-¿Así que tendremos que competir hasta por el amor de mi hermana?- cuestionó Alice a Romeo.
Romeo observó a Alice, su tono tenía cierta hostilidad de la cuál era consiente debido a la competencia constante, Alice también lo observó, tenía una sonrisa gentil. Con aquel contacto visual, Romeo notó que los ojos café claro, en la piel blanca de Alice, relucían con un brillo excepcional, sus labios rosados en aquella sonrisa eran tan delicados, su cabello color cobrizo se notaba más por el sol que suavemente acariciaba su cabello, su hermosa figura tan delicada contrastaba con el fuerte carácter que demostraba. Romeo sonrió al pensar que esta chica tenía un misterio tan adictivo para él. Alice no se quedó atrás, tener a Romeo frente a ella, mirándola con esos ojos color miel la dejó sin aliento y nublo su razón por unos segundos.
-Oye, niña, ese es nuestro Hermano- volvió a decir Tomas -Tu hermana ya ha venido, por qué sigues aferrándote a él- agregó Teo
-Oigan diablillos, es una niña de guardería por qué son tan pesados- se quejó Armando intentando darles señales de que no interrumpieran. Pero ambos chicos ya habían salido de sus pensamientos.
Romeo miró a sus hermanos y se levantó con la niña en brazos -Chicos, llevemos a la pequeña hermana- dijo
Alice se levantó también con una elegancia que dejaría impresionado a cualquiera -Erika, estás dando muchos problemas, déjame llevarte- intentó persuadir a la niña tratando de sacarla de los brazos del joven apuesto. La niña solo lloró más fuerte.
Romeo sonrió nuevamente y la tranquilizó -Esta bien, te llevaremos, estás segura ahora, quizás puedas contarme lo que sucedió en el camino- al ver la actitud de Romeo para con su hermana Alice sonrió avergonzada -No tienes que hacerlo, ella apenas se está acostumbrando-
-La hemos visto antes, ella llora todo el día- dijo Teo
-Es verdad, incluso después de comerse nuestra comida siguió llorando- dijo Tomas
-Ahora también quiere a nuestro hermano- agregó Teo aferrándose a una pierna de Romeo. -No dejaremos que te lo lleves- Tomas se aferró a la otra pierna de Romeo impidiéndole que caminara.
Con aquella escena, Alice trató de contener la risa, los ojos confundidos de Romeo y su ceja levantada la regresó a su postura sería, luego se agacho a los gemelos y dijo -¿Él es su hermano?- preguntó, la diferencia de apariencias entre ellos era notoria -bueno, ya que su hermano ha sido secuestrado, que les parece si yo me quedo con ustedes-
Los gemelos se miraron confundidos. Tomas dijo -ya tenemos una hermana- -solo tenemos un Romeo- concluyó Teo.
-Bien vayamos todos, así pueden asegurarse de que no adopte una nueva hermana- Bromeó Romeo, aunque su mirada tenía una advertencia hacia los gemelos, quienes se bajaron inmediatamente.
Romeo comenzó a caminar hacia el área de guardería, seguido de cerca de Alice. Al no escuchar pasos ambos voltearon, sólo para darse cuenta que Armando tenía a los dos gemelos tomados de la parte trasera de sus playeras.
"¿Enserio?"- Cuestionó Romeo con la mirada a su amigo, quien al ser descubierto soltó rápidamente a los gemelos.
-Yo... no puedo ir. Me quedan 35 minutos de descanso, la cafetería se quedará sin comida- se explicó rápidamente -Te veré allá- Los gemelos miraron confundidos al joven y luego a su hermano, antes de que pudieran caminar de nuevo Armando los volvió a detener -Yo... veré qué ellos entren a su salón, después de todo aún tienen una condena que cumplir- añadió.
Los gemelos rápidamente recordaron su castigo, dándole una lastimosa mirada a su hermano desistieron de seguirlo. -Si claro como si tú no fueras castigado jamás- dijeron los gemelos al mismo tiempo.
Romeo y Alice continuaron su camino juntos hacia el área de guardería.
-Si esa niña se lleva a Romeo será tu culpa- dijo Teo soltándose del agarre de Armando
– Tiene apenas 3 años- explicó Armando
-No hablamos de ella- contesto Tomas soltándose también.
Armando miró nuevamente las espaldas de los dos mejores estudiantes. -"Son una buena pareja, si las clases, las sociales, no fueran tan grandes"- pensó.
En el camino el silencio fue interrumpido por Romeo quien con el coraje adecuado logró pronunciar algunas palabras coherentes -así que tú nombre es Erika- dijo, aunque no a quien deseaba realmente.
-Si- contestó la pequeña
-¿Conoces a los gemelos?¿Son gentiles contigo? – preguntó Romeo
-Si, me dan sus dulces- la mirada en Erika era tan similar a la Alice.
- Si te sientes sola o no sabes a dónde ir puedes buscarlos, me encargaré de que te ayuden.- afirmó el joven. La niña aflojó un poco su agarre del cuello de Romeo y se relajó.
