~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~
SELENE ES ENGAÑADA
~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~
- Hoy, por fin tenemos a nuestro dios o diosa, ¡el regente de la luna! - Zeus habla en voz alta para que todo el mundo pueda escucharlos en silencio.
La arena está cerca del límite entre el cielo y la tierra, todos los dioses, incluso el del inframundo, están presentes.
- Mis hijos, Máni y Selene se disputarán el título -pronuncia Zeus con el pecho lleno de orgullo.
Máni y Selene son hermanos gemelos, nacidos en el eclipse provocado por la alineación de todos los planetas, esto sólo ocurre cada milenio. Durante quinientos cincuenta años se han entrenado duramente para este gran día.
Máni, de cinco metros ochenta y cinco centímetros de altura, tenía el pelo plateado y los ojos de color ámbar. Su cuerpo es musculoso, de mandíbula cuadrada y sin un solo mechón de barba. Su voz es profunda, su presencia es dominante y se puede sentir a kilómetros de distancia. Sin embargo, la amabilidad nunca ha sido su fuerte, es arrogante, malcriado, siempre se ha creído superior; la palabra amor nunca ha formado parte de su diccionario. Es un guerrero extraordinario, la caza tiene su nombre como descripción. Pero Selene, nunca se quedaba atrás, sino que siempre iba un paso por delante de él; Máni no veía esto con buenos ojos.
A diferencia de su hermano gemelo, Selene mide una media de cuatro metros y sesenta y tres centímetros de altura. Su cabello, al igual que el de su hermano, era plateado y llegaba hasta su esbelta cintura. Sus ojos eran azules, un tono oscuro, pero que transmitía tranquilidad, desde su piel irradiaba una luz azulada. Su cuerpo era delgado, pero con todos los músculos definidos, era la mejor en la caza, los deportes, las estrategias. Su maestra fue la propia Atenea, la hija mayor y favorita de Zeus. A Selene le fascina el amor, a diferencia de su hermano, nunca deseó ser ninguna diosa, lo único que quería era tener una compañera a su lado.
Selene escondía un secreto, en el mundo de los mortales, encontrará lo que siempre ha buscado. El amor vino en forma de hombre humano; siempre miraba al cielo mientras las estrellas brillaban. Estuvo varios días observándolo, su pelo negro que llegaba a la altura de los hombros se agitaba con el siseo del viento nocturno. Sus fuertes músculos de días de duro entrenamiento, el color oscuro de su piel, sus labios carnosos y su barba bien cuidada, le fascinaba la belleza masculina que tenía delante. Pero una noche, decidió disfrazarse de humana y le llamó por su nombre:
- Licaão - un dulce sonido se cierne sobre el tranquilo silbido del viento que llena los oídos del joven rey, como si la más bella de las canciones resonara en sus timbales.
- ¿Quién es usted? - Se podía ver en sus ojos lo impresionado que estaba por la belleza de la mujer que tenía delante. Nunca serás más hermosa.
- Me llamo Selene, ¿qué observas tanto en el cielo? - da unos pasos, situándose al lado de Licaão.
La antigua diosa de la luna falleció, sucumbió al pecado de la codicia y quiso ser algo más que una simple luna que sólo resalta durante la noche, su servicio era sólo en beneficio de los humanos, sin ningún reconocimiento. Ella quería ocupar el lugar de Zeus, quería ser adorada, y así estalló una guerra que rápidamente llegó a su fin; Zeus la mató en la batalla, su cuerpo cayó en los abundantes manantiales de la tierra e hizo que las aguas fueran saladas, para que los humanos pudieran sobrevivir, Zeus creó agua dulce entre los montones de tierra.
La luna siempre jugó un papel importante, era esencial, cuando la antigua diosa falleció, el cielo nocturno se quedó sin su gobernante. Zeus hizo una estrella de reemplazo, pero ella también murió hace unos años. Por suerte, no pasa mucho tiempo antes de que se elija al nuevo gobernante, y el cielo vuelve a sus días de gloria.
- Volverá a aparecer -Selene habla con convicción y Licaão mira el perfil de su rostro.
- Viniendo de ti, no me cabe duda - responde sonriendo.
Cada noche la pareja se reunía bajo las estrellas en la playa. Selene suspiró y contó las horas para volver a ver a su amado. Pero este secreto no duró mucho, su hermano se enteró y vio allí una oportunidad para conquistarla. El chantaje no estuvo exento de honor para Máni.
- ¡Deja la competencia! - impone con calma mientras camina con ella por los jardines de rosas blancas.
- No, me he preparado mucho para este día, y no voy a...
- Le contaré a Zeus sobre tus escapadas al mundo humano, y estoy seguro de que a papá no le hará ninguna gracia - amenazó sombríamente.
En el mismo instante en que el cuerpo de Selene deja de moverse, el aire parece volverse más pesado, disimula el leve temblor de sus dedos cerrando las manos en puños.
- ¿Me estás chantajeando? - pregunta con el ceño fruncido y la boca comprimida en una línea recta.
- Mi querida hermana, sólo estoy facilitando las cosas para las dos - sonríe Máni, mostrando su perfecta dentadura.
- No veo cómo esto puede ser fácil - dice entre dientes con la mandíbula endurecida por la ira.
- Cuando me convierta en el dios de la luna, podré interceder para que te conviertas en un humano y puedas vivir junto a tu amado -Selene comienza a interesarse por las palabras de su hermano - Sin embargo, tendrás que traerme un lobo - su sonrisa se torna oscura y esto hizo que Selene se estremeciera.
- ¿Por qué un lobo? - sus cejas se juntan en confusión, y eso divierte a Máni.
- El día del concurso tenemos que hacernos un regalo, yo quiero un lobo, grande y negro, diferente a los demás, más grande y con los ojos rojos. Lo quiero. Entonces los dos seremos felices - mira a los ojos de su hermana, dejando claro que no está abierto a ningún otro tipo de negociación.
- ¿Prometes que me transformaré en un humano? - suspira, rindiéndose, esta reacción hace que la sonrisa de Máni se amplíe aún más.
- Por supuesto mi hermana, ¿he mentido alguna vez? - Pasa el brazo por el hombro de su hermana y se dirigen al castillo de su padre, Zeus.
La esperanza ha cegado a Selene, no debería haber creído las falsas palabras de su hermano gemelo.
- Echo de menos la luna, hace años que no la veo en el cielo, contar los meses se ha vuelto prácticamente imposible - habla con sinceridad.