Hace calor y mucho, ella ha comenzado a moverse, el calor la hace sentirse incomoda.
-Señor tenga, el calor puede hacerle daño.- me dice Iván, ofreciéndome un vaso de agua con hielo.
-Gracias Iván espera afuera.- le ordeno, ya que no lo quiero en la recamara.
-Si señor.
La estoy observando y veo que está despertando, se mueve y la veo intentar salir de la cama cuando le digo
-Por fin despiertas estúpida, si sigo subiendo la calefacción, nos asaremos de calor!
No me muevo del sillón frente a la cama, ella al escucharme solo me observa, sus ojos son hermosos, de un verde intenso, una combinación exótica con ese cabello de color caramelo rojizo. No puedo dejar de notar su belleza y fragilidad y su voz dulce, serena y melodiosa se escucha al preguntar con un dejo de sorpresa.
-Quien es usted y que hace aquí?
No debo dejarme impresionar por su apariencia, ella comenzó esto y debe pagarlo.
-Yo soy quien hace las preguntas estúpida, así que dime en donde ésta mi hijo?- le pregunto con un tono frio y duro que siempre intimida a todos.
-Su hijo?, perdón pero yo no le conozco y no sé quién sea su hijo!- me responde en su voz puedo notar el miedo.
-DEJA DE MENTIR, TU MALDITA PERRA TE METISTE A MI CAMA HACE UNOS AÑOS Y TUVISTE UN HIJO, ESE NIÑO ES MÍO Y LO QUIERO AHORA!- vi su reacción cuando me escucho, era de sorpresa y claro que la sorprendí, pues ella debió pensar que no la encontraría.
-Señor no sé quién es usted y le aseguro que yo nunca he estado en su cama, mucho menos he estado embarazada o tenido un hijo.- me dice tratando de mentirme y a mí no me gusta que me mientan, veo la mirada de terror en sus ojos y tratando de usar eso a mi favor me levanto para acercarme y sin decirle nada le doy una bofetada que la envía hacia atrás sobre las almohadas y le grito.
-HACE TRES AÑOS, TU MALDITA PERRA ME DROGASTE Y TE METISTE EN MI CAMA, PUEDE QUE NO VIERA TU CARA EN LA OSCURIDAD, PERO RECUERDO BIEN TUS GRITOS DE PLACER MIENTRAS TENIAMOS SEXO Y MIS INVESTIGACIOBES ME DICEN QUE FUISTE TÚ; ASÍ QUE DIME EN DONDE ESTA MI HIJO?- mientras le grito llevo la mano a la pistola que siempre llevo y sacándola la acerco a ella que no se ha movido y pongo la pistola en su cabeza amenazando con disparar si no habla.
La veo temblar de miedo y el terror en sus ojos es real, pronto me dirá lo que quiero saber, así podré tener a mi hijo a mi lado.
Pero lo que dijo fue muy diferente a lo que esperaba, pues no me dijo dónde estaba mi hijo, sino que empezó a decirme mentiras
-Señor por favor créame yo no le conozco, usted debe estar en un error y yo nunca he tenido sexo con....- No la dejo terminar, ya lo he investigado, ella es aquella mujer por lo que molesto, jalo del gatillo, la pistola no estaba amartillada por lo que solo se escuchó un clic y le grito
-DEJA DE MENTIR, SABES BIEN QUE TENDRE A MI HIJO DE UNA U OTRA MANERA, ASÍ QUE ENTREGAMELO AHORA.
-Por favor créame, yo no he tenido ningún hijo, nunca he estado embarazada, debe estar en un error.- Comienza a decirme por lo que me acerco aún más y sujetándola del cabello y jalándolo para que me vea a la cara , puedo notar que tiene miedo, pero no deja de mentir.
Acaso creyó que nunca la encontraría, que no daría con ella tras abandonar la universidad, no he terminado de castigarla, no cuando todo indica que tuvo un hijo mío, resultado de aquella noche en que ella tuvo la osadía de drogarme para robarme y meterse en mi cama.
Suelto su cabello, aventándola en la cama y rápidamente subo sobre ella colocando mis piernas a ambos lados de su delgado y pequeño cuerpo. Sujeto sus manos con una sola de las mías, son tan pequeñas y las llevo sobre su cabeza, esa posición no le permite mucho movimiento.
Veo el terror en su mirada, además esta agitada y su respiración es rápida, señal de que pronto sedera por miedo y me entregara a mi hijo y para agrandar su pánico a que la vaya a matar apunto la pistola a su vientre mientras le digo
-Así que quieres seguir mintiéndome, pues bien yo voy a revisarte; no debes tener vergüenza maldita zorra, ya que no será la primera vez que ponga mis manos en ti.- y poniendo la pistola a un lado, comienzo a tocar su cuerpo, ella es bella y viéndola desde mi punto de vista, ella es mía, ella misma se metió en mi cama, porque no disfrutar de lo que me fue dado ya una vez.
Así que sigo tocando su cuerpo con la mano libre mientras ella intenta inútilmente de resistirse. Carajos como si ella pudiera hacer algo, solo la diferencia de sexos la nulifica y sumando la diferencia de peso y estatura además de la fuerza, sus esfuerzos son totalmente inútiles y desgastantes.
Al tocarla trato de recordarla y noto que es más delgada, y hasta algo más pequeña, pero no es ella, no puedo equivocarme. Bajo un poco sus bragas y noto una cicatriz a un lado de su vientre por lo que le pregunto.
-Si no tuviste un hijo de que es esta cicatriz?
-Es de una apendicetomía, está muy de lado para ser una cesárea no cree?-me responde en tono sarcástico.
