Sabía que el momento había llegado y no me resistí mi cuerpo comenzó a arder y cuando creía que lo peor había pasado los huesos de mi cuerpo comenzaron a romperse caí al suelo desplomada del dolor, este era muy insoportable cada hueso se rompía y se acomodaba en una posición distinta, esto duró algunos minutos más hasta que pude notar como ya no estaba en forma humana sino en la de un lobo, pero por desgracia no podía ver como era y tenía muchas ganas de conocer a mi loba.
Aun así estaba feliz muy pocas personas en la manada obtienen su transformación al primer intento, aunque si lo consigues o no debes de entrenar por si hay una guerra, pero me di cuenta que no era momento de estar feliz por la transformación ya que estaba demasiado cansada incluso para moverme y eso sería un gran problema más ahora que no sabia que hacer a continuación pues nadie me dijo nada al respecto o mas bien nunca puse atención cuando lo hacían.
- ¡Tenemos que cazar algo! Así recuperaremos energías.
- ¿Quién eres tú? Dije nerviosa pues no veía nadie a mi alrededor.
- ¡soy tu loba LIli! desde ahora somos una sola.
- ¡disculpa! estaba tan emocionada que lo olvide
Traté de ponerme de pie pero era muy difícil, mi cuerpo era muy pesado aun así reuní la fuerza y me paré. Al hacerlo corrí lo más rápido posible hasta que por fin encontré una presa, al principio me dio un poco de asco pero sabía que debía acostumbrarme.
Al terminar corrí al lago quería ver mi reflejo y ver que tal me miraba no esperaba mucho pues mis padres solo eran lobos ordinarios sin ningún rango y era de esperar que seria igual a ellos, no era que me molestara pero era lo que esperaba.
Cuando llegó al pequeño lago que estaba a las afueras del bosque me acerqué lentamente para mantener el misterio pero cuando me vi ahí estaba sorprendida mi pelaje era blanco muy pocos en la manada lo tenían asi pero no era algo sorprendente y mis ojos no se apreciaban bien por la oscuridad pero podría jurar que eran rojos pero sabía que eso era imposible ya que solo los alfas tenían ese color y supuse que solo era por la oscuridad y que posiblemente serían cafés es como los de mis padres.
- tengo más sorpresas de las que crees.
- ¿De qué estás hablando Lili?
- pronto lo sabrás, No seas impaciente, eso no es digno de un líder.
- ¡Yo no soy un líder! Aunque hubiera una guerra sólo sería uno más de los protectores del alfa.
- ¡Podemos ser todo lo que tu quieras! No siempre los soldados de rango bajo tienen que obedecer al jefe, en casos especiales el jefe debe de callar y obedecer.
- Lili dices cosas muy extrañas, Aunque así fuera sinceramente creo que yo sería la persona menos adecuada para decirle algo al alfa, solo soy una adolescente que quiere vivir una vida tranquila y él un hombre de 45 años que aunque en años lobo aparenta 20 ya es un viejo mucho mayor y con mucha experiencia.
- Qué más da, aunque tuviera 100 se seguiría viendo joven, de todas maneras vivirá algunos cientos de años mas y tu tambien asi que no temas yo te cuidaré.
- vaya que si fanfarroneas lili, dije molesta porque era de mucha ayuda.
Cerré la conección con Lili, sentía que ella se comportaba muy extraño era como si dijera palabras confusas disfrazadas de cuidado, deje de pensar en eso y me fui a casa pues era muy tarde y mañana seria un largo día debido a que tenía que presentarme delante de los demás lobos y eso sería agotador.