Capítulo 5 Un poco de familia.

-Veo que por fin te vas a descansar. -Sam le sonrió mientras dejaba la tableta.

Gaelan suspiro-Algo así, de hecho ahora voy a ver a mis abuelos.

Sam hizo una mueca al escuchar eso. -Gaelan, es jueves.

-Y es por esa razón que tengo que ir ahora, ellos solo van los fines de semana, iré, me quedare y luego volveré al hospital.

- Creo que sabes que tienes una casa.

-Sé que la tengo, pero quiero ir a verlos, aunque eso me dañe la más salud mental que tengo.

-La poca salud mental que tienes. -Sam lo miro preocupado. -¿Me llamaras si pasa algo? No importa la hora.

-Sabes que no hay posibilidad de que no lo haga, así que con tu permiso, me voy, la doctora Coleman casi me arranca la oreja.

Gaelan se despidió de su amigo salió del hospital para tomar su auto e irse a su destino.

Estaba cansado, claro que lo estaba, pero no podía dejar pasar la oportunidad de no ver a sus abuelos.

Mientras viajaba en auto encendió el reproductor de música, donde la canción "Si nos dejan" comenzaba a sonar.

Comenzando a cantar en español sonrió mientras seguía conduciendo.

.................

En menos de una hora llego a aquella ciudad que visitaba cada verano, camino a aquella casa que le brindo protección y amor.

Mientras conducía por las calles de Salem vio a varios niños jugando en el jardín de sus casas y hasta en la calle. Cuando llego a aquel vecindario la casa de dos pisos de color blanca lo recibió. Se estaciono afuera de aquella casa y camino hasta la entrada. Al tocar la puerta no tardaron más de un minuto en abrirle.

Al abrir la puerta la figura de su abuela se mostró -No puede ser, Gael-su abuela apenas lo vio lo abrazo por el cuello y él le correspondió al abrazo levantándola un poco y haciéndola reír.

-la extrañaba mucho mamita. -Gaelan la dejo nuevamente en el suelo y le dio un beso en su cabello blanco.

En casa de los sus abuelos había una regla que no se podía romper, todos los nietos tienen prohibido dirigirles a sus abuelos con las palabras abuela y abuelo, la manera de referirse a ellos es mamita o papito.

Costumbre latina que aun se conversa en la familia.

-Que alegra tenerte en casa por fin cariño, pasa, pasa.

Gaelan entro y su abuela cerro la puerta, dejando que viera el estado de la casa, seguía hermosa como siempre.

-¿Por qué no recibí una llamada tuya de que vendrías? Podría haber cocinado algo para recibirte con comida.

-Mamita, no tiene que preocuparse por eso, vine porque me dieron dos días libres en el hospital.

-¿Eso significa que apenas sales del hospital?

Gaelan asintió-Así es, hubo mucho trabajo y tuve dos guardias de noche seguidas.

-No, no es que no puede ser, te vas a enfermar y no esta bien-Ella lo miro molesta-Es mejor que descases Gael.

Si bien la mujer mayor sabia perfectamente como se llamaba su nieto, jamás pudo pronunciarlo rápido, por lo que para facilitarse la vida lo llamo Gael, un derivado de su nombre Gaelan.

-Lo hare, pero quise venir a verlos ¿Dónde esta mi papito?

-Ese viejo-Se quejo y camino hasta cocina, Gaelan la siguió. -Hablo en serio, me divorciare de él.

-Lleva diciendo eso desde hace más de una década, mamita. -Rio. - ¿Qué le hizo ahora?

-No saco la basura como se lo pedí y se metió un mapache, pudimos sacarlo, pero fue su culpa. Viejo mal amansado. -Se dio la vuelta y abrió la refrigeradora para sacar una jarra de jugo. -Jugo de fresa, tu favorito.

-Gracias mamita-Le sonrió. - Entonces dígame ¿Dónde esta? ¿O debería preocuparme que lo desapareció?

