/0/8854/coverbig.jpg?v=afa3e699e04729c44ee38b9d02d4e7bd)
Alejandra llegaba hasta el costoso laboratorio donde le practicaron los estudios recomendados por el Doctor Manzano, la enfermera encargada de recoger las muestras le preguntó:
-¿Necesita algo más?
-No para nada solo que estoy esperando los resultados de mis exámenes -respondió Alejandra.
-Disculpe señora pero eso está listo al medio día -dijo la enfermera.
-¡Queee! No estoy de acuerdo licenciada ¡Los necesito lo más pronto posible! No me importa si debo pagar más dinero
-respondió la señora Lhan un poco autoritaria.
La bioanalista que escuchó aquella conversación intervino.
-Señora mil disculpas, pero no se trata de dinero se trata del tiempo de respuesta de los reactivos, deberá esperar mínimo hasta las 10:00 de la mañana lo siento mucho.
Aunque a la señora Lhan esto no le vino en gracias no le quedó otra opción que simplemente esperar, así que aprovechó el tiempo para pedir a su chofer que fuese hasta los Palos Grandes y agendará un cita con el Doctor Manzano.
-¡Carmelo!
-¡Dígame señora! , ¿Ya nos vamos?
-No Carmelo, debo esperar aquí los resultados de los exámenes pero igual tengo una tarea para tí.
-¿Que sera señorita? Digo señora
-¡Ya te dije que no te preocupes por eso! Escucha bien necesito que vayas hasta esta dirección y me solicites una cita para hoy a la 1:00 pm -.Explicó Alejandra mientras entregaba una tarjeta a su chofer.
-Listo señora ya salgo para allá -respondío el chofer.
-Luego pasas recogiendome.
-Como ordene señora.
Ya en la mansión de los Lhan se encontraban listos esperando en el despacho Marcous Lhan y su suegro de pronto tocaron la puerta.
-Adelante! -dijo Marcous.
-Señor Marcous llegó Francisco Padrón -exclamó la empleada de servicio.
-¡Hágale pasar! -Respondió Marcous con un vaso de brandy en la mano derecha y un puro cubano en la mano izquierda.
-¡Cómo ordene señor! -contestó rápidamente la empleada.
Francisco vestía su mejor ropa una pieza completa que solo había usado en dos oportunidades en su matrimonio y en el bautizo de su primer hijo el cual lleva su mismo nombre, al ingresar los dos hombres quedaron completamente impresionados Francisco, vestía de blanco y con mocasines de color negro, además portaba en su brazo izquierdo un viejo reloj que le hacía parecer importante pero sobre todo se resaltaba su humildad, Arismendi le veía de arriba abajo y pensaba que aquel hombre le había caído como un regalo del cielo ya que cumplía con cada una de las características que necesitaba para hacer que su negocio fuese ejecutado correctamente.
-Te vez fantástico jovencito, eres un digno socio nuestro -dijo Don Federico Arismendi.
-¡Así es Francisco! Pasa sientate prueba un poco de brandy -dijo Marcous Lhan.
-¡Muchas gracias! De verdad le agradezco su confianza -respondió Francisco tímidamente.
-Bueno Francisco te lo voy a explicar nuevamente, llegas tímidamente a donde los Castillo, te entrevistas con ellos, hablan un poco acerca de la producción de cacao les explicas que te despedimos de nuestra empresa y que bueno te dieron un dinerito y necesitas invertirlo sabiamente, les dices que quieres comprar una pequeña parcela para construir tu casita ahora que te quedaste sin casa y allí es en donde comienza nuestro segunda parte del plan, ya que ellos posiblemente te ofrezcan una parcela alquilada con opción a compra, a lo que dirás que le quieres comprar un pedado de tierra para sembrar un poquito de cacao para vender también y así vivir de lo que sabes hacer, a fin de cuenta es lo que sabes hacer allí es donde arruinamos de manera muy sabia los cultivos de cacao de los Castillo, con químicos que dañen las cosechas y tú los compras a buen precio, en lo que tengamos los cultivos en nuestro poder simplemente nos los vendes a nosotros nuevamente y te quedas con tu parcela, igual nosotros nos comprometemos en salvar el cacao nuevamente sólo que tomará un tiempo.
-¡Un momento! No estoy entendiendo nada, ¿Como vamos hablar de arruinar los cultivos de cacao? No estoy de acuerdo con eso, ni mi familia ni yo jamás hemos hecho ni haremos algo así, eso sería pagarle mal a la tierra y es gracias a la tierra que tenemos todo yo no estoy de acuerdo señores me van a disculpar pero bajo esos términos no acepto la propuesta. -Respondió rápidamente Francisco interrumpiendo al doctor Arismendi.
-Cálmate, cálmate Francisco entiende algo todo lo que hacemos es por el bien de la empresa todos acá vamos a perder algo incluso yo mismo me tocará importar el cacao para poder cumplir con la Nestlé y va perder mucho dinero -Respondió Marcous tratando de apaciguar la situación.
