Hola, mucho gusto.
Notifico, esa novela es completamente mi imaginación, nada que tenga que ver con la realidad. Si algo le parece, conocido es pura considencia. Todos los personajes y actos son todo una fantasía y producto de mis imaginaciones. Espero que esta novela se a de su agrado y le guste. Yo daré lo mejor de mí para hacer que toda se cumpla. Feliz día.
_ "Tienes que escucharme Ángelo, no soy culpable"
_ Suéltame ahora, Nadin tus súplicas no te ayudarán en nada, eres la única que estuvo a su lado cuando murió que hacia esta pistola en tu mano. ¿Dime por qué la mataste?
_ Yo no fui, cuando desperté me encontré al lado de ella, bañado de sangre en el piso. Yo no fui. Tienes que creerme¿Dime por qué mataría a propia hermana?, somos hermana jurada. ¡Tienes que creerme Ángelo, tú más que nadie sabe que no soy capaz de ello!
_ Ahora no te conozco Nadin, eres capaz de todo, sabías que yo y ella estábamos junto aun así me declaraste tu amor. Dime ¿la mastate pensando que eso te acercaría a mí? ¿Pensante que matándola tendrías mi amor, solo para ti?
Las lágrimas corrían por sus mejillas sin parar, Ángelo hablaba sin piedad, y con la cara llena de furia y enojo. Ella solo pedía que la escucharan, que le dieran la oportunidad de ser escuchada, este crimen no fue su culpa. Una bala perdida no fue nunca su intención. La estaba protegiendo su sangrado no le importo a nadie solo la muerte de Amanda.
_ No, así no fue, no tienes que mezclar mi amor por ti con la muerte de Amanda, yo no la mate.
_ ¿Dime Nadin quien fue? ¿Cómo fue que estás aún viva y ella muerta? Explícame eso.
Esas palabras le clavaron hasta el último aliento, el deseo que ella estuviera muerta no Amanda. Amanda la hija querida de todos, la chica dulce y tímida. La que la propia familia de Nadin querían más por su fuerte color de ojos azules zafiro egipcio. Por su linaje azul era la más querida de todas. Cuando Nadin, despertó la encontró a su lado muerta. Ella recibió una bala en el brazo nadie noto su sangrado solo la culpa que le echaron de ser la asesina de Amanda.
_ Nadin, espero que responde ante los jueces por tu crimen."Asesina"
_ No, no soy culpable, yo nunca fui culpable.
_ Eso lo veremos.
Le dijo Ángelo al mirarla directamente a la cara, aun estando enojado lucia hermoso, con las cejas fruncía lucia su espectacular mandíbula cuadrada, bajo la lluvia estaba mojado al igual que yo, bajo ese traje echo a la medida. El logo de Cristian Dior en la remangada lucia espectacular. Pero no me alababa por mis ojos brillosos verde intenso peridoto. Tengo los ojos más bellos de todo el universo, verde peridoto, con un toque de esmeralda. Me decía la rencanada de Kaia la última diosa. Nunca dude de ello. En mí siempre gobernaba alguien que no era yo.
Frente a Don Clindi, él me miraba con rabia. No había manera de poder hacer que las cosas fuera mejor, el cadáver de Amanda estaba postrada sobre la camilla, unos paramédicos estaban con ella. No había manera de salvarla. Ya estaba muerta cuando nos encontraron. No soy culpable juro no lo soy. Nunca le haría daño a mi hermana jurada nunca.
_ ¿Dime Nadin, no vas a confesar? _ Mientras Don Clindi la miraba fijamente a los ojos.
_ Tío, Clindi no fui yo. Tienes que creerme, no fui yo.
_ ¿Habla quien fue? ¿Quién mato a la hija de mi mejor amigo?
_ Tío, Clindi, cuando desperté ella estaba sobre mí. La moví y no respondía. Tío tienes que creerme yo no fui.
_ ¿Dime que es esto, como es que estuvo contigo en la escena del crimen?
_ No, la llevé al muelle, ella me llamo cuando estaba en el muelle. Solo íbamos de curiosa por las nuevas llegadas de los Bix androide.
_ Deja de mentir _ grito Ángelo.
_ ¿por qué dices que miento? ¿No estuviste? ¿Por qué me culpas ami?
_ Padre, madre tienen que creerme. Yo no fui, no soy culpable no la mate.
_ Explica hija mia, que hacías en el muelle usted solas en un lugar remoto, Y lleno de peligro. _ dijo la madre de Nadin.
_¿Madre, no me crees verdad? ¿Crees que la mate? Y ¿por qué haría tal cosa?
_ Hija, mia si no te explicas no puedo salvarte. _ dijo el padre de Nadin
_ ¿Padre tú tampoco me crees.? ¿Esmeralda tú tampoco no me crees?
Los ojos de Nadin se llenaron de agua, bajo la luz verde de sus ojos, sus lágrimas eran iluminadas, con un destello. Nadie estaba dispuesto a creerle, hasta su propia familia no estaba dispuesta a creerle. Su mundo su todo se había naufragado. Su inocencia estuve más nublada que el mismo inframundo. Todos la miraban como su fuera un bicho raro. Mientras llora sus ojos brillaban mucho más con cada gota de lágrima que dejaba caer.
Desde su nacimiento me decían bicho raro, por sus ojos verde peridoto, un verde que solo lucia en los animales reptilianos y algunas aves. Amanda era una chica muy querida era muy popular por sus ojos azules zafiro. Cabello negro largo. Era la única que aceptaba ser mi amiga. En la universidad en la segundaria gané popularidad por juntarme por ella, y otros que comenzaron a gustar de mi rareza. Pero en mis ojos solo estaba una persona. Ángelo Clindi, el hijo de uno de los hombres más poderoso de todo el mundo. Su dinero podía comprar quien fuera, desaparecía a quien se le antojaba.
Mi familia estaba detrás de ellos, somos los segundo más abundante del mundo. Sin embargo nada de eso no servía si no podían salvar a su hija. Amanda Stimfer, la hija de un empresario famoso. El padrino de Ángelo. Le entrego a su única hija querida, no solo por ser la chica bella y con rasgo de una diosa zorro púrpura.
La chica que todo aman y todo quien ser parte de su circuló. Aunque yo tenía todo el dinero del mundo no podía, ni siquiera salvar mi pellejo de un crimen que no cometí. Para el colmo toda mi familia creer que fui yo quien cometió el acto. Como puedo yo declarar mi inocencia. Únicamente yo y la muerta Amanda sabe como todo paso allí. So lo yo y ella podríamos decir la verdad. Solamente ella podría salvarme de esta.