Capítulo 4 Huye (Segunda parte)

Siguió el silencio.

Robb entró en la sala de almacenamiento. Fue directo a la chaqueta blanca y la levantó solo para encontrar una muñeca.

"¡Janette!" Robb apretó los dientes y apretó los puños.

"¡Papá!" Robb se sorprendió por el repentino grito de Sharon.

"Llama al doctor. ¡Mi padre se desmayó! " Sharon trató de despertar a Jeff, pero fue en vano, ya no respondía.

El pánico brilló en los ojos de Robb antes de sonreír con complicidad, fijando sus ojos en Jeff.

"Janette, sé que estás aquí. ¿Todavía puedes quedarte quieto?

Si no sale, nadie puede llamar al médico ".

La voz de Robb hizo eco en la villa para gran angustia de Janette.

Janette se había apretujado en el pequeño hueco entre las paredes del trastero y la sala de estar. Ella había sido testigo de todo lo que había sucedido. Se tapó la boca para asegurarse de que no haría ningún sonido.

Hace unos momentos

"No, ¿y si Robb hace que sus hombres registren la habitación? El trastero no es seguro ". Janette abandonó el almacén, su cuerpo cubierto de mugre.

La sala de almacenamiento era el lugar más obvio para esconderse en la sala de estar; esconderse en él era prácticamente cortejar a la muerte.

"No queda tiempo. Robb casi está aquí ".

Sharon había cerrado la puerta de entrada desde adentro. El sudor goteaba de su frente.

"Hay un hueco entre las paredes del trastero y la sala de estar. Es un descuido de cuando se estaba construyendo. Es difícil notarlo ".

Mientras Sharon hablaba, condujo a Janette al pequeño espacio entre las paredes.

La brecha era bastante estrecha. Solo una persona que caminara de lado podía atravesarlo. Además de eso, no había luz en esta área, lo que hacía aún más difícil de encontrar.

Cuando Janette se colocó en el hueco, escuchó un leve ruido procedente de la puerta principal. Mientras tanto, Sherry tomó una taza de café y actuó con naturalidad.

Janette retorció su cuerpo con inquietud. Podía ver que Sharon sollozaba mientras sostenía su cuerpo.

Robb miró su reloj: ya habían pasado cinco minutos.

Jeff era la persona que más le importaba a Janette. Si ella estuviera realmente aquí, no tenía ninguna duda de que no podría ignorar esto. En ese momento, Robb comenzó a adivinarse.

"Robb, si algo le pasa a mi padre, ¡mi hermana nunca te perdonará!"

Sharon rugió cuando notó que la respiración de Jeff se había debilitado.

El corazón de Robb dio un vuelco. "Llame al médico", le ordenó.

"Robb ..."

Janette lloriqueó, interrumpiendo a Robb. Se paró en la puerta del trastero.

Agarrando el dobladillo de su ropa, parecía perdida.

"Salva a mi padre. Por favor..."

suplicó, su voz apenas audible.

Robb asintió levemente. En ese momento, el médico entró por la puerta.

Los guardaespaldas llevaron a Jeff a la habitación. Janette quería seguirlos, pero Robb la agarró por la muñeca.

"Lo salvé. ¡Es hora de que regreses! " Robb apretó tanto su agarre sobre ella que su muñeca enrojeció. Ella continuó luchando, negándose a hablar.

"Te subestimé. ¿Cómo te atreves a huir? "

Robb dijo con frialdad. Nunca esperó esto de ella, especialmente después de que habían estado casados por tanto tiempo. Nunca hubiera imaginado que ella pudiera ser tan rebelde.

"Sí, volveré después de asegurarme de que mi padre estará bien. ¡Por favor, Robb! "

Janette levantó la cabeza indignada.

"¡Isaac, llévatela!"

Robb miró a Janette mientras aflojaba su agarre sobre ella. Como resultado, Janette perdió el equilibrio.

"Señor. Xi, la señorita Xia aparece en el aeropuerto "

informó uno de sus hombres.

Robb frunció el ceño mientras el resentimiento llenaba su pecho. ¿Por qué tenía que venir Kelly ahora?

Miró el anillo de bodas en su dedo mientras hacía una pausa, su mente corriendo. Luego se lo quitó y lo tiró al suelo.

"Isaac, te la dejo. Asegúrate de que no vuelva a huir ".

Sin perder el ritmo, dio media vuelta y salió de la villa.

Como si volviera en sí, Janette recogió el anillo de bodas que Robb acababa de tirar al suelo.

Lo apretó en su mano, sintiendo su calor residual.

Este anillo simbolizaba su última esperanza. Solo así, se fue.

Nunca en sus sueños más locos pensó que Robb fuera capaz de tanta crueldad.

"Señora. Xi, tu padre está bien ahora. ¿Podemos llevarte de regreso ahora? " Isaac le indicó al guardaespaldas que la ayudara a levantarse. Janette luchó mientras sacaba el cuchillo de fruta que tenía en el bolsillo y lo sostenía contra su cuello.

Desde el momento en que escapó, ya lo había planeado.

La sangre comenzó a salir de su cuello cuando los guardaespaldas se congelaron.

"Señora. Xi, no me pongas las cosas difíciles. Solo estoy siguiendo órdenes ", dijo Isaac lentamente, sin atreverse a dar otro paso adelante.

"¡Esa mujer ha vuelto! ¡Kelly Xia ha vuelto! ¿Estoy en lo cierto?

Janette estaba agitada.

Kelly era la prometida de Robb. Ella era bastante conocida en A City. Si no fuera por Janette, Robb se habría casado con Kelly y ella no habría dejado a su hijo, Edward con ellos, y se habría ido al extranjero sola.

Se podría decir que Janette le robó a Robb hace dos años.

"Señora. Xi, lo sabes ".

Isaac no respondió a su pregunta, pero Janette ya sabía la respuesta.

"Isaac, llévame a ver a Robb. Me rendiré después de verlos juntos ".

Janette sacó el cuchillo de su cuello, dejando una marca roja detrás.

Ella solo quería darse por vencida ya. Ahora más que nunca, se sentía patética.

Isaac asintió. "Prométeme que no te mostrarás a ellos."