-Es su segunda semana aquí, es difícil para ella acostumbrarse- explicó Alice aún avergonzada – parece que tu amigo se siente intimidado por otra clase- afirmó finalmente debido a la tonta excusa de Armando.
Romeo sonrió despreocupado – Una mujer inteligente intimida a cualquier hombre- Soltó sin pensarlo, solo dos segundos después se dió cuenta de sus palabras. Alice lo miró sorprendida.
Romeo desvío la mirada hacia un pasillo, sin embargo lo que vio hizo que se detuviera. Alice siguió la mirada de Romeo, 4 chicos intimidaban a uno, lo tenían acorralado, su mochila y cosas estaban esparcidas en el suelo. Romeo puso a Erika en los brazos de Alice -Lo siento Erika...- se disculpó-... otro día prometo que vendré a verte- luego miró a Alice -Lo siento tendrás que hacerte cargo- antes de que diera un paso hacía donde estaban los bravucones Alice lo tomó del brazo.
-El líder es el sobrino del director, su familia tiene una cadena de restaurantes en varias ciudades- advirtió Alice tratando de evitar que se involucrará, Romeo tomó su mano delicadamente y la quitó de su brazo, sin temor le contestó -Lo sé, pero él es mi hermano. Estaré bien, ve con Erika a un lugar seguro- finalizó besando el dorso de la mano de Alice. Este último gesto la dejó en shock, solo pudo observar la espalda ancha de Romeo caminando con elegancia y seguridad hacia los matones, su mano aún tenía el cosquilleo del beso de Romeo.
-¿Qué sucede Einstein?¿ Tu hermano te dijo que no reprobaras?- se burló el líder los 5, un joven de la misma estatura que Romeo. De piel blanca y cabello negro, aunque tenía un cuerpo más desarrollado que Charly no se veía ventaja alguna, ni de sus compañeros, además de su altura. -¿Por qué no les dices a todos de dónde vienes he? ¿Basura?- añadió mientras lanzaba un golpe a Charly.
-¡Oigan! ¡Ustedes! ¿Qué hacen?- interrumpió Romeo. Mirando sutilmente a su hermano.
- ¡Miren! – Exclamó el líder entre risas – un entrometido, tenemos dos por uno chicos-
-Soy 5 grados mayor que tú, por lo tanto debes dar algo de respeto- Retó Romeo.
Los 4 chicos se burlaron èl, pero Romeo se agacho a recoger las cosas de su hermano, mientras los otros lo miraban con molestia, antes de que pudiera tomar la mochila el líder la pateó y estalló en risas -Eres patético- dijo agachándose a Romeo, esté se levantó sin expresión alguna -Nos divertiremos mucho- añadió golpeando las cosas en las manos de Romeo tirandolas de nuevo el suelo.
Los otros chicos intentaron golpear a Romeo, en un segundo todos fueron derribados, el líder de ellos dio unos pasos atrás asombrado de la rapidez de Romeo para terminar con sus amigos. Romeo dio un paso hacia él y este cayó aterrorizado. Cuando Romeo se agachó, el cobarde líder se cubrió con sus manos, Romeo solo tomó la mochila y volvió a recoger las cosas de su hermano, Charly le ayudo rápidamente, cuando terminaron Romeo le entregó la mochila y le acompaño a su clase dejando detrás a los adoloridos y asustados adolescentes.
-Te dije que era mi mochila favorita- regañó Romeo.
--Lo siento- aceptó Charly
Romeo se detuvo -Charly, ésto no es lo de siempre, lo de siempre sería que dejaras la mochila en la cancha de basquetbol- su hermano no contesto – creí que eran tus amigos-
-Yo también lo creía, pero es sobrino del director, además se enteró de mi beca y...-
-Charly- interrumpió Romeo tomando a su hermano por los hombros – nadie, ni con todo el dinero del mundo ni con todo el poder, puede humillarte de esa forma, ser humilde no es lo mismo que ser débil, tu dignidad debe ser defendida, ¿Lo entiendes? Vales más que todo ese dinero-
Charly asintió con admiración a su hermano -lamento meterte en esto- se disculpó
-En realidad estaba de paso- admitió Romeo
-¿Pasa algo con los gemelos?- intuyó Charly, esto le recordó algo a Romeo
-Charly, dejaré que tomes el exámen para adelantar curso, podrías estar con Sam, quizás sea motivante para ella tenerte cerca, lo hablaré con tu tutor- estas palabras asombraron a Charly, apenas estaba asimilando la destreza en defensa personal de su hermano, su apertura al diálogo y ahora la libertad para avanzar en sus estudios -Si alguien te pregunta sólo diles que iba hacia la guardería y deja que me llamen- concluyó dándose vuelta para ir a la cafetería con Armando, Charly se quedó desconcertado.
De camino a la cafetería Romeo sacó su celular y envío en mensaje de texto -Todo está bien, descansa en casa. Me haré cargo de los tutores- no tardó mucho tiempo en recibir la respuesta -Gracias, eres un buen hijo, su comida favorita los esperará en casa-
Romeo por fin pudo sentarse junto a su amigo, quien disfrutaba un jugo, se dejó caer y suspiró encontrado un poco de paz.
