Me describo como una chica con buen cuerpo por mis ejercicios, soy de piel blanca y mi ca-bello es rubio ondulado, mis ojos son de color verdes, bendecida con muchas pestañas, labios carnosos rojos y pechos promedio, tengo un tamaño normal y la verdad soy muy bonita, como diría mi amiga Gianna que es la que tiene una autoestima muy alta y se ama completamente, me describe como hermosa y si ella lo dice debo creerlo. No es que no esté clara al verme ahora en el espejo que lo soy, pero como dicen, el que calla otorga.
Mis ojos bajan a mi hombro izquierdo a lo que me ha recordado por años algo que trato de no pensar pero que aun así la mente me traiciona, rápidamente decido quitarme la blusa de tiran-tes pasándolo por mi cabeza ocasionando que mi cola de cabello vuelva hacer un desastre. Elijo otra blusa color rojo que me cubre esa área y hace que mi atuendo se vea mucho mejor.
Si mi mejor amiga Jules estuviera aquí, viéndome recurrir a una blusa que oculta algo que me representa como siempre me dice ella, una chica fuerte, estuviera dándome palabras sensatas a lo que me llevaría a quejarme, pero aun así la amo porque sé que lo dice por mi bien emo-cional.
La verdad aunque hayan pasado 14 años desde que perdí a mis padres, no he podido aceptar-lo. Me duele demasiado y aunque tuve que aprender a vivir con eso, no puedo evitar odiar que no estén aquí. Es algo muy injusto, me desgarra el alma, me duele de una forma difícil de explicar, siempre los voy a extrañar demasiado. Si pienso en ellos, mi corazón palpita rápido y todo se vuelve tedioso cuando mis pensamientos viajan al accidente.
A veces tengo la mala costumbre de preguntarme si acaso tuve suerte al sobrevivir o un casti-go. Pero esa pregunta es respondida cuando veo a mis abuelos paternos, que me aman inmen-samente y que se encargaron de mi custodia para protegerme de todo. Cuando estoy con mis abuelos, siento que tuve más que suerte y es como sentir que aunque mis padres no estén en este mundo, me dejaron en muy buenas manos.
Decido que es hora de salir del apartamento que rente hace un mes para independizarme. Mis abuelos no estaban muy a gusto con la idea pero lo aceptaron al final, como sé que no pueden estar viniendo muy seguido a verme, los visito desde que tengo tiempo, que es casi siempre.
Cuando salgo de la casa mi celular vibra por un mensaje de Cody, mi ex. Ni siquiera intento leerlo porque podría hacerme molestar incluso en el trabajo. Lo guardo en el bolsillo de mi jeans clásicos de la tienda zara que me encanta y me enfoco en caminar para llegar a la bi-blioteca.
Camino unas cuantas cuadras y alcanzó ver la biblioteca. Sonrío mientras me acerco, la verdad una de las cosas que no me arrepiento de hacer a pesar que no lo necesitara el trabajo, es el hecho de que me encanta la biblioteca y me agrada muchísimo Rosanna la dueña del lugar, que hace 3 meses cuando vine a la biblioteca a leer unos de los buenos libros de romance que hay. Escuche como estaba buscando a alguien quién le ayude ya que parece que la chica que estaba antes no le hacía el trabajo bien en cuanto al ser amable con las personas e incluso era un desastre en organizar los libros.
Entro y sonrío, me doy cuenta que llegué temprano y que tengo tiempo de organizar algunas estanterías que tengan los libros desordenados y no en su lugar de género. Veo a Rosanna pasar con unos cuantos libros en sus brazos sin darse cuenta de mi presencia. Es una mujer que creo que tiene unos 42 años, muy hermosa de ojos grises y es madre soltera, tiene un hijo casi de mi edad que la verdad viene muy poco por aquí, pero las veces que he topado algunas palabras con el, me agrada, y es porque no intentó coquetear ni nada por el estilo.
─ ¡Llegué!─ aviso como he hecho desde que trabajo aquí, da un respingo al escucharme.
─ ¡oh Alice!...que bueno que llegaste─ me habla cuando me acerco para ayudarle.
─Te escuchas como si crees que no volveré─ le digo divertida al coger algunos libros de sus brazos, los voy poniendo en orden mientras ella hace lo mismo.
─Que va, sé cuánto amas leer y apuesto que vendrías aunque no tuvieras ganas─ afirma sonriendo en cuanto termina, le devuelvo la sonrisa.
─ ¡vaya conoces mi adicción para leer!─ digo sonando sorprendida, ríe negando con la cabeza.
─ ¿Eso incluye al café también?─ me pregunta.
─Demonios sí, lo incluye─ le respondo al aplaudirle y escucharla reír de nuevo.
─Lo bueno es que lo admites─ dice al alejarse cuando ve llegar a dos personas y darles la bienvenida.
El horario de la biblioteca es de 3 pm a 6 pm, me parece un horario adecuado. Las horas van avanzando mientras organizo la biblioteca, les doy las fichas a los estudiantes que vienen a reunirse hacer trabajos y ayudo a buscar libros buenos a chicas y chicos que les gusten leer cualquier género de libros.
Cuando estoy aquí me siento...muy bien, es como si amara la idea que mamá dejara en mi el amor por la lectura y es como si compartiera un recuerdo de ella mientras estoy rodeada de libros.
