Capítulo 4 4

Jane pasó la noche cuidando al Viejo. A la mañana siguiente, lo trasladaron a la única habitación privada que tenía el hospital local.

Hasta anoche, la habitación privada aún estaba ocupada y el paciente fue dado de alta recién esta mañana.

Jane limpió la cara y las manos del Viejo. Y cuando el médico y la enfermera vinieron a verlo, ella preguntó...

- Doctor, ¿por qué no se ha despertado todavía?

- Se despertará pronto, dale unas horas. Sus signos vitales están bien. Pareces tan preocupada por él, ¿eres su nieta? - preguntó el médico.

- No lo soy. Pero aún puedo ser referida como su nieta en caso de que necesites eso para completar su historial médico - Jane respondió.

- No hay necesidad de eso. Si se despierta, envíe a alguien para informarnos - Dijo el doctor antes de irse con la enfermera.

- Doctor, ¿cómo está? - El oficial Cooper, que estaba esperando afuera de la puerta, preguntó de inmediato que el médico salió.

- Sus signos vitales son normales, pero aún está inconsciente. Debería despertarse pronto - le dijo el doctor.

- Está bien. Iré a casa a cambiarme de ropa, volveré - El oficial Cooper le dijo.

El doctor asintió antes de finalmente alejarse.

El oficial Cooper llamó a la puerta de la habitación del Viejo antes de entrar.

- Buenos días, oficial Cooper - Jane saludó al oficial y le hizo una reverencia respetuosa.

- Buenos días, señorita Jane. Me voy a la estación, volveré en breve - El oficial Cooper le dijo.

- ¡Viaje seguro!. - Jane le dijo.

Después de que el Oficial Cooper se fue, la Sra. Riza apareció con dos loncheras.

- ¡Ah! Mamá, llegaste en el momento adecuado, tengo mucha hambre - Jane dijo mientras caminaba hacia su madre.

- ¡Simplemente lo sabía! - Dijo la Sra. Riza mientras le quitaba las loncheras - Necesitas cepillarte los dientes primero antes de comer. También traje una muda de ropa para ti. ¡Ve y lávate! - La Sra. Riza le dijo mientras le señalaba la bolsa.

- ¡Gracias mama! - Jane respondió con una sonrisa mientras tomaba la bolsa y salía de la habitación.

La Sra. Riza colocó los paquetes de almuerzo en la mesa antes de ir al lado del Viejo para echarle un vistazo.

Como enfermera, lo revisó para asegurarse de que estaba bien.

Al ver que todo estaba bien, se relajó.

Diez minutos después, Jane regresó a la habitación. Corrió de regreso a la habitación a toda prisa, pensando que el Viejo ya se habría despertado. Pero para su decepción, él todavía estaba inconsciente cuando regresó.

- No te decepciones, se despertará pronto. Ven y come - La Sra. Riza dijo mientras le entregaba los palillos

- No tengo hambre - Jane dijo con el ceño fruncido en su rostro, dijo que se le había quitado el hambre de repente, pero era mentira. Pero en el momento en que rechazó comer, su estómago gruñó.

Su madre se quedó mirándola sin palabras, esperando su siguiente acción.

- Creo que tengo hambre - Jane dijo tímidamente.

Había querido comer cuando el Viejo despertó, pero es malo que ahora tenga mucha hambre, porque no comió nada anoche.

- Toma este- Dijo la Sra. Riza mientras le pasaba una lonchera.

- ¡Gracias! - Jane dijo mientras tomaba la lonchera y se sentaba al otro lado de la habitación.

Mientras comía, le preguntó a su madre...

- Mamá, tuviste un turno de noche que terminó esta mañana, ¿cuándo regresaste a casa para hacer comida para el abuelo Strong y para mí?

- Me fui inmediatamente que terminó mi turno. Cociné algo de comida y me refresqué antes de regresar - La Sra. Riza respondió mientras se sentaba.

- Mamá, Caminaste toda la noche y volviste a hacer la comida. Y mira dónde estás ahora, no has descansado - Jane dijo después de tragar la comida en su boca.

- Sabía que no querrías dejar el lado del Sr. Strong, así que tuve que preparar la comida y llevártela. Ahora no te preocupes por mí y come tu comida. No puedes hablar mientras comes - La Sra. Riza le dijo.

- ¡Está bien, mamá! - Jane respondió y continuó con su comida.

Desconocido para ellos, el Viejo Sr. Strong ya estaba consciente, pero aún tenía los ojos cerrados. Quería saber dónde estaba sin que nadie supiera que estaba despierto, por si acaso estaba en una zona de peligro.

- Mamá, ¿qué pasa con las facturas del hospital? - Jane le preguntó a su madre cuando de repente lo recordó.

La Sra. Riza la miró antes de suspirar - Esperamos que la familia del Sr. Fu venga y arregle el resto. Ya deposité algo de dinero esta mañana de los ahorros de su padre, pero aún no es suficiente.

- Al menos papá lo ha intentado - Jane dijo mientras se acercaba con su comida.

'Niña tonta. Ese fue el dinero que tu padre ahorró para la matrícula de la universidad´. La Sra. Riza se dijo a sí misma.

Lentamente, el Viejo Sr. Strong abrió los ojos y tosió para llamar la atención de la madre y la hija.

- Viejo, ¿estás despierto? - Jane preguntó en estado de shock mientras corría inmediatamente a su lado cuando se recuperó.

La Sra. Riza se fue de donde estaba sentada y corrió al lado del Viejo.

Después de que sus ojos se acostumbraron a la iluminación de la habitación, el Viejo Sr. Strong finalmente pudo ver bien la cara familiar que recordaba de la escena del accidente. La misma chica que salvó su vida.

Al no recibir una respuesta de él, Jane se giró para preguntarle a su madre con una mirada de preocupación en su rostro.

- Mamá, por favor, míralo. ¿Está bien?

- Estoy bien - El viejo Sr. Strong interrumpió con voz ronca.

La Sra. Riza inmediatamente sirvió un vaso de agua a temperatura ambiente de la botella que trajo de su casa.

Le pasó la taza a Jane antes de ayudar al Viejo a levantarse.