Nunca Es Tarde Para Amarte
img img Nunca Es Tarde Para Amarte img Capítulo 5 El misterioso hombre enmascarado
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Capítulo 16 Acepto img
Capítulo 17 Me pone enfermo img
Capítulo 18 Echarla img
Capítulo 19 Fui invitada img
Capítulo 20 La identidad de Luna img
Capítulo 21 ¿Por qué me robó el reloj img
Capítulo 22 Contraproducente img
Capítulo 23 ¿Iba a besarla img
Capítulo 24 Cásate conmigo img
Capítulo 25 Un masoquista img
Capítulo 26 ¿Estás celosa img
Capítulo 27 Un olor familiar img
Capítulo 28 Llevándola a casa img
Capítulo 29 Suéltame img
Capítulo 30 Demasiado bueno para mí img
Capítulo 31 Pagaré img
Capítulo 32 Tengo una idea img
Capítulo 33 Con que no la maten img
Capítulo 34 Subasta img
Capítulo 35 El último artículo de la subasta img
Capítulo 36 Por favor, no te vayas img
Capítulo 37 Tomando su mano img
Capítulo 38 El atraco img
Capítulo 39 Regalo de compromiso img
Capítulo 40 No hice nada malo img
Capítulo 41 Mentira img
Capítulo 42 Besarla img
Capítulo 43 Me iré a casa img
Capítulo 44 Mudanza img
Capítulo 45 Collar de rubíes img
Capítulo 46 Viviendo juntos img
Capítulo 47 Quemaduras img
Capítulo 48 Se quedará conmigo img
Capítulo 49 No esperes que vuelva img
Capítulo 50 Chismes img
Capítulo 51 Estás despedida img
Capítulo 52 Todavía podemos ser amigos img
Capítulo 53 No huyas img
Capítulo 54 ¿Fiesta de compromiso img
Capítulo 55 No olvides quién eres img
Capítulo 56 ¿Qué diablos quieres hacer img
Capítulo 57 ¿A dónde vamos img
Capítulo 58 Me he olvidado de traer regalos img
Capítulo 59 Cocina francesa img
Capítulo 60 No sueñes con cosas que no te pertenecen img
Capítulo 61 ¿Has perdido la cabeza img
Capítulo 62 Bloquéala img
Capítulo 63 ¿Estás enamorada de Silas img
Capítulo 64 Una extraña invitación a una entrevista img
Capítulo 65 La entrevista img
Capítulo 66 Un accidente automovilístico img
Capítulo 67 Tu novio es muy dulce contigo img
Capítulo 68 Pareces amarlo mucho img
Capítulo 69 No lo vuelvas a ver img
Capítulo 70 Él solo jugaba con ella img
Capítulo 71 ¿Eres celoso img
Capítulo 72 Ruégame img
Capítulo 73 También es mi fiesta de compromiso img
Capítulo 74 Por favor, no te vayas img
Capítulo 75 Fiesta de compromiso img
Capítulo 76 Una belleza de mujer img
Capítulo 77 Me decepcionas img
Capítulo 78 ¿Por qué eres tan desalmada img
Capítulo 79 ¿Qué quieres hacer respecto a esto img
Capítulo 80 Échenlos img
Capítulo 81 ¿Cómo apaciguas a tu novia img
Capítulo 82 La colección de vinos de Silas img
Capítulo 83 No quiero casarme con él img
Capítulo 84 Eres demasiado sucio img
Capítulo 85 Eres feo cuando lloras img
Capítulo 86 Mudanza a Clear Spring Manor img
Capítulo 87 ¿No eres feliz img
Capítulo 88 Recuerda usar zapatos img
Capítulo 89 Las extrañas espaldas de los tres img
Capítulo 90 Durmiendo en la misma cama img
Capítulo 91 Preparando el desayuno img
Capítulo 92 El acreedor de Luna img
Capítulo 93 Envíala a trabajar img
Capítulo 94 ¿Estás celoso img
Capítulo 95 ¿Dónde compraste tu ropa img
Capítulo 96 Luna, almorcemos juntos img
Capítulo 97 No seas celoso img
Capítulo 98 ¿Con quién crees que estás hablando img
Capítulo 99 Eres mía img
Capítulo 100 Le gusto img
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Capítulo 5 El misterioso hombre enmascarado

Silas se sacudió la mano de Luna, pero al ver la impotencia en los ojos de ella, maldijo en voz baja y se quitó el abrigo.

