Al llegar ala capital del país PR. Mia no tenía más opción que pasar la noche en la cuidad ya que los vuelos salian hasta mañana, con el rostro de desilusión y cansancio se dirigía a buscar un hotel serca del aeropuerto, la distracción sería un gran error.
Muy bonita, es lo último que escucho entre susurros, Mia mientras perdía el conocimiento con un tela mojado que le cubria la nariz y la boca haciendo que pierda poco a poco el conocimiento, pronunciando sus últimas palabras no, no por favor no, tratando con toda sus fuerzas de mantenerse consiente.
Dos horas después, en una habitación fría y oscura dos hombres, con el aura siniestro entre murmullos hablaban, Mia con un fuerte dolor de cabeza sobre una cama intenta recomponerse en silencio recordando que había pasado y intentando explicarse.
Vaya ya despertaste muñequita, con la voz siniestra y con olor nauseabundo ah alcohol, el mismo hombre que la drogo, con apariencia horripilante toma a Mia de la barbilla obligándole a mirarlo, la pasaremos muy bien, dibujando una sonrisa de lujuria dice el hombre parado frente a ella.
Que es lo quieres, por que estoy aquí, endureciendo la mirada y desapareciendo todo rastro de debilidad en el rostro Mia dice soltando se del agarre del hombre imaginandose lo que deseaba.
Salte de aquí, y que nadie nos moleste, le grita al hombre detrás de él, al escuchar la puerta cerrarse, y de un salto atrapo a Mia contra la pared, sosteniendola del cuello, pronunciando la palabras esta noche vas a ser mía, para luego obligarlo a besarlo.
Mia asqueada y con toda su ira mordió los labios que la presionaban, como si con eso desquitara todo el odio y el asco que estaba sintiendo.
Con la boca ensangrentada este hombre que había secuestrado a Mia, se apartó, desperarado, ¡¡¡maldita perra!!!! Grito con furia, para luego extender la mano para dirigir el golpe directamente al rostro de Mia, haciendo que cayera con fuerza al piso.
Quejándose de dolor mía intentaba recomponerse mientras las lágrimas se desprendían de sus ojos cafés, y antes de que pudiera defenderse el hombre aún más furioso que antes, levantó su indefenso cuerpo para luego lanzarlo con fuerza sobre la cama, haciendo que nuevamente se golpea l cabeza que ahora estaba ensangrentada.
¡¡Maldita perra!! voy hacer que te arrepientas, te voy matar!! no sabes quien soy, Gritaba mientras rasgabaa pedasos la ropa de mía,
Suelteme no me toques me das asco, maldito sueltame, desperada lucha haciendo que desaparezca toda rostro de bondad y alegría de su hermoso rostro, con el último aliento y con las pocas fuerzas que le quedaba tiro al hombre de un golpe en la entre pierna, para correr hacia el arma sobre la mesa que había visto desde el momento en que despertó.
Mientras el hombre corría tras ella, Mia ya tenía el arma en las manos, de un rápido movimiento tenía el arma apuntado directamente en la cabeza del hombre.
De rodillas, de rodillas!!! Grito con los ojos fríos, forzando una ronrisa malisiosa, yo te voy a matar, pero antes voy a ser que te arrepientas de todo, me vas a rogar que te mate susurro Mia, tratando de reprimir las lágrimas rebeldes.
Afuera de aquella habitación se desorrallaba una masacre silenciosa, con un arma y un silenciador un hombre de apariencia fuerte, con el rostro hermoso y sin expresión alguna, acaba uno a ano a los hombres que estaban a la orden del hombre que yacia de rodillas frente a Mia.
Mientras una parte de Mia gritaba es hora matalo acaba con todo, otra parte decía, no lo hagas siempre te has mantenido firme hasta ahora , por tu hija.
Por favor, no dispares, te puedo dar dinero lo que quieras, este hombre había completamente de la expresión de su rostro, al ver la sonrisa malvada de Mia.
Callate! Te voy a matar maldito cerdo, no vas a lastimar a nadie más, nadie más va tocarme jamás, los voy a matar a todos,!!!! una vez más grito mía aún con las lágrimas en el rostro haciendo que desaparezca la conciencia y perdiéndose en la locura.
Disparale, matalo!!, una voz fuerte y varonil se escucho bastante cerca, al voltear la mirada el mismo hombre que había acabado a los hombre que estaban afuera quienes supuestamente estaban cuidando las espaldas del hombre que ahora estaba de rodillas, ahora parado junto a Mia apuntando al mismos hombre que ella quería matar