-Un día de estos lo hare-Dijo poniendo el vaso de jugo y unas galletas en la encimera de la cocina, Gaelan se sentó y tomo una galleta. -Esta en el garaje.

-Iré a verlo y regreso.

Gaelan se levanto y camino hasta el final de la casa, donde encontró a su abuelo tallando algo en un trozo de madera. Tenia unos lentes con lunas muy grades.

Dos de los perros que estaban ahí ladraron, pero al reconocerlo corrieron para comenzar a lamerlo.

-También los extrañe chicos-Sonrió mientras los acariciaba.

-Mocoso ingrato, hasta que dignas a aparecer-Su abuelo se levanto y se quito los lentes.

-Yo sé que no puede vivir sin mi papito-Gaelan se acercó y lo abrazo. - ¿Cómo ha estado?

-Mejor que nunca, aunque sospecho que tu abuela me pedirá el divorcio.

-Ella lo ama, no podrá vivir sin usted, así como usted tampoco-Rio un poco y se separaron.

-¿Cómo has estado? ¿Qué tal esta el hospital?

-Bueno ya sabe, corriendo por aquí y por allá, estos días ha estado muy pesado.

-Ya veo ¿y como esta esa linda maestra tuya?

-La doctora Coleman esta bien, ya sabe con mucho trabajo.

-Deberías traerla pronto, haremos bolón.

Gaelan sonrió y asintió. - ¿Y... como esta ella?

-Amargada como siempre.

-Papito, por favor-Dijo mirándolo suplicante.

-Esta bien, viene de vez en cuando con ese padre tuyo.

- ¿Qué hay de él?

-Estuvo hace poco en el hospital.

Al oír eso Gaelan se alarmo y miro a su abuelo preocupado- ¿Cómo que el hospital?

-Ah, es estúpido, lo sabes. Se cayo de unas escaleras, fue una torcedura y ya, pero hizo un drama. Ya sabes como es la gente del primer mundo, van al hospital hasta por una cortadita en el dedo. En mis tiempos nos tiraban sal y limón y eso era todo y si había que cocer, nuestras mamás utilizaban la telita del cascaron de huevo y santo remedio.

-Yo... creo que debería ir a verlo.

Su abuelo suspiro-No te entiendo, en serio que no te entiendo. Después de todo lo que hicieron aun te preocupas por ellos.

Gaelan suspiro y se abrazo- Son mis padres, papito. Aun si ellos me odian, no voy a dejar de preocuparme por ellos.

Su querido abuelo lo abrazo por los hombros. -Hace unas semanas escuche a una vecina hablar con su hermana. dijeron "El árbol familiar también se corta". En mi época eso era imposible, familia es familia sin importar si te dan un golpe, pero tiene razón, el árbol familiar también se corta. No estas en la obligación de quererlos, menos después de lo que te hicieron.

Gaelan suspiro y sintió las lágrimas asomarse. -He intentado por años olvidarlo, olvidar lo que paso ese día, olvidar lo mucho que duele toda la situación, pero no puedo. Aun después de todo lo que paso, ella sigue siendo mi madre, esa que me abrazaba cada noche y él sigue siendo mi padre, ese que jugaba conmigo en el jardín. Sé que otro en mi lugar no se preocuparía por ellos, pero no puedo hacerlo, no puedo dejar de preocuparme.

-Quien obra bien, le ira bien.

Ambos voltearon y vieron a la matriarca.

-Dios sabe el buen corazón que tienes, ese corazón que no te deja desearle el mal a nadie aun si te hacen daño. Quien obra bien, le ira bien. Por eso siempre serás bendecido por nuestro señor. Yo... Me avergüenzo que mi propia hija no sea capaz de ver a su hijo por el simple hecho de que le gustan los hombres-Su quería abuela se acercó y lo abrazo por el costado. -La mata de todo fruto da y es una bendición que de frutos y es nuestra obligación recogerlos y ser agradecidos.