Le entrego un libro de ficción a un chico, me agradece y siento mi celular vibrar de nuevo, quiero bufar molesta cuando lo saco del bolsillo para saber si se trata de la misma persona, pero no es así, se trata de Jules.
Jules mi putona
"Adivina que pienso"
Decido escribirle.
¿Succionarle la polla Austin?
Me rio porque apuesto que está rondando los ojos.
"Ir a tu casa a las 7 estúpida mejor amiga mente sucia"
No puedo evitar reír.
Bien, tráeme algo.
"Iré a velar a tu casa y me estas pidiendo que lleve algo"
¿Qué hice para merecerte puta?
"Gracias por halagarme, sé que me amas mucho"
Niego con la cabeza divertida al guardar el celular otra vez y decido seguir en el trabajo. Veo que Rosanna me hace señas que me acerque, lo hago.
─Cariño, ¿Podrías hacerme un favor?─ me pregunta.
─Claro, solo dime─ le respondo.
─Necesito que vayas a comprarme un periódico en la tienda de al lado─ me explica.
─Está bien Rosanna─ le digo al salir sin dejarla darme el dinero.
Como es casi al lado de la biblioteca llego de una vez, pido el periódico de hoy y lo pago. En el momento que salgo de la tienda me sorprendo al toparme de frente con Cody. Hay algunas cosas con respeto a Cody que me hacen sentir como la peor chica rompe corazones del mundo por lo visto, es que no ha entendido nuestra ruptura.
Cody es un chico guapísimo, es alto, pelo rubio y ojos azules, tiene un cuerpo de infarto y viene de una buena familia, trabaja en la empresa con su padre como aprendiz por lo que se puede halagar que viste muy bien, y tiene un auto, es el sueño de toda chica, pero no el mío. Han escuchado a alguien decir que Dios le da barba al que no tiene barbilla, creo que ese es mi caso.
Hay que admitir que Cody no fue un mal novio, estuvo atento en la relación e incluso de los dos es el que más se esforzó. Con él perdí mi virginidad porque se lo mereció, no es que di-je "oh mira, es el indicado para que sea el dueño de mi pureza", lo que si se es que sucedió y no me arrepiento que sea el.
Entonces siendo así Jules me preguntó que es entonces lo que no me gustó de él, a lo que le respondí que de gustar me gusta la forma de él, pero siento que falta algo, no sé que rayos es, pero simplemente necesito algo más, lo cual como es Jules de graciosa me dijo "Quizás un pene más grande "
Realmente no se trata de eso, y por esta razón alejo mis pensamientos porque eso puede gritar en mis mejillas sonrojadas mientras el está presente. Lo nuestro duró 9 meses y en realidad es lo que más he durado en una relación, pero eso no quiere decir que deba volver cuando no me siento lista o que en realidad lo que creo y admito que me sucede, es que le tengo miedo al compromiso algo que me echa mucho en cara Gianna cada vez que topamos el tema.
─Alice─ me habla tratando de mirarme directo a los ojos pero lo evito sin ser muy dura con él. Hemos tenido esta conversación varias veces, pero por lo visto todavía quiere complicarme mis pensamientos.
─Cody, ¿Qué haces aquí?─ le hablo directa y cansada de lo mismo.
─Siento que me corres, no te alejes, trato de intentar que hablemos...
─ ¡De lo que hemos hablado ya!─ le corto y suspira apretando la mandíbula.
─Quiero que sigas siendo mi novia─ me habla sonando dolido, llevo mi mano libre a su an-tebrazo y nos ponemos en un lugar más privado.
─Cody entiéndeme, una cosa es que quieras que sea tu novia y otra es que no puedes tenerme al 100% como tú lo quieres y te mereces─ le digo sincera, en realidad esta situación me duele, porque sé que él está enamorado de mi, pero no puedo tapar lo que siento con un dedo y jugar con alguien que se merece que lo amen de la misma forma.
No hacer lo que no te gusta que te hagan, jugar con los sentimientos de las personas es algo que es muy feo, hay que tener empatía y razonamiento.
─Alice siempre has sido tan terca─ afirma dolido cuando lleva la mano a su frente.
─Entiende por favor, no quiero estar otra vez en esta misma situación, se terminó Cody─ le digo al pasarle por el lado y dejándolo aturdido procesando todo. Es la primera vez que le digo que se acabó de forma clara e incluso siento un peso menos al darme cuenta que tomé la decisión correcta a pesar que en otra parte de mi interior me sienta mal.
Cuando entro a la biblioteca tengo los ánimos bajo y como Rosanna está llenando algunas fichas con algunos estudiantes, de forma curiosa decido ver el periódico. Hay algo que llama mucho mi atención, hablan sobre que es la nueva temporada de las olimpiadas de tenis, en la portada del periódico lo que se observa es al mejor jugador de tenis profesional de este año del género masculino es a...Tobías Mcbroom, pero creo que eso no es lo que hace que sienta la adrenalina por todo mi cuerpo, es el hecho que más abajo se ve una maldita foto mía, ¿Cómo lo sé? Porque por lo visto me fotografiaron caminando de espalda por esta misma zona.
─Mierda─ espeto molesta y dolida, mientras veo una foto mía de pequeña jugando y otra foto de ahora.
¿Quién dijo que mi vida no es una constancia de sucesos inesperados?