La suerte de ilein
img img La suerte de ilein img Capítulo 4 Celos y Sospechas
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Capítulo 6 Acorralada pero no Vencida img
Capítulo 7 Un Encuentro Bajo la Luna de Invierno img
Capítulo 8 Un Encuentro Bajo la Luna de Invierno img
Capítulo 9 Un Amanecer Despiadado img
Capítulo 10 El Almuerzo que Cambió Todo img
Capítulo 11 El Lobo Hambriento img
Capítulo 12 El Abrazo de las Amigas img
Capítulo 13 Verdadera Naturaleza: El Precio del Poder img
Capítulo 14 Día de Chicas img
Capítulo 15 L'Inferno img
Capítulo 16 L'Inferno II (Continuación) img
Capítulo 17 Miradas de Deseo img
Capítulo 18 Secretos y Sombras img
Capítulo 19 La Trampa img
Capítulo 20 La Trampa Segunda Parte img
Capítulo 21 Interrupción img
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Capítulo 4 Celos y Sospechas

Desde aquellos primeros contactos, Ilein se sentía cada vez más vigilada, como si una sombra invisible se hubiera instalado en su vida. Era una presencia constante que la acechaba en cada pasillo, en cada rincón del edificio, observando cada uno de sus movimientos con una paciencia inquietante. La sensación de ser perseguida por un espectro invisible le provocaba una mezcla de ansiedad y vulnerabilidad, que solo aumentaba en los momentos en que Máximo parecía aparecer en su campo visual, como un reflejo oscuro de su propia inseguridad.

Intentaba evitar a Máximo a toda costa, desviándose por rutas alternativas, fingiendo no verlo, encerrándose en su apartamento el mayor tiempo posible. Pero era inútil. Sus caminos parecían destinados a cruzarse, recordándole constantemente la presencia inquietante de aquel hombre de ojos azules y sonrisa que nunca lograba ser cálida. Cada vez más, su actitud era de extrema cautela, como si cada paso que daba pudiera desencadenar una tormenta. Un temor creciente la atenazaba cada vez que escuchaba el sonido de sus pasos en los pasillos o percibía su inconfundible aroma a cuero y tabaco, que parecía envolverla en una especie de hechizo seductor y peligroso.

La admiración inicial se había transformado en una mezcla de respeto y miedo, reconociendo que Máximo Moretti era una fuerza poderosa, una presencia que podía ejercer una influencia devastadora sobre su destino en Milán. La sensación de vulnerabilidad se intensificaba con cada encuentro no planeado, cada mirada que parecía atravesar su piel.

Una tarde, el sol filtraba sus últimos rayos dorados a través de los amplios ventanales del restaurante "La Famiglia", bañando el espacio en una luz cálida y envolvente. Máximo había bajado a almorzar tarde, buscando un respiro en su agitada agenda, esperando que el lugar estuviera menos concurrido. Pero al entrar, su mirada se detuvo en una mesa cerca de la ventana, donde Ilein y Salvatore compartían algo más que un simple almuerzo.

Estaban absortos en una conversación animada, sus rostros iluminados por risas y una complicidad que parecía casi íntima. Ilein, normalmente reservada en presencia de Máximo, parecía increíblemente relajada y radiante. Su cabello oscuro caía en ondas suaves sobre sus hombros, mientras gesticulaba con entusiasmo, explicando algo a Salvatore con una pasión que parecía contagiosa. La forma en que Salvatore la escuchaba, inclinándose ligeramente hacia ella, con una sonrisa genuina y admirativa, hacía que el mundo de Máximo se redujera a esa pequeña escena, como si solo existieran ellos dos en ese instante.

Un vuelco en su estómago le recordó su propia vulnerabilidad. La mezcla de sorpresa y un disgusto que no logró identificar del todo lo invadió. ¿Desde cuándo Ilein y Salvatore eran tan cercanos? La imagen de ellos dos, tan relajados, tan felices, le pareció perturbadora y, en cierto modo, peligrosa. La sensación de celos irracionales empezó a crecer, como una llama que se aviva con el viento.

¿Celos de qué? ¿De la atención que Salvatore le estaba brindando a Ilein? ¿O quizás, una punzada de celos profesionales, al verlos tan compenetrados en temas de diseño y cocina, terrenos en los que él, como CEO, también tenía interés? La confusión se apoderó de él, alimentada por la idea de que Salvatore y Ilein compartían una conexión que él no lograba comprender, y que quizás, ella misma, sin saberlo, estaba jugando un juego peligroso.

Pero esa sensación de celos pronto se convirtió en sospecha. Máximo empezó a cuestionar las verdaderas intenciones de Ilein. ¿Era realmente tan ingenua e inocente como parecía? ¿O estaba utilizando a Salvatore para ascender en la empresa, cultivando una relación que, en realidad, solo era una estrategia? La imagen de Ilein como una trepadora social, dispuesta a todo para alcanzar sus metas, comenzó a formarse en su mente, alimentada por prejuicios y una creciente desconfianza que le quemaba por dentro.

Observó cómo Salvatore le tomaba la mano brevemente en un gesto casual, pero lleno de significado. ¿Cuánto más había avanzado esa relación? ¿Qué más estaría dispuesta a hacer Ilein para ganarse el favor de la familia Moretti? La idea de que ella pudiera estar manipulando a su hermano, aprovechándose de su amabilidad y encanto, lo enfureció aún más, mezclando celos y rabia en un cóctel peligroso.

Sintió la necesidad imperiosa de interrumpir esa escena, de poner fin a esa supuesta farsa de complicidad y felicidad. Pero también, en lo más profundo, temía la respuesta. Temía descubrir que sus sospechas eran ciertas, que Ilein era una trepadora sin escrúpulos, dispuesta a usar a la familia para alcanzar sus ambiciones. La idea de perder el control, de ser manipulado, le producía un frío que le recorría las entrañas.

Con la mandíbula tensa y el puño apretado, Máximo se dio la vuelta bruscamente y salió del restaurante. La imagen de Ilein y Salvatore, tan cercanos y radiantes, quedó grabada en su mente, como una sombra que se extendía y crecía en su interior. Ya no tenía apetito. La escena había arruinado su almuerzo y sembrado una semilla de desconfianza que, sabía, podía florecer en algo mucho más oscuro y peligroso.

Mientras caminaba alejándose, Máximo se detuvo un instante en la puerta, mirando hacia atrás con una expresión que parecía esconder algo más profundo. En su rostro, una sombra de duda o quizás una revelación oculta, como si esa escena le hubiera abierto una puerta a un secreto que preferiría mantener cerrado. La sombra en su mirada sugería que, en realidad, esa imagen solo era la superficie de algo mucho más complejo y peligroso que estaba por descubrirse..._

            
            

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