JUDE

¿Quién soy?

Es una pregunta que me he hecho toma mi vida, especialmente en estas semanas.

¿Está bien lo que haré en estos momentos por amor?

No lo sé, solo creo que estoy haciendo una locura.

Pero si lo hago todo será diferente. Todo podrá moldearse a como quiero.

¿Por qué?

¿¡POR QUÉ!?

¿Por qué tengo que recurrir a algo tan drástico para cambiar mi vida? ¿Qué es lo que hay de malo en mí? ¿algún día podré ser suficiente.

De verdad, ¿Quién soy?

Es una pregunta lanzada al vacío, nadie me la podrá responder. O al menos eso creo. Son las 5am, no he dormido en toda la noche. El insomnio me está matando, mi mente no deja de pensar. Esas voces en mi cabeza hablándome, susurrándome.

No, no las aguanto.

Estoy tirada en el suelo de mi habitación, mirando el cielo nocturno desde esa grieta que está en el techo, que a ninguno de mi familia le importa que eso este ahí. Suspiro, fumando un poco de aquel cigarrillo que encontré en la calle. No me importa si me mata.

Aunque claro, es muy cliché que te refugies en las drogas cuando tienes la vida hecha mierda, pero para nosotros, los que estamos muertos en vida, esto es el cielo. Porque nos hace alucinar y sentirnos felices, por un poco de tiempo. Luego viene de golpe aquel malestar que te hace sentir que todo anda mal contigo. Donde sientes que caes en un hoyo interminable. Ese golpe de realidad.

Aunque claro, estoy a punto de hacer una gran estupidez. Sin embargo, aunque falta una hora para lograr mi cometido, me estoy cuestionando gravemente mi existencia.

Soy Jude Adams, cuento con 18 años y diablos, ¿Qué estoy haciendo con mi vida?

Una vez más me miro al espejo y veo mi cuerpo, que no está mal, pero definitivamente no es bonito. Unos rollitos de más adornan mi cintura y unas desproporciones en mi cuerpo me hacen ver más gorda y fea de lo normal. Mis granos en la cara me hacen ver peor.

¿Qué hay de destacar en mí? ¿De verdad como es posible que Jorge se haya fijado en mí? Es que no lo entiendo.

Mi baja autoestima y mi evidente depresión me hacen creer mil veces más que soy lo peor que existe. Soy hija de padres podridamente millonarios gracias a la lotería y sus negocios de hacienda, todos me presionan para ser alguien que no quiero ser ¡y joder como me enoja esto!

Si no sigo sus parámetros simplemente soy la oveja negra del asunto.

Entre mis hermanos y yo, solo destaco por números académicos, pero me hacen a un lado. Nunca entenderé porque mi madre nunca me quiso dar amor, tampoco sabré porque mi padre me desecha hasta más no poder ¡Es que es inaudito! ¿Por qué no me aman?

Les cumpliré su sueño entonces, voy a desaparecer de la vida de ellos.

Entonces ¿Cómo llegamos hasta aquí? ¿Cómo me convertí en una chica depresiva con ganas de acabar con mi vida, pero que ahora intenta escapar con su novio hacia una "vida mejor?

Es algo confuso de explicar, pero esto es lo que recuerdo:

De niña me encantaba hacer las cosas diferentes. Recuerdo que mi madre y mi padre eran los padres más amorosos del mundo y me daban todo el cariño que quise. Eran unos excelentes en esto.

Sin embargo, las cosas cambian, porque cuando entré al mundo escolar todo fue diferente. Los niños suelen ser crueles y duros, más si no se les da la crianza necesaria. Recuerdo una de las primeras bromas que solían hacerme:

⸺¡Adivina! ¡Mi madre me compró unos pantis nuevos! ⸺Decía la chica más imperativa del salón pero que por alguna razón todos la amaban por ser una de las más sociables.

Todas las niñas empezaron a hablar de ello y a enseñar su ropa interior antes de la maestra llegar.

