Capítulo 1 Prólogo

La vida apesta seamos sinceros.

No es como en las películas, ni mucho menos como en los libros.

La vida llega a ser como una montaña rusa, en un momento estas arriba en lo más alto y luego caes a ese vacío interminable, no hay paracaídas solo un duro piso amortiguador.

Pero enfocándonos en esto, la verdadera razón por la que odio vivir es que a veces me gusta hacerlo, ¿suena extraño?, pues se los juro, hay momentos donde agradezco estar con vida. Y por supuesto hay momentos donde veo fijamente las pastillas aun lado de mi cama pensando, ¿qué se sentiría tomarlas?, sería un alivio o el inicio de otra pesadilla.

No lo sé, a veces ni yo misma puedo entenderme, no logro reconocer a la persona frente al espejo. Me desvanezco.

Me pierdo en la marea de mis pensamientos.

¿Soy realmente ese ser humano?, es que carajo ¿nadie puede comprobarlo?, ¿hay alguien en este mundo que pueda amarse realmente a sí mismo?.

Todos somos oscuros, tenemos el bien y el mal, lo correcto e incorrecto, nuestro Yin y el Yang.

Pero quien me asegura que el bien ganará la pelea, quién podría decirme que voy a ser una buena persona.

Me siento una adolescente viviendo en la vida de una adulta.

Pasaba minutos de mi niñez tratando de comprender el porqué Peter Pan no quería crecer, pero ahora lo entiendo.

Maldita sea, claro que lo entiendo.