Al otro día desperté tarde, solo tenía hora y media para hacer la tarea diaria de mi Ama, bañarme, vestirme, desayunar y llegar al trabajo, solo el trayecto demoraba 45 minutos así que no tenía mucho tiempo.
Rápidamente grabé el video para mi Ama, se lo envíe y corrí a la ducha, mientras estaba en el agua sentí el timbre del WhatsApp, después de sacarme todo el jabón salí y leí el mensaje.
-excelente tarea mi perra, la mandaste más tarde que de costumbre, ¿te quedaste dormida?.
-gracias mi Ama, si, me quede dormida, anoche Cristi no dejaba de interrogarme sobre nuestra relación – respondí con el cuerpo aún mojado chorreando por todas partes. Tome la toalla y fui a la habitación, busqué en mi closet, la mayoría de mi ropa estaba hecha un asco, salvo la que usaba cuando estaba con mi Ama, saque lo mejorcito que encontré para usar en el trabajo y llegó el siguiente mensaje.
-entiendo, apurate entonces, si llegas tarde habrá castigo, entendido?
-si mi Ama – teclee rápidamente y guardé el celular en mi cartera, me vestí tomé la cartera y salí volando.
Llegué a mi trabajo a las 9:59 justo un minuto antes de entrar, supiré... Me saqué una foto en la entrada y se la mandé a mi Ama.
-ya en el trabajo mi Ama- escribí, ella respondió de inmediato.
-buena chica.
Entre con una sonrisa estúpida en la cara, esa frase, esa frase lo era todo. Salude a todos y me instale en mi gabinete.
La mañana pasó sin mayor novedad atendí una clienta, la única que tenía agendada para ese día, a la hora de almuerzo me llamó un ejecutivo del banco para recordarme que tenía deuda morosa en mi tarjeta de crédito, le corté, lo sabía muy bien, debía tres meses de pago y estaba sobregirada pero no tenía como remediar el asunto por el momento.
Así paso toda la semana entre tareas, trabajo sin sentido y noches monótonas, Cristi me dijo que se iría de vacaciones así que desde ese fin de semana al siguiente tendría la casa para mi solita. ¡Perfecto! Pensé, tendría la oportunidad de relajarme y tal vez incluso olvidarme por un día o dos de mi situación financiera.
En la noche del viernes le escribo a mi Ama.
-Ama, mañana Cristi se va de vacaciones y, si es posible, me gustaría disfrutar de un día sola en casa ¿me permitiría quedarme en casa solo por mañana? – eso no era algo habitual, por lo general, todos los fines de semana los pasaba en el bello departamento de mi Ama.
-porqué dices eso, ¿estás bien? – dijo, notando de inmediato que algo me pasaba, ella era tan perceptiva.
-si mi Ama, solo estoy algo cansada y estresada, mucho trabajo – dije aunque en realidad lo que me estresaba era justamente la falta de trabajo.
-está bien mi perra, te daré tu día de descanso pero esta atenta al teléfono quizás te pida algo.
-si mi Ama, gracias
-ya es tarde pequeña, ve a dormir – dijo
-si, buenas noches mi Ama.
-buenas noches mi perra.
Me puse un pijama que estaba un poco roto pero no tenía otro, prendí un cigarro y me puse a fumar en la ventana pensando que iba a hacer, además no le había dicho toda la verdad a mi Ama, sabía que eso estaba mal, sabía que siempre debía decirle todo pero, simplemente, estaba muy avergonzada de mi situación como para confesarla.
Al otro día me levanté, le mandé la tarea a mi Ama, preparé algo de desayuno y me puse a ver Netflix, en eso dieron las dos de la tarde cuando suena un mensaje.
-abre la puerta – decía.
Sin entender mucho lo que pasaba me levanté y abrí la puerta ahí estaba mi Ama, tan guapa como siempre, parecía sacada de una revista y yo... Oh no! No podía dejar que me viera así, me cubrí con los brazos todos los orificios del pijama que pude..
