Capítulo 3 Capitulo III

---En el jet ---

-Less, ¿ya te sientes más calmada?

- Si Marie, ya estoy mas calmada. Todavía un poco sorprendida con todo lo que paso y la verdad es que me culpo por ser tan ingenua.

-No Less, no te culpes. Ese imbécil supo bien como en ganar a todos.

-Pero a ti no ¿cierto?, siempre tuviste dudas sobre él.

-La verdad es que si, nunca me agrado Guido, pero mis dudas fueron mas fuertes por la insistencia en que se casaran tan pronto y no quiso esperar a que se organizara una boda como la que se tenía planeada en un principio. Además de su renuencia a firmar el acuerdo prematrimonial era muy extraña.

-En eso tienes toda la razón. Además, que mirando todo sin la burbuja de amor en la que esta hay ciertas señales sospechosas, una de ellas es que la boda estaba planeada para realizarse en 8 meses y la quiso hacer en 2. Pero siempre me dijo que era porque no soportaba estar lejos de mí- sonríe de manera sarcástica- Y lo del acuerdo siempre alegó que nuestro matrimonio era por amor así que no necesitamos el acuerdo porque estaríamos juntos el resto de nuestras vidas, pero igualmente se tenia que firmar porque debía proteger la empresa que no es solo mía, también es de Nonno y Mass.

-Bueno ya, dejemos de hablar de esa sanguijuela y mejor te cuento sobre la isla que se que te va a encantar.

En ese momento se acerca la asistente de vuelo.

-Buenas tardes, señorita Castano, Señorita Moretti.

-Buenas tardes, Alexa – contestan ambas.

- ¿Se les ofrece algo?

-Si, yo quiero un vino tinto y algo de comer por favor – dice Marietta.

- Yo igual Alexa, muchas gracias.

Alexa asiente y se dirige a preparar lo pedido. y las chicas sigue hablando.

-Como te estaba diciendo Less, te va a encantar la isla. Las personas que viven allí son muy amables y viven de la pesca y el turismo de temporada. Aunque llegaremos en una época donde no hay muchos turistas.

-Por fin conoceré la isla en persona, quien creería que iba a ser en estas circunstancias.

-Las circunstancias son lo de menos. Estar allí te ayudará a recuperarte, eso no lo dudes.

-Señoritas aquí tienen su pedido, que lo disfruten.

-Gracias Alexa -Respondieron.

-Bueno, brindemos por los nuevos comienzos- Dice Less levantando su copa de vino.

-Así se habla Less, Brindemos por ello – Dice Marietta muy emocionada y chocando su copa con la de su amiga.

Comieron y conversaron un tiempo más y después decidieron dormir, pues ya era de noche y estaban cansadas. Además, el viaje hasta la isla era un poco largo.

Se despertaron cuando Alexa se acerco a ellas para comentarles que ya faltaba una hora para arribar al aeropuerto. Decidieron asearse un poco y tomar el desayuno.

-Less nos quedaremos en el complejo hotelero, porque la casa que era de mi tía la estamos remodelando.

-De acuerdo Marie, ¿el complejo hotelero también lo remodelaste o lo dejaste igual que como lo tenía tu tía?

-Hice unos cambios menores, el complejo tiene menos de cinco años y el diseño me fue encargado.

Marie era una reconocida arquitecta que siempre tiene que elegir qué proyectos hacer, además se encarga de administrar de la cadena de hoteles heredada de su tía.

-Cierto que tu tía te confió el diseño y remodelación de varios de sus hoteles. Lo que no puedo creer es que haya muerto de esa manera.

-Si, fue una lastima que el yate naufragara. Pero por lo menos murió haciendo una de sus actividades favoritas.

La tía de Marietta llevaba casi un año de haber muerto junto a su esposo, luego de que su yate naufragara en altamar y fuera tacado por una tormenta. Y al no poseer hijos la herencia se la dejaron tanto a Marietta como a su hermano Stefano.

-Por cierto, ¿Cómo le va a Stefano?, desde hace tiempo no se de él.

-Papá lo tiene trabajando como loco, quiere que ocupe su lugar en el banco lo antes posible. Pero Stefano esta muy contento solo siendo el gerente del banco, así tiene más tiempo para pasarlo con los niños y Julieta.

-Me imagino que tu papa no esta muy contento con la renuencia de Stefano a heredar la presidencia del banco.

-Imaginas bien.

En ese momento les anuncian que se va a iniciar el descenso hacia el aeropuerto de la ciudad A y que se abrochen los cinturones. Un momento después ya han aterrizado, se quitan los cinturones e inician el proceso de bajar del jet. Ya en tierra firme las espera un carro donde ya están dejando su equipaje.

-Buenos días, señorita Castano. ¿Cómo ha estado?

-Buenos días, Roberto. Muy bien, muchas gracias por venirnos a buscar. Ella es mi mejor amiga Alessandra Moretti.

-Un placer conocerla señorita Moretti.

-Mucho gusto Roberto.

-Adelante señoritas- Dice Roberto abriendo la puerta posterior del carro.

-Gracias- Dicen ambas al subirse.

-Bueno, comencemos el camino hacia el puerto o sino el ferri nos dejará y solo quede este hacia la isla por el día de hoy.

Roberto emprendió el camino hasta el puerto. las chicas iban emocionadas mirando todo el paisaje, Alessandra más que Marietta, pues todo era nuevo para ella.

-Señorita Castano, no se imagina lo emocionada que está Cecilia desde que supo que usted vendría. Ha estado preparando sus comidas favoritas- dice con una gran sonrisa en su rostro.

-Yo también estoy muy emocionada de volver a ver a Cecilia, ya hace casi un año desde que regrese, claro que ese viaje no fue nada placentero.

-Así es señorita, a Cecilia le ha costado mucho aceptar la ausencia de la señora y el señor Giordano. Para todos en la isla fue una sorpresa. Usted sabe que gracias a ellos podemos tener ingresos más altos que los que teníamos antes dolo dependiendo de la pesca. Además, que gracias a las becas que ofrece el complejo hotelero nuestros chicos tiene mas oportunidades que las que tenían hace 10 años, además que ya los chicos no piensan en ser mayores e irse a buscar mejores oportunidades.

-La verdad es que siempre me alegra y me da orgullo escuchar el gran aprecio que tenían por mis tíos. Aunque te confieso que también me da un poco de temor no estar a la altura de ellos.

-De eso no se preocupe señorita, que lo esta haciendo de maravilla. Ya todos hablan de las nuevas vacantes que ha abierto en los demás hoteles.

-Gracias Roberto por esas palabras.

-Señoritas hemos llegado al puerto, aquí tienen sus boletos- les dice entregándoles los boletos - Aborden el ferri mientras yo me encargo del carro.

Las chicas bajan del carro mientras ven como Roberto se aleja y ellas emprenden el camino para abordar el ferri. Ya dentro del ferri se quedan en observando el mar hasta que este comienza su marcha hacia la isla M.

                         

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