Para Aukan es fácil detectar como el aroma a sangre se va mezclando con el miedo que siente el conde, una parte de él le dice que lo mate, pero la racional le dice que lo interrogue para saber el paradero de su familia. Sabe que sería un problema dejar a los aristócratas del imperio enemigo vivos, ya que muchas veces ha tenido que lidiar con los que quieren venganza y que terminan con el mismo destino. La muerte.
Con su espada levanta la cabeza del conde, no se sorprende verlo tan tranquilo aun cuando todo su ser huele a miedo.
-Se lo preguntaré una sola vez ¿En dónde está escondiendo a su familia Duque?
El duque que es conocido por ser bastante orgulloso no le responde, aunque lo torture hasta el borde de la muerte jamás le diría en donde se encuentra su familia. Prefiere la muerte antes de entregar lo más importante de su vida.
-Pudo haber salvado a su familia, es una pena que tendrán el mismo destino que su hijo mayor y que casualidad, también será por mis manos-Susurra Aukan con una sonrisa, la cual provoca un escalofrío al duque.
El ambiente de la nada se empezó a volver más pesado para el duque quien no puede dejar de pensar en las últimas palabras que Aukan le dio, quiere creer que solamente quiere impregnar esa semilla de miedo para que le ruegue por su vida y de paso jurarle lealtad. Eso es lo que normalmente haría un aristócrata para "salvar" su pellejo.
Las puertas se abren con brusquedad sorprendiendo al duque por completo. Sin embargo, no puede creer lo que sus ojos están viendo. Su esposa, al igual que su "único" hijo macho junto con sus princesas se encuentran amarrados de las manos y cada uno tiene una cadena en el cuello. El duque sabe perfectamente para qué sirven, esas cadenas al estar alrededor de un cuello humano evitaran que corran, pero si se transforman se apretaran de forma instantánea hasta provocarles la muerte.
El metamorfo que los lleva los obliga a moverse de brusca para después tirarlos al lado del duque, algo que logra sacarlo de sus casillas por ver como una de sus hijas, la que tiene el cuerpo más débil empieza a quejarse por el dolor.
-¿Acaso no saben cómo tratar a una niña? ¡Malditos bastardos!
Aukan que ignora por completo los insultos que el hombre le está dando, no le interesan en lo absoluto, ya que no es algo que jamás haya escuchado de otras bocas, en realidad es todo lo contrario y es más normal de lo que le gustaría.
Empieza a inspeccionar a todos los miembros de la familia, la duquesa tiene el cabello rubio, pero al igual que el duque este color se ha ido perdiendo y poco a poco se va remplazando con un blanco. No puede ver bien su color de ojos, ya que no se atreve a levantar su mirada, y tampoco la obligara hacerlo.
Pasa su mirada al que ahora es el hijo mayor y heredero del ducado. Este es rubio, un poco bajo y su cuerpo se ve que está trabajado lo suficiente para dar pelea, pero no como para vencerla. Cuando mira al siguiente miembro de aquella familia tampoco ve algo diferente al resto, es alta, no es delgada, cabello rubio y sobre su cuerpo se puede apreciar el aroma de un macho.
Hasta el momento todo parecía marchar a su favor, pero cuando su mirada se clava en la joven que se encuentra "escondida" por el cuerpo de su madre y hermano siente algo extraño, como una corriente eléctrica suave y satisfactoria. No siente que sea sentimiento llamado amor, sino que más bien siente curiosidad por ella y por su extraño aroma, el cual no le desagrada demasiado.
Se acerca a ella ignorando las súplicas del duque por la vida de su pequeña hija, Aukan no puede evitar sonreír al escucharlo, ya que ya sabe una de sus debilidades. Con su espada levanta la cabeza de la joven que a su parecer es demasiado delgada como para ser una hembra adulta, pero gracias al vestido que esta lleva puede notar que tiene unos pechos que a su parecer son igual de delicadas que la perla más cara. Sin embargo, no puede apreciar demasiado bien su rostro gracias a la poca luz que hay en el lugar y también porque su largo cabello rubio casi blanco le cubre algunas partes del rostro.