Y esta era la principal razón de porque amaba tanto a sus abuelos. Su historia familia no es la mejor, los problemas siempre lo han perseguido desde que se declaro como una persona queer.

............................

-Las cosas se han... tranquilizado. Él se quedará en el hospital-Will contesto por celular.

-Me da alivio escuchar eso, estaba con ese pendiente de que quisiera irse.

-Las cosas en este lugar han sido demasiado estresantes para este punto. En cualquier momento explotara la bomba de que A-Xing esta aquí y que su condición es más grave y sabes perfectamente que será un caos total.

-Lo sé, estoy al tanto de eso. ¿te has comunicado con Raquel?

-No, JinXing nos tiene prohibido que le llamemos para algo relacionado a esto, me llamo histérica hace unos días cuando las fotos de mi en el hospital se difundieron como pólvora, tuve que decirle que había venido a recoger unos estudios para verificar si había superado mi anemia.

-Hablando de eso ¿Cómo va eso de la anemia?

-Esta controlada A-Ying, no tienes que preocuparte. -Respondió.

-William, me he topado con tu hermana.

William paso saliva- ¿Dónde?

-Me la tope en una cafetería cerca del set. Dijo que ha tratado de comunicarse contigo.

-Que lo haya hecho no quiere decir que me interese.

-Creo que necesita tu ayuda William, la vi demasiado mal, como... como si algo le estuviera pasando.

-A-Ying, agradezco lo que me dices, pero no me interesa saber nada de la vida de mi hermana, somos hermanos porque nos une la sangre, porque en lo que a mi respecta ella murió el día que me traiciono, no necesito volver a verla y lo único que quiere es pedirme dinero, porque la conozco, así que no te dejes engatusar por su carita de que necesita algo. Porque es una hipócrita de primera.

-Entiendo lo que dices, pero yo la veo muy arrepentida.

-Puede estar lo más arrepentida que quiera, pero no me interesa.

-Esta bien Will, respeto lo que dices, después de todo es tu situación familiar. Estaré ahí dentro de unos días, por favor mantenme informado de todo y ni una palabra a JinXing, quiero que sea sorpresa.

-No te preocupes por eso, así será. Que tengas un buen vuelo. Nos vemos en unos días.

-Adiós y por favor cuida de Dylan igual, sabemos como se pone con todo esto.

-No te preocupes, estoy al pendiente. Adiós.

Will colgó y entro a la habitación de JinXing, quien estaba leyendo un libro.

JinXing no le presto atención, por lo que siguió leyendo. Por su parte William vio registro de llamadas, por lo que vio el número que buscaba y marco.

- Will, sabia que A-Ying te daría mi mensaje.

La voz alegra y de su hermana lo hizo molestar.

-¿Se puede saber qué es exactamente lo que quieres Fabiana?

JinXing al oír el nombre de la hermana de William dejo el libro y lo miro preocupado.

-Yo... necesito hablar contigo. -Su voz se apago

- ¿Y de que quieres hablar conmigo, Fabiana? ¿quieres dinero? Porque esa es la única razón por la que tu buscarías contactarte conmigo.

-No, no quiero tu dinero. William por favor.

-William nada, Fabiana. Dime rápido lo que quieres, porque no tengo tu tiempo, a diferencia de ti yo tengo muchas cosas que hacer.

-¿Cuándo vas a poder perdonarme? -Hablo con un nudo en su garganta.

- Fabiana, lo que menos quiero es hablar de ese maldito tema, así que si vas a decirme algo importante, dilo ya, porque mi paciencia es muy corta contigo.

Escucho el suspiro de su hermana. -Se trata de David, creo que esta metido en problemas.

William apretó sus labios-Pandora. -Dijo su nombre molesto.

-William, por favor.

-No, si te vas a referir a ella, llámala como es. Porque sabes perfectamente que su nombre no es David, su nombre es pandora.