Yo, para encajar en 2do grado de primaria ya que no tenía amigos, dije:

⸺Justo mi mami me compró este ayer ⸺Dije toda orgullosa en ese momento enseñando mi ropa interior.

Que estúpida fui.

La maestra llegó y de inmediato me acusaron de desorden y mala conducta por estar enseñando lo que no debía. Caso que llegó a mis padres por lo cual recibí tremenda golpiza.

⸺¿Por qué hiciste eso? ¡TE ESTÁS COMPORTANDO COMO TODA UNA PROSTITUTA! ⸺Me decía mi madre furiosa.

Solo tenia 8 años...

⸺Yo... ⸺susurraba a punto de llorar ya que quería explicarle la situación.

⸺¿Tú que Jude? ¡Te me callas de una buena vez, basura! ⸺Dijo sumamente enojada. ⸺No te daré desayuno para que aprendas a que debes de comportarte como una niña decente ¡Así como tu hermana mayor!

Y claro que cumplió su palabra, en todo un mes no desayuné. Sin embargo, quien fue mi refugio en ese momento era Elizabeth, una hermosa chica rubia que decidió sentarse a mi lado un recreo para preguntarme acerca de las películas de Barbie favoritas.

⸺Yo nunca he visto a Barbie ⸺Dije apenada.

⸺¿En serio? Dejame contarte. ¿Quieres comida? ⸺Dijo brindándome un poco de su lonchera.

Ese día fui feliz, ese día supe que debía de darle todo mi cariño a esta chica nueva de la escuela y sabia que debía de confiar en ella para toda la vida.

¿Es normal repetir que quedé como estúpida? Yo diría que sí.

Desarrollé un apego enorme a ella, tanto que asfixiaba. Me puse como su soporte y su guia en los días buenos y malos, le hacia las tareas, iba a su casa cada día del verano y trataba de hacerla feliz con todo lo que pueda, aunque sacrificara mi dignidad en el proceso.

Me di cuenta muy tarde para cuando todo estaba mal en mí.

En el camino conocimos a otra chica más: Antonia. Es una increíble chica, de esas carismáticas, de poca palabra, pero excelente presencia una vez las tienes al lado. Grave error cometí en ese momento, pero ahora que lo pienso... creo que fue lo mejor a futuro. Ya no éramos dos, ahora éramos tres y yo sobraba en el grupo. Mi conducta errónea sobre la amistad hizo que poco a poco Elizabeth se marchara a los brazos de Antonia. Mi egocentrismo centrado en la codependencia no dejaba ver que yo era la que estaba mal en este aspecto, y como no, si para ese entonces mi vida familiar estaba desmoronada hasta los suelos y mi salud mental estaba al borde del colapso.

Tuve un intento de suicidio, que muchos confundieron con un accidente de bicicleta... Si sabia manejar bicicleta, pero ese día quería irme de este mundo. Como dije, todo esto pasó cuando tenía 8 años y transitaba a los 9.

Sin embargo, mi alarma me desconcentra de mis recuerdos.

Son las 5 aun, en media hora debo de levantarme para ir a la escuela, cosa que tampoco quiero ir. No me siento segura en ningún lado. No puedo, no puedo vivir así. Reviso las redes sociales para ver si hay un meme que me pueda hacer reír, hace mucho perdí la capacidad de hacerlo. Facebook me manda una notificación y la reviso.

Es un recuerdo, de hace 6 años. A muchas personas no les gusta verse a cómo eran antes. Yo lloro, porque no sé qué paso. La foto era mía, de una chica sonriendo con la cara llena de pastel, pero no me reconozco ¿Dónde está esa chica? No la veo alrededor. No puedo creer como he caído tan bajo ¿Acaso tendré una chispa de esperanza? Creo que esa murió hace años. Lagrimas recorren mis mejillas. Estoy jodida, muy jodida.

