-Muy bien, entonces no tengo nada más que hacer aquí. Nos veremos pronto porque no me cabe duda de que dentro de poco entrarás de nuevo por esa puerta diciéndome que te equivocaste y que no debiste irte.
-No lo haré, mamá y si regreso no será a pedirte dinero. Soy adulta y debo responsabilizarme de mis propios actos. Si caigo me levanto y si me lastiman aprenderé de los errores y seguiré adelante. No le temo al fracaso porque para ser mejor a veces es necesario equivocarse. Debo aprenderlo por mi cuenta, quizás cuando pase piense que tuviste razón, pero aun así me levantaré y haré todo lo que pueda para triunfar en esta vida. Quiero perseguir mis sueños y luchar por ellos, de lo contrario viviré en la zozobra de lo que habría sido mi vida si lo hubiera hecho. Espero que algún día lo entiendas y volvamos a entablar una mejor relación de madre e hija.
-¿Crees que no te entiendo, Kira? -me quedo atenta escuchándola-. Yo siempre quise ser arqueóloga. Viajar y descubrir el pasado de los animales y de todo lo que nos rodea. No obstante, cuando quedé embarazada de ti no pude hacerlo y era en vano luchar por lo que quería. Me tocó experimentar el trabajo duro y dejar mis sueños a un lado por toparme con mi realidad. Por eso es que me he esforzado en enseñarte todo lo que sé y más, para que no pases trabajo como yo.
-No lo sabía...
-Por supuesto que no lo sabías, siempre has visto el lado malo de mí, pero no te has puesto a pensar en si tuve que sacrificar algo por ti, o lo que hice a un lado para criarte por mi propia cuenta; a pesar de todo lo que viví no me arrepiento de nada en lo absoluto. Eres una hija maravillosa, lástima que no puedo retenerte toda la vida conmigo y mucho menos si te sientes infeliz a mi lado porque créeme que lo menos que deseo es tenerte como una prisionera en tu propia casa. Así que, si esto es lo que quieres, aunque me oponga, igual lo harás.
Me detengo a reflexionar un poco en sus palabras y tiene razón. Siempre analizo las cosas desde mi punto de vista y no lo contrario. Quizás es cierto lo que dice, de no ser por ella no estaría aquí porque si fuera por mis abuelos estaría muerta y mi madre viajando por el mundo descubriendo cosas interesantes.
-Lo siento, mamá... -comento, cabizbaja.
-No te disculpes, levanta la cabeza. Eso no es lo que te he enseñado, no dejes que nadie te haga bajar la cabeza; ni siquiera si se trata de mí. ¿Acaso te arrepientes de la decisión que estás tomando?
-No...
-Entonces no debes disculparte solo para satisfacerme. Ya lo hecho, hecho está. Recuérdalo, Kira; en este mundo se ha acostumbrado a la mujer a doblegarse todo el tiempo mientras que los hombres o superiores, pasan por encima de nosotras, pero tú y yo tenemos una crianza distinta. Sal al mundo y demuestra de qué estás hecha. Si en algún momento deseas volver, no temas porque no voy a juzgarte, pero si te daré una lección; la cual aprenderás únicamente si me desprendo económicamente de ti. ¿Quieres vivir? ¿Estás loca por experimentar y descubrir el mundo? ¡Adelante!, pero no te apoyaré porque si fracasas luego me dirás, ¿por qué no me detuviste? Y la verdad no quiero ser partícipe de ello. Siempre te voy a amar y si en algún momento necesitas hablar, estaré aquí para escucharte. Eres mi pequeño capullo que quiere volar antes de tiempo; sin embargo, no te detendré.
Es la primera vez en mucho tiempo que tengo una conversación a mena con ella. Finalmente dejamos las cosas claras sin salir discutiendo. Entiendo lo que me expresa y es razonable. Ella me está dando mi espacio, pero no quiere ser partícipe de ello para luego no declarar que me falló como madre. Sinceramente, no puedo decir que me alegra el hecho de que no proteste por esta decisión, porque eso significa que estaré sola allá afuera donde los demonios irrumpen por las calles en las noches en busca de un ángel puro e inocente a quien devorar. No obstante, mi lado osado quiere atreverse y conocer lo que tanto le han restringido.
-Gracias, mamá. Sé que deseas lo mejor para mí y por eso has actuado de esta forma todo el tiempo. De igual forma estaré en contacto y te llamaré cuando esté instalada en la academia. Lo más seguro es que salga a buscar empleo al llegar para costear mis gastos, así que posiblemente te escriba en la noche.