Vaya con la niña estúpida esta, tratando de tomarme por tonto, esto me molesta por lo que me inclino sobre ella y le digo al oído
-A mí no me hables con sarcasmo perra, estas en mis manos y si lo deseo hoy mismo morirás.- Respiro el aroma de su cuerpo en su cuello, el miedo y el calor lo hacen más intenso, despertando mi deseo, por lo que comienzo a aspirar más su cuerpo excitándome con su aroma y le digo.
-Bueno, aquella noche disfrutaste como loca de mí, lo sé, ahora me toca a mí disfrutarte hasta cansarme.- me muevo un poco, solo para poder disfrutar de lo que es mío ya que ella misma me lo entrego hace tres años.
-Que? No por favor, déjeme? – comenzó a decir mientras intentaba soltarse o resistirse a mí con más fuerza y energía.
Eso solo logro excitarme más y decidido a hacerla hablar le digo.
-Vamos a recordar como hicimos a mi hijo aquella noche, puede que así te animes a hablar.- y con un ágil movimiento le termine de quitar las bragas, para después colocarme entre sus delgadas y torneadas piernas, puede no ser muy alta pero tiene un buen cuerpo, uno del que pienso disfrutar tanto como hice aquella noche o debería decir más, ya que hoy no estoy bajo el influjo de ninguna droga.
Haciendo uso de una sola mano, retiro mis prendas lo suficiente para lo que deseo en este momento, que es disfrutarla y someterla, haciéndola entender que yo soy quien manda.
Ella se resiste moviéndose, intentando empujarme con las piernas, más lo único que logra es darme más acceso a ella.
La sujeto más fuerte pues está tratando de soltar sus manos cuando me dice.
-Por favor escuche, no me haga daño, yo no... Ahhh.- no le hago caso, no voy a ablandarme y dejar que me engañe una vez más.
No es más que una puta a la que se le hizo fácil tratar de chantajearme o de robarme para lo cual me drogo aquella noche. Más al salirle algo mal termino metiéndose en mi cama, ahora tiene un hijo mío y yo lo voy a recuperar.
La penetro con fuerza sintiendo su cuerpo tensarse, ella es estrecha; seguramente no ha tenido sexo en algún tiempo, más al hacerlo siento como su cuerpo se resiste a darme paso, más al hacerlo la escucho gritar, por lo que suelto sus manos, esta vez con mi mano libre, cubro su boca, no tengo ganas de escuchar sus gritos, sino sus gemidos de placer. Más la verdad ahora lo que me interesa es mi propio placer.
Me muevo fuerte, con energía hasta que llego al clímax, derramándome en su interior, ella por su parte esta quieta, creo que ha entendido que no podrá evitar nada de lo que yo quiera hacer esta noche.
Bajo de la cama y me desnudo por completo, pues tengo una larga noche por disfrutar. Vuelvo a la cama y la observo, la he agotado pues se ha quedado dormida, pero su cree que con eso la dejare, está equivocada, es cuando lo hago noto unas pequeñas gotas de sangre en la cama. Qué diablos? Las ignoro pues no me importan en este momento y comienzo a acariciar su cuerpo, notando sus reacciones, subo la camisola y veo sus pechos, a pesar de ser tan delgada tiene senos generosos y no los dejo pasar, comenzando a acariciarlos.
Esto hizo que su cuerpo respondiera, así que tomo uno de sus pezones con mis labios y comienzo a disfrutarlo, mientras acaricio el otro.
Las reacciones de su joven cuerpo me existan una vez más por lo que vuelvo a penetrarla, escuchando un leve gemido salir de su garganta. Y mientras la poseo, esta vez tomándome mi tiempo, mientras succiono sus pezones, los lamo o los muerdo, llego una vez más al clímax, con lo que al momento mordí su pezón dejando una profunda marca.
Puede que este agotada y dormida, pero eso no evita que su cuerpo responda ante mis demandas. La poseo una y otra vez, haciéndola mía por completo durante la noche, escuchando sus leves gemidos y disfrutando de sus reacciones, en un momento pensé en dejarla descansar mientras acariciaba su cuerpo.
Pero termine colocándome a su espalda, poseyéndola desde atrás, rodeando su delgado cuerpo con mis brazos, acariciando sus senos mientras beso y succiono su cuello y en un arranque de placer mordí su hombro mientras me derramaba en ella regando su vientre con mi semilla por cuarta o quinta vez esta noche. Tras lo cual simplemente la abrace y me deje dominar por el sueño.
Un par de horas después algo me despierta, está por amanecer, por lo que debería irme. Me muevo un poco y me doy cuenta de que sigo dentro de ella, lo que me éxito de inmediato.
Me doy el gusto de poseerla una vez más antes de salir de la cama y vestirme y en un arranque de pudor tomo sus bragas y se las coloco, así como también recoloco su camisola antes de cubrirla con la ropa de cama y dándole un beso en los labios le digo
-Disfrute mucho nuestra noche juntos, espero que esto te anime a entregarme a mi hijo y no te preocupes no voy a quitártelo, desde anoche eres mi mujer y siempre lo serás, pues eres la madre de mi heredero. Descansa , ya nos veremos después.
Salgo de la habitación en silencio tras recoger mi pistola y voy a la sala en donde Iván me espera.
Fue inteligente al bajar la temperatura de la calefacción anoche tras escuchar que ella había desperado.
Salimos del departamento no sin antes tomar el cuadro que me gusta, el de las ballenas, me aseguro de que el departamento quede bien cerrado tal y como lo encontré anoche y así con el primero rayo de luz subo al auto y simplemente ordeno
-Vamos a casa, estoy cansado.
-Si señor Danko.