Capítulo 8 : Stalker parte 2

Kinsey

Mi pareja para computación fue Howard, ambos trabajamos bien así que los veinte están garantizados.

-Yo hago los primero tres párrafos y tú haces los últimos dos, ¿te parece? -sube la cabeza para verme.

-¿Y por qué tú tienes que hacer tres y yo dos?, ¿es acaso un tipo caballerosidad? -alzo una ceja.

-En realidad es porque yo escribo más rápido y así terminaremos pronto -me dice esbozando una sonrisa.

-Oh, claro. Que tonta de mí. Se me olvidó que la caballerosidad murió a principios de esta década.

Howard ríe y me mira gracioso.

-Siempre se me olvida que hablo con un feminista de sangre pura.

-Nada más por ese comentario miles de chicas de mi grupo te caerían encima -entrecierro los ojos imaginándolo-, pero te lo dejaré pasar porque te necesito para el trabajo.

-Claro, claro. El interés por delante -estira los brazos y se truena los dedos.

-Oye -le doy un codazo-, solo por si queda duda estamos bromeando, ¿cierto?

Gira la cabeza hacia mí.

-Así es, y por cierto ese grupo del que hablas ya me dio miedo.

Hace un año entré en un grupo de Amino sobre las mujeres empoderadas y el poder femenino. Fue ahí cuando me convertí en feminista y creé mi blog para disipar la desinformación al respecto. Muchos creen cosas que no son sobre eso.

-Ellas me ayudarían a enfrentar lo que me pasa ahora -recordé los ataques del hater.

-Me enteré de la publicación de Facebook sobre tu mamá, lo siento mucho -dice mientras transcribe el texto.

-Haga lo que haga nunca se detendrá.

-¿Quién?

-Un hater que comenta mensajes de odio en mi blog y que me acosa siempre. Es como si detestara todo lo que soy -Howard alza ambas cejas y me mira impresionado.

-¿Tienes un blog?, eso no lo sabía -completa la oración en una sonrisa, como si estuviera orgulloso de mí.

-Sí, hace un tiempo -pensé que ya todos lo sabían. Aunque en realidad, son muy pocos los que saben. Lo que reduce la posibilidad de encontrar al hater.

¿Cómo no lo pensé antes?

-Pues me encantaría leerlo, y si es posible ayudarte en lo que sea con ese hater que te tiene envidia.

Me alegró que quisiera ayudarme en esto.

-¿De veras? -arrugo la cara.

-De veras. Tú solo escríbeme, llámame, envíame un audio, fax, correo, señales de humo, Messenger, lo que sea. Tengo un hermano con conocimientos en informática quizás te pueda ayudar.

-Gracias, Howard. No dudaré en escribirte, llamarte, enviarte un audio...

-Okey, ya entendí -se pone de vuelta a escribir mientras yo me río y él ensancha una sonrisa frente a la pantalla.

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Viggo

Hora del recreo, y como siempre Athena y yo nos sentamos en nuestra mesa mientras hablamos de literalmente lo que sea.

-Yo sí pienso que es cierto -me dice Athena entrecerrando sus ojos.

-No lo sé, si el profesor de química tuviera sexo con las estudiantes, ¿no crees que ya alguien se hubiese enterado? -Athena ama las teorías conspirativas y esa salió a la luz.

-¿Y quién dice que ya alguien lo sepa y no diga nada? Quizás lo tenga amenazado con aplazarle la materia si es un alumno.

-Es posible, pero no lo sé. No veo al profesor Marcelo cogiéndose a menores de edad y menos del colegio o en el colegio. Es muy correcto para hacer eso, va en contra de sus principios profesionales y eso.

-Precisamente esos son los más sa... -mi teléfono suena al llegarle una notificación, pero no le doy importancia- sádicos, ellos engañan a todos con su... -el teléfono vuelve a sonar una y otra vez-. Deberías ver tu celular.

Lo tomo para ver las notificaciones y listo.

-No es nada.

-¿Sabes? Acabo de acordarme que necesito tomarme fotos nuevas ya mismo ¿puedes prestarme tu celular? Tiene la mejor cámara, lo sabes -dice Athena de pronto.

-Bien -le doy el celular y yo me levanto para comprarme otro jugo.

Teníamos confianza entre nosotros así que no había problema.

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Athena desbloqueó el celular y en vez de entrar en Snapchat en donde usualmente se toma fotos, ella entró en Instagram.

La curiosidad de ver con quién hablaba Viggo la consumía, y más aún que él se mostrara tan misterioso al respecto cuando normalmente es muy abierto con todas sus cosas. Ella sabía que él ocultaba algo.

Al meterse en su bandeja de mensajes no encontró ninguna conversación con un chico. Luego bajó la barra de notificaciones, pero notó que había eliminado las notificaciones que tanto sonaron. No tenía idea de si había borrado el chat o qué, pero entonces se metió en su perfil y encontró con que tenía otra cuenta a la que podía acceder con solo un toque, un perfil llamado "0phelia99" eso llamó su atención y tocó la pantalla llevándola a la pestaña principal donde había miles de fotos de chicos en su feed.

Seguía únicamente a tipos sin camisa que se exhibían sin miedo. Esto la deja un poco desconcertada pero su mayor sorpresa se la llevó cuando al ver las fotos de este perfil ve solo imágenes de una mujer supuestamente llamada Ophelia. Ella va al DM y se encuentra con chats de no solamente un chico, sino de varios. Y en cada uno se hacía pasar por esta mujer engañándolos a todos.