-No es necesario que te reportes conmigo todo el tiempo. Tampoco quiero que te sientas ofuscada o te veas en la obligación de tener que mantenerme al tanto de todos tus movimientos. Vive y disfruta, eso es lo que quieres, ¿no?...
-Lo sé. Igual lo haré porque quiero, no por obligación.
-Está bien...
Observo como sus ojos comienzan a cristalizarse y mi corazón se parte en mil pedazos.
-T-te dejo terminar tus cosas -profiere con la voz entre cortada.
Asiento y la veo marcharse apresuradamente. Pensé que esta despedida sería muy mala, pero me equivoqué. Al menos no quedaremos enemistadas de por vida y podré regresar a casa en caso de que algo malo me pase. Deshago rápidamente esta idea de mi cabeza porque no quiero pensamientos negativos. Estoy dispuesta a conseguir lo que quiero sin importar lo que me cueste o si le tengo que vender mi alma al diablo para poder costear la academia.
No deseo verle la cara a mi madre si llegase a fallar en el intento, sería lo peor que podría hacer.
Termino de acomodar mis cosas y bajo las maletas hasta la entrada. Busco a mi madre por todas partes, pero no la encuentro.
-¿Señorita Kira? -escucho la voz del ama de llaves detrás de mí.
-¿Sí?
-Su madre dejo esto para usted. -me entrega una hoja pequeña con un escrito en la parte inferior.
-Gracias... -ella se retira y leo la nota.
¨No tengo el valor para verte partir, por eso me despido por este medio. Espero que algún día me hagas tragar mis palabras y regreses hecha toda una profesional. Vuela alto mi pequeño capullo. Te ama, mamá¨
Unas lágrimas bajan por mejillas al leer esta nota tan hermosa hecha por el puño y letra de mi madre.
-Eso haré, mamá. Gracias -susurro.
Salgo de allí y me subo al taxi con un pensamiento en mente: Ensalzar el apellido Petrova por todo lo alto.
********
********
Kira Petrova.
Me encuentro con las chicas en la habitación luego de haber terminado nuestras clases. Las conocí a ambas en mi primer día en la academia y desde entonces somos inseparables. Juntas practicamos las rutinas que nos enseñan y ellas al tener más tiempo que yo en el lugar, me han mostrado algunos trucos que han pulido a través de los años y los cuales desconocía.
Al no contar con la aprobación de mi madre me ha tocado tener trabajos por turnos en algunos restaurantes, lo único malo es que la paga no es muy buena y en ocasiones me ha tocado trabajar horas extras, lo que dificulta mi concentración en clases. Estoy buscando otro trabajo que me permita hacer ambas cosas, pero que me genere más dinero sin sacrificar tantas horas.
Hace unos días me enteré de que Agata tiene un trabajo nocturno y eso me generó inquietud. Comencé a preguntarle en repetidas ocasiones el sitio donde trabajaba, aunque nunca me dio detalles. Finalmente, después de tanto insistir terminé descubriendo su verdad y la de Yelena. Al principio no les creí, pensé que bromeaban; luego me demostraron que sí era verdad.
Lo impresionante de todo esto es el dinero que ganan. Por eso me causa cierta intriga lo que hacen, aunque no me veo haciendo lo mismo. De hecho, no creo que siquiera me guste hacerlo, así que cuando me plantearon la idea me negué rotundamente.
-Vamos, Kira. Es una buena opción -escucho a Agata mientras entrelaza mi brazo. Es una idea totalmente descabellada.
-¡Oh, vamos! No puedes negar que con esto ganarás mucho dinero -comenta Yelena.
-Sí, es cierto, pero si me descubren será el fin de mi carrera -comento.
-No lo harán, nosotras tenemos mucho tiempo en esto y hemos mantenido en secreto nuestra identidad. De lo contrario no pudiéramos pagar la academia. Además, no hacemos nada malo únicamente bailamos y luego salimos de allí. Las personas que van al lugar no conocen nuestro mundo, así que no tenemos problemas con eso. Lo único que te diremos es que si accedes a esto no le comentes nada a otra chica de la academia. Recuerda que muchas no quieren vernos triunfar y harán lo imposible por hacernos quedar mal para obtener nuestro lugar.
-¿Están seguras? -inquiero dudosa.
-Por supuesto. Es más, hagamos algo, acompáñanos esta noche observa nuestro espectáculo y luego nos comentas qué te parece.
Pienso en su proposición y aunque me sigue pareciendo descabellada accedo a hacerlo.
