MI HOMBRE DE ENSUEÑOS DOCE AÑOS MENOS
img img MI HOMBRE DE ENSUEÑOS DOCE AÑOS MENOS img Capítulo 2 UN DÍA INUSUAL DE TRABAJO
2
Capítulo 6 ENTREVISTA AL HOMBRE DE MIS SUEÑOS img
Capítulo 7 CONTRATADO img
Capítulo 8 TENTACIÓN img
Capítulo 9 CONTINUACIÓN img
Capítulo 10 Y SE PONE PEOR img
Capítulo 11 SEGURO QUE ES TRABAJO img
Capítulo 12 SALIDA DEL TRABAJO img
Capítulo 13 CASI ESCAPANDO img
Capítulo 14 ENTRE AMIGAS img
Capítulo 15 CONVERSACIÓN CON SERRÍ img
Capítulo 16 CONTINUACIÓN img
Capítulo 17 ALGO PARANOICA img
Capítulo 18 UN ENCUENTRO INESPERADO img
Capítulo 19 UN CABALLERO AL RESCATE img
Capítulo 20 ¿QUIÉN ERES, ROBIN img
Capítulo 21 UN NUEVO DÍA CON MIS HIJAS img
Capítulo 22 LA PROPUESTA DE LAS CHICAS img
Capítulo 23 DE REGRESO AL TRABAJO img
Capítulo 24 CONTINUACIÓN img
Capítulo 25 MIS INSEGURIDADES img
Capítulo 26 CUANDO TU HIJAS TE TRAICIONAN img
Capítulo 27 EL ENCUENTRO DE MIS DOS img
Capítulo 28 UNA AMIGA AL RESCATE img
Capítulo 29 SOLTANDO EL ESTRÉS img
Capítulo 30 SUEÑO O REALIDAD img
Capítulo 31 LA TARJETA EN LA RECEPCIÓN img
Capítulo 32 LA INCÓGNITA DEL DESCONOCIDO img
Capítulo 33 DE REGRESO A CASA img
Capítulo 34 DE NUEVA EN CASA img
Capítulo 35 LA LLAMADA DE ROBIN img
Capítulo 36 EL CUADRO img
Capítulo 37 LA INTRIGA DEL CUADRO img
Capítulo 38 CONTINUACIÓN img
Capítulo 39 EL REGRESO DE ROBIN img
Capítulo 40 ME TIENES EN TU CAMA img
Capítulo 41 CONTINUACIÓN img
Capítulo 42 SABOR A TI img
Capítulo 43 LA EDAD ES SOLO UN NÚMERO img
Capítulo 44 CONTINUACIÓN img
Capítulo 45 DE REGRESO AL TRABAJO img
Capítulo 46 EL PROBLEMA DE LAS HIJAS img
Capítulo 47 LA ABUELA DE ROBIN img
Capítulo 48 EL FAVOR QUE PIDE LA ABUELA img
Capítulo 49 LA APARICIÓN DE MI EX HORACIO img
Capítulo 50 RECORDANDO EL PASADO img
Capítulo 51 CONTINUACIÓN img
Capítulo 52 DE REGRESO A CASA SOLA img
Capítulo 53 SOLA EN CASA img
Capítulo 54 UN CHICO LLAMADO JOEL img
Capítulo 55 ENCONTRANDO UN HERMANO img
Capítulo 56 LA APARICIÓN DE ROBIN img
Capítulo 57 LA VISITA DE HORACIO img
Capítulo 58 NUNCA DESCONFÍES DE TUS INSTINTOS img
Capítulo 59 EN LA OFICINA img
Capítulo 60 LA DECISIÓN DE JOE img
Capítulo 61 . LAS MELLIZAS img
Capítulo 62 YA NO HAY SECRETO ENTRE NOSOTRAS img
Capítulo 63 DUDAS img
Capítulo 64 LA SALIDA img
Capítulo 65 LA ENTREGA TOTAL img
Capítulo 66 UN DESPERTAR INUSUAL img
Capítulo 67 LA DECISIÓN ESTÁ TOMADA img
Capítulo 68 PONIENDO REGLAS img
img
  /  1
img