Athena queda boquiabierta y en ese instante Viggo se sienta del otro lado de la mesa sorprendiéndola. Ella regresa al anterior perfil sin dejar rastro y le entrega el celular.

-¿Todo bien? -le pregunta él frunciendo el ceño.

-Sí, todo bien -responde con una sonrisa fingida.

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Prometeo

Hoy fue el último día que Liam y Camila caminaron por los pasillos de Las Estepas, el último día en sentarse en sus respectivos puestos en el salón y su último recreo aquí.

Todos se despidieron de ellos al final de las clases, pero para nosotros tres aún nos quedaba algo de tiempo juntos. Su despedida fue en casa de Camila, los familiares de ambos estaban ahí y fue la última fiesta en la que estaríamos los tres juntos en mucho tiempo.

-Prométanme que van a volver.

-En cinco años, Teo. Hasta ese tiempo no podemos salir del país -responde Liam.

-A menos que tú vengas hacia nosotros. -dice Camila como un rayo de esperanza.

-Ojalá pueda pasar -lo dudaba mucho y más ahora por el divorcio de mis papás.

Ya era hora de irme y ellos lo sabían. Estábamos parados en la puerta de la casa viéndonos por un rato largo como si no quisiéramos dejarnos ir.

-Y si nos dejamos de ver y nos abrazamos de una puta vez -propone Liam y Camila y yo soltamos una risita.

Así que eso hice. Acorté la distancia entre los tres y nos abrazamos.

-Voy a extrañarlos, chicos, en serio -sentí que mi voz se quebraba

-Nosotros también -responden al unísono con el tono igual que yo.

Entendí la razón de por qué no quería abrazarlos, porque sabía que cuando lo hiciera no iba a querer soltarlos, y comenzaría a llorar sobre sus hombros.

-Tenemos que prometernos que nunca dejaremos de hablar, que pase lo que pase estaremos ahí para el otro. No importa la distancia, estaremos más unidos que nunca, ¿lo prometen? -comencé a sentir una lágrima bajar por mi cara.

-Lo prometo -responde Liam

-Lo prometo -responde Camila.

Ya era hora.

Los solté y me di la vuelta, caminé hacia el auto que me esperaba y me subí. El carro arrancó, volteé hacia atrás y todavía podía verlos abrazados consolándose, lentamente ellos se hicieron pequeños conforme el auto avanzaba hasta que los perdí de vista. Ya no los podía ver, esa fue la última vez que vi en persona a mis mejores amigos.

Me limpié las lágrimas de la cara porque no me gustaba que me vieran llorar, y quien manejaba era mi papá que después de dejar la casa se puso en contacto conmigo y quiso traerme

Él recibió una llamada de la cual no entendí mucho y me dijo que nos desviaríamos a otro lado rápidamente. Llegamos a una zona residencial y se paró enfrente de una casa y se bajó, pero lo que llamó mi curiosidad fue que él no fue hacia esa casa sino a otra más adelante, me pareció muy extraño, ¿por qué no se paró enfrente de esa casa? No había ningún carro estacionado. Tenía la sensación de que algo estaba ocultando, algo que no quería que viera.

Así que me bajé del auto y caminé unos pasos adelante para ver que le abren la puerta de la casa y él entra. Yo me acerco un poco más para ver en la ventana que está con una mujer y de inmediato me imaginé lo obvio. Ambos hablan por un segundo y después se dan un beso.

No sabía cómo sentirme sobre eso, pero lo peor vino después cuando tres niños llegaron a la sala saludándolo con entusiasmo. Él los abrazó con una enorme sonrisa en su cara, luego se dijo unas cosas y se regresó a la puerta.

Yo me devolví velozmente al carro y me encerré en el asiento de copiloto asimilando toda esa información. Mi papá tenía un amorío con otra mujer con hijos, es por eso que nos dejó a mi mamá y a mí...por ellos.

El regresó cuanto antes con una carpeta en la mano y arrancó dando la vuelta. Entonces le pregunté.

-¿A qué viniste aquí?

-A buscar esos papeles. Son del trabajo.

-¿Y quién te los dio?

-Un compañero, los dejé el otro día y él los tomó.

Esperé con ansias ver su rostro cuando me mintiera en la cara y así fue exactamente como sabía que pasaría.

Pues, en conclusión, si había algo de verdad en lo que dijo, entonces se está follando a su secretaria y los papeles los dejó en el motel donde se vieron por última vez.

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Ningún hijo debería experimentar la separación de sus padres. Es un proceso difícil cuando crees que la relación de tus papás es perfecta, pero de un momento a otro se derrumba.

Y peor aun cuando notas que en realidad nunca fue perfecta.

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Libano

Publiqué un nuevo comentario en el último post de su blog.

Me encantaba ser siempre el primer comentario, el primero y único.

"Parece que no entiendes nada. Tu blog es una mierda inservible y no veo la hora de que borres esta porquería"

Una vez que mi trabajo está hecho me doy vuelta en la silla, pero escucho un sonido que me hace voltear de inmediato. Me percato de algo que no había pasado antes. Ella me respondió.

Solo lo ha hecho una vez, pero porque estaba ahí y no creí que tuviera las agallas de volverlo a hacer.

"Tienes razón mi blog es un asco, lo borrare el día en que TENGAS UN POCO DE RESPETO POR LOS DEMÁS, es decir, nunca. Así que cállate y metete tus palabras por ese culo apretado y deja de gemir tanto por mis posts. Gracias