'Él...'. "Señorita Jennifer, ¿por qué ha regresado?", las palabras de la criada interrumpieron los pensamientos de la chica, quien, por lo general, estaría de guardia en la oficina a esta hora.
Ella negó con la cabeza, le sonrió a la mujer y le preguntó: "¿Dónde está mi padre?".
"El señor Elliot y el señor Gu están en el estudio ahora".
Jennifer frunció el ceño ligeramente y dijo: "¿Cuál señor Gu?". No había mucha gente con ese apellido en Ciudad F, y mucho menos cercanas a su padre. Solo podía ser una persona...
"Es el señor Jacob", respondió la criada.
'¡Ah! Ya me lo imaginaba'.
Jacob era el tío segundo de Ryan.
Una sensación de inquietud surgió de repente en su corazón. Su padre, Elliot Mo, debió haberla llamado por una razón.
"Subiré a mi habitación y me refrescaré primero", dijo y subió.
Cuando pasó por el estudio, se detuvo frente a la puerta y escuchó con atención.
"Puedo asegurarles que mientras se unan a mí, definitivamente podremos derrotar a Ryan y sacarlo de la compañía. Aunque él sea capaz, le será imposible luchar contra la familia Gu y la familia Lu al mismo tiempo. Si es necesario, incluso podemos hacerlo desaparecer, y será como si nunca hubiera existido".
Fue Jacob quien dijo eso.
Los ojos de Jennifer se abrieron de par en par, estaba sorprendida. Jacob estaba decidido a tener a la familia Gu para él solo y no importaba si se llevaba a Ryan por delante al hacerlo.
Ella no podía quedarse de brazos cruzados sabiendo que este estaba en peligro.
La chica regresó de puntillas a su habitación, y cuando llegó, sacó su teléfono y marcó un número. "¿Puedes ayudarme a contactar con Ryan? Está bien, esperaré tus noticias".
Después de cambiarse de ropa, esperó ansiosa en su dormitorio, y al cabo de un rato, sonó su teléfono.
"¿Cómo va todo?", preguntó ella.
Una voz avergonzada se escuchó al otro lado del teléfono: "El señor Ryan, él... Él no quiere verte".
Jennifer no se sintió decepcionada al escuchar eso, pues lo esperaba, pero aun así quería intentarlo.
No obstante, tenía que verlo hoy.
Nunca olvidaría la sangrienta escena que vieron sus ojos cuando entró en la mansión Gu, y no quería que a Ryan le pasara lo mismo.
Entonces se levantó de repente y salió corriendo. Había decidido ir al Grupo Gu para ver a Ryan y hablar con él sobre lo que estaba sucediendo.
Sin embargo, para su sorpresa, se encontró con Elliot y Jacob cuando bajaba las escaleras. Estaban sentados en el sofá hablando.
"Jen, has vuelto", dijo su padre agitando la mano y le hizo un gesto para que se acercara.
Ella ocultó todas sus emociones y obedientemente se puso a su lado. "Papá, señor Jacob".
"Elliot, tienes mucha suerte de tener una hija tan hermosa". Jacob estudió a la chica de arriba abajo y le sonrió.
Elliot asintió con la cabeza y respondió: "Jacob, tú eres el que tiene suerte. Tu hijo, Francis, es deseado por muchas mujeres. Si mi memoria no me falla, él y Jen se graduaron de la misma universidad. Eran amigos, ¿verdad, Jen?".
Cuando ella escuchó que el tema tenía algo que ver con Francis, se limitó a sonreír y no respondió a la pregunta de su padre.
Aunque ella y Francis Gu estudiaron en la misma universidad, no se conocían bien.
La mención de este en ese momento fue probablemente para sentar las bases de lo siguiente que querían decir.
Como ella esperaba, después de que Jacob oyera lo que dijo su amigo, añadió: "Parece ser el caso. Eso es bueno. Jennifer está bastante familiarizada con Fran. La buena relación que construyeron antes proporcionará los cimientos y ahorrará muchos problemas innecesarios cuando los dos chicos estén juntos y vivan juntos en el futuro".
"Sí, por supuesto", repitió Elliot.
Ella, de repente, se sintió extremadamente incómoda y dijo: "Papá, ¿de qué están hablando?".
Tenía un pensamiento perturbador. '¿Quieren que Francis y yo seamos pareja?'.
Su padre sonrió y dijo: "Oh, esta es la cosa. Jacob vino aquí hoy para proponer un matrimonio. Jen, ya estás en edad de casarte, y creo que tienes una buena relación con Francis. Este matrimonio será beneficioso para todos".
Jennifer los miraba como si estuvieran locos.
¡Apenas hablaba con Francis!
Por supuesto que ella sabía mejor que nadie que la verdadera razón por la que su padre quería que se uniera a la familia Gu era porque quería usar las acciones que su madre le dejó para ayudar a Jacob a lidiar con Ryan.
Ella se había estado haciendo la tonta durante muchos años pero, ¿realmente él pensaba que era tan estúpida?
La chica sonrió levemente y respondió: "No me casaré con él".
Su voz era tranquila y firme.
Los dos hombres no esperaban que ella los rechazara. Sus rostros se oscurecieron inmediatamente.
Elliot frunció el ceño y regañó a su hija en voz alta: "¿Sabes lo que estás diciendo, Jennifer? Debería ser un honor para ti casarte con Francis y hacer parte de la familia Gu. ¿Quién más se atrevería a casarse contigo con tu reputación actual en Ciudad F? ¡Aprende tu lugar!".
Sus palabras mostraban indignación.
La chica se rio sarcásticamente. "Papá, como dijiste, tengo mala reputación. ¿Me permitirá la familia Gu convertirme en una de ellos?".
Luego miró al otro hombre de manera significativa y le dijo: "Señor Jacob, no creo que Francis quiera una mujer como yo. Por favor, no le haga daño a su hijo para su propio beneficio egoísta".
El rostro de este se ensombreció ante sus palabras.
'Ella...'. "Jennifer".
Elliot no esperaba que su hija le fuera tan irrespetuosa, así que la miró enojado y le dijo: "¿Cómo te atreves? Te casarás con Francis, lo quieras o no".
Ella miró a su padre a los ojos y le respondió: "He dicho que no me casaré con él. Si me pediste que volviera hoy solo por este asunto, entonces no tenemos nada más de qué hablar".
Luego se dio la vuelta y se fue rápidamente, ignorando los insultos de su padre.
Mirando la figura de su hija alejándose, Elliot aún podía sentir la ira hirviendo en su pecho. Al pensar que ella lo avergonzó frente a Jacob, él no quiso más que destruirla.
¡No debió haber tenido a una criatura tan malvada!
Jacob lo miró y le dijo: "Elliot, creo que sabes lo importante que es que se casen. Espero poder oír buenas noticias antes de que llegue la reunión de la junta".
Conmocionado, este lo miró para decir algo, pero Jacob ya se había dado la vuelta y se había ido, por lo que él se quedó solo en la sala de estar. Miraba hacia el techo con los ojos llenos de ira. ¡Su hija pagaría por su insolencia!