-¿Y? ¿Lograste confesarte?- Preguntó Armando
-Vi al sobrino del director molestando a Charly, lo juzgué mal- dijo con pesar.
-Bueno al menos caminaste junto a ella, la próxima vez quizás puedas hablarle- bromeó Armando
Romeo se disponía a abrir un jugo que Armando había puesto para él cuando el asistente del directo llegó -Joven Arzú ¿ podría acompañarme?
Romeo devolvió el jugo a su amigo y se levantó siguiendo al asistente.
Estando en la oficina, se dio cuenta que su tutora personal, Alice Roselvelth y su tutor se hallaban en la oficina
-Romeo adelante siéntate- invitó el director y esté obedeció -Bueno ya que todos están aquí, podemos hablar... este es su último año y me atrevo a decir que toda la escuela está apostando por alguno de ustedes... -
-Es obvio que Romeo se ha mantenido por un buen tiempo en el primer lugar- interrumpió la tutora de Romeo
-Si, pero Alice ha tenido un desempeño espectacular, tal vez otros no se esfuercen si no hubiera alguien más capaz- alegó el tutor de Alice.
-si, si, pero... está rivalidad ha ido demasiado lejos, las clases han empezado a rivalizar por todo, la convivencia sana es importante para el desarrollo sano de los estudiantes. Debemos resolver esto de la mejor manera- expresó el director.
- Bueno, Romeo llegó aquí desde 4to grado y se ha mantenido siempre en los primero lugares, ganó 4 premios nacionales y 7 estatales- dijo con orgullo la tutora.
Romeo miró a Alice quien bajo la cabeza, su tutor intento decir algo pero Romeo se adelantó – Agradezco su aliento profesora, pero no me gustaría tener un triunfo solo por mis acciones pasadas después de todo este es el presente y es el mejor reto que puedo aceptar-
-Si, si, no se puede juzgar a una persona por su pasado, si es realmente bueno debe mostrarlo de nuevo- Retó el tutor.
- No, no, no más competencia- declaró el director confundiendo a los presentes – ya hicimos pruebas de conocimiento, físicas, conocimientos en equipo, físicas en equipo, experimentos, experimentos en equipos. Proyectos , proyectos en equipos y solo han separado más a las clases, unas de otras...- se quejo el director nuevamente.
-Pareciera que lo único que no hemos hecho es artes- dijo sonriendo Alice, obviamente era una broma pero el director parecía tener una idea.
-¡Artes! Eso es- dijo asombrado el profesor, dejando aún más sorprendidos a sus acompañantes.
-no- se rehusó Romeo.
-¿Qué pasa? ¿Te da miedo perder?- Bromeó Alice dando un paso hacia él. Su mirada traviesa y su sonrisa retadora encendió algo dentro de Romeo.
-¿Quieres cantar frente a todos?¿Recitar poemas durante media hora? ¿Ver quién pinta más rápido? O tal vez ¿un concurso grupal de baile? ¿En cuál quieres perder?- desafío Romeo sonriendo y dando un paso hacia ella.
Los profesores veían una clara competencia entre los estudiantes, mientras que el director vio cierta complicidad en sus ojos.
-¡Una Obra de teatro!- gritó el profesor atrayendo las miradas de todos. – presentaremos una obra de teatro a mediados del curso, junto con la feria de proyectos finales, ahí mismo revelaremos las posiciones finales de aprovechamiento- concluyó decidido.
-¿Qué?- se quejó la tutora de Romeo
-¿Cómo les asignará una calificación con eso?- cuestionó el tutor de Alice.
-Ellos serán los personajes principales- declaró el director
-No actuaré.. ya que usted decidió el tema de la competencia puedo decidir en qué aspecto desenvolverme- declaró Romeo dispuesto a no aparecer en público. Mantener un perfil bajo era su prioridad, aunque no parecía resultar muy bien hasta ahora si lo pensaba con detenimiento.
-Bien, bien- aceptó rápidamente el director – pero las tres clases deberán trabajar en conjunto, decidir el guión, escenografía, etc. Ustedes cómo líder deberán unirlas, y esa capacidad de liderazgo será la que evaluaremos- sentenció el director -Pueden irse, en una semana espero el guión en mi escritorio. –
Todos salieron de la oficina, los tutores se miraron hostilmente y cada uno tomo su camino, Alice y Romeo se quedaron unos segundo frente al otro.
-No se qué planeas Alice Roselvelth, pero espero con ansias ver tu plan- dijo Romeo sonriente.
-Compartiremos escenario Romeo Arzú, Lo sé- dijo Alice sacudiendo el hombro de Romeo, aunque lo hizo con delicadeza Romeo sabía que era un acto hostil.
La forma en que Alice se dio vuelta para dirigirse a su aula lo dejo aún más aturdido, se quedó inmóvil hasta que Alice estuvo en la entrada de su aula. Alice giró la cabeza, lo miro de arriba abajo , sonrió burlonamente y entró.
-"Algo trama, ella no es arrogante, pero por alguna razón quiero seguir su juego"- pensó Romeo caminando hacia su aula. Cuando paso por el salón de Alice, ella volteó para verlo tras el vidrio.