-Esto es una locura imagínese cuántas personas pueden verse afectadas por mi culpa -exclamó Francisco.
Luego de una larga discusión Federico Arismendi se encontraba bastante irritado ya que era un hombre clasista que sólo logra valorar a las personas por su cuenta bancaria no por sus bondades humanas lo que le hacía considerar a Francisco como un bueno para nada sin embargo también entendía muy bien el riesgo de dejar ir a este bueno para nada, así que utilizó una técnica qué le había hecho llegar muy lejos en su vida comercial el engaño, la mentira para convencer a Francisco que llevara a cabo su plan.
Todo estaba servido para que Federico Arismedi hiciera su jugada así que como un tigre que sigue durante días a una presa apenas evidenció el momento de atacar lo hizo rápidamente para devorar a su víctima.
Don Federico se acerco a Francisco colocó la palma abierta de su mano en la espalda le miró a los ojos diciendo:
-Hijo mío yo entiendo tu preocupación por conservar la pureza de esta tierra gracias a tu trabajo y el de tus ancestros hoy día podemos disfrutar un rico chocolate en nuestras mesas sin embargo debo decirte que no todo debe ser con un trágico acuerdo podemos optar por otras opciones más simples ¿no crees?
Fue entonces que como todo un buen jugador de ajedrez hizo una jugada fantástica para sacrificar un peón es decidir dar un jaque mate al enemigo.
-¿Y qué solución más pacífica y menos dañina propone usted? -preguntó Francisco.
-Francisco debes entender que si no hacemos esto ahora la empresa podría desaparecer para siempre -dijo Marcous antes de que hablase Federico.
-Yo jamás estaré de acuerdo con hacerle daño a esta tierra sabe algo señor Lhan, antes de que su padre llegase acá estamos nosotros, lo recibimos como uno más le dimos un hogar por supuesto que con su gran trabajo fue comprando terreno por terreno y se hizo un gran empresario ¿Sabe porque? , ¡Porque su padre valoraba y respetaba la tierra! Y jamás haría eso que hoy usted me pide hacer, es por eso que su padre juró devolver las tierras a los dueños originarios luego de darse cuenta quién era realmente digno de poseerlas.
En ese momento Arismendi y Marcous quedaron estupefactos no tenían argumento válido para refutarle a quien para ellos era un simple campesino, por más poder dinero y educación con el que contaban este hombre les había bofeteado intelectualmente cosa la cual no están acostumbrados a experimentar y menos de un don nadie, Arismendi vio la cara de Marcous y pudo ver como sus ojos enrojecidos se llenaban de rabia su respiración se agitaba cada vez más así que actuó pronto antes de que el asunto se le saliera de las manos se apresuró tomando a Marcos por el antebrazo fuertemente intentandole detener para evitar que este explotara y arruinando todo, luego se acerco a Francisco para decirle:
-Joven Francisco qué le parece si nos permite a mi socio y a mí conversar unos minutos disculpe pero su argumento ha sido tan válido, tan exacto, tan comprensible y tan necesario que amerita nuestra consideración así que discutiremos al respecto.
-Atanasia, Atanasia -gritó Marcous a la empleada de servicio.
Al escucharle la empleada de servicio entró de inmediato en la habitación exclamando:
-¿Qué se le ofrece Don Marcous?
-Lleve a Francisco a la cocina dele algo de picar por favor apenas le llame regrese con el nuevamente.
Francisco y la empleada de servicio caminaron hasta la cocina en dónde le ofrecieron algo de comer y tomar a Francisco mientras discutían Arismendi y su yerno.
-¡Pero! , ¿Que se ha creído este don nadie? , ¿Quién se cree para desafiarme? Para decirme cómo debo hacer las cosas, ¿Acaso cree que tiene otra opción, acaso cree que tiene el poder para contradecirme? -gritaba Marcous golpeando el escritorio de su despacho con el puño de su mano
-¡Déjame decirte que te equivocas hijo mío! Si tiene poder en este momento, maneja a cabalidad nuestro plan para acabar con la propiedad de los Castillo, para hacer nuestra jugada así que fácilmente puede boicotear todo lo planeado y además podría ser un gran aliado ya que gracias a él podemos hacer mucho más dinero mientras trabaja por nosotros.
-Hijo ese hombre es un campesino pero no es ningún estúpido, por eso debemos hacer muy bien nuestra parte -respondió Don Arismendi.
-¿A qué te refieres? -preguntó Marcous confundido.
-Conduzcamos a Francisco a un callejón sin salida dejémoslo sin opciones donde su única opción sea correr a nosotros.
-¿Pero como haremos eso? -preguntó Marcous.
-Observa y veras como este viejo sabio vence a ese idiota -respondió Arismendi.
Francisco esperaba en la cocina mientras se deleitaba con unos ricos tamales preparados por Atanasia, aquella mujer de color que durante muchos años había trabajando para los Lhan así que los veía como una familia.