Me levanto, hoy quiero evitar conflictos en mi casa. Ellos no saben que fumo, ellos quieren que sea la "chica perfecta" odio ese estúpido estereotipo. Me encamino al baño, tratando de hacer el menor ruido posible. Miro mi cuerpo desnudo. De verdad lo odio, no es como el de la mayoría de las chicas promedio, es un poco relleno, sin forma alguna y apenas tengo atributos. Siempre han dicho que mi cara es más bonita cuando sonrió, pero no tengo motivos, ningún motivo.

Recuerdo todos los momentos memorables de las marcas que tengo. Recuerdo cada uno de los días en que mi abuelo azotaba terriblemente mi cuerpo sin explicación, solo porque sí. Oh, ya estoy empezando a recordar mejor porque me quiero largar con mi novio. Mi familia es el motivo más fuerte. Ellos me están empujando a hacer esto.

Solía salir de tarde a montar la bici que me había regalado con mucho cariño mi padre en ese entonces, antes de que él cambiara. Aún para ese tiempo vivíamos con nuestros abuelos. En especial mi abuelo, a quien le llamaba "matador".

Matador iba siempre a trabajar en la agricultura y en la tarde llegaba a casa cansado. Sin embargo, para él era deleite estar golpeando a sus nietos antes de ir a dormir. Nunca supe el motivo hasta ahora del porque hacia eso. Pero ahora que lo pienso era un puto machista de mierda, práctica que más tarde adoptaría mi madre.

Reprimo mis sentimientos y me visto rápido. Una sudadera y un jeans es todo lo que necesito. Mi mochila está preparada con todo lo que necesito así que la tomo, no sin antes echar mucho ambientador de habitación para disipar ese olor a cigarro. Cierro mi habitación con llave y me voy.

⸺Vístete bien, pareces gay ⸺Oí la voz de mi madre al salir de la casa. A ella no le gustaba que me vistiera "normal" quería que vaya a la escuela con faldas y vestidos "bonitos y femeninos" Simplemente me daba asco con solo ella mencionarlo.

Camino mientras me pongo los audífonos y veo el mundo pasar. Se siente bien ver el amanecer a esta hora. Es lo único que me ha hecho sentir bien en todo estos años. Mi teléfono vibra, es una llamada.

⸺¿Sí? ⸺Dije rápidamente por si es mi madre.

⸺Hola amor ¿ya estás lista? ⸺oí la voz de Jorge en la línea.

Me siento feliz de solo escucharlo. Él es mi escape a todo esto.

⸺Si mi amor ¿A dónde nos encontramos? ⸺Dije emocionada.

⸺Encuéntrame en el parque que tu y yo sabemos. Ahí te veo preciosa. Paso por allá en media hora, el tráfico está fuerte.

Veo el lugar, hay varios hombres cruzando y ellos me miran. No me gusta que me observen, que me miren y menos hombres desconocidos de la calle. Me siento acosada y que me hagan daño es lo último que quiero.

⸺Está bien. Iré en bus al parque. Te espero en la banca de siempre ⸺Dije sonrojada.

El autobús de la secundaria se estaciona frente a mí y subo, ignoro a todo aquel que se me cruza y voy a la parte de atrás, colocándome los audífonos y envolviéndome en mi música. Obviamente casi nadie usa este medio de transporte (me refiero a mis compañeros, ellos son de clase media que usan sus propios carros) pero yo quiero evitar a mis compañeros de escuela.

Ese nunca fue mi lugar. Siempre odie la escuela y más esta escuela "prestigiosa". Cierro mis ojos y dejo que la música instrumental me envuelva. Recuerdos llegan y yo me niego a recordar. Pero es imposible.

Sigo recordando más, pensando en los momentos en los cuales fui más humillada y mi espíritu estaba roto.