-¡Ama! ¡¿Qué hace aquí?!
-¿acaso no puedo visitar a mi perra? ¿Me vas a dejar pasar o me vas a dejar aquí parada? – dijo.
-claro, mi Ama, perdón, pase, pase.
-no te tapes, no tienes de que avergonzarte frente a mi- ordenó.
Con el rostro lleno de vergüenza permití que mirara mi miseria. La mire sin saber que decir, así que fue ella la que habló.
-ahora... Dime lo que pasa, y dime la verdad – dijo en tono impositivo.
-Ama yo... No es gran cosa... Solo... - comencé a decir pero ella me interrumpió.
-¿que no es gran cosa? Son las dos de la tarde y no te has levantado, estas vestida con un pijama viejo que te da vergüenza que nadie vea, al parecer has estado viendo Netflix todo el día, no me hablaste en toda la mañana, y encima pides que no nos veamos, eso no es normal en ti – se acerca a mi y me toma el rostro con suavidad acariciando mi mejilla – ahora dime, ¿qué pasa, pequeña, te vino un bajón o algo así?.
-¡Ama!... – exclame lanzándome a sus brazos, ella me abrazo y empecé a llorar en su hombro, no pude resistir tanta dulzura y me confesé – Ama... Yo... No, no estoy con un bajón, bueno, no exactamente... Lo que pasa... Lo que pasa es que estoy quebrada, en el spa casi no he tenido clientas así que no he recibido mucho dinero estos últimos 6 meses, hace 2 meses que no he podido aportar con mi parte del arriendo, debo tres meses de mi tarjeta de crédito que está sobregirada y este no es un pijama viejo, es el único que tengo, el resto de mi ropa esta igual o peor, frente a Ud siempre estoy bien vestida porque guardo la ropa que uso con ud aparte y solo la uso cuando nos vemos... Perdóneme por no haberle dicho antes, solo que me daba mucha vergüenza, yo se que Ud tiene muy buena situación y no quería ser una carga para Ud ni nada similar.
-¿es que aun no lo entiendes mi perra? – dijo en tono gentil – tu nunca serás una carga para mi, siempre estaré para apoyarte en todo, no solo porque es mi deber (que lo es) si no porque quiero. No eres una carga, eres mi tesoro, si estás en una mala situación no te avergüences, dímelo y juntas buscaremos la forma de solucionarlo.
-Ama... Sí, mi Ama... Es la mejor, en serio es la mejor-dije abrazándola aún más fuerte.
-Ahora déjame ver tu ropa.
-Ama eso no es necesario....
-eso no fue una pregunta... - dijo mirándome con seriedad.
-si mi Ama – dije, avergonzada.
La guíe hasta mi habitación y abrí mi pequeño closet, ahí estaban inmaculados los 4-5 vestidos que usaba para ella y todos los demás eran camisas rotas que había vuelto a coser, algunos pantalones desteñidos y otros sucios, vestidos y poleras con manchas que nunca salieron y así podría seguir eternamente.
Mi Ama empezó a sacar toda la ropa y la puso sobre la cama, dejó solo los 5 vestidos.
-ahora, echa eso a una bolsa y bótalo.
-Ama... - dije empezando a protestar pero ella agregó.
-es una orden.
-si mi Ama – dije, fui por una bolsa de basura y empecé a echar las prendas una por una, pensando qué me pondría para el día a día, tampoco era como si esa ropa fuera la gran cosa pero era lo único que tenía, cerré la bolsa y la tiré a la basura, cuando volví mi Ama tenía mi vestido rosa en las manos.
-buena chica, ahora ve a bañarte y te pones esto, vamos a salir
-si mi Ama – dije e hice lo que ella ordenó, una vez vestida pregunté – ¿a donde vamos, mi Ama?
-de compras, vamos a conseguirte ropa nueva, no puedo permitir que mi perra no esté presentable – dijo con una sonrisa.
-Ama pero yo no puedo permitirme...