Con su mano áspera y llena de cicatrices le aparta un par de mechones de cabello, ahora puede ver perfectamente aquel rostro. Lo primero que llama su atención son sus ojos "azules como el cielo en verano, tan puros como el agua cristalina y labios de rosa pálido". Aukan no puede evitar pensar que es igual que aquella flor llamada fresia* que crece cerca de su hogar, a su parecer es una de las más hermosas y delicadas, incluso para alguien como él.
Con cada segundo que pasa admirando el rostro de la metamorfa siente que algo malo sucede con él, siente un pequeño cosquilleo por todo el cuerpo algo que le incomoda y su corazón empieza a latir con fuerza. Cree que en cualquier momento este se saldrá de su pecho, y su lado más salvaje le exige salir entre lloriqueos.
-¿Cuál es tu nombre? -Aukan trata de que su tono de voz no suene con demasiado interés.
-Lys... Lyssca. -Le responde la muchacha de forma débil, ya que siente que en cualquier momento su cuerpo empezara a colapsar por el dolor y la fiebre que poco a poco empieza a aumentar.
-¿Cuántos años tienes?
-Tengo diecinueve. -Lyssca empieza a toser de manera brusca preocupando así a todos los que se encuentran presentas. Sin embargo, Aukan intenta no prestarle demasiada atención al estado de la chica.
-¿Estás casada? -La chica no le responde por sentirse cada vez más débil.
-¡Mi señor! -Grita el padre de Lyssca tratando de que Aukan quite su atención de ella. -Ella no sé encuentra casada.
-No recuerdo haberle preguntado a usted. Naji, córtale la lengua.
Naji que es quien trajo a la familia del duque y el segundo al mando después de Aukan se acerca al conde de forma desinteresada mientras saca una navaja dispuesto a obedecer las órdenes de su líder.
-¡No, espere! -Lyssca logra detener a Naji con su grito, pero al momento empieza a toser gotas de sangre. -Por favor... No lo haga. -Aunque se lo esté pidiendo a Naji no puede dejar de mirar a Aukan.
Aukan se empieza a sentir mucho más extraño que antes, y es que al ver los ojos llorosos de la joven no puede evitar sentirse débil. Puede que su instinto de metamorfo esté empezando a reaccionar ante la esencia extraña que emana la hembra, con ese pensamiento en su cabeza se aleja de manera brusca de aquella Ninfa* como si fuera el ser más peligroso del lugar, cuando en realidad lo es él.
-¿Qué ganaré yo si no mato a tu apreciado padre?, ¿qué podría darme una metamorfa tan débil como tú?
-Yo... Yo no podría darle nada. Mi cuerpo es demasiado débil, incluso en estos momentos siento que caeré desmayada, no le sería de utilidad en ningún aspecto. -Lyssca no le está mintiendo en lo absoluto, su cuerpo es demasiado débil a tal punto que un simple resfriado podría causarle grandes problemas.
-¿No podrías serme de utilidad? -Aukan con una sonrisa siniestra mira a su compañero. -Esta señorita será mi esclava personal a cambio de que su familia siga teniendo sus comedidas y dinero.
-¿Qué? ¡Claro que no! -La duquesa que ha estado callada todo el tiempo no pudo seguir de esa forma. -¡Prefiero que morir en tus asquerosas manos antes de que uno de mis hijos te sirva!
-Es su decisión señora. -Aukan se posiciona otra vez en frente de aquella hembra que a su parecer es igual a una Nínfula. - ¿Qué harás pequeño cachorro?
-Yo... -Lyssca no sabe que debería elegir, pero de cualquier forma ambas opciones la llevaran a la muerte. -Si llego a morir ¿no le harán nada a mi familia?
-¡¿Qué estupideces están diciendo Lyssca?! -Interrumpe esta vez su hermano mayor.
-Te prometo que si llegas a morir por cualquier cosa del destino tu familia estará a salvo.
-Seré su esclava.
Aukan sonríe satisfecha mientras que la familia de Lyssca sigue negándose entre gritos e insultos hacia él y Lyssca solo piensa que es una manera de prolongar su muerte un par de días y si tiene suerte semanas. Además, su familia estará a salvo.
...
SIGNIFICADOS DE PALABRAS:
Metamorfo: Cambia formas.
NINFA: Mujer de enorme atractivo y encanto.