-Él esta metido en problemas y tienes que hacer algo.

-Fabiana, no voy a discutir contigo, no cuando quieres discutir sobre pandora y la llamas por un pronombre que no es el suyo. Has tenido mucho tiempo para aceptarlo.

William le colgó la llamada y suspiro.

- ¿Problemas con pandora?

William asintió. -Fabiana es un dolor de cabeza que no soporto y con la reciente salida del closet de pandora tengo mucho en que pensar.

- ¿Te molesta?

-Claro que no, soy pansexual, seria estúpido si no aceptara que mi hermano nació en el cuerpo incorrecto.

-Pero ella no sabe eso. Te fuiste de casa cuando era un niño aun, jamás contestas el teléfono por lo que nunca te dijo en la cara que se sentía una mujer.

-Mi relación con mi familia se quebró totalmente ese día, JinXing. Han pasado casi 7 años y no puedo seguir en este juego de mierda que tienen, que cada vez que tienen un problema me buscan solo por el dinero que tengo.

-Yo entiendo muy bien lo que paso con Fabiana y tu familia, pero David... -Hizo una pausa. -Pandora, no tiene la culpa de lo que paso, creo que ella más que nada esperaba un poco de consuelo de su hermano mayor.

William lo miro y JinXing le asintió.

-Yo... tratare de comunicarme con ella.

-Eres un buen hermano Will, no olvides eso.

-A veces creo que soy demasiado bueno. -Masajeo su cien.

Su celular sonó nuevamente y vio un número familiar. Contesto la llamada rápidamente.

-Bueno.

-Al fin, creí que no me responderías.

-Es un placer saludarte quería Acacia. -Sonrió.

JinXing algo ese nombre se estremeció.

-Quería saber como se encontraba A-Xing.

- Bueno A-Xing esta bien.

-¿Crees poder decirle que hable conmigo? Sé que esta cerca de ti, por favor.

-Déjame preguntar, pero no te prometo nada querida, JinXing últimamente pasa durmiendo mucho por los medicamentos. -Will miro a JinXing y este negó rápidamente.

-Él acaba de decirte que no quiere hablar conmigo ¿cierto?

- ¿Por qué piensas eso?

-Porque conozco Wang JinXing, pero esta bien, respetare su decisión, solo... dile que lo amo y que espero que este bien. Gracias Will.

La llamada se corto y William suspiro mirando a su amigo.

-Creo que a veces eres muy cruel con ella.

JinXing volvió a su libro y asintió-Puede ser una posibilidad. Pero no hay de otra, así que lo siento.

- A-Xing, déjame preguntarte algo.

-Si algo con respecto a Acacia no estoy interesado.

-De hecho, quiero hablar del doctor Raptis.

Al oír eso JinXing dejo el libro y miro a su amigo. - ¿No se que quieres hablar de él?

William rio un poco- Tal vez el hecho de que has sonreído más con él en los últimos días que has estado aquí, que en muchos años con nosotros.

-Su... su sonrisa es contagiosa.

- Me alegra verte así, sonriendo, tal vez él pueda cambiar tu vida.

-Para. No soy estúpido sé a lo que te refieres y la respuesta es no. -Lo miro serio.

Will sonrió- ¿A que crees que me refiero?

-A que hay una leve posibilidad de que me guste y no es cierto.

-Yo no he dicho nada, si tu pensamiento es ese, entonces que bueno que muy en el fondo consideres el que tal vez que te guste.

-No me gusta, no de la forma romántica.

-Pero físicamente sí, no te culpo, bonito cabello, piel morena, ojos rasgados y de un color intenso y linda personalidad, la fantasía gay para quien sea. Además es doctor y uno muy para que la gran Samantha Coleman lo tenga como su aprendiz, así que es bueno.

- ¿No deberías ir a entregar lo que me dijiste?

