Capítulo 5 Fuego y hielo

Generalmente Eduarth era un hombre pasivo y sensato, por mas grande que fuera el problema nunca perdía la tranquilidad, dificilmente perdía la paciencia, pero esta vez tenía los ojos ardiendo de furia.

Tu, tu vas a arrepentirte, no te me vas ah escapar, te vas a arrepentir, dijo en su mente apretando los puños, en el asiento del conductor, Brian miraba sorprendido y con miedo por comportamiento de su jefe, a simple vista se podía ver que estaba ardiendo en furia mirando a aquella mujer que se atrevió a desafiarlo.

Esa mirada nunca lo había visto es como si quisiera extrangularla, será capas de hacerlo, no, no lo creo el siempre ah sido bondadoso a pesar de su seriedad, nunca se atrevió a levantarle la mano a nadie mucho menos a una mujer, su intiligencia siempre suficiente para resolver todos los conflictos que se le presentaba, nunca había perdido la cordura , pero esa mujer realmente logró sacarlo de sus cabales, pensó dentro de sí Brian.

Con la música a todo volumen y los gritos de algarabia al otro lado Inanna, entre la multitud logró ver a lo lejos varios coches negros estacionados, con la sonrisa de oreja a oreja y con la adrenalina recorriendo sus venas, este juego está por empezar veamos quien gana, se dijo así misma viendo aquellos coches sabiendo que ellos estaban ahí por ella.

Aún con el vestido rojo sexi que traía, y a todos observándola algunos con lujuria, mientras otras con envidia,

Mientras la multitud se dispersaba para irse, ya que la policía no tardaría en llegar al lugar, pero no sólo eso, si no que había muchos agentes de la cía que tenían pisandoles los talones.

Inanna vio salir al hombre al que le debia una apuesta y al que le robo su coche y al que que drogo en una sola noche, por unos pocos segundos quedó imnotisada por su hermoso rostro y su escultural figura, para luego recordarse que tenía que tener un plan, pero no tenía ninguno, toca improvisar, lo más importante Andrew tiene que desaparecer, se dijo así misma.

Al darse la vuelta para buscarlo se encontró frente a frente con Taylor, a lo lejos detrás de Taylor, Andrew no perdía de vista a Inanna tal como ella le había ordenado, y detrás de ella tenía a Eduarth acercandose.

Quiero mi coche exactamente de donde lo sacaste y exactamente como lo encontraste, con una sonrisa desafiante y pícara Inanna exigió a un Taylor imnotisado por la sexy figura de Inanna.

Como quieras bonita, dijo jadeando y acercandose más y más a los labios gruesos de Inanna con los ojos lujuriosos.

Inanna en este momento sabía que tenía que actuar rápido, nesecitaba decirle a Andrew que se fuera sin que Eduarth ni sus hombre se dieran cuenta, y con todo el asco que representaba hacer esto.

Inanna dejó unir sus labios con los de hombre al que siempre había detestado, teniendo toda la atención e aquel beso, logró hacerle una señal a Andrew para que se fuera del lugar.

Andrew comprendió lo que estaba sucediendo en este momento y entendió que tenía que huir para ayudar a Inanna.

Por otro lado Eduarth, serca de Inanna vio como aquella mujer disfrutaba haber ganado con el coche que le había robado, y lo que más lo enfureció fue ver como besaba a un hombre cuando en su apuesta tenía casarse con el.

Maldita mujer, quien te crees que eres, no eres más que una perra una cualquiera, jamás te haría mi esposa, grito para si mismo apretando los puños, enrojecido de enojo y frustración al verla como se divertía.

Te DIVIERTES? pregunto Eduarth ocultando todo rastro de enojo y sin expresión alguna en el rostro, se te olvido pagar una apuesta, replicó omitiendo lo demás.

Inanna al escuchar la voz de Eduarth apartó de inmediato a Taylor, para voltear a ver al hombre que había escuchado detrás de ella, sus ojos al instante conectaron y por unos segundos se perdieron uno en el otro, Eduarth con los ojos azules claros como el mar que proyectaba fuego ardiente e intenso, mientras que Inanna con los ojos café claros fríos como un témpano de hielo.