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img img Romance img El CEO Y Las Dos Hermanas
El CEO Y Las Dos Hermanas

El CEO Y Las Dos Hermanas

img Romance
img 75 Capítulo
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img mhgeraldinehernandez
5.0
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Acerca de

Un collar será la desgracia de Emma al ser acusada injustamente por la muerte de su mejor amigo. Tras una noche de copas se enamora a primera vista de Noah James, avergonzada por haberse entregado a él huye, regresando a su país junto a su familia. Creyó dejar a Noah y esa noche con un bonito recuerdo cuando inesperadamente él aparece como el nuevo director ejecutivo de la clínica St. James y descubre que es el hermano mayor de Bratt su mejor amigo. Lo que Emma ignora es que Noah además de ser empresario es un agente que investiga la muerte de su hermano menor y no descansará hasta encontrar a la culpable de su dolor. Tras cuatro años de ausencia Emma regresa para cobrar venganza por todo el daño que no solo le causó el hombre al que le entregó su corazón y su vida, si no también para dejar al descubierto a verdadero culpable y hacer pagar a quien asesinó a su mejor amigo.

Capítulo 1 SU PRIMERA VEZ

Emma.-

Mi corazón estaba desecho, no podía creer que el hombre que había escogido al que le entregue mi primera vez y del que estoy perdidamente enamorada haya sido capaz de tratarme como a una basura, ¿Por qué? ¿Por qué tratarme de esa manera tan inhumana? Tan cruel, como si no valiera nada para él, en efecto no valgo nada para él solo fui una noche de copas que desvirgó usándome para levantar su ego.

- ¡Nunca te voy a perdonar Noah James! Espero que algún día pagues por todas las humillaciones y por todo el daño que me causaste

- Hija debes irte, ya tengo todo preparada ten - Mi padre me extendió un maletín plateado, lo miré con confusión secando las lágrimas que humedecían mi rostro.

- ¿Qué es?

- Es dinero, hija mía te servirá en tu nuevo comienzo –Negué con insistencia-

- ¡No, papá! Yo tengo dos manos para trabajar, sabes que nunca he necesitado tu dinero

- Hija, sé perfectamente que eres una mujer independiente, pero si Noah insiste en buscarte ¿No crees que lo primero que hará será buscarte en todos los hospitales del mundo? –Lo que mi padre decía no estaba alejado de la realidad, a estas alturas mi esposo ya sabría que me escapé y me buscara por todas partes-

- Tienes razón –Extendí mi mano tomando de mala gana el maletín- ¡Gracias, papá! Y discúlpame por todo, sé que tendrás una fuerte discusión con mamá por esto

- Tú no te preocupes, yo sé manejar muy bien a tu madre

- Nunca entendí ¿Por qué marcó diferencia entre Ella y yo? Pero igual la quiero

- Yo tampoco sé la razón de su indiferencia hacia ti, si eres su hija como tu hermana –Me encogí de hombros, abracé a mi padre dejando lágrimas en su camisa blanca- mantente a salvo y protege a mi nieto –Dijo poniendo la mano en mi vientre-

- Lo haré mi hijo es lo único que me importa papá, no voy a permitir nunca que Noah lo aleje de mí y ya sabes por nada del mundo ni mi mamá ni mi hermana pueden enterarse que me fui embarazada.

- Lo comprendo bien hija, ahora vete sal por la cocina que Elijah te espera en el auto.

Tomé mi maleta junto al maletín y salí de la habitación, bajé por las escaleras de servicio, observé por la ventana a mi madre y a Ella tomando el sol, como si nada estuviera pasando, me sacrifiqué todo este tiempo recibiendo los maltratos de Noah para que ellas tuvieran los privilegios que siempre han tenido y a pesar de eso nunca pude ganarme su afecto, para ellas tampoco soy nadie.

Seguí bajando las escaleras hasta llegar a parte de atrás, Elijah quien gentilmente me ayudó con la maleta, di una última mirada a mi casa donde pasé toda mi vida, no volvería nunca más, me subí en el auto con tristeza y desaparecí de ese lugar con mi hijo en mi vientre.