Capítulo 2 UN DÍA INUSUAL DE TRABAJO

Mientras subo las escaleras de la entrada, la brisa fresca me recibe. Sin embargo, mi mente ya parece decidida a sabotearme. Como una película proyectada sin permiso, la imagen de aquel hombre surge de nuevo. Su sonrisa ladeada y su mirada profunda me persiguen, haciendo que mis pasos se tornen más lentos. ¿Por qué alguien que apenas cruzó unas palabras conmigo puede tener este efecto?

Respiro hondo y empujo la puerta del lobby principal. La atmósfera neutra del espacio, un tanto impersonal, debería ayudarme a centrarme, pero hoy parece no tener el mismo impacto. Veo de reojo a la recepcionista, quien levanta la mirada y me sonríe como todos los días.

-Buenos días, directora Ema -saluda con una sonrisa mientras acomoda un par de papeles.

-Buenos días, Susi -respondo como cada día mientras sigo avanzando hacia el elevador.

Lo tomo y aprieto el botón para el último piso, donde está mi oficina. Al llegar, dejo todo como cada día en su lugar, mientras mi mente no deja de pensar en el hombre de mis sueños.

-¡Ema, apúrate, que vas a llegar tarde a la reunión! -exclama Joe, mi asistente, asomando la cabeza por la puerta de mi oficina.

-Un momento -respondo mientras trato de acomodar mi cabello en una cola y retocar el maquillaje.

-¡Ema, solo quedan diez minutos! -insiste Joe con urgencia.

Salgo precipitadamente de mi oficina y me dirijo al salón de conferencias, donde me espera otra tediosa reunión. Al llegar al elevador, las puertas se abren y avanzo sin mirar, chocando con un cuerpo varonil que me sujeta sonriente, agachándose junto a mí para recoger las carpetas que he dejado caer. Estoy tan apurada que apenas tengo tiempo para fijarme en él, pero noto que es muy alto.

Le entrego una de mis tarjetas de presentación sin saber muy bien por qué. Salgo a toda prisa para evitar llegar tarde. No es bien visto que el jefe sea el último en llegar, y ese es mi caso en este momento. Echo una ojeada rápida a mi reloj: solo han pasado dos minutos. Sin embargo, me desconcierta ver un mensaje en rojo que indica que llegué tarde. ¿Qué locura es esta?

Me siento y abro mi computadora personal para buscar mi información y me asombro al ver el mismo mensaje del reloj, diciéndome que es tarde. ¿Qué sucede con este extraño mensaje? Inexplicablemente, sin hacer nada, la pantalla muestra toda la información que necesito sin necesidad de buscarla. ¿Qué estará sucediendo con estos equipos? Me pregunto, aunque me concentro y doy inicio a la reunión.

-Buenos días -saludo a todos, quienes miran sus pantallas mientras en la mía veo el mensaje de un asistente que me avisa que ya ha enviado la agenda del día a todos. Miro a mi asistente Joe, quien me sonríe. -Deja de bajar programas a mi computadora sin avisarme.

-¿Qué programa? -pregunta en el mismo tono. -No he hecho nada. Esa es la computadora personal tuya que no me dejas tocar.

Lo miro sin entender. Es verdad, él no toca mi computadora y, que recuerde, no he hecho nada. Aunque tengo las actualizaciones automáticas. Mejor me concentro; esta nueva tecnología de inteligencia artificial me desconcierta: primero mi auto y luego mi computadora.

