¿Alguna vez te has sentido perdido?:
Como si, incluso intentar arreglar y enderezar el camino que cruzas, este simplemente no coopera, como si la brújula apuntara hacia el norte, y aún sabiendo que no es por ahí, que es imposible que llegues a un lugar seguro en esa dirección, aún así tomas la decisión de siguirla, porque quizás sea la única que te mantenga con vida.
¿Lo has sentido?.
El frío de la desolación calandote en los huesos, y la esperanza volviendose cada vez una llama más pequeña, una que en el próximo suspiro puede que tú mismo la apagues.
La desolación golpeándote la maldita puerta a tu alama, y los errores abrazando el cuerpo que de tanto dolor ya repudias y quieres dejar atrás, como si fuera un contenedor asqueroso que necesita ser desechado.
¿Lo has sentido?
El deseo de que el sol caliente tu piel, y al mismo tiempo que la lluvia te hiele junto al viento hasta morir, porque ambas sensaciones te recordarán que estas vivo.
¿Lo has sentido?
El deseo de querer ver morir a alguien pero al mismo tiempo no, porque es quien te mantiene con vida, que es la persona que te mantiene cautivo, que te sacó del pozo fangozo y oscuro en que te encontrabas, y aun así, no es tu salvador, sino, solo otro verdugo.
¿Alguna vez has caminado por un corredor vestida en lencería negra y completamente maquillada como la mejor obra de arte, con un cuchillo en mano, ensangrentado, goteante...con los ojos empapados en lágrimas?.
¿Lo has hecho?
Porque yo sí.
Y quizás solo sea otra mala decisión que cargaré en mi ya espalda llena de cicatrices.
Ya no soy esa persona, quien me vea sabrá que he cambiado, solo me he convertido en un cuerpo vacío, en una muñeca tan rota que respira por orden de un hombre que jura haberla salvado del infierno...
Cuando solo le ha creado uno propio.
Una noche, una maldita noche bastó para que una salida de amigos, terminara con la muerte de uno, la desaparición de otro y la inminente culpa del sobreviviente.