- Hasta nunca Noah James –Tocando mi vientre y con lágrimas en los ojos me fui de ese lugar para siempre o por lo menos eso creí en ese momento.

Cuatro Años Después.-

- ¿Emma estás completamente segura de que quieres volver? –Con la mirada fija en la lluvia que caía en Montreal cerré los ojos y suspiré-

- Debo hacerlo por Sophie, Noah debe saber que es su hija es la única esperanza de mi pequeña

- Pero sabes lo cruel que fue contigo, ¿Cómo puedes si quiera pensar que él va a aceptar a Sophie como su hija? Tal vez podemos esperar a otro donante

- ¡No, Celia! No voy a arriesgar más la salud de Sophie por mi cobardía

- ¿Y si él no acepta? Te expones a que te vuelva a encerrar o peor quitarte a Sophie –Negué con insistencia-

- Sabes que ya no soy la misma, ahora estamos en las mismas condiciones y más cuando sé que la clínica ha estado al borde del precipicio, no se va a negar porque la propuesta que le tengo va a ser muy buena para ser rechazada, antes solo tenía el apoyo de mi padre, ahora tengo mucha gente que me apoya

- Así es –Me toma por los hombros frotándolos- me tienes a mí, a Lino y todo el poder de su padre para apoyarte.

- Así es no llegaré sola, ya no soy esa mujer que se dejó pisotear por un hombre y por todo el que la quiso humillar, soy una nueva Emma, una nueva mujer con sus propios objetivos y que los va a cumplir a costa de lo que sea, eliminando a todo aquel que se interponga en mi camino.

Por mi hija sería capaz de cualquier cosa, hasta ponerme de nuevo frente a mi verdugo, pero necesitaba algo de él y él de mí, me sentía más nunca fuerte y decidida, pero nada me habría preparado para todo lo que iba a descubrir a mi regreso.

EMMA.-

Unos años antes.-

Había finalizado exitosamente mi doctorado, estaba feliz y lista para divertirme después de tres años de estar encerrada en una biblioteca, sin dormir, mi doctorado en Psiquiatría lo que siempre soñé me tarde un poco pero al fin lo logré.

A la primera persona a la que le avisé fue a mi padre, estaba emocionado pude escuchar cuando le dio la noticia a mi madre a la que no le pareció importarle, lo que me decepcionó un poco, sé que en el fondo mi madre me quiere aunque no suele demostrarlo mucho, al próximo al que llamé fue a mi mejor amigo Brad James es el director de la Centro Clínico St. James en Seattle fue allí donde hice mis pasantías y gracias a él pude viajar a Zurich para obtener mi doctorado.

- ¿Emma ya estas lista? –Tomé la máscara de pestañas y me la apliqué vi por el espejo a mi colega y amiga Celia, nos conocimos aquí y desde entonces hemos sido muy unidas.

- ¡Lista! ¿Cómo me veo?

- ¡Amiga! ¿Dónde quedo el ratón de laboratorio? –Ambas soltamos a reír a carcajadas- ¡Madre mía, que cuerpazo te gastas! Si fuera lesbiana haría de todo para conquistarte

- ¡Ay no digas tonterías! Solo tengo un cuerpo normal, el vestido hace todo el trabajo –Le digo señalando al vestido ajustado y corto en color dorado-

- No amiga mía, tú luces el vestido, no es al revés bueno vámonos que quiero ¡Embriagarme toda la noche! –Sonreí negando con mi cabeza, pero Celia tenía razón, ya era hora de que nos divirtiéramos y dejáramos a un lado los libros y las batas médicas, era hora de solo disfrutar.

(...)

Celia y yo habíamos llegado junto a otros compañeros al club, uno de ellos era amigo del dueño lo que nos permitió el acceso a la zona VIP del exclusivo Club.

Ya tenía unos cuantos tragos encima cuando decidí tomar de la mano a Celia y comenzar a bailar en el medio de la pista, la música era estruendosa, pero solo me dejaba llevar por el ritmo, disfrutaba estar alejada de los problemas y prohibiciones de mi madre, este momento era solo mío y lo disfrutaría al máximo.