Entonces, le cubrió la cabeza con el abrigo para que su rostro no se viera en absoluto, y luego la tomó en brazos.

"¡Ah!".

En un abrir y cerrar de ojos, sus pies se despegaron del suelo, y por miedo a caerse, Luna cruzó sus brazos alrededor del cuello de él.

Sin embargo, quedaron tan cerca el uno del otro, que ella inhaló todas sus feromonas nuevamente, lo que la volvió a excitar, pero esta vez ya no pudo contenerse, así que comenzó a masajear su cuello con deseo, aunque una pequeña voz en la parte de atrás de su cabeza le gritaba que no lo hiciera.

Debido a que su cabeza estaba cubierta por el abrigo, no podía ver ni escuchar los comentarios de las demás personas presentes.

"¡Ay, Dios mío! ¡Qué atrevido es Silas!".

"Ese es exactamente su estilo, pero, ¿quién es la mujer que lleva en brazos? Esa chica ligó con él de inmediato".

"Sí, probablemente venga de una familia pobre y anda en busca de su dinero".

"Ja, ja, todos en A City saben que Silas nunca tendrá una relación seria con nadie".

Royal, el cual acababa de calmar a Alena, escuchó la conmoción y miró a la mujer en los brazos de Silas, y gracias al vestido que llevaba puesto, se dio cuenta de que se trataba de Luna.

'Ya entiendo por qué me rechazó, ¡estaba ocupada coqueteando con Silas!

¡Esa perra!'.

Al otro lado del salón, Nina también reconoció a la mujer con el rostro tapado, y su corazón se turbó de emociones contradictorias, pues, por un lado, estaba feliz de que su plan funcionara y, por el otro, estaba celosa de su media hermana.

Por suerte, mientras todo esto sucedía, Luna no se dio cuenta de nada, porque lo único que le preocupaba en ese momento era acercarse a Silas, impulsada por la droga dentro de su cuerpo que la estaba volviendo loca.

Finalmente, el hombre la acostó en una cama enorme que había en el salón. Entonces, sin decir nada, dio media vuelta, listo para marcharse.

"¿Por qué?", preguntó ella.

Antes de poder cerrar la puerta, él escuchó la voz suave y ronca de aquella mujer, y en ese instante dudó, pero luego negó con la cabeza y aceleró el paso.

Luna comenzó a llorar cuando escuchó la puerta cerrarse tras de él, pues su padre había hecho todo lo posible para que ella complaciera a ese hombre.

Sin embargo, las cosas iban terriblemente mal.

¿Por qué la había drogado en primer lugar si después la dejaría sola en esa habitación? ¿Qué estaba pasando?

La cabeza de la joven daba vueltas, ya que no sabía qué hacer para saciar su lujuria. Entonces, luchó por levantarse de la cama.

Sin embargo, tan pronto como sus dedos tocaron la alfombra, sus rodillas se doblaron y cayó al piso.

A partir de ese momento, ya no pudo soportarlo más, así que buscó en su cartera y con una mano temblorosa sacó un pequeño cuchillo. Inmediatamente, se levantó el vestido y se cortó el muslo.

Enseguida la sangre comenzó a brotar de la herida y manchó su vestido hasta caer en la alfombra en forma de pequeñas gotas, las cuales parecían rosas floreciendo sobre una sábana blanca.

La mente de Luna se aclaró por un instante gracias al dolor punzante de la herida. Ahora las lágrimas rodaban libremente por sus mejillas.

En ese momento, visualizó el rostro de Owen, junto a su dulce sonrisa y su promesa de casarse con ella...

Recordarlo fue suficiente para que ella se llenara de determinación, y ahora su herida ya no le dolía tanto.

Luna estaba conservando su virginidad para que Owen la tomase el día de su boda.

Desde la pantalla de las cámaras de seguridad, Silas observó en silencio a la contrariada mujer apuñalarse y llorar mientras golpeteaba la mesa con los dedos sintiendo emociones contradictorias.

Luego, vio a Luna tomar el cuchillo una vez más, pero esta vez se cortó el otro muslo.