-Será mi regalo para ti por ser tan buena perra – dijo
-oh... Sí, gracias mi Ama.
Fuimos a una tienda que me gustaba mucho, empecé a ver la ropa que estaba en descuento.
-esa no, mira esta de acá – dijo señalando los últimos modelos, las prendas mas exclusivas de la tienda.
-mi Ama... Eso es demasiado, no podría aceptarlo
-puedes y lo harás – dijo con firmeza, era una orden.
-si mi Ama.
Empecé a ver muchas cosas, varias me gustaban pero no me animaba a tomar nada por el precio, ella que me había estado mirando y notó lo que me gustó empezó a sacar cada una de las prendas, vestidos, camisas, blusas, chaquetas, por lo menos entre 3 y 5 de cada uno.
-ahora solo faltan pantalones y zapatos, elige al menos 4 de cada uno – dijo.
-si mi Ama – respondí, no podía creer lo que estaba pasando. Cuando terminamos mi Ama me hizo una seña para que le pasara lo demás y le dijo a la vendedora, tranquilamente.
-llevaremos esto, y también... - fue, escogió varias prendas a su gusto para mi y agregó – esto.
-Ama, no tiene que hacer esto, no, no puedo aceptarlo
-¿Qué te dije recién?
-que podía y que lo aceptara.
-así es, buena chica.
Volvimos al departamento con un montón de ropa me sentía como "mujer bonita" con la diferencia que yo era solo su puta y no lo hacía por dinero.
Mi Ama se sentó en el sillón y me hizo una seña para que me sentara a su lado.
-ya hemos solucionado el problema de la ropa, ahora dime, sin reservas, ¿Qué tan grave es tu situación? – preguntó ella sin rodeos.
- me avergüenza decirlo pero... Con suerte me alcanza para pagar el celular y comer, por eso no he podido pagar mis deudas, si no fuera por Cristi estaría en la calle. – confesé
-bien, recuérdame agradecerle a Cristi más tarde.
- si mi Ama.
Ella se quedó pensativa un rato...
-bien, lo he decidido, vendrás a vivir conmigo
-¿¡qué!? – exclame asombrada- mi Ama, en serio no es necesario que se tome esa molestia...
-no es molestia mi perra, o acaso ¿no quieres vivir conmigo?
-claro que quiero mi Ama, es lo que he querido desde que estuve en consideración, pero...
-entonces no se hable más – me interrumpió – no estas en condición de mantenerte sola y yo no voy a permitir que mi perra pase ninguna necesidad, te irás a vivir conmigo y así tendrás el dinero para que vallas pagando tus deudas, cuando mejores tu situación te daré la libertad de elegir si quieres quedarte o quieres volver a tu departamento pero, en este momento vendrás conmigo y, como siempre, harás lo que te ordene ¿entendido?.
-si mi Ama... Gracias... Y sé que una vez viviendo a su lado nunca querré irme.
-y yo nunca querré dejarte ir mi perra hermosa.
Enseguida empezamos a embalar todo, mi Ama llamó a una empresa de mudanzas, "si, con servicio de embalaje incluido, lo antes posible, perfecto, los espero en una hora entonces"
4 horas después ya estábamos en casa de mi Ama, digo, en nuestra casa, llevamos las cajas a la pieza que me había indicado mi Ama y luego pedimos sushi para celebrar una nueva etapa en nuestra vida.
Mientras comíamos la miraba y pensaba "ese es el poder que ud tiene sobre mi, es capaz de sacarme del más oscuro de mis agujeros y devolverme a la luz, devolverme la esperanza y las ganas de vivir, hoy soy más suya que nunca"
Después de comer pedí permiso a mi Ama para llamar a Cristi y contarle las buenas nuevas, ella lo permitió con una sonrisa.
-¿Aló?... ¿Cristi?.... No vas a creer lo que pasó... - empecé a decir y le conté cada detalle del día, ella gritaba de emoción, yo gritaba, no podía más de la felicidad.