Capítulo 4 Muy fuerte

Me acerco a la ventana, trato de abrirla y no puedo. obligo a dos mas

veces y nada. - Más que odio, no puedo abrirlo. - le paso la mano

por el pelo ¡Qué frustración! Paollo se me acerca. "No creo que sea bueno para ti forzarlo. "¿Cuál es tu idea entonces?" Vamos a terminar de todos modos.

muriendo aquí y estoy seguro que a tu turno no será nada

bonito. "No tienes que decirme lo obvio. - Necesito que sí. No tienes idea de lo que te van a hacer. Se acerca a la ventana y la empuja muy fuerte. A tercer intento lo consigue. Termino suspirando de alivio. observo que

fuera es un lugar muy arbolado. Veo que dos autos negros

están cerca. "La única posibilidad es conseguir un coche. - Yo se. "¿Crees que puedes caminar hasta allí?" "Va a ser un poco difícil, pero puedo hacerlo". - OK entonces. Iré primero y te ayudaré. Él solo asiente con la cabeza en acuerdo conmigo.

una pierna por la ventana y luego la otra. Me agacho y miro el dos lados. Gracias a Dios, nada. Al menos pensaron que nunca

podríamos salir. Me levanto. - Puede venir. Poco después sale y se queda conmigo, agachado. de vez en cuando

cuando lo miro Él no está bien. Con cada minuto que pasa se queda quieto

más blanco, el sudor se acumula en tu cara, tu cabello se pega

en una mezcla de sudor y sangre. - Vamos despacio. - OK. Pasamos cerca de un árbol, justo enfrente veo una pieza

pegarlo y recogerlo. Me dirijo a él. - ¿Que pasó? "¿Que vas a hacer con eso? Si encontramos a alguno de ellos, prefero tener algo con lo que defenderme. "¿Con un palo?" - ¡No! Con una ametralladora tirada en el suelo, no estás

¿viendo? ¡Claro que es con un palo, genio! -No estoy en condiciones de discutir contigo, Laura. Aún mejor, sabes que tengo razón. Aprieto mi mano alrededor del palo, no es mucho, pero

al menos es algo. Nos acercamos al carro, para ver uno de los hombres con la barriga grande, fumando un cigarrillo. - Quedate aqui. "No, iré a ayudarte". "Serás más un estorbo que una ayuda si te desmayas.

No podré llevarte. "No lo lograrás sola, Laura. "Cuidé de ti, ¿por qué no debería cuidar de él?" "Sabes que nunca quise lastimarte, si

de lo contrario, no hubieras recibido ni la mitad.

- ¿Ese es tu punto de vista? "No, es la realidad. Yo no golpeo a las mujeres. Esa es tu suerte,

si fuera un hombre... ¡Ay, si fuera un hombre! Yo habría estado muerto hace mucho tiempo. "Dejemos esa discusión para más tarde". Tenemos que irnos

de aquí. Abre la boca para responder, pero no me quedo a escuchar. bajar

aún más y doy la vuelta al coche. Observo cada paso que doy

no hagas ningún ruido. Cuando ya estoy al frente, espero a que se dé la vuelta.

para golpear la desafortunada cabeza con todo, una sonrisa se forma desde

satisfacción. - Sí, lo hiciste. Lo veo a mi lado. "Por supuesto lo hice. "Solo olvidaste una cosa". - ¿Qué? Viene hacia mí y patea el arma del bastardo. "Cuando tu vida está en juego, nunca le des la espalda a la

tu enemigo, esto podría ser lo último que hagas, él

bajar y recoger el arma. "Y por si acaso, siempre date otro golpe en la cabeza".

por el riesgo de levantarme, tu no ves peliculas, verdad? "Incluso ayudar es irritante. - Mira quien habla. Voy al asiento del conductor. - ¿Usted sabe manejar? - No. Estoy sentado aquí porque es más cómodo. Es lógico que

Yo puedo manejar. A decir verdad, solo tuve cuatro clases, pero creo que puedo manejarlo,

yo creo. Después de todo, es todo lo mismo. "Está bien, entonces no podría hacerlo solo de todos modos. "Lástima que no tengo mi teléfono celular en este momento". "Deja de ser lindo y vámonos". Pronto se darán cuenta

que ya no estamos en esa habitación. Cuando terminó de hablar hizo una mueca de dolor. Giro la llave y el coche arranca. Espero que todo salga bien, estoy loco

para llegar a casa. Detengo el auto para ver a Paollo enseguida.

salir corriendo de allí. "Nunca... ¿me estás escuchando?" Nunca me subiré a un coche con

tú, ¿dónde conseguiste tu billetera? "Nunca te dije que tenía una billetera, solo dije

que sabía conducir. "Me pregunto cómo una cosita como tú sigue viva incluso

Hoy, si apenas te conozco, ya te quiero matar. "No te preocupes, es normal sentir eso por mí en este momento".

deja de ser aburrido y entremos. "¿Por qué estamos aquí? Tenemos que ir a mi apartamento. "Sí, quiero verte explicar la falta de una camisa y todos esos

magullado por todas partes. Y hay otro, si quieres ir siéntete libre

voluntad. Solo quiero darme una ducha y olvidarme de todo lo que pasó.

hoy, que por cierto fue todo culpa tuya.