- ¡Iré por otros tragos! –Gritó Celia en mi oído y yo asentí.

- Ve yo me quedaré aquí bailando –Sonrió alejándose de mí, seguí bailando sola al ritmo de mis caderas, cuando sentí unas manos posarse en mi cintura, me giré para ver al dueño y ¡Madre, santísima de la divina misericordia! ¡Qué hombre!

- ¿Quieres que te acompañe? –Su voz varonil llevo a mi cuerpo una descarga eléctrica que hizo temblar todo mi cuerpo.

- ¡Claro! ¿Sueles manosear a cualquier mujer que baila sola? –Él negó nuevamente se acercó a mi oído.

- Por supuesto que no, de hecho es la primera vez que vengo a este club y vine obligado por un amigo y ya ves te he encontrado a ti

- ¿Ah sí? Eso le dirás a todas –Reí de manera coqueta mirándolo a los ojos, este hombre no deber ser humano porque nunca en mi vida me había topado con un hombre tan apuesto, aunque su físico se me hacía conocido, pero estaba segura de no haberlo visto nunca.

- Eres especial... ¿Qué buscas en este lugar? –Me quedé hipnotizada por sus hermosos color verde y rostro varonil tan marcado.

- Solo busco divertirme –Se encogió de hombros.

- Podemos divertirnos sin tanta gente ¿Qué dices? ¿Nos vamos a un lugar más privado? –Lo miré sorprendida, pero había algo en ese hombre una energía especial, tal vez estaba loca por aceptar irme con un desconocido, pero una gran parte de mi me gritaba que me fuera con él y que no me haría daño.

- De acuerdo –Sonrió y ¡Oh por dios! Juro que mis pantis cayeron al piso al ver su sonrisa, tomó mi mano abriéndose paso entre la multitud y salimos del club, ya estando solos me pegó contra la pared y con su mano tomó mi rostro de inmediato sentí sus labios sobre los míos, su beso era posesivo, intenso y desesperado, nuestras lenguas se entrelazaron a la perfección, como si se pertenecieran la una a la otra.

A la mañana siguiente.-

Un rayo de sol cayó directamente sobre mis parpados haciendo que me quejara y el dolor de cabeza me estaba matando, puse mi mano intentando masajearla, abrí mis ojos vi el techo y noté que no estaba en el apartamento de Celia, me levanté confundida cuando vi al hermoso espécimen masculino que dormía a mi lado y allí lo recordé todo, bajé la mirada y vi tirado en el piso mi vestido y fue cuando caí en cuenta.

Había tenido mi primera vez con un desconocido, un hombre al que ni su nombre sabía, esto no podía ser cierto, me levanté con cuidado evitando despertarlo y fue cuando sentí el dolor en mi entrepierna, cuando mis ojos se abrieron sorprendida una mancha roja reposaba sobre la sabana color blanco, me sentí avergonzada tenía que salir de ahí de inmediato, sin hacer ruido tomé mi vestido y salí de la habitación.

Quedé petrificada al ver el lujoso lugar, no es que no estuviera acostumbrada a estos lugares, vengo de una familia acomodada, pero este lugar era la mata del modernismo incluso pensé que había entrado a una máquina del tiempo y me escupió mil años hacia adelante, salí de mi trance y caminé viendo un baño, di gracias a dios, entré y al verme en el espejo casi me desmayo.

- Pero ¿Qué carajos hizo este hombre conmigo? Todo mi cuerpo estaba lleno de moretones- ¿Me hizo el amor o me agarró a golpes? –Sentí ganas de orinar, al sentarme nuevamente el dolor en mi zona intima se hizo presente, me lave la cara y cepillé mis dientes, me puse el vestido con rapidez y rogué a toda la corte celestial que no se hubiera despertado, asomé mi cabeza y no vi a nadie, caminé con los tacones en mi mano, cuando algo me llamó la atención tomé el sobre y leí su nombre Noah James- Tiene un nombre igual de lindo que él –Escuché cuando empezó a llamarme y salí corriendo de ese lugar.

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