El tiempo en la empresa LaRoch, se pasan muy rápido, sobre todo cuando es Minet quien este en las oficinas administrativas, ya que no es un secreto, desde que llego para ser la cerradora de contratos y hacer nuevos socios a nivel internacional, todos la querian, por traer un simple chocolate o por solo dar cremas de muestras caras, eso no era lo que los empleados y el personal en si estaban felices, es la personalidad de Minet misma, ella hablaba en los idiomas de esos empleados, de las secretarias y de quien fuera, por ese trato que pocos tienen...
Aun asi el chisme de la oficina y de todas las sucursales era, Minet y el presidente R. Ivann, tenian algo misterioso, como si fueran más que amigos o de trabajo, ya que todas y algunos suspiraban a que ella fuera la mujer de su presidente, por ser una persona buena, seria en el trabajo y muy capaz en lo que hace... Ya el reloj marcaba las 6:30 pm en la oficina administrativa, y, el último papel paso la revisión, donde ella se despide de todos con una sonrisa, para salir a su hotel, que queda a unos pasos de ahi, solo que ella no se percata de algo, unas camaras fotográficas toman a lo lejos fotografías de ella.
En tanto el presidente LaRoch, comienza a listarse para esa noche especial, bueno, siempre han sido asi junto a Minet, desde que se conocieron de pequeños, aunque no lo pareciera, siempre a estado enamorado de ella, siendo que si salio con chicas, y se acosto con una, quien creia amar, pero, en su mente siempre estaba devuelta esa muchacha de ojos verdes y cabello naranja, de olor dulce y sonrisa hermosa, aun tiene cierto miedo a que ella nuevamente sufra, como lo fue hace 5 años atras.
En tanto, un avion llega desde Italia a Francia, donde un hombre de aura fría, arrogante y de ojos de buitre, se baja y mira su teléfono móvil, donde queda impactado a como estaba esa mujer, la que estaba sintiendo repulsion la última vez que vio una foto de ella, este hombre sonrie - Minet, si que haz cambiado, cada vez eres hermosa, antes eras solo un patito feo, pero, tu vida ahora esta en mis manos, ya que tu padre no sabe a que si hemos roto, solo quiero tu dinero, ya que te tuve y fue lo más frio, insipido e incluso aburrido, solo eres una niña que ha tenido todo en esta vida, solo debo obligarte a ser mi mujer y luego moriras como tu madre- se decia asi mismo en sus pensamientos mientras una mujer de cabellera roja y ojos azules estaba a su lado, vestida de un elegante vestido verde sin escotes, un fino cinturon dorado abraza su fina cintura, la cual sonrie al hombre que tiene a su lado
Eres muy hermosa, ese vestido hace que te veas como una diosa - dice el hombre mientras suben a la limusina que los esperaba-
Oh! Muchas gracias señor Lacroix, usted ha elejido todo, solo cumplo con mi trabajo de secretaria - dice la chica mientras se acomodaba en el asiento trasero junto a tu jefe-
Acostumbrate a todo estos lujos, porque mereces más que un simple vestido de Versasce o de Channel, eres preciosa - el hombre con olor a tabaco y menta, besa en forma suave a su secretaria, mientras esta se sonroja y se deja besar-
El chofer sin decir nada, sabe muy bien que su jefe, apesar del odio y querer arruinar a la señorita Minet Manik, la sigue buscando, tratando de sumplirla con copias de ella, solo que nadie es igual a esa señorita de alta clase, porque nadie en la vida laboral de el se ha sentado a comer en la misma mesa y hablar con el, aun recuerda cuando trajo medicamentos muy caros para su mujer e hijos, ni su jefe era asi, pero, Minet, no era esa chica que en las revistas o programas de chismes, más bien, era alguien que su jefe no sabe apreciar y que nunca lo sabra, ya que, Lacroix es un ser ambioso de los asquerosos, donde si puede matar por conseguir el dinero o tierras, lo hara. Aun asi siente pena y lastima por todo, ya que nunca más nadie sera asi, todas las señoritas que su jefe a tenido han sido arrogantes, petulante y malas agradecidas, donde cada una ha sido más un lio que ayuda, solo que esta nueva adquisición de su jefe es más callada y astuta, por lo que investigo, era una arpia de las peores, quienes se ven buenas en la primera impresión, solo al conocerlas bien, no lo son, solo quieren estatus, poder y ojala un marido que las mantenga o matar. El chofer para la limusina al llegar, por protocolo toca una pequeña campaniña para avisar que esta en el lugar, donde despues de unos minutos se bajan para ir rumbo a esa fiesta, cuando por fin estaba solo el chofer suspiro y se quedo un poco más de tiempo, algo decia que posiblemente volvería a ver a esa señorita y asi fue.
Ya eran las 8pm,de un auto color azul marino, de elegante marca, se baja una mujer de cabellos rojos, mirada verdosa desafiante, vestida de un elegante vestido azul, con un escote elegante en su delantera y en su pierna derecha estaba la apertura hasta su muslo, se veia como una modelo de pasarela, ya que estaba decorada con dorado y diamante su cuello, como sus orejas, el maquillaje era sutil donde resaltaba su mirada. El hombre quien la acompañaba vestia de un elegante smoking negro, haciendo ver alguien temeroso al verlo, pero sus ojos azulosos mostraban el amor hacia la mujer que tenia a su lado, mientras conversaban de trabajo se adentraron al elegante edificio Parisino, donde un cocktail con muchos bocadillos los esperaba, como recepcionstas, gente igual o menos elegantes que ellos, aun asi, casi todos eran empresarios importantes, familias aristocrataticas y gente de poder, era solo 80 personas sin contar el persona que estaba desplegado, muchos se fijaron en la pareja que acababa de llegar, pero, Minet, se fijo sin hacer movimientos y su rostro se enfrio, al ver aquel hombre que casi mata - Lacroix- susurra, Ivann mira en dirección a donde estaba charlando un hombre muy alegremente junto con alguien muy similar a Minet - no tengo problemas en hacerme pasar tu novio por hoy- susurra al oido de la chica, quien lo mira por unos instantes parpadeando sus bellos ojos, para luego asentir sutilmente su cabeza y con determinación dice - es hora que el juego inicie querido novio- esta le da un beso en la mejilla al hombre quien no esperaba eso de parte de ella, cual, ambos se ruborizan ante tal contacto.