Will asintió y se levanto tomando una bolsa de alado-Volveré dentro de poco, mientras tanto pienso en tu sexy doctor.

-¡No me gusta! -Grito.

Will levanto su mano y se despidió estando de espaldas y saliendo de la habitación.

.................

-No creo que debas ir.

-Mamita, debo ir, siguen siendo mis padres. -Gaelan toco la mejilla de su abuela.

-Ellos siempre te hacen sentir mal, no vayas, ve antes de que te vayas, por favor.

-Sí, no te amargues el viaje, así que vamos a comer y deja a esa gente en paz.

-Papito no creo que también estés de su padre-Rio un poco.

-En esto estoy de acuerdo con ella, porque es la verdad.

-Vamos Gael, no te atormentes, hare tu platillo favorito.

Gaelan suspiro y asintió.

Camino hasta el comedor con sus abuelos y sonrió mientras veía a su abuelo sacar una baraja de cartas.

Si bien la relación con sus padres había cambiado desde hace mucho, no había mucho que podía hacer, sobre todo por que su padre y madre se negaban a verlo. Con la única que a veces tenia contacto era con su hermana mayor. Gaelan quiere a su hermana, pero no es tan apegada a ella, todo esto porque ella se crio con sus abuelos paternos en Grecia por lo que no se veían mucho.

Supo que se había casado, le llego la invitación, pero no fue. Sabe que sus padres fueron, pero es todo. Ella no esta al pendiente de la vida de él y él tampoco estaba tan al pendiente.

..........................

Después de pedir indicaciones aun par de enfermeras, pudo dar por fin con la persona que buscaba.

William se había dado que no le había devuelto la bata al medico que lo ayudo a librarse de las fans. "Engel Andrade"

William pensaba que su nombre era lindo. Camino hasta donde le indicaban que podía encontrar al medico.

Al hacerlo eso lo llevo hasta el piso de cirugía general, mientras estuvo buscando por el pasillo lo vio salir de una habitación con una tableta a la cual no le quitaba la mirada.

Su cabello era algo rizado, estaba vestido con un típico uniforme de residente, solo que no usaba una bata.

Con una sonrisa William se acercó. - ¿Doctor Engel Andrade?

-¿Sí? -Respondió sin dejar de mirar la pantalla de la tableta.

-Em soy William Fox, creo que esto es suyo.

-¿Cómo dice? -Engel levanto la mirada la tableta y se quedo helado al ver aquella sonrisa.

William sonrió más y levanto la bolsa-Creo que esto es suyo doctor Engel.

Engel aun en shock tomo la bolsa y vio que era su bata. -Oh mi bata-Sonrió. -Muchas gracias por devolverla. Mi mentor me regaño por no traerla-Rio un poco nervioso.

-Lamento haberle ocasionado problemas.

-No, no, para nada. A veces la olvido de todas formas. -Engel la saco de la bolsa y vio que estaba lavada.

-Yo... hice que la lavaran, no quería entregarla sucia. Espero que no le moleste-Sonrió algo nervioso.

-No, no se preocupe, de hecho muchas gracias por hacer eso, no debió molestarse.

-No, de hecho no, fue un placer. Yo... quería darle las gracias por haberme ayudado.

-No sé preocupe, esta en un hospital, necesita sí o sí privacidad.

-Gracias-Le sonrió nuevamente.

Esa sonrisa hizo a Engel sonrojarse. Antes de poder seguir hablando su bipper sonó, era una llamada de emergencia.

-Yo... tengo que irme, muchas gracias por devolverme la bata señor Fox, espero que tenga un lindo día.

Antes de que William pudiera decirle algo, Engel salió corriendo.

William rio un poco al ver al residente.

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En la noche Gaelan ayudo a su abuela a preparar la cena. Se quedaría a dormir y se iría mañana en la tarde para limpiar algo en su departamento y luego volver al trabajo.

-Oh falta la pimienta, tengo un poco la despensa, espera.

