Capítulo 3

Asher estaba seguro de que yo no me atrevería a romper definitivamente con él.

Él y Gretchen no se mudaron. En cambio, se instalaron en la torre de la mansión.

Él le regalaba lujosos obsequios en las subastas solo para verla sonreír. Le entregó las llaves de un coche deportivo recién adquirido de manera casual.

Incluso llegó al extremo de rebautizar el club nocturno más rentable de la ciudad sur con el nombre de su amada, en un gesto grandilocuente.

Gretchen mostraba las joyas de edición limitada que Asher le regalaba en las reuniones de la alta sociedad.

Los chismes se esparcieron en el círculo: Asher me había abandonado por una belleza delicada.

Mi dedo rozó un informe financiero sobre la mesa. "Si recuerdo correctamente, los documentos de aprobación para el financiamiento de la ruta comercial del Triángulo Dorado y la asignación de personal requieren mi firma. ¿Verdad?".

John asintió al lado mío. "Así es, señorita Dixon. El señor Dixon insistió en aquel entonces que todos los asuntos empresariales centrales fueran aprobados por usted. Eso evitaría que otros ganaran demasiada influencia".

Solté una risa sarcástica, tomé el bolígrafo y rechacé esa solicitud.

Esa tarde, Asher irrumpió en mi estudio.

Parecía ansioso. "Nicola, ¿qué significa esto? ¿Por qué rechazas el nombramiento de Gavin? Es el más adecuado para supervisar los asuntos allí. Estás bloqueando el financiamiento para las operaciones en el Triángulo Dorado. ¿Te das cuenta de cuánto perderemos si hay un problema con el suministro de mercancías allí?".

Giré distraídamente el bolígrafo entre los dedos y dije con calma: "¿Estás cuestionando mi decisión?".

El hombre tomó una respiración profunda y luego dijo: "Nicola, puedes estar enojada conmigo, pero no bromees con el negocio. Esto concierne a toda la familia Dixon. Es mejor que priorices el panorama general".

Arqueé una ceja y dije: "¿Investigaste los antecedentes de Gavin antes de ascenderlo? Debe millones en deudas de juego. Lo promoviste como jefe del Triángulo Dorado. ¿Acaso intentas entregárselo a nuestra competencia para que pague sus deudas? Y tengo mi plan para los problemas de financiación que mencionas".

El rostro de Asher se tornó entre pálido y ruborizado. Después de un momento de silencio, dijo: "Nicola, piénsalo bien. No rompo nuestro compromiso por respeto al pasado. No hagas problemas para Gretchen y para mí".

Me acerqué a él y le disparé en el hombro izquierdo. "Asher, una vez dijiste que si alguna vez me decepcionabas, me darías tu vida. ¿Eso aún sigue en pie?".

Cayó de rodillas por el dolor, y el sudor perlaba su frente.

De repente, una fuerza fuerte me empujó a un lado cuando Gretchen se apresuró a apoyar a Asher. "Nunca se había lesionado tan gravemente, ni siquiera en el Triángulo Dorado. ¡Has ido demasiado lejos! Crees que puedes hacer lo que quieras solo por ser la hija de la familia Dixon. Mereces ser humillada".

Presioné el arma contra sus labios. "Di una palabra más y nunca volverás a hablar".

Asher rápidamente la puso detrás de él. Me miró fijamente a los ojos y dijo, palabra por palabra: "Nicola, puedes pensar que te he decepcionado. Pero si sigues apuntando a Gretchen, no tendré piedad contigo".

Permanecí impasible y dije fríamente: "Entonces, adelante, inténtalo".

Miré hacia fuera, a las rosas que Asher una vez plantó. Ahora estaban marchitas.

Él había dicho que las rosas era como yo, apasionadas, pero capaces de causar dolor.