Capítulo 2 El pasado en el hoy

-Señor juez, solicito como medida de protección para mi clienta, sea puesto en inmediata prisión el hoy acusado. - esta audiencia era importante, mi clienta era una joven de tan solo 25 años, quien había sido obligada a casarse con su agresor sexual y hoy, después de 4 años de una vida de infierno, estábamos peleando la prisión para su agresor, por violencia intrafamiliar.

-Dado lo expuesto el día de hoy en esta sala, y en consideración a la poca voluntad del imputado es que como me diga precautoría se consede una orden de restricción para que el señor Ríos no pueda acercarse a la señora Mendiola por un radio de 1 kilómetro-resolvió el juez Oliver.

-Con el respeto que se merece su señoría, este hombre a abusado de mi defendida desde que solo tenia 17 años, vivio con ella por 4 años, la torturó psicológica, física y mensualmente, una orden de restricción no hará que mi clienta se sienta más segura-dije con todo alto, estaba enojada, como puede ser posible que este hombre que se hace llamar defensor de la justicia solo firme una simple orden de restricción.

-Abogada, mayor respeto en la sala, esta audiencia a concluido y la resolución de hoy se a dictado, hasta que no exista una resolución no dictare prisión para este hombre-dijo el caballero con larga toga negra.

-Lo siento mucho Vivían, apelaremos esta resolución, no descansaré hasta que es hombre pague por lo que ha hecho, y no estoy dispuesta a esperar hasta que se dicte sentencia-le dije a esa pobre joven, delgada con ojos sumerjidos en depresión.

-se que lo hará licenciada, confío en usted-un rayo de esperanza se veía en sus ojos.

Llame por teléfono al chófer, al salir del edificio ya estaba esperando.

A la oficina por favor.- dije mientras subía al vehículo, una vez dentro comencé a tranquilizarme, la verdad era que este asunto se había vuelto algo muy personal.

De niña sufrí bastante, mi hogar no era de esas familiar que se ven en la tele, en esos comerciales de cereales en donde los niños bajan a tomar su madre radiante y llega un apuesto caballero a la escena, dando un beso de buenos días, todos ríen y se ven felices.

Mi vida había sido todo lo contrario, mi madre se caso a la edad de 17 años, ya que mi padre la había raptado y mi abuela materna por el "qué dirá la gente" había obligado a mi madre a casarse con ese hombre, qué lejos de amarla, había formado una obsesión enfermiza para con ella.

Al año de casados nací yo, sin embargo desde el vientre de mi madre, mi padre ya infrigia violencia, la golpeaba a ella, y la dejaba sin comer mientras el se divertía de lo lindo.

-Sofía, por favor pídele a Maríam qué me contacte con la señora Jonsson, voy en camino-hable por mi celular, ya que al parecer, Míriam mi asistente, tenía cosas ma si portantes qué hacer antes de responder a mis llamadas.

-Claro Vallolet, ¿como te fue? - pregunto sofi

-Te cuento en cuento en cuanto llegue ala oficina amiga, tengo que hacer esta llamada, esa mujer nunca se detendrá-dije con un son de gracia.