Su abuela se alejo de la cocina y Gaelan siguió picando los pimientos.

-Mamá, estamos en casa, trajimos una tarta para ti y mi papá.

Gaelan dejo cortar los pimientos y levanto la mirada al ver a su madre enfrente. Ella al verlo se puso seria. Tenia casi un año sin verla.

-Hola mamá-Le sonrió cuando sintió que sus ojos se cristalizaron.

-¿Qué estas haciendo aquí Gaelan? -Ella dejo la tarta en la mesa y se cruzo de brazos.

-Yo... es que me dieron dos días libres en el hospital, así que vine a ver a los abuelos.

-Pues no deberías.

-Mamá-La miro triste.

-No y ni me mires con esa cara, lo que deberías estar haciendo es ir a la iglesia y pedirle a dios que te cure.

Gaelan tenso un poco su mandíbula-Ya te dije que no estoy enfermo, mamá.

-Pues sí lo estas. Creí haberte dicho que no te quería cerca de la familia.

-Mamá, son mis abuelos-Sus lágrimas comenzaron a caer.

-No, no lo son, porque tu dejaste de ser mi hijo cuando... cuando dijiste esa atrocidad.

Gaelan bajo la mirada y apretó sus labios al igual que sus ojos. Sorbio su nariz y volvió a mirar a su madre.

-Han pasado 5 años mamá ¿es que nunca vas a aceptarme?

-Que bien que recuerdes el tiempo que llevas sin ser mi hijo-La mujer suspiro y se acercó un poco. --Gaelan, por favor, ve a la iglesia, eres doctor, sé que alguien te puede ayudar, por favor, vuelve a ser mi hijo-

Lo quiso tomar de los brazos, pero él se alejo.

-No estoy enfermo mamá, que me gusten los hombres no me hace un enfermo.

-Ya veo ve no te importa mi corazón, no te importa la familia.

-No digas eso, sabes que no hay nada más importante en mi vida que ustedes. Mamá, por favor veme-La mujer lo miro-Mamá sigo siendo yo, sigo siendo tu hijo, por favor, deja de rechazarme, puedo soportar que todo el mundo lo haga, pero tu eres mi mamá. -Gaelan la tomo de las manos y las beso. -Por favor mami, mírame, soy yo. Sigo siendo el mismo de antes.

-Tú no sabes el dolor que enfrento día día, saber que no podre verte en el paraíso cuando muera, saber que te condenaras al infierno. -Se soltó de las manos de Gaelan y negó con la cabeza. -Sí en verdad te importo, vas a ir a terapia, para que te ayuden a curar, para que vuelvas al camino del señor.

-Leticia, por todos los cielos cállate ya. -La voz de su abuelo se escucho. Gaelan no se volteo, porque sintió los brazos de su abuela abrazándolo.

Gaelan solo desvió la mirada mientras sus lágrimas caían.

-Es tu hijo, lo diste a luz, lo alimentaste, lo cuidaste, Leticia no puedes seguir rechazándolo.

-No lo estoy rechazando madre, solo quiero que vuelva al camino del señor.

Gaelan apretó sus ojos y dejo salir un sollozo. Bajo la cabeza y asintió mientras sus lágrimas caían.

-Me gano la vida salvando vidas, mamá. Aun si la homosexualidad es un pecado, sé que dios me perdonaría.

-Asintió mientras limpiaba su rostro y sorbia su nariz. -Sé que dios me perdonaría, porque solo dios sabe cuando luche para que no me gustaran los hombres, solo dios sabe la agonía que vivo a diario al recordar que aun si mi día va mal, no puedo llamarte para me consueles como cuando era un niño.

-Necesitas volver al camino del señor, esto también me duele Gaelan, si tan solo te dejaras ayudar.

-El problema mamá, es que no estoy mal, no necesito ayuda.

-Entonces espero que disfrutes quemarte en las llamas del infierno.