Recuerdo la vez en que prefirieron creerle a mi hermano en vez de mi palabra. Estábamos caminando a un local y en todo el camino él me estaba diciendo "gorda" "fea" "loca". Insultándome y molestándome a más no poder. Mis padres escuchaban esto y hacían de la vista gorda. "relajos de niños" decían.

Le dí un golpe y de inmediato lo defendieron. Estaba indignada con la situación, por lo cual decidí encerrarme y tratar de "ser mejor persona" cuando solo era una puta niña.

Abrí mis ojos de repente, ya habíamos llegado a la escuela, estaba vacía. Mis lágrimas estaban cediendo, pero las limpie rápidamente.

⸺Hey, por cierto ¿Tienes mercancía? ⸺Le pregunte rápidamente a Jorge por llamada.

⸺Oye ni siquiera ha empezado el día bien y ya quieres caminar en las nubes ⸺Oí que se reía, Jorge es un caso.

⸺Y más te vale ser puntual. Trae la que me gusta ⸺Colgué.

Y si, ya tenía un pequeño tiempo con las drogas, pero es el único método que veo que me hace olvidar ese dolor intenso de cada día. Me hace olvidar que este mundo de mierda existe.

Llegué a aquel parque, me senté a esperar a Jorge, recién las personas salían a trabajar y llevar a sus niños a sus escuelas. Nunca tuve ese privilegio. Mire hacia otro lado y ahí venia, Jorge era afroamericano, sus trenzas cortas eran divertidas. Un poco fornido debido a que ha tenido muchas peleas callejeras y ha entrenado bastante.

Vendía sustancias ilícitas, pero aun así parecía un chico normal que no hace nada indebido. Éramos amigos desde que entré a la secundaria y desde entonces, también el amor de mi vida y que entiende todos mis problemas.

⸺Soy puntual, tú nunca me crees ⸺se rio, me abrazo y le devolví el abrazo.

Ambos nos sentamos y miramos al cielo, que estaba dejando de ser oscuro y poco a poco se estaba volviendo claro. Me paso un poco de marihuana y los dos estábamos fumando. Ninguno decía una palabra, más o menos nos entendíamos. Él también tenía un pasado difícil. Ambos veíamos como el humo iba al cielo.

⸺Mira, eres nueva en esto, pero te pido que lo dejes pronto ⸺me miro mientras tiraba su cigarro de marihuana ya gastado.

⸺Cuando el sol salga a media noche lo haré ⸺Reí por el efecto de la marihuana.

⸺Oye hablo en serio ⸺dijo preocupado.

⸺Y tú ¿Por qué no lo dejas? ⸺lo mire divertido.

⸺Mira ya yo estoy muy metido en esto y es difícil salirse, tengo años intentándolo y es imposible ⸺dijo encendiendo otro cigarro, ⸺pero tu ⸺Me apunto ⸺Si tienes más esperanzas que yo. Deposito mi esperanza en ti para que lo hagas.

Sonreí a duras penas y lo abracé. Comprendo su punto, pero no puedo, también es un poco difícil para mí, es lo único que me hace sentir viva en estos momentos. Además de que él es quien le da sentido a mi vida.

⸺Pero por el momento, no está mal fumar juntos ⸺Reí, creo que ya estaba un poco drogada.

⸺Si ⸺Se rio conmigo. Este momento se siente muy bien.

Terminamos de fumar y nos levantamos para irnos. Pero Jorge se antojó de algo rápido. Quería chocolate y yo no andaba con uno.

⸺Perdóname si no sabía tus gustos ⸺Me reí.

⸺Oye ¡Eres la primera chica a quien no le gusta el chocolate! Eso sí es raro ⸺Me reprochó divertido.

⸺Vale, tengo dinero, puedo comprarte uno ¿va? ⸺Dije entrando a una tienda, busqué cualquier chocolate y lo compré. Lo vi esperándome con una gran sonrisa.

⸺ ¿Ves? Tienes buenos gustos ⸺se rio y se comió el chocolate.

Ahora empezaría una nueva vida, con él...