Capítulo 2 INTRODUCCIÓN

Miente cuantas veces desee. La verdad siempre saldrá a la luz.

~⌛~

«Es trabajo»

«Es solo un trabajo»

«Un trabajo y nada más»

Esa y más mentiras se repitió Kylian desde que la conoció, desde el momento en que sus ojos la vieron todo en su mundo cobró vida.

Porque él no tenía una vida antes de ella. Ni un solo momento de su vida tuvo un significado más importante antes de conocerla y pondría en juego lo que fuera con tal de que ella nunca se alejará.

Había pasado tanto tiempo viviendo por monotonía, mucho tiempo haciendo las cosas por rutina, que en el momento en que eso cambió tuvo un temor enorme de que ella desapareciera dejándolo de nuevo en el pozo que él mismo había cavado.

Los secretos son como una enfermedad, un virus que se expande por toda tu vida hasta crecer, crecer y crecer cada vez más volviéndose imposible mantenerlos ocultos.

Los secretos también podían hacer a una persona inmensamente feliz, ¿Quién no ha descubierto que hay cosas que se viven mejor en secreto? Pero los secretos también eran capaces de sumir a una persona en una profunda tristeza y dolor, ¿Quién no conoces el precio de los secretos?

Los secretos..., algo que puede ser insignificante o trascendental, alegre o doloroso, causa de paz o de las mayores batallas, que significa ganar o sumirse en el más peligroso juego para terminar perdiendo.

Fue por eso que Kylian se vio forzado en convertir sus secretos en un juego.

Un juego lleno de perdición, deseo, amargura, dolor, alegría y tranquilidad que podría darle lo que siempre había deseado en secreto o, que le haría perderlo todo, hasta su propia vida.

Algo exagerado, ¿No creen?, pero así sería, porque él no era un hombre ordinario.

Era un hombre que lo había perdido todo. Era un hombre al que nunca le había pertenecido nada. Era un hombre que no se atrevía a tener esperanza. Era un hombre que se había convencido que no sentía nada. Era un hombre que siempre había creído que merecía ser un personaje secundario en su propia vida. Era un hombre que se había creído lo que siempre dijeron de él: Que era un bastardo.

Ese hombre lleno de dolor y pérdida reprimida, encontraría en el peligroso pero atractivo secreto el calor que su corazón había deseado secretamente y con mucha fuerza.

Ese gran, atractivo y doloroso secreto lo condenaría a interesarse en quien no debía, en preocuparse por quien no le correspondía, en pensar en una sola persona que lo perseguía todo el tiempo, en encender un fuego que le consumiría absolutamente toda la vida.

Pero su mayor error sería interesarse en ella, preocuparse por ella, desearla a ella. Esa persona que era la única persona en la que no podía interesarse.

Su secreto lo condenaría.

Su deseo lo motivaría.

Su lealtad se vería afectada.

Su corazón se encendería.

Su amor sería lo único que lo salvaría

Pero, había una pregunta mucho más importante para él. ¿Podría ser él suficiente para salvarla a ella?