-Está bien, iré con ustedes.
-¡Sí! -expresa Agata levantando los brazos al aire.
-Nos divertiremos juntas, ya lo verás.
Sacamos unos snacks y merendamos mientras divagamos en nuestras redes sociales y hablamos.
-¿Qué debo ponerme? -pregunto de pronto.
Ambas voltean a verme y sonríen.
-Arréglate como te sientas a gusto. Hoy irás únicamente de espectadora. Con el tiempo le irás agarrando el ritmo y comenzarás a crear tu propio atuendo y seudónimo.
Sonrío tímidamente.
-Tranquila, estarás bien -me alientan.
Terminamos de pasar nuestra tarde y luego Yelena se va a su habitación.
-Vamos a prepararnos, Kira. Esta noche será inolvidable...
(***)
Me encuentro sentada en una de las mesas que las chicas me instalaron. El espacio del local es amplio, hay varios tubos y las luces enfocan únicamente al escenario. El resto del local no está completamente iluminado, de hecho, no puedo enfocar muy bien la vista entre las personas del lugar. Cada uno está sumido en el espectáculo. Diviso otros reservados que tienen un tubo e imagino que esos son para sesiones privadas. Las chicas más o menos me explicaron cómo se maneja el trabajo y lo que se permite o no en el local.
Me siento fuera de lugar, mi atuendo no es el adecuado para estar aquí. Observo a diferentes mujeres aparecer en el escenario y otras haciendo sesiones en cubículos de la planta baja y la de arriba. En la parte superior hay unos ventanales grandes donde se visualiza a las chicas realizando sus espectáculos.
De pronto observo a Yelena entrar al escenario principal al compás de la música. Hace movimientos sensuales y se ayuda del tubo. Su atuendo la ayuda mucho porque deja ver mucho de su cuerpo a la imaginación. Algunos hombres disfrutan del espectáculo desde sus lugares y otros se acercan al escenario.
Cuando las chicas terminan su acto veo mi reloj y me preparo para salir. Vuelvo a echar una ojeada por el sitio y de pronto distingo a un hombre voluptuoso en la parte superior. Me quedo admirándolo y contemplando lo guapo que es. Tez blanca, cabello ondulado que le llega hasta los hombros, nariz perfilada y su barbaba un poco larga. Porta un traje negro, pero a simple vista visualizo su porte varonil e imponente. Nunca había conocido a un hombre tan misterioso y apuesto.
Está concentrado en una conversación con otros hombres a su alrededor y de pronto comienza a mirar por el local. De seguro se dio cuenta de que alguien lo estaba estudiando con la mirada porque claramente eso es lo que hago. Agradezco que el reservado en donde me encuentro tiene poca luz y estoy segura de que no logra verme. ¡Oh, vaya! Sí que tiene tatuajes, y se le ven muy sexis. ¡Carajo! Pero en qué estoy pensando. Ese hombre me debe doblegar la edad y mínimo debe de estar casado porque no tienen a ninguna mujer rondándolos.
¡Dios! No puedo dejar de mirarlo...
-¡Llegamos! -escucho la voz de Agata.
Giro a verlas con decepción porque acaban de interrumpir el mejor espectáculo de la noche. Admirar a ese hombre fue lo mejor que pude haber presenciado en mucho tiempo.
-Estuvieron fascinantes, chicas. -trato de sonar convincentes para que no se den cuenta de mi desilusión.
-¿Te gustó?
-Sí, estuvieron geniales. Aunque la verdad no me veo a mí haciendo lo mismo que ustedes sin ánimos de ofender...
-No te preocupes, pero igual deberías pensar en esta posibilidad. Esta noche fue muy productiva para nosotras.
Me muestran todas sus propinas y me quedo completamente asombrada. Ni en un mes trabajando en el restaurante yo haría esa cantidad de dinero.
-¿Ahora sí entiendes lo que te decimos?
-Sí... -todavía estoy impresionada.
Vuelvo a mirar hacia la parte superior y mi adonis ya no se encuentra allí, ¿a dónde se habrá ido? ¿Volveré a verlo de nuevo?, me pregunto. Borro rápidamente estos pensamientos de mi cabeza y me concentro en lo que realmente importa, obtener el dinero para mi sustento.
-Saben qué, chicas, ¡voy a hacerlo!
-¡Sí! -gritan al unísono.
Quizás es la idea más loca que he tenido; no obstante, de algo estoy segura, este dinero no me vendrá nada mal. Algo me ingeniaré para ocultar mi identidad.