacha pudiera hablar: "No puede. ¡Sus padres están muertos!", dijo con desdén. "Lleva años viviendo a costa de la familia de Elissa. ¡Es una inmoral sin modales! ¡Expúlsenla ya!".

Sorprendido, el rector miró a Arabella de arriba abajo y preguntó: "¿Qué pasó exactamente?".

Joyce no perdió el tiempo y espetó: "¡Puso vidrio en nuestra comida! ¡Intentó lastimarnos y luego se volvió loca! ¡Debe enfrentar las consecuencias!".

Arabella ni siquiera parpadeó, y dijo con voz tranquila y fría: "¿Tienes alguna prueba? Y ya que estamos, ¿fui yo quien pegó primero? Estoy bastante segura de que tú empezaste a golpearme".

"¡Mentirosa!", espetó la otra, tratando de que el pánico no se notara en su voz.

Arabella dirigió la mirada al rector, fría y firme. "¿Por qué no revisamos las grabaciones de seguridad de la cafetería?".

Un silencio aplastante invadió el lugar. La cara de Joyce se tensó y apretó la mandíbula con fuerza. "¡Solo la golpeamos porque nos dio comida llena de vidrio! ¡Se lo merecía!".

Arabella ladeó ligeramente la cabeza. "¿Dónde está la prueba de que yo lo puse ahí?", preguntó en voz baja. "Porque tengo pruebas de algo más".

Sacó su celular y tocó la pantalla. Un video comenzó a reproducirse.

Las imágenes eran condenatorias. Mostraban a Joyce y su pandilla metiendo un sándwich lleno de vidrio en la boca de Daisy. Mientras los labios de la chica sangraban, ellas se reían como si fuera una broma de mal gusto.

Era brutal e imperdonable. Arabella sintió un nudo en el pecho al verlo, el dolor era tan fresco como el día en que lo encontró en el celular de su hermana.

Incluso la cara del rector se descompuso. Se volvió hacia Joyce y sus amigos con una mirada fría y penetrante. Por un instante, el pánico se reflejó en sus rostros.

Elissa intentó calmar la situación y dijo: "Señor, es cierto que Joyce se excedió, y lo lamentamos. Pero Daisy empezó con los insultos, Joyce solo perdió los estribos".

Arabella levantó una ceja, poco impresionada. "¿En serio? Pues entonces solo subiré este video a Internet y dejaré que el público decida quién es la verdadera víctima".

"¡Ni hablar!", ladró el rector y, tras una pausa, continuó: "Señorita Stanley, si ese video se difunde, la universidad quedará por los suelos. No hagamos un escándalo. Pidan disculpas y quedaremos en paz".

Joyce parecía indignada. "¿Qué? ¡Nos golpeó a todos! ¿Por qué deberíamos dejarlo pasar?".

Sus amigos se unieron a ella, igual de furiosas.

Mientras tanto, Elissa se acercó al rector y le susurró con una dulce sonrisa: "Mi padre va a donar un millón de dólares a la escuela. Solo para que lo sepa".

La expresión del hombre cambió, y su tono se transformó cuando dijo: "Daisy, lo que hicieron estuvo mal, pero tu respuesta fue excesiva. Podría haberse manejado de otra manera. Puedes disculparte ahora y seguir adelante, o serás expulsada. Y si subes ese video, créeme, la opinión pública no estará de tu lado. Sería una imprudencia".

Arabella lo miró fijamente. Así que eso era lo que pasaba.

Ahora entendía por qué su hermana había sido pisoteada durante tanto tiempo.

Esta gente no protegía a los estudiantes, protegía sus bolsillos.

Joyce, oliendo la victoria, se reclinó con una sonrisa de satisfacción. "Daisy, ¿de verdad creías que tenías la sartén por el mango? No eres más que un parásito que se aferra a la familia de Elissa como una sanguijuela. No actúes como si fueras importante. ¿Quieres quedarte aquí? Entonces ponte de rodillas y límpiame los zapatos. Quizás, solo quizás, te perdone".

            
            

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