-¡Leticia! -El grito de su abuelo lo hizo cerrar sus ojos mientras sollozaba. -Vete de aquí, no voy a permitir que sigas haciendo esto.

-Ustedes deberían dejar de hacer esto, dejen de alentar el camino de la perdición para mi hijo. Él necesita a dios en su vida.

Gaelan miro a su madre y asintió-Tengo a dios en mi vida, madre. Y dios es tan bueno conmigo que hace que aun te ame a pesar de lo que me dices.

-Gaelan, dios castiga a los homosexuales, no quiero que te castigue. Levítico: "No yacerás con un hombre como con una mujer"

-Estas siendo ridícula Letty-Su abuelo la miro molesto.

-Dichosos los que lloran, porque serán consolados. Mateo 5:4-Gaelan llorando le dijo a su madre.

-Sodoma y Gomorra: quienes se dejan llevar por los peores instintos y preservan el pecado reciben el pecado más severo de dios.

Gaelan sollozo y miro a su madre. -Bendito sean los perseguidos en nombre de la justicia ya que de ellos será el reino de los cielos.

-Sé que te vas a arrepentir, tarde o temprano, te vas arrepentir y será demasiado tarde-La mujer dijo limpiando sus lágrimas.

-Bendito sean... los misericordiosos, porque tendrán misericordia. -Gaelan sollozo mientras su abuela lo abrazaba.

-Ya veo que no quieres salir de ese agujero, quieres seguir pecando.

Gaelan negó y se soltó de su abuela para caminar hasta su madre. -Por favor mamá. No sigas haciéndome esto, no me destroces el corazón, no más.

La mujer desvió la mirada y sintió a su hijo tomarla de las mejillas.

-Mírame mamá, mira mis ojos-Lloro. -Mamá, sigo siendo tu hijo, no te pido que aceptes mi gusto, solo acéptame a mi, por favor mamá, no me sigas haciendo esto.

Leticia abrazo a su hijo y Gaelan se rompió con eso.

-Solo quiero que tengas al señor en tu vida, quiero que dejes de pecar.

Gaelan se separo de ella y negó llorando- Tengo a dios en mi corazón madre, y dios guía cada paso que doy.

Dios me ha bendecido con un don para salvar vidas, dios me ha permitido no guardar rencor aun cuando tus palabras me destruyen. Dios es mi salvador, Dios es mi vida y es quien me da fuerza para seguir, Dios me salvara, no tú.

-Dios estaría avergonzado, faltas a unos de sus mandamientos, honrar a tu padre y a tu madre.

-Dios sabe lo mucho que te amo, que amo a mi padre aunque me desprecie, dios sabe lo mucho que me duele seguir, pero me levanto todos los días en su nombre.

La puerta se abrió y Gaelan vio a su padre, que lo miraba serio.

-Creímos haberte dicho que te alejaras de nosotros. Eso incluye a tus abuelos.

-Me dijeron que tuviste un accidente, déjame revisarte.

-No quiero que me toques.

Gaelan miro dolido a su padre. -Por favor, solo daré un vistazo, quiero que todo ande bien. -Gaelan se acercó, pero la cachetada de su padre lo hizo perder el equilibrio haciéndolo caer.

Escucho la voz angustiada de su abuela corriendo a él. Su cabello cubrió parte de sus ojos. Cerro sus ojos con fuerza. Sintió el sabor metálico en la boca, su padre le había roto la boca.

-¿Cómo te atreves Arman? -Su abuelo le grito.

Gaelan se puso de pie y miro a su padre. -Te extraño mucho papá.

Arman Raptis solo se dio la vuelta y salió de la casa. Leticia también salió de la casa sin siquiera mirar a su hijo.

Gaelan dejo salir sus llantos. Sus abuelos lo abrazaron tratando de calmarlo.

-Hay cosas lindas en esta vida de mierda. -Su abuelo le dijo.