Al ver esto, él frunció el ceño y sus dedos dejaron de tamborilear. Inmediatamente se puso de pie de forma abrupta, tanto así que la silla en la que reposaba cayó al suelo detrás de él.

Irritado, se acercó a la ventana y sacó su celular mientras observaba el paisaje a través de aquel marco.

Cuando le contestaron su llamada, él se limitó a darle la ubicación del resort a la persona en el otro lado de la línea, y luego colgó la llamada. Entonces, agarró algo brillante que reposaba en la mesa, era una máscara plateada.

Posteriormente, abrió la puerta del armario que se encontraba en la otra esquina de la habitación e hizo las ropas a un lado. Al fondo del armario había una puerta pequeña, y cuando la vio, Silas vaciló un momento mientras su mano se cernía sobre la manija. Primero se mentalizó, y girando el pomo abrió la puerta lentamente para después entrar en el cuarto.

Los nudillos de Luna iban perdiendo el color a medida que apretaba la empuñadura del cuchillo, y con un leve temblor, lo puso en alto para apuñalarse otra vez, pero en ese momento una voz fría la detuvo. "¡Detente!".

El cuerpo de ella se puso rígido, pues dentro sentía un deseo desenfrenado por acostarse con un hombre.

Cuando miró hacia arriba confundida, lo único que pudo ver fue a un hombre con una máscara plateada sobre el rostro, el cual llevaba una camisa negra con el cuello ligeramente abierto, lo que dejaba al descubierto su blanco pecho. Aunque la mitad de su rostro estaba cubierto por la máscara, era evidente que aquel varón era terriblemente apuesto. Entonces, él la miró directamente con sus ojos penetrantes, y ella sintió un escalofrío recorrer su columna, provocado por el aura dominante que él emanaba con tan solo permanecer de pie ahí.

Todas esas emociones lograron hacer que Luna recobrara un poco el sentido, así que tragó saliva y dijo con voz ronca: "Perdón.

Ya me iba".

"No hay necesidad".

Ella permanecía anclada al suelo cuando de pronto una idea se le vino a la mente:

'¿Silas me dejó en esta habitación a propósito?

¿Qué diablos quería de mí?'. Sin embargo, antes de que pudiera indagar más en el asunto, otra ola de lujuria se apoderó de ella.

Esta vez se levantó la falda sin poder evitarlo y, aunque su mente era un desastre, miró fijamente al hombre con la máscara mientras se movía de forma inquieta, sin percatarse de que sus contoneos y su sensual mirada excitaban a aquel hombre de sobremanera.

Silas tragó saliva y trató de calmarse.

Entonces, estiró el cuello de su camisa con vehemencia y caminó hacia Luna, sin saber que su actitud la asustaba.

A medida que el hombre enmascarado se acercaba a ella, su corazón se aceleraba.

En ese momento, algo pareció cruzar por la mente de Silas, pues de repente se detuvo a cinco pasos de ella.

Luego miró a la avergonzada mujer, sacó su celular otra vez y marcó un número.

"Trae tu botiquín y unos calmantes al resort. Ven directamente al salón en la esquina del segundo piso".

Luna no pudo escuchar lo que dijo la persona al otro lado de la línea, pero luego Silas respondió: "No es para mí. Yo estoy bien. Solo llega lo más rápido que puedas. Ah, y entra por la puerta trasera".

La joven exhaló un suspiro de alivio tras escuchar aquella conversación telefónica.

Sin embargo, sintió que su consciencia se desvanecía nuevamente, así que apretó los dientes y volvió a apuñalarse la pierna.

Tras colgar la llamada, Silas se dio cuenta de lo que Luna había hecho, por lo que se acercó a ella y se arrodilló a su lado.

Cuando vio su rostro lastimero y empapado de lágrimas, sin darse cuenta levantó su mano y secó sus lágrimas, pero cuando rozó su mejilla, se percató de lo que estaba haciendo y retiró su mano de inmediato.

En ese momento, la expresión de él se ensombreció.

Luna, por otro lado, ya no podía combatir la droga en su sistema, así que cuando estaba a punto de perder el conocimiento, extendió sus manos y abrazó el cuello de hombre enmascarado mientras se dejaba flotar en aquel mar de feromonas.

            
            

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