Las palabras que salen de mi boca en la reunión parecen automáticas, como si mi cerebro se hubiese desconectado del presente, dejando que el piloto automático tome el control. Sin embargo, mi atención se desvía hacia ese extraño mensaje en la pantalla cada vez que intento concentrarme completamente. Mi mente divaga. Sé que algo inusual está pasando y detesto no poder explicarlo.

De repente, mientras expongo los puntos clave, veo que la luz roja de mi computadora parpadea nuevamente. Es como si algo estuviera intentando llamar mi atención. Mi mirada se cruza con la de Joe, que nota mi desconcierto instantáneamente. La suya, a su vez, refleja curiosidad.

-¿Algún problema, directora? -pregunta uno de los gerentes en tono formal, tratando de seguir con la conversación.

-No, todo está bien. Continuemos con los siguientes puntos -respondo rápidamente, intentando sonar calmada.

A medida que la reunión avanza, mi mente no puede evitar divagar hacia la extraña sincronización entre mi reloj y mi computadora. ¿Hay alguien manipulando estos dispositivos de manera remota? ¿O es solo una coincidencia extraña? Tampoco se me olvida que dijeron mi nombre en la radio del auto y cómo aquel se inició solo trayéndome por otra ruta. ¿O sería otra coincidencia? La intriga comienza a crecer dentro de mí, y decido investigar más a fondo cuando tenga tiempo.

Pero por ahora, debo concentrarme en los asuntos de la reunión y dejar de lado estas extrañas distracciones tecnológicas. Sin embargo, no puedo evitar sentir una sensación inquietante que me sigue durante todo el día: alguien o algo está interviniendo en mi vida de una manera que aún no puedo comprender. ¿Será el cretino de mi ex, Orestes, el que me mandó a vigilar? Mandaré a revisar todo al técnico hoy mismo.

Él asiente y toma su celular para realizar la llamada mientras yo camino hacia mi despacho. Mis tacones resuenan en el pasillo; cada paso parece marcar mi determinación. Al llegar, cierro la puerta tras de mí y me dejo caer en mi silla.

Necesito unos segundos para pensar, pero mi mente no me da tregua. ¿Qué pasaría si no fuesen coincidencias? ¿Podría alguien estar interviniendo no solo en mis dispositivos, sino también en las rutas de mi auto?

La sola idea de que alguien tenga ese nivel de acceso a mi vida me pone nerviosa y me recuerda las trampas y los juegos sucios de Orestes. Él es el maestro de las maniobras desagradables, pero esto parece demasiado elaborado, incluso para él.

Soy Ema, madre soltera, y dedico cada minuto de mi existencia a mi trabajo. Después de un divorcio desastroso hace años, debido a la infidelidad de mi esposo, decidí enfocarme por completo en la crianza de mis hijas y en desarrollar mi carrera profesional. Aunque me consideran hermosa, no he querido volver a involucrarme en ninguna relación. No se confundan, dije relación, no sexo. Sí, soy una mujer segura de mí misma y disfruto de mi libertad sexual. ¿Quién ha dicho que solo los hombres pueden tener una vida libre? Mi mejor amiga, Serrí, y yo hemos pasado por relaciones fallidas con hombres que no supieron valorar nuestro amor.

Por eso, de vez en cuando, salimos a disfrutar nuestra libertad y nos damos el gusto de elegir a los hombres con quienes compartimos momentos íntimos. Me encanta encontrarme con hombres muy bien dotados y que saben cómo satisfacer a una mujer. Sin embargo, nunca repetimos las experiencias, ya que no quiero complicaciones en mi vida. Preferimos salir de nuestra ciudad y viajar a lugares que nos gustan, donde podemos ser nosotras mismas y disfrutar de nuestra sensualidad. ¿Y si busco a ese hombre que vi esta mañana y lo uso aunque sea un día?

El sonido de una notificación en mi teléfono me asombró: "Ema, deja de pensar en ese hombre". ¿Quién estaba detrás de todo, que hasta parecía leer mis pensamientos?

            
            

COPYRIGHT(©) 2022