-Por Dios hijo, que cruel eres. Dime aque se debe tu visita.
-Ya casi la empresa de Hanna Cruz, es mía -digo sentándome en el bench.
-¿Cuántos le ofreciste? -pregunta mi madre mirándome con acusación.
-6 millones de dólares.
-Quedamos que eran 8, Lorenzo Lombardi. -me reprocha.
-Le dije que le pagaría la liquidación a cada uno de sus empleados, sólo son 15, tienen poco tiempo, además de ahí pagaré el abogado, sumando todo, sería 8.5 millones de dólares. Todo fue bien calculado madre -digo sonriendo con malicia.
-No sé que haré contigo, eres tremendo -dice riendo.
-Si si, también te amo -digo levantándome -debo irme, si Bianca pregunta por mi, le dices que me fui a Colombia en yola.
-¡Por Dios Lorenzo! -dice mi madre poniendo su mano en la frente.
-Es que me tiene hastiado -digo besando se frente para marcharme.
Llego a mi apartamento y preparo algo de comer mientras escucho las canciones de Andrea Bocelli. Amo la cocina, aunque tengo poco tiempo, el cuál lo distribuyo entre el gimnasio, mi madre, mi novia y las putas.
Después de comer y ducharme, me visto y voy hasta el estacionamiento en donde está mi chofer, me abre la puerta y subo.
Llegamos a la casa de Hanna y yo entro cuando la puerta se abre.
-Muy bonita y segura tu casa -digo observando todos los cuadros.
-Gracias, siéntete cómodo -dice tomando una botella de vino.
Me siento y dejo mi celular sobre la mesa delante de mi.
Ella extiende la copa y yo la tomo, se sienta a mi lado y observo sus piernas delicadas. Ella la cruza y habla haciendo que la mire.
-¿Qué tiempo tienes con Bianca?
-Más o menos un año -digo luego de dar un sorbo.
-Interesante -dice dejando la copa en la mesa y yo hago lo mismo.
Se levanta y se saca el vestido dejando su ropa interior blanca bastante sexy; ami vista.
-Mmmm linda pieza -digo acercándome como un tigre a su presa.
-Me la puedes quitar -dice acariciando mi hombro.
La levanto por la cintura y la coloco en la mía, la pego a pared, la acerco y hundo mi cara en su cuello. Huele delicioso.
Lamo todo su cuello y el lóbulo de su oreja, sintiendo mi miembro reaccionar a dicho acto. Ella con sus manos nerviosas empieza a desabrochar mi camisa, la bajo y la hago arrodillarse ante mi. Ella me mira y luego quita el cinturón y el botón de mi pantalón.
Me saca los zapatos, el pantalón y el bóxer.
-Ya sabes lo que debes hacer -digo mirando mi miembro levantado ante ella.
En un vaivén de lamidas y chupadas me hace un rico oral.
Después de más de media hora arrodillada frente a mi, me corro en su boca. La sostengo por el pelo para que no se me escape.
-Estás muy delgada, necesitas vitamina. Tómatelo todo -digo entrando más mi pene en su garganta.
Se levanta y la hago lamerse los labios, se acerca para besarme, pero la detengo y la giro con un movimiento. La pongo recostada sobre el espaldar del sofá. Le doy una nalgada. Voy hasta mi pantalón y saco un condón. Me lo pongo y de golpe entro en ella haciendo que chille y se aferre al sofá con todas sus fuerzas.
-No haz sido muy buena mamando, tendré que castigarte -digo moviéndome rápido sosteniendola de los hombros.
Doy estocadas fuerte y ella gime pidiendo más. Me muevo sin salir de ella, como si de una ametralladora se tratara mi cintura. Ella grita y pide qe pare, pero no lo hago. La agarro por el pelo y la levanto un poco.
-¿Te gusta?
-Si, me... encanta -dice entre cortado me muevo saliendo lento y entrando violento.
Ella jadea y grita mi nombre mientras le doy estocadas. Aprieto sus senos y peñisco sus pezones duros. Ella vuelve a gritar y se corre. Yo continúo mis movimientos a pesar de que ella me pide que pare.
Después de dejar su culo adolorido y rojo por las nalgadas me corro y lamo su cuello.
Me visto y me despido de ella.
-Mañana mi abogado pasará a traerte unos papeles para que firmes y a las 10 te deposito todo el dinero -digo besando su mejilla.
-¿Ya te vas? -pregunta recostada de la puerta.
-No, dormiré en el jardín -digo con sarcasmo yendo hasta la salida para entrar en el auto.