Me casé con el hombre al que llamaban indeseable
img img Me casé con el hombre al que llamaban indeseable img Capítulo 4 ¿A dónde vamos
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Capítulo 7 Nada que ocultar, ¿verdad img
Capítulo 8 ¿Podrías perdonarme img
Capítulo 9 ¿Ya te reconciliaste con los tuyos img
Capítulo 10 David y yo terminamos img
Capítulo 11 ¿Olvidaste tus llaves img
Capítulo 12 ¡Aléjate de mí! img
Capítulo 13 ¿Te preocupas por mí img
Capítulo 14 ¿Piensas abandonarme img
Capítulo 15 ¿Quieres ir a mirar img
Capítulo 16 Debo ir a casa img
Capítulo 17 ¿Con quién te vas a ver img
Capítulo 18 Jamás sería infiel img
Capítulo 19 Me vi con ella img
Capítulo 20 ¿Esa no es tu esposa img
Capítulo 21 Me echaron img
Capítulo 22 ¿No habías terminado por hoy img
Capítulo 23 La evidencia img
Capítulo 24 La marca oculta img
Capítulo 25 Ella te escucha img
Capítulo 26 Este es mi salario del mes img
Capítulo 27 Como de la familia img
Capítulo 28 ¿Me estás ocultando algo img
Capítulo 29 ¡Esta es mía para siempre! img
Capítulo 30 Sophie, la novia sustituta img
Capítulo 31 ¡Ahora estamos a mano! img
Capítulo 32 No te resistas img
Capítulo 33 ¿Por qué te disculpas img
Capítulo 34 Tírala por mí img
Capítulo 35 Lo cuidaré por ti img
Capítulo 36 ¡Un fin de semana salvaje! img
Capítulo 37 ¿No sabías que había vuelto img
Capítulo 38 Ella sabe nuestro secreto img
Capítulo 39 El chef inesperado img
Capítulo 40 ¿No ha empezado a hacer preguntas img
Capítulo 41 ¿En qué las puedo ayudar hoy img
Capítulo 42 Probablemente es una réplica img
Capítulo 43 ¿Dónde está tu anillo de bodas img
Capítulo 44 Mi apellido también empieza con K img
Capítulo 45 No quiero cargarte más img
Capítulo 46 ¿Me lo devuelves ya img
Capítulo 47 La que buscaba img
Capítulo 48 El mejor material img
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Capítulo 4 ¿A dónde vamos

Adrian se movió tan rápido que Sophie tuvo que apresurarse y levantar un poco su vestido para poder seguirle el ritmo. Él solo le soltó la mano cuando llegaron a los escalones del hotel.

"Ya conoces mi situación", dijo el hombre, bajando el tono, mientras se detenía un momento. "Si tú...".

Quería darle una salida, decirle que podía abandonarlo si quería.

Sin embargo, antes de que pudiera terminar de hablar, Sophie lo interrumpió: "Gracias por defenderme y poner a ese tipo en su lugar".

Ese gesto la conmovió; nadie la había defendido así nunca. Luego esperó un momento antes de añadir: "¿Pero de verdad las cosas tenían que ponerse tan tensas? Estaba pensando que tal vez podría disculparme y aclarar las cosas. Así todos quedarían satisfechos".

Sophie todavía podía escuchar las furiosas amenazas de Mike en su cabeza. En ese momento no pudo evitar preguntarse cómo Adrian, quien había crecido con todas las comodidades, afrontaría ser excluido de la fortuna de la familia Knight.

Cuando él escuchó su sugerencia, se sorprendió un poco. "No es necesario", respondió, con un tono seco.

"¿Y ahora qué? ¿A dónde vamos?", preguntó ella.

La pequeña pausa de Adrian lo dijo todo: la advertencia de Mike significaba que el lugar al que planeaban ir ya no era una alternativa. Ya no tenía a dónde ir, y ahora era un pobretón, incluso más que su esposa.

Para que no se sintiera avergonzado, Sophie se adelantó: "Puedes quedarte en mi apartamento. Estamos casados, así que eres mi esposo ahora. No hay razón para actuar como extraños".

Adrian parecía que quería discutir, pero la mirada honesta en el rostro de Sophie lo detuvo. Tomando su silencio como un sí, ella lo tomó de la mano y fueron hacia un taxi, el cual los llevó de vuelta al modesto apartamento de la joven.

Sophie nunca se había dado cuenta de lo pequeño que era lugar donde vivía hasta que Adrian entró. Era tan alto que la habitación se veía más encogida y cada rincón parecía más estrecho.

Forzando una sonrisa, ella comentó: "Perdón si te sientes apretado aquí".

Como había tenido una agenda tan apretada, no tuvo tiempo de organizar, así que había montones de documentos y bocetos regados por todas partes.

Antes de que Adrian pudiera comentar algo, ella se puso roja y se apresuró a recoger los papeles sueltos que estaban en el sofá. "Dame un segundo. Voy a cambiarme y a organizar un poco".

Cuando volvió, con una camiseta simple y unos jeans, se detuvo en seco al ver que el joven ya se había arremangado la camisa y apilaba las revistas ordenadamente mientras revisaba los catálogos de joyería que estaban sobre la mesa. Incluso cuando hacía las tareas del hogar, se movía con una especie de gracia natural.

Al verlo, Sophie se sintió genuinamente sorprendida. Siempre había imaginado a Adrian como el tipo de hombre que esperaría que otros lo atendieran, no alguien que se arremangaría la camisa, dispuesto a ayudar. De hecho, había pasado todo el día pensando en cómo iba a cuidarlo.

Él levantó la vista, con una expresión indescifrable, y le preguntó: "¿Dónde pongo esto?".

"Puedes dejarlo en el estante de abajo", respondió ella, señalando una estantería junto a la pared.

Los siguientes minutos transcurrieron en silencio mientras los dos limpiaban uno al lado del otro, sin decir mucho. El silencio se rompió cuando el celular de Adrian sonó y el joven salió al balcón para contestar la llamada.

Desde la puerta, Sophie lo observó de espaldas y luego recorrió el apartamento con la mirada. El desorden había desaparecido, reemplazado por una inesperada sensación de calidez. Por fin podía respirar. Por primera vez en mucho tiempo, de verdad se sentía en casa.

Recuerdos de su infancia le vinieron a la mente en ese momento, de cómo había envidiado a Alice cuando vivía con la familia de su tío. Quería un hogar propio, pertenecer a algún lugar. Quizás eso era el comienzo de algo nuevo.

En el balcón, Adrian contestó su celular. La voz que lo saludó sonaba eufórica: "¡Felicidades, amigo! ¡Por fin te deshiciste de los Knight! Y déjame adivinar: Alice te dejó en cuanto supo que perdiste todo tu dinero, ¿verdad? Apuesto a que ya está